Murillo de Río Leza, La Rioja (0)
Entre valles, al límite de las montañas
La unión de los valles del Jubera y del Leza han dado como resultado unas fértiles tierras entorno a Murillo del Río Leza, por donde discurre el Camino de las huertas de Murillo. Este recorrido encajado entre ambos ríos nos llevará a recorrer parte de esta tierra en la que se dan diferentes cultivos que conviene entre ellos aportando sus especiales características a una zona que delimita el valle de las montañosas sierras desde las que desciende los ríos que aquí se unen. La vid, los olivos, los almendros se entremezclan con las huertas de ribera, resistiéndose cada uno de ellos a ceder protagonismo a los otros.
La ruta con 8,2 Km nos transporta desde Murillo de Río Leza y su imponente iglesia de San Esteban Protomártir, llamativa muestra de la historia que atesora, escondida en sus entrañas, esta villa, hacia la cercana sierra de las Peñas del Leza y del Jubera remontando el curso del primero. Un trazado que nos permitirá descubrir la singularidad del clima que se da en esta comarca marcado por los amplios valles y la protección de las montañas que los rodean, dando lugar a un nutrido crisol de cultivos que se unen entorno al recorrido. Las huertas de la ribera van cediendo el protagonismo a los viñedos a medida que nos alejamos del cauce del río, y entre ellos ya se cuela algún que otro olivo que nos avisa de su pronta notoriedad en el pasaje.
A medida que nos alejamos de la localidad nos encontramos con más claridad con la silueta de las montañas que delimitan ambos valles, el del Jubera y el del Leza, desde las cuales sendos castillos servían como inmejorables observatorios desde los que dominar y proteger estas fértiles tierras. Ya de regreso y sin casi darnos cuenta, los viñedos han cedido algo de terreno a los olivares y los almendros, excelente materia prima que sirve de base a no menos excelentes típicos productos de la zona. En primavera o en otoño el paisaje se tiñe de un nutrido y variado colorido que se suma al ya de por sí bonito paisaje que forman el valle y las montañas, permitiéndonos disfrutar de los tonos verdes y blancos de la primavera o de los amarillos, rojizos y ocres del otoño.
La nieve que en invierno visita las cercanas montañas hace de esta una época no menos interesante para recorrer con calma las pistas por las que discurre esta ruta y que nos devuelven nuevamente hacia el núcleo urbano, no sin antes hacer un alto en el camino en la ermita de Santa Ana del siglo XVI, una de las dos con las que cuenta Murillo de Río Leza, lugar en el que se unen ambos ríos para discurrir juntos la corta distancia que les separa del Ebro.
Cuenta la leyenda que en los alrededores de Murillo del Río Leza tuvieron su campamento los ejércitos del Cid Campeador en una de sus sangrientas incursiones en La Rioja, en las que arrasaron Logroño y las localidades vecinas.
Para llegar hasta Murillo de Río Leza lo podemos hacer a través de la carretera LR-261 que une la localidad por un lado con la N-232 a la altura de Agoncillo y por el otro con las localidades del valle del Jubera como son Ventas Blancas, Santa Engracia de Jubera o Robres del Castillo entre otras. A su vez la LR-259 llega hasta Murillo de Río Leza desde Logroño, pasando antes por Villamediana de Iregua y que continúa desde Murillo de Río Leza hasta Ausejo, comunicando la localidad con Galilea, Corera y El Redal. Murillo de Río Leza cuenta con servicio de autobús metropolitano que con diferentes líneas la M6 y la M3 lo conectan con Logroño y pueblos de alrededor todos los días de la semana y con horarios frecuentes. En Logroño está la estación de autobús con servicios nacionales más cercana a Murillo. Una vez en el pueblo podremos encontrar aparcamiento a lo largo de la calle Mayor en sus inmediaciones, dirigiéndonos posteriormente hacia la confluencia de la calle Mayor con la calle Excideuil, donde comienza el recorrido.
Perfecto recorrido sin una gran distancia ni apenas exigencias adicionales, siendo casi en su totalidad sobre buenas pistas de tierra. Atención sobre todo en verano con el calor, no hay apenas sombra donde nuestro amigo pueda escapar por un ínstate del sol, también debemos estar atentos al corto tramo de carretera hasta entrar en la localidad ya que carece de aceras.
Sin puntos de agua en todo el recorrido, no se nos puede olvidar reponer el agua que llevemos para él antes de salir de Murillo de Río Leza, por lo demás y salvo días especialmente calurosos no tendría que tener mayores problemas.
El recorrido transita por zona de huertas por lo que es habitual encontrarse con las mascotas que por allí viven, aunque éstas suelen estar dentro de los recintos que guardan. También pasaremos por zonas de coto de caza, así que es aconsejable contar con ello en las épocas en las que se desarrollan esta serie de actividades.
