Cuando nos planteamos visitar Álava nos surgen las típicas preguntas de siempre, ¿qué vamos a hacer? ¿dónde podemos ir? ¿qué lugares merecen la pena conocer?. Preguntas que buscan aprovechar al máximo nuestro viaje a esta provincia de Euskadi. El notable patrimonio cultural y natural que atesora esta tierra nos ofrece un gran número de opciones, lugares que nos hablan de la historia que atesora Araba. Tradiciones ancestrales y míticas leyendas se funden con los impresionantes paisajes que envuelven a los diferentes lugares que nos invitan a visitarlos. Sin lugar a dudas toda una experiencia inolvidable.
Elegir qué ver en Álava y seleccionar 8 lugares mágicos no es tarea sencilla. Son incontables los lugares que merecen estar en cualquier lista. Antiguos santuarios, ancestrales yacimientos arqueológicos, coloridos paisajes de ensueño son solo algunos de los tesoros que Araba ofrece a quien la visita. Una región cargada de contrastes donde las montañas se disputan el protagonismo con las amplias llanuras, donde las antiguas tradiciones y costumbres han perdurado hasta nuestros días, donde las distintas civilizaciones que han habitado estas tierras han dejado su legado. Una amplia historia que se ve reflejada en sus monumentos y en cada paso que demos en nuestra visita. Pero Álava también nos ofrece la espectacularidad de sus paisajes, donde la naturaleza se funde con, por ejemplo, la cultura del vino, la pasión por la montaña, o con las antiguas industrias artesanales que aún hoy perduran en los valles de Álava y sus pueblos. Queremos acercaros una pequeña muestra de los sorprendentes y en ocasiones desconocidos lugares que nos esperan si nos preguntamos qué ver en Álava y nos decidimos a visitarla.
Que mejor, si vamos a visitar Álava, que comenzar descubriendo el majestuoso santuario que alberga a la patrona de Álava, Nuestra Señora de Estíbaliz. Este enclave religioso, no muy alejado de Vitoria-Gasteiz, es visitado a lo largo del año por un gran número de personas que disfrutan, ya no solo del magnífico monumento que es el santuario, sino también del paraje natural que lo rodea. Hasta el santuario llegan diferentes romerías a lo largo del año y también lo hacen varias rutas de senderismo. Alguna de la talla del GR 38, Ruta del Vino y del Pescado, que atraviesa Álava de norte a sur siguiendo los antiguos caminos que unían los puertos pesqueros con los fértiles valles del sur y que tenían en Estíbaliz una parada obligatoria.
Los antiguos pueblos que habitaron esta provincia del País Vasco dejaron su impronta, ya no solo en las arraigadas leyendas de la mitología Vasca, también en los diferentes yacimientos arqueológicos que encontramos en esta tierra. Los cuidados e imponentes dólmenes que nos esperan en la comarca conocida como la Rioja Alavesa, son una inmejorable muestra de ello. Hace miles de años esta zona de Álava ya estaba habitada por pueblos ancestrales de cuyas costumbres y tradiciones nos hablan los diferentes dólmenes que podemos visitar a través de esta interesante ruta. Un recorrido que también nos acercará hasta el Poblado de la Hoya, un yacimiento arqueológico de gran valor histórico y cultural.
Cambiamos el colorido paisaje de viñedos que rodea a los dólmenes de la Hechicera, o El Encinal entre otros, por la imponente blancura del Valle de Añana. Aquí la naturaleza nos sorprende con un manantial de agua salada, que el hombre ha explotado desde hace cientos de años. Una vetusta industria que ha llegado hasta nuestros días, manteniendo casi intacto su hacer artesanal. Un valle, el de Añana, que ve como la naturaleza y la mano del hombre han formado un paisaje espectacular, donde la sal tiñe de blanco las cientos de salinas que se extiende entorno al pueblo que aquí se asienta. Todo un espectáculo donde además de disfrutar del curioso paisaje que nos rodea podremos conocer el antiguo oficio de salinero.
Los diferentes paisajes que rodean a la mayoría de los lugares que podemos visitar en Álava, sin lugar a dudas, aumentan la belleza y el valor que éstos tienen. Nuestra siguiente parada no podía ser una excepción. El Santuario de Nuestra Señora de Oro atesora un gran valor patrimonial que, sin dudar, se ve incrementado notablemente por el espectacular paraje natural donde se asienta. Son numerosas las rutas de senderismo que llegan hasta este lugar desde donde se puede contemplar una magnifica panorámica de cuanto nos rodea. El Parque Natural de Gorbeia, la Llanada Alavesa, son solo alguno de las postales que podemos disfrutar desde este rincón de Álava.
De la importancia histórica que esta región ostento en tiempos pasados nos hablan las diferentes fortificaciones que podemos encontrar a lo largo y ancho de su territorio. Por desgracia muchas de ellas no se encuentran en un buen estado de conservación. Un magnífico ejemplo de este periodo medieval lo encontramos en la Cuadrilla de Añana, más concretamente en la villa de Villanañe de Valdegovía. Allí nos espera la Torre-Palacio de los Varona, cuyo estado de conservación nos permitirá viajar en el tiempo para ponernos en la piel de los nobles señores que defendían estas tierras en tiempos pasados y así conocer un poco más la historia que se esconde tras sus muros.
Ya somos conscientes del nutrido catálogo de dólmenes que atesora Álava, pero quizás dos de ellos sobresalen del resto, al menos por su tamaño y su estado de conservación. El Dolmen de Sorginetxe y Dolmen de Aizkomendi están situados no muy lejos el uno del otro, enclavados a los pies de las imponentes montañas que conforman el Parque Natural de Aizkorri-Aratz, en la Llanada Alavesa oriental. Estos espectaculares dólmenes son unos de los más visitados de toda Álava y quizás de toda Euskadi. Su relativo fácil acceso y su buen estado hacen que sean protagonistas de no pocas fotografías que esconden tras ellas la importancia patrimonial e histórica que tienen estas joyas megalíticas.
Pueblos medievales, coloridos paisajes, esbeltas montañas y famosas bodegas nos esperan en la Rioja Alavesa, otra de las paradas obligatorias en nuestra ruta de los lugares mágicos que ver en Álava. Envuelta toda esta comarca por la cultura del vino, nos veremos paseando por las calles de villas de la talla de Laguardia, Labastida o Elciego, entre otras. Sorprendiéndonos con las famosas bodegas que aquí se ubican, muchas de ellas verdaderas obras de arte arquitectónicas. O asomándonos a vertiginosos miradores desde donde contemplar el magnífico paisaje que se extiende a sus pies. Una comarca que en su relativa corta extensión, concentra atractivos como pocas y que a buen seguro nos daría ella sola para una excursión.
Si comenzamos esta selección de lugares que ver en Álava con la visita al santuario de su patrona, la terminaremos haciendo lo propio con el santuario que alberga a su copatrona, Nuestra Señora de la Encina. Ubicado en las afueras de la villa de Artziniega, este santuario es toda una joya arquitectónica y cultural. A la importante historia que atesora este santuario tenemos que sumar, como no podía ser de otra forma, el entorno natural que lo rodea, cuyo mejor exponente es la colosal encina que se alza junto a él. Un árbol centenario que forma parte del catálogo de árboles singulares de Álava y que junto al santuario y al paraje natural donde se asientan hacen de este lugar un punto de peregrinaje para muchas personas.
No son pocos los lugares, además de los aquí expuestos, que se nos vienen a la mente si nos planteamos que ver en Álava, lugares mágicos que aguardan a ser descubiertos por vosotros.
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