Catedral de Roda de Isábena

¿Sabías que... la Catedral de Roda de Isábena

Advocada a San Vicente y San Valero, se encuentra en el pueblo de Roda de Isábena que situado sobre una atalaya domina buena parte del curso del río Isábena, en la provincia de Huesca y que fue en su momento capital política y religiosa del condado de Ribagorza. El nombre de Roda parece derivar de Arobda, que significa centinela avanzado, por lo que se supone, dada su situación en lo alto de una colina, que el pueblo en sí era un puesto de vigilancia. El comienzo de la historia de la Catedral de Roda de Isábena nos lleva hasta el siglo IX cuando el obispo Sisebuto consagró la iglesia en el año 819, pero fue con el conde Ramón II, quien se afanó para que la casa condal tuviese una diócesis propia, cuando adquirió el rango de catedral en el siglo X, siendo su primer obispo Odisendo, hijo del conde Ramón II. En agosto del año 1.006, Abd-al-Malik, hijo de Almanzor, destruyó esta primera iglesia catedral que fue reconstruida de nuevo y consagrada en el año 1.030. En el siglo XII Ramón Berenguer IV, quien fuera conde de Barcelona y príncipe de Aragón, tras reconquistar Lérida a los musulmanes trasladó a dicha ciudad la sede episcopal que hasta entonces estaba en Roda-Barbastro.

Un poco más de historia

La catedral de Roda de Isábena, que se comenzó a construir en estilo románico lombardo, ha sufrido numerosos avatares a lo largo de su historia; destruida, reconstruida, reformada y expoliada, es desde 1.927 Monumento Histórico Nacional. La catedral se levanta sobre los restos de un castillo. La primera construcción podría haber sido así mismo la capilla del castillo de la que se conserva algún resto en la capilla de San Agustín que se encuentra junto con el claustro en el lado norte de la catedral; al recorrer este bonito claustro llama la atención sus columnas con capiteles historiados e inscripciones funerarias, siendo el más importante de Europa en cuanto a este tipo de inscripciones se refiere; la capilla de San Agustín luce restos de las pinturas murales románicas que en su momento la decoraron. Desde la plaza donde se encuentra la iglesia catedral se puede admirar la portada que fue construida en el siglo XIII, pero fue muchos siglos más tarde, en el siglo XVIII, cuando se construye el pórtico que la cobija y la actual torre que, sobre cimientos románicos, cobija siete campanas cada una con su propio nombre: Santa María del Pilar, San Miguel, Santa María, Santa Bárbara, María Vicenta, María Ramona y una última fundida en 1.997.

Para descubrir ¿Qué ver en la Catedral de Roda de Isábena?

Dentro ya de la iglesia lo que sorprende son los diferentes niveles que presenta; casi al mismo nivel que la nave central, una gran cripta abierta, la de San Ramón que guarda su sarcófago, y encima de ella el Altar Mayor. Otras dos criptas, una, bajo la sacristía, llamada Sala del Tesoro o Archivo, en la que reposan los restos de San Valero en una arqueta esmaltada del siglo XVI, es una pequeña capilla sixtina del arte románico, en uno de sus frisos se puede ver un calendario agrícola en el que cada mes del año está representado por un personaje realizando alguna tarea en consonancia con el tema. La otra cripta, situada en el lado sur, es mucho más sencilla y pequeña que las otras dos. Paseando por los contornos de la catedral nos encontramos con la base del castillo de Roda o “Torre Gorda” del siglo XI y el palacio del Prior del siglo XVI, aunque todo el pueblo en sí es un verdadero tesoro de calles estrechas y empedradas repletas de caserones, torres y miradores. Este conjunto histórico está considerado Bien de Interés Cultural.

Tradiciones

La iglesia parroquial de San Vicente y San Valero, la catedral de Roda de Isábena, aunque perdió la condición de sede episcopal siguió conservando la titularidad catedralicia y conociéndose como tal, en ella se ha conservado durante muchos siglos la versión más antigua de la llamada Crónica de Alfonso III, conocida como Crónica Rotense fue escrita según parece en el Monasterio de San Millán de la Cogolla entre los siglos X y XI.

Curiosidades

Poco antes de llegar a Roda de Isábena un cartel, en la carretera, indica el acceso hacia el puente románico, de un solo ojo y con vano de medio punto, que sobre el río Isábena resiste el paso del tiempo. La anchura del puente selecciona el paso a tan solo peatones, vehículos de dos ruedas y caballerías y colocarse en lo alto de su arco en sí ya es toda una experiencia.

Leyenda

El 7 de diciembre de 1.979 los habitantes de Roda de Isábena tuvieron un triste despertar. La luz del día les dejaba la noticia de que esa madrugada Erick "El Belga" había perpetrado el robo de valiosas piezas de arte que se custodiaban en el templo, entre ellas la silla de San Ramón del siglo IX que fue troceada y de la que se pudieron recuperar algunos fragmentos o los esmaltes de Limoges que decoran la arqueta de San Valero y que algunos fueron también recuperados. Como nota curiosa decir que San Valero era tartamudo y el diácono Vicente era el encargado de transmitir y expresar lo que quería decir. Muchos siglos después la devoción popular todavía les mantiene unidos.