Sahagún (León) (0)

¿Sabías que... Sahagún

Se sitúa al sureste de la provincia de León, sobre una suave explanada entre los ríos Cea y Valderaduey, en la comarca Tierra de Sahagún. La villa de Sahagún está cargada de historia desde sus comienzos. Ya en época de los romanos existía en el lugar una ciudad llamada Camata que alcanzó gran vitalidad e importancia al ser cruce de caminos y calzadas, por aquí, entre otras, pasaba la vía romana que enlazaba León con Italia así como la Trajana que unía Astorga con Zaragoza y Tarragona. Dicha ciudad, tras la invasión musulmana, fue destruida allá por el siglo IX.

Un poco más de historia

La actual ubicación y nombre de Sahagún tiene su origen en la veneración que la gente de la zona tenían para con los Santos Facundo y Primitivo, mártires por su fe y cuyos cuerpos fueron arrojados al río Cea, recuperados más tarde por sus devotos y enterrados en el lugar donde después se construyó un santuario. Años después, esta primitiva iglesia se convirtió en un floreciente monasterio que llegó a ser, en el siglo XI, la abadía de Cluny más poderosa del reino así como un importante hospital de peregrinos. Esta abadía y la villa que se originó a su vera, recibió el nombre de estos santos y este apelativo evolucionó hacia el nombre actual, Sahagún. Desde su fundación por impulso del rey Alfonso III, Sahagún fue recibiendo el favor y protección de los príncipes de la época, pero fue Alfonso VI el que más se involucró con la villa revitalizando la ruta jacobea y con ella el comercio. Le otorgó fueros y leyes además de exenciones para todo aquel que quisiera venir a vivir a ella. Este rey, y por expreso deseo suyo, es enterrado en Sahagún.

Pero a pesar de los envites de los tiempos y los altibajos típicos de cada época en la historia, quien tuvo retuvo y Sahagún no se queda atrás, a día de hoy ostenta el título de Muy ejemplar Ciudad por ser, junto con las ciudades de Jaca y Éibar, una de las primeras poblaciones que proclamó la República en la madrugada del 14 de Abril de 1931, lo que muestra una vez más el talante tolerante, abierto y adaptable a las circunstancias, de sus gentes.

¿Qué ver en Sahagún?

En Sahagún su rica historia ha dejado su impronta en un no menos amplio e importante patrimonio artístico, donde la arquitectura mudéjar nos ha dejado verdaderas joyas que hoy se pueden visitar y admirar como el Monasterio de San Benito, del que ha llegado a nuestros días la conocida como Capilla de San Mancio, que fue reformada en el siglo XII y que no hay que confundir con la Capilla de San Benito que sigue en pie muy cerquita de la Torre del Reloj.

Pasear por sus calles es encontrarse con bellos rincones e ir descubriendo sus emblemáticas iglesias, que parecen hacerse la competencia entre ellas pujando por ser la primera en llamar la atención del visitante. La de San Tirso, de la primera mitad del siglo XII, con una hermosa torre de ladrillo que se levanta sobre el ábside central. La de San Lorenzo, del románico facundino, siglo XIII, construida enteramente de ladrillo y luciendo también una interesante torre troncopiramidal, adosada tiene la Capilla de Jesús, hoy museo de la Semana Santa. La iglesia de San Juan de Sahagún, cuya construcción, sobre la que fue la casa natal de San Juan de Sahagún, comenzó en el año 1627 pero no se terminó hasta mediados de ese siglo, en su interior existe una arqueta con las reliquias de los Santos Facundo y Primitivo. Reconvertida en albergue y auditorio y edificada dentro de una de las puertas de la muralla medieval allá por el siglo XIII. La iglesia de la Trinidad nos enseña su cuadrada y rotunda construcción. El antiguo trazado de la N-120, en su trayecto por Sahagún, nos obliga a pasar bajo el Arco de San Benito, como si de un verdadero arco del triunfo se tratase, es la portada meridional de la desaparecida iglesia del Monasterio, en la zona superior, el escudo real y las esculturas de los principales benefactores de la villa, Alfonso III y Alfonso VI, siguen vigilantes el devenir de las gentes.

