Corres-Korres, Álava - Araba (1)
Bosques frondosos, montañas escarpadas y hogar de esbeltas aves
El Parque Natural de Izki, en Álava, es un verdadero templo de la naturaleza surcado por incontables rutas de senderismo. Poblados bosques rivalizan con las escarpadas montañas en las que éstos crecen. Unas montañas que encajan entre sus paredes al tranquilo río Izki, del que toma su nombre este parque. La casa del parque o parketxe se encuentra en la villa de Corres-Korres y es el punto de partida para un buen número de los senderos que transitan este valioso paraje natural. Senderos que se entrelazan los unos con los otros, como la Senda El Agin o la Senda Antoñana, permitiéndonos dibujar la ruta que más se adapte a nuestros gustos.
Con 7,4 Km de recorrido, la ruta circular que forman estas dos sendas de Izki nos lleva a despedirnos de Korres para encaramarnos hasta el collado de Avellanado. Desde allí tenemos la nada desdeñable posibilidad de acercarnos hasta la cima del Soila, siguiendo el imponente cordal rocoso que nos separa de ella. Tras visitar esta cumbre y disfrutar del espectacular paisaje que brinda, y de la vertiginosa cueva que se esconde en el cordal que hemos recorrido, regresamos hasta el collado para emprender el entretenido descenso que tenemos por delante. Una trocha de vértigo recorre la faja que corta el farallón de la montaña. La cuerda con que está equipada nos sirve de pasamanos y también de ayuda para destrepar de este vertical farallón.
Ya en el bosque el descenso nos lleva a visitar alguno de los señores del bosque. Algún que otro gran tilo y el majestuoso tejo nos esperan en esta parte de la ruta que nos lleva al encuentro de la Senda de Antoñana, por la que regresaremos. Una ruta de regreso que nos brinda la posibilidad de alargarla siguiendo el desvío que la une con la Senda de Bujanda. Por el contrario la Senda de Antoñana, antes de llevarnos hasta Korres, nos permite asomarnos a un espectacular mirador desde donde contemplar gran parte del Parque Natural de Izki antes de llegar a Korres punto final de esta ruta de senderismo.
Desde el mismo Korres parten rutas de diferentes niveles, tanto recorridos ideales para hacer en familia, con los niños, hasta itinerarios de notable exigencia. En muchos casos los senderos se comunican entre sí, bien directamente o bien por enlaces debidamente señalizados, lo que nos amplia considerablemente las posibilidades. En este caso podemos unir la Senda Antoñana con la Senda Bujanda y disponer de una ruta circular de gran interés y algo menos expuesta que la aquí descrita.
La principal vía de acceso es la A-132, carretera que une Vitoria-Gasteiz y Lizarra-Estella, en Maeztu encontramos la carretera que llega hasta Corres-Korres. Otra posibilidad la encontramos en la carretera que une Santa Cruz de Campezo y Bernedo, pasando por Bujanda, es en esta vía de comunicación desde donde podremos desviarnos hasta la villa de Corres. Una vez en Corres-Korres, junto a la casa del parque, hay un aparcamiento con plazas para turismos donde podremos estacionar nuestro vehículo y comenzar la ruta.
Como todo parque natural, el de Izki, también tiene su normativa específica para las mascotas. Al ser una zona de anidación deberemos consultar antes ya que en función de la época del año podremos encontrarnos con algunas restricciones.
Estamos ante una ruta que no debiera suponerle mayores complicaciones. Es importante llevarle, como siempre, algo de agua y comida. Mucho cuidado en la zona de la faja y el cordal, no queremos disgustos.
No es extraño encontrarnos con el ganado y con otras mascotas a lo largo del recorrido. Es aconsejable al finalizar la ruta echarle un vistazo para descartar que parásitos.
La Casa del Parque Natural de Izki, en Korres (0h 00min) es el punto de partida para nuestra ruta de senderismo.
Nuestro recorrido se inicia en el amplio aparcamiento que hay junto al parketxe de Izki, llevándonos a remontar la calle que entra desde la cercana carretera.
Justo al finalizar el edificio da comienzo el camino por el que debemos continuar. Al momento comenzamos a ganar altura rodeados de una espesa vegetación, preludio de lo que nos espera.
Vegetación que prácticamente engulle al camino por el que estábamos ascendiendo. Rápidamente nos topamos con un primer cruce, donde un poste nos indica la continuación del sendero que estamos siguiendo.
Por suerte la vegetación que casi nos impedía el paso nos deja algo de margen, permitiéndonos disfrutar de un agradable recorrido.
La senda que seguimos, pese a la frondosa vegetación que por momentos nos envuelve, mantiene su pisada presencia. Serán varios los cruces que iremos dejando atrás mientras seguimos ganando altura con cada paso.
Los diferentes caminos con los que nos cruzamos y que surcan esta parte del parque no llegan a confundir el rumbo que debemos seguir. Al rato un cercado se interpone en nuestro camino, permitiéndonos cruzarlos sin problemas.
El camino que debemos seguir, aunque señalizado, nos obliga a estar atentos en los diferentes cruces por los que pasamos.
Y es que en alguno de ellos las marcas del sendero no están tan visibles como en la mayoría de los casos.
Una vez más la vegetación dificulta nuestro avance, aunque por suerte la senda continua siendo visible bajo ella. El desnivel alterna momentos de mayor exigencia con otros mucho más relajados.
Igualmente alternamos tramos donde la vegetación nos da un respiro permitiéndonos disfrutar del paisaje que nos rodea.
Pronto el desnivel va aumentando avisándonos de la cercanía del cresterio hacia el que nos dirigimos. Esta zona nos obliga a un mayor esfuerzo para poder seguir ganando altura.
Como no podía ser de otra forma nuestra senda comienza a serpentear por la ladera de la montaña buscando suavizar su inclinación.
Poco a poco vamos ganando altura siguiendo la empedrada senda que nos está guiando en este tramo de la ruta. Un solitario poste nos avisa de nuestra llegada al collado donde comienza el descenso hacia Antoñana.
Nosotros dejamos este descenso para más tarde y ponemos rumbo al Soila remontando el cresterio que nos separa de él.
Esta zona, ya sin marcas, sigue combinando tramos donde la vegetación casi impide el paso con otros más abiertos.
Nos hemos de encontrar con varias sendas, en cualquier caso lo mejor es no perder la altura ganada y mantenernos próximos a la cresta que estamos bordeando.
También serán varios los senderos que dejaremos atrás y que se precipitan ladera abajo. La cima del Soila (1h 00min) nos espera para regalarnos unas maravillosas vistas del Parque Natural de Izki de los pueblos de la zona, que compensan con creces este desvío.
Tras disfrutar de este paraje nos disponemos a regresar al cruce que antes dejamos a un lado y que marca el inicio del espectacular descenso que tenemos por delante.
Una vez en él nos asomamos al tramo más aéreo de todo el recorrido. Se trata de una trocha que bordea la faja que surca el farallón rocoso que corona la montaña.
Para evitar disgustos disponemos de una cuerda que nos sirve de pasamos para salvar este vertiginosos paso.
La misma cuerda nos señala el punto por donde deberemos abandonar el farallón.
Este corto destrepe cuenta con buenos agarres y la inestimable ayuda de la mencionada cuerda.
Tras salvar este primer escollo continuamos con el descenso siguiendo la, en ocasiones, descarnada senda que nos toca recorrer.
Esta senda pronto suaviza su desnivel y comienza a bordear el farallón por el que antes habíamos caminado, llevándonos de nuevo hacia la cima del Soila.
Esta zona no tiene mