Ayerbe (Huesca) (0)

¿Sabías que... Ayerbe

Sobre el cauce medio del río Gállego y al pie de las sierras prepirenaicas de Loarre y Luna y el embalse de La Sotonera, Ayerbe se ubica al amparo de una fortaleza que se documenta como castillo en la "Crónica de al-Razí" en el siglo X. Poco se sabe de los primitivos asentamientos poblacionales, aunque de época romana se han encontrado lápidas y monedas siendo la primera constancia histórica de la zona. Los restos del castillo árabe que coronan la cima del cerro de San Miguel son del siglo X. El origen de Ayerbe se puede encontrar en los asentamientos militares que dominaban el camino de los Pirineos hasta Zaragoza y en las guarniciones musulmanes y cristianas que se vigilaban mutuamente los movimientos.

Un poco más de historia

Cuando el lugar fue reconquistado por Sancho Ramírez en el año 1083, cobró de nuevo importancia como paso en el camino de los Pirineos. Ayerbe fue desde sus principios un pueblo de realengo que luego se convertiría también en baronía cuando el rey de Aragón Jaime I dejó a su hijo Pedro, también barón de Grañén, Robres y Arnueso, el castillo y villa de Ayerbe. Un tiempo después paso a ser propiedad de Pedro Jordán de Urriés en el año de 1366 también por donación efectuada hacia él por Pedro IV de Aragón. En el siglo XVIII el rey Felipe V concede a la villa los títulos de noble y fidelísima, por la ayuda prestada en la Guerra de Sucesión. Ayerbe sufrió de cerca las Guerras de la Independencia, las Carlistas y la Civil. La llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX y el posterior cierre de la estación ferroviaria internacional de Canfranc supuso para la localidad de Ayerbe un serio vaivén socio-económico que en la actualidad el municipio intenta subsanar y reconvertir.

¿Qué ver en Ayerbe?

Cuando el visitante se adentra en Ayerbe ve como de entre su casco urbano sobresale la torre de San Pedro cuya construcción es del siglo XII y que pertenecía a la antigua colegiata románica de San Pedro que fue demolida en el XIX por ruina; está muy próxima a una de sus dos plazas cuadradas, la alta y la baja, que son el centro de la vida social de los ayerbenses, y ellas a la vez se configuran en torno al palacio de los Marqueses de Ayerbe o de Urriés que data de finales del siglo XV principios del XVII. Separando estas dos plazas se encuentra la Torre del Reloj que fue construida, con materiales de la antigua iglesia de Nuestra Señora de Soterrado para albergar al reloj del consistorio, a finales del siglo XVIII. Recorriendo sus calles nos sorprende la iglesia parroquial de San Pedro que fue un antiguo convento de dominicos construido entre 1543 y 1548, el edificio fue reformado entre los siglos XVII y XVIII y se convirtió en iglesia parroquial a mediados del XIX, el templo tiene una curiosa portada que asemeja a un retablo. El antiguo ayuntamiento que fue sede también de justicia, o la fuente D´os tres caños del siglo XVIII; el palacio de los Luna, que es una buena muestra de arquitectura renacentista aragonesa y la casa donde vivió Ramón y Cajal, que hoy es el Centro de Interpretación sobre el científico.

Para descubrir

Ayerbe también contó durante los siglos del XII al XVI con un hospital, edificio que hoy se conoce por el nombre de Hospital Viejo o de Pobres. Protegiendo la localidad de Ayerbe parece estar el monte de San Miguel y sobre él la ermita de su mismo nombre, restaurada sobre los restos de la antigua ermita que se construyó próxima al castillo musulmán del siglo X cuyos restos se ven en la zona conocida como Os Muros. En las inmediaciones del pueblo a unos tres kilómetros se encuentra la ermita de la Virgen de Casbas, del siglo XVIII, donde se han encontrado lápidas romanas. La ermita de Santa Lucía es del siglo XII y la ermita de San Pablo Apóstol, que según rezan algunos documentos cofradía y ermita datan del año 1618. La visita a la localidad de Ayerbe no está completa hasta que no se disfruta de su arte culinario y gastronómico o se participa en sus eventos culturales, ferias y mercados.

Fiestas

Ayerbe celebra sus fiestas patronales en honor a Santa Leticia el 9 de septiembre. El primer domingo de junio se celebra la romería a la ermita de la Virgen de Casbas. El último domingo de enero se celebra la fiesta en honor al apóstol San Pablo.

Tradiciones

En Ayerbe, el último día de la Fiesta Grande en honor a Santa Leticia las gentes se reúnen en las plazas y calles, encienden unas buenas hogueras y con la carne, las patatas, y los aliños pertinentes además de una buen perola donde guisarlo, se preparan para comerse una tradicional caldereta, con la que se despiden de la fiesta hasta el año que viene. Mientras se va llenando de este rico aroma la localidad, el bullicio de la gente se mezcla con la música de la charanga a la espera para poder degustar manjar tan preciado, entonces las calles se convertirán también en un inmenso comedor. Luego a las doce de la noche después de haber dado buena cuenta de las viandas y habiendo apagado las hogueras, son los esperados toros cornicabras, toros de fuego en los que el armazón que lleva la carga de pirotecnia recibe el nombre de carnicabra, los que recorrerán las calles.

Curiosidades

En Ayerbe había una vendimia más tempranera que se realizaba en septiembre donde se recolectaban las primeras uvas maduras y dispuestas para poder hacer con ellas el primer vino del año que luego se vendía en la famosa feria de Ayerbe. En muchas casas se vendía vino durante todo el año y en ellas, para que se supiera que había vino a la venta, se colocaba en la ventana una rama de hiedra, el vino lo vendían por litros y no como se hacía a la antigua usanza que se vendía por cantaros.

Leyenda

Cuenta la leyenda que los ayerbenses, aunque ya tenían desde 1563 reloj y una campana que cantaba las horas, quisieron construir una torre enfrente del palacio de los marqueses y que fuera más alta que éste y a la torre la colocaron un reloj, el reloj del concejo, para no tener que mirar el de sol que había en el palacio.

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