Doriga (Principado de Asturias) (0)

¿Sabías que... Doriga

Y las demás aldeas, todas ellas atravesadas por el Camino Primitivo, como la de San Marcelo, la quintana de La Reaz o la de Casas del Puente, llamada también La Ponte, entre otras, de la parroquia de Santa Eulalia de Las Dorigas, de las que forman parte y dentro del concejo de Salas, están situadas a la derecha del río Narcea, en el este del concejo de Salas, en un valle forjado por El Regueiru Doriga, afluente del Narcea, entre rocosas y pendientes colinas. Los orígenes de Doriga se pierden en tiempos remotos. Restos arqueológicos de pequeños núcleos poblacionales cerrados, los castros, están presentes por la zona. El del Altu el Castiellu, de Doriga, así lo atestigua. Muchos de estos castros prolongaron su existencia hasta la Alta Edad Media, conviviendo incluso en la época romana con sus típicas villas, de cuya presencia también queda testimonio en el lugar de Las Murias, Doriga.

Un poco más de historia

La Ponte fue testigo en el año 840 de la batalla en la que Ramiro, apoyado por nobles gallegos, derrotó a las tropas de Nepociano, quien subió al trono del Reino de Asturias y lo ocupó por poco tiempo debido a las reyertas y rivalidades, ocasionadas por la sucesión, tras la muerte de Alfonso II El Casto. La Edad Media trae consigo la instauración e incremento de instituciones monásticas, como el Monasterio de Santa Eulalia del Narcea, que vino a situarse en el mismo lugar que la citada villa romana, permaneciendo hasta finales del siglo XVIII principios del siglo XIX. La Edad Moderna une al poder de las fundaciones monásticas, el creciente renombre de los señores de la Casa de Doriga, que hacen valer su influencia en muchos cargos de la administración territorial. En el año 1.804 las parroquias de San Antolín de las Dorigas, San Esteban de las Dorigas, San Justo de las Dorigas y Santa Eulalia de las Dorigas, que formaban parte de Grado, pasan a integrase en el concejo de Salas.

¿Qué ver en Doriga, San Marcelo, La Reaz y Casas del Puente ?

Será todo un placer para los sentidos el pasear entre verdes prados tapizados de frutales, recorrer laderas sombrías cubiertas de castaños, y arropados por tan bello paisaje ir descubriendo pequeños enclaves que salen al paso del visitante al atravesar aldeas como la de San Marcelo con su bonita capilla, en la que la talla que guarda de San Roque Peregrino testimonia su relación con la peregrinación jacobea en el Camino Primitivo. En La Reaz veremos las ruinas del que fue El Molín de La Reaz, donde, entre musgo y helechos, todavía asoma su tejado a dos aguas y el ojo, güeyu, por el que salía el agua después de mover la muela del molino; o su curiosa fuente de dos caños, La Fonte de La Reaz, que fue construida en 1.903. Llegar a Doriga, que esconde entre su muestrario de arquitectura civil el templo parroquial dedicado a Santa Eulalia, aunque hoy en día es de estilo neoclásico guarda de su primitivo origen románico una portada a un costado y un arco de medio punto. L iglesia luce una losa incrustada con la inscripción del año en que fue consagrada y el nombre del obispo que la sacralizó, que reza así Lo consagró el obispo Pelayo en las XIII kalendas de la era Milesima CLVIIII.

Para descubrir

En el suelo del presbiterio hay una lápida funeraria con el escudo de los Doriga cuyo palacio se sitúa muy cercano a la iglesia y desde la cual ya se pueden atisbar sus muros y paneras. El Palacio de Doriga fue empezado a construir por esta familia en el siglo XIV. En un principio se levantó la torre y alrededor de ella se fue edificando el palacio, todo ello rodeado por un hermoso parque, que hoy aloja árboles centenarios. La puerta de acceso es de arco de medio punto custodiada por dos torrecitas laterales con los escudos de García de Doriga y su esposa. En Casas del Puente hay que descubrir lo que queda del histórico viejo puente, La Ponte del Narcea o La Ponte Vieya, muy posiblemente de origen romano, que da nombre al lugar y que fue arrasado por una gran riada en el siglo XVI y sustituido, a partir del año 1.580 por la Barquería de Santiago, en su labor de salvar el cauce del Narcea y continuar el camino hacia el monasterio de San Salvador.

Fiestas

En Doriga, como en todo el concejo las fiestas patronales son a finales de agosto. En la aldea de San Marcelo se festeja el primer domingo de agosto a su patrón San Marcelo.

Tradiciones

Cuenta la historia que la torre del palacio de Doriga fue una de las pocas que los Reyes Católicos no mandaron demoler para prevenir rebeliones nobiliarias.

Curiosidades

El Cortín o curtín eran unas construcciones que se levantaban hasta no hace mucho tiempo para proteger a las abejas, su miel y su cera, de los grandes niños golosos, los osos, que habitan en los montes y bosques de gran parte de Asturias. Alguno queda todavía en uso y sino, en lo que queda de ellos se puede ver que eran recintos de muros de piedra altos en los que dentro se colocaban las colmenas que según la zona se las llamaba truébanos, trobos, caxellos, cubos... y que por regla general estaban hechas con el tronco ahuecado de un árbol.

Leyenda

Cuenta la leyenda que Los señores del palacio de La Doriga tenían una niñita que un día jugando se perdió entre los cercanos bosques. Sus padres anduvieron buscándola días y días y cuando ya estaban a punto de perder toda esperanza la criaturita apareció sana y salva todo ello gracias a una osa que había ejercido de madre adoptiva cuidándola, protegiéndola y amamantándola. Los señores de Doriga en agradecimiento a este hecho considerado casi milagroso mandaron construir el monasterio de Cornellana y en él la Puerta de la Osa.