Para descubrir

Junto al antiguo Monasterio de San Benito se encuentra el Monasterio de las Benedictinas, construido en el siglo XVI, en su interior se puede visitar el museo de Arte Sacro de Sahagún y en la entrada del monasterio se encuentra la bonita talla de la patrona de la villa, la Virgen Peregrina, obra de la escultora Luisa Roldán. El anteriormente convento de San Francisco hoy Santuario de la Peregrina y cuyo templo fue construido bajo la influencia mudéjar, ha sido restaurado recientemente y alberga el Centro de Interpretación y Documentación del Camino de Santiago, donde el peregrino puede adquirir el documento acreditativo de su peregrinación y paso por Sahagún llamado La Peregrina. La ermita de la Virgen del Puente, a escasos tres kilómetros de Sahagún y situada a la vera del Camino invita al sosiego y descanso, y sobre el río Cea, un verdadero paso histórico, el Puente Canto, nos despide al marcharnos de esta bonita localidad.

Fiestas

Las fiestas patronales de Sahagún se celebran el 12 y 13 de junio en honor de San Juan de Sahagún. La localidad festeja también a la Virgen Peregrina, patrona de la villa, el 2 de julio y el día de Nuestra Señora el 15 de agosto, además el 25 de abril la típica Romería de San Marcos, también llamada del pan y el queso, junto a la Ermita de la Virgen del Puente, celebra la llegada de la primavera. Otra romería, la del Pastor Bono, en la que agricultores y pastores se ofrecen entre ellos lo mejor de sus productos, invita a sí mismo a reuniones y festejos. Sahagún completa su oferta de tradiciones y eventos culturales con diversas ferias y encuentros como es el de Juglares o la concentración motera Ruta Jacobea.

Tradiciones

La Semana Santa de Sahagún, declarada de Interés Turístico Regional, es una de las celebraciones religiosas más importantes de la villa además de estar repleta de actos tradicionales. El domingo anterior al de Ramos, se le conoce como Domingo Tortillero, pues es costumbre salir de merienda al campo y comer tortilla. Otra curiosidad es la Subasta de los Pasos Procesionales en la que se lleva a cabo una puja con dinero para obtener el permiso para poder sacar los pasos en procesión. La noche del Jueves Santo el Toque de la Trompa, en la que se invita a los asistentes a pan bregado mojado en orujo. Y La Isa en la madrugada del Viernes Santo, nos hace ser testigos de cómo los mozos cogen en volandas a cualquier persona ajena a la villa para golpear con sus pies las puertas tras las cuales se guardan los pasos, intentando así demostrar sus ganas de que comiencen los actos litúrgicos.

Curiosidades

La hortaliza típica de la villa es el puerro, siendo cultivado en los huertos situados junto al río Cea desde según se cree fuera traído a la zona por los monjes cluniacenses. Hoy en día su producción está regulada por la Marca de Garantía Puerro de Sahagún.

Leyenda

San Juan de Sahagún, patrón de la villa desde 1868, nació en Sahagún en 1419 y murió en Salamanca el 11 de junio de 1479, su nombre de pila, Juan González del Castrillo, hijo de Sancha Martín y Juan González de Castrillo. En el año 1457 se traslada a Salamanca para estudiar teología y es admitido en el colegio de san Bartolomé, hoy el Palacio de Anaya. Muy pronto destaca como orador. Al verse aquejado por una grave enfermedad hace la promesa de que si se cura se meterá a fraile profesando en la orden de los Agustinos. Sus paisanos le veían como un verdadero caballero andante o súper héroe del Medievo que viene a ser lo mismo, pues prestaba su ayuda a todo el que la pudiera necesitar y fue tanta la fama que alcanzó en la ciudad, que el superior de su orden apelando a la discreción, quizá movido por un atisbo de envidia, le ordenó que limitara sus actuaciones espectaculares. Un día que fray Juan paseaba por la ciudad vio como un andamio cedió y el albañil que trabajaba subido a él caía gritando: ¡Fray Juan me asista! El fraile como no podía ser menos corrió a socorrerle y le dijo: ¡Espera un poco que voy a pedir licencia! Y cuenta la leyenda que el tiempo que tardó en volver el fraile, el albañil se quedó flotando en el aire. Cuando fray Juan regresó, el albañil aterrizó suavemente en el suelo.