En el tramo de la calle Mayor de Murillo de Río Leza (0h 00min) que conduce hacia la cercana localidad de Ventas Blancas comienza este recorrido que nos llevará a remontar el curso del río Leza.
Es pasado el cruce con la carretera que lleva hacia Villamediana de Iregua donde al poco tiempo encontraremos la calle Excideuil, por la que tenemos que continuar.
Siguiendo esta calle nos veremos remontando una empinada rampa que nos hace ganar altura rápidamente, permitiéndonos contemplar parte de la ribera del Leza que baña a la localidad.
Dejando a ambos lados las diferentes calles con las que nos cruzamos, llegamos al momento de desviarnos dirigiéndonos hacia los límites de la localidad. Casi al mismo tiempo que las edificaciones ceden su espacio a las huertas y los campos de cultivo, la pista asfaltada por la que avanzábamos da lugar a un cómodo camino de tierra que nos acompañará en la práctica totalidad del recorrido.
Progresamos por la amplia pista que recorre esta fértil vertiente de la ribera del río Leza, el cual se oculta a nuestra mirada entre la frondosa vegetación que lo rodea.
No son pocos los caminos que dejaremos atrás a medida que vamos alejándonos paso a paso del río, mientras que se intercalan los viñedos, las huertas y las fincas de recreo.
La pista en perfecto estado y bien delimitada no deja lugar a dudas cuando nos cruzamos con los diferentes desvíos a los que no debemos hacer caso por ahora.
Casi sin darnos cuenta, en el horizonte, ya podemos contemplar la silueta que forman el parque natural de las peñas del Iregua, Leza y Jubera y que nos acompañarán en parte del recorrido.
Continuamos avanzando por el amplio valle, frente a nosotros, en lo alto de un promontorio, se sitúan las ruinas de un antiguo corral, momento en el que tras cruzar un pequeño regate de agua emprenderemos un suave ascenso que nos separará definitivamente del río Leza.
En este tramo nos volveremos a cruzar con otros caminos que mantienen el rumbo que traza el río, pero nosotros tenemos que seguir ascendiendo con él a nuestra espalda. La altura que ganamos en esta parte del recorrido nos permite observar la bonita panorámica que nos rodea, por un lado Murillo del Río Leza y de otro la sierra de donde provienen los ríos entre los que estamos encajonados.
Seguimos con el recorrido que por ahora mantiene el progresivo ascenso viendo como comienzan a alternarse los viñedos, las fincas de cereal y las de olivos. El paisaje de ribera va dejando paso a una altiplanicie en la que predominan los diferentes cultivos que se dan en esta tierra, mientras que avanzamos sin hacer caso de cuantos caminos nos encontramos.
Al poco rato de finalizar el ascenso más acentuado nos encontramos con un cruce de caminos donde la pista de nuestra izquierda parece hacernos regresar hacia atrás, podemos seguir esta opción aunque nos llevará a través de campos de cereal.
Mientras que si continuamos unos pocos metros más la pista por la que vamos, nos encontraremos con un nuevo desvío, siendo este itinerario el que nos permitirá adentrarnos entre olivos y almendros.
Ambas opciones vuelven a unirse un poco más adelante. Seguimos recto y pronto nos encontramos con el Camino de regreso (1h 10min), una perfecta pista que a nuestra izquierda nos lleva directos a un campo de olivos.
No muy lejos esta nueva pista llega a su fin junto a unos almendros, al verse cortada por otro camino que la atraviesa. Aquí nuestro recorrido vuelve a girar a la izquierda para encararnos nuevamente hacia el río sin que esta vez lleguemos a su altura.
Nos espera un bonito tramo sin por el momento más desvíos, recorriendo los diferentes campos de cultivo que se alternan con los de olivos y almendros.
El camino casi llega a desaparecer en uno de estos campos, en el que los olivos nos envuelven haciéndonos pensar que la pista que nos trajo hasta aquí ya ha finalizado su trazado.
Nada más lejos de la realidad ya que siguiendo el rumbo que llevamos entre los olivos, rápidamente nos daremos cuenta que el camino aún se resiste a desaparecer y casi al momento recupera su marcado perfil.
Poco tiempo después de dejar tras nosotros esta finca, por nuestra izquierda, se une a nosotros la pista que anteriormente habíamos despreciado al llevarnos solamente a través de campos de cereal.
Ya juntos emprendemos el regreso hacia la localidad en el que el paisaje vuelve a estar mayoritariamente dominando por las viñas. Una vez más no tendremos que desviarnos en ninguno de los cruces con los que nos encontremos ya que esta pista nos conduce directamente hasta las afueras de Murillo del Río Leza.
Pero antes todavía tendremos que pasar junto a la Ermita de Santa Ana (1h 50min) que nos señala la proximidad del final de la ruta. Nuestra pista, poco después de pasar junto a la ermita, finaliza en la carretera que une Ventas Blancas con Murillo de Río Leza, hacia donde nos dirigimos.
Ya solo nos queda seguir el curso de la carretera que pronto se convierte en la calle donde empezamos el recorrido. Siguiendo la calle Mayor llegaremos al final de la ruta en el mismo punto de Murillo de Río Leza (2h 00min) donde la comenzamos.
El lugar desde donde iniciemos y finalicemos el recorrido marca la distancia de la ruta.
Tomándonos el camino con la calma necesaria para disfrutar del entorno que nos rodea y dado las pocas exigencias a modo de rampas que nos vamos a encontrar este es el tiempo aproximado que nos llevará realizar la ruta, siempre tomando como punto de inicio y final de la misma el comienzo de la calle Excideuil.
Por descontado que el recorrido que se realiza y la relativa poca exigencia física del mismo permiten realizarlo casi en cualquier momento del año, son los meses de primavera y de otoño cuando a nivel paisajístico podremos disfrutar al máximo la ruta, al encontrarnos en ella el colorido aporte que hacen las viñas, los almendros y los olivos entre otros.
Calzado y ropa cómoda, eso si en consonancia a las condiciones meteorológicas, ya que la zona puede llegar a estar bastante embarrada si ha llovido. Protección contra el sol tampoco nos puede faltar ya que estaremos a su merced constantemente, gafas de sol, gorra y crema protectora. El agua, sobre todo si es verano, tampoco puede faltarnos. Si no conocemos la zona nos será de gran ayuda llevar un mapa con el que poder orientarnos en caso de duda en alguno de los cruces con los que nos encontraremos. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer senderismo. Leer Más.
Física
La distancia, relativamente corta, junto al poco desnivel a salvar hacen de este un recorrido asequible a poco que solamos caminar. Bien es cierto que el sol en verano contribuye a endurecer un trazado que en condiciones normales debiera ser un agradable paseo. Las rampas que vamos a tener que salvar son cortas y no muy exigentes, así que con la debida calma no debieran de suponer un gran problema.
Severidad del medio
El recorrido transita en todo momento por pistas en bastante buen estado y siempre que no nos salgamos de ellas no debiéramos tener mayores complicaciones que algunas zonas algo más empedradas que otras. Con lluvia o si ha llovido en abundancia poco antes, dadas las características del terreno nos podemos encontrar los caminos tremendamente embarrados haciendo muy difícil avanzar por ellos. Atención al tramo final de carretera, aunque corto y cercano al núcleo urbano no deja de ser una carretera sin apenas arcenes y con más tráfico del esperado.
Orientación
El recorrido no está señalizado en ningún momento, por lo tanto no está demás llevarnos bien preparado el recorrido desde casa y un mapa de la zona para que nos ayude a solventar cualquier duda que nos pudiera surgir en alguno de los muchos caminos con los que nos cruzaremos y que de seguirlos nos pueden hacer andar unos cuantos kilómetros extras. Gran parte de las pistas son recorridas habitualmente por la gente de la zona que aprovechan su buen estado y el terreno por el que discurren para realizar un agradable paseo. Como referencia podemos contar con que el recorrido esta encajado de un lado por el río Leza y la carretera de Murillo a Ventas Blancas y por el otro las otras referencias son la línea de montañas que forman las peñas de Jubera y Leza y la localidad inicio y final del recorrido.
1-Murillo de Río Leza | 0:00h | 414m | 0Km | 30T 555551 4694457 |
2-Camino de regreso | 1:10h | 488m | 4,5Km | 30T 555548 4691061 |
3-Ermita de Santa Ana | 1:50h | 448m | 7,4Km | 30T 555616 4693663 |
4-Murillo de Río Leza | 2:00h | 414m | 8,2Km | 30T 555551 4694457 |
Coordenadas UTM Datum WGS84
Desnivel: 346m
Desnivel +: 173m
Desnivel -: 173m
Altitud máxima: 488m
Altitud mínima: 414m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrante 204-4 1:25.000"
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso los tracks son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
¿Sabías que…
En La Rioja se producen algo más de 500000 litros de aceite de oliva al año, remontándose los primeros indicios del cultivo del olivo en La Rioja a la época romana. Además del olivo en La Rioja también se da una importante producción de almendras con las que se preparan productos típicos de la región incluidos mazapanes de fama mundial.
No te pierdas…
El Mirador de la Cuesta de la Covacha, un privilegio balcón desde el que se disfruta de una magnífica panorámica de la localidad junto a los dos valles que se unen en ella. Además los días de buena visibilidad podremos contemplar las montañas que marcan el comienzo de las sierras que jalonan ambos valles.
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Esta ruta ha sido realizada sobre el terreno por SENDITUR el 12-10-2016. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
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