Se cuentan por miles, tal vez millones, los peregrinos, algunos de ellos ilustres y celebres personajes, que desde el hallazgo de la tumba del apóstol Santiago han ido dando forma a lo que hoy en día conocemos como el Camino de Santiago. Diversos han sido y son sus nombres o denominaciones, Camino de las Estrellas, Calle Mayor de Europa…, y más los diferentes trazados que lo componen y que surcan los campos y las montañas rumbo a Santiago de Compostela. Calzadas romanas, cañadas, corredoiras, antiguas vías de comunicación que unen simbólicos lugares a los que el peregrino acudía en busca de la hospitalidad y el recogimiento propios de las gentes del Camino. Estos trazados seguidos por los peregrinos han llegado hasta nuestros días, no sin las cicatrices propias del paso del tiempo y los vaivenes de la historia. Un entramado de rutas que, con el resurgir que desde hace ya algún tiempo está viviendo el Camino de Santiago, han vuelto a ver el esfuerzo, la ilusión, las promesas y el fervor que caracterizan al peregrino.
Diversas siguen siendo las motivaciones que mueven a los peregrinos a realizar el Camino de Santiago, si bien muchas de ellas coinciden con las de los antiguos peregrinos que peregrinaban hacia Santiago desde la misma puerta de sus casas. El Camino ha ido evolucionando con el paso del tiempo y lo que antes eran sandalias, zurrones y hospitalaria caridad hoy en día se ha convertido en gore-tex, sofisticadas mochilas y acogedores albergues, que hacen más llevadero el día a día del peregrino, pero que no le eximen de seguir teniendo que esforzarse en superar las duras pruebas que la Ruta Jacobea le pone a su paso.
Muchos son los viales que desde cada punto cardinal puede seguir el peregrino, cada uno con su propia historia y su especial simbología. Aquí os dejamos, sobre algunos de ellos, toda la información de las etapas, las localidades por donde pasan, los lugares de interés que los rodean y toda aquella información de utilidad que el peregrino pudiera necesitar a lo largo su discurrir hacia la tumba del Apóstol.
Quizá uno de los más frecuentados de todos ellos. Conocido por ser la ruta seguida por el insigne Carlomagno en su peregrinar hacia la tumba del apóstol, a él llegan numerosas ramificaciones desde Francia en busca del mejor paso de los Pirineos. Bien desde Roncesvalles o bien desde Somport, el Camino Francés entra en España para recorrerla de este a oeste una vez unidos ambos viales en Puente la Reina, para juntos marchar hacia Santiago viendo como a lo largo del recorrido son varios los Caminos que se les unirán en esta ardua empresa.
Alfonso II el Casto ostenta el honor de ser el primer peregrino del que se guarda constancia. Allá por el siglo IX este rey Astur recorrió la distancia que separaba su corte de la recientemente descubierta tumba del apóstol, de ahí la denominación de Camino Primitivo, dejando, sin saberlo, en herencia uno de los itinerarios más bellos y exigentes de cuantos el peregrino ha de afrontar, siempre teniendo en cuenta que sobre gustos no hay nada escrito. Su trazado es el encargado de unir al Salvador con Santiago, al señor con el criado como reza el dicho.
Pero las posibilidades no terminan aquí, esta es tan solo una pequeña muestra que esperamos poder ir ampliando poco a poco, con el paso constante y calmado del buen peregrino.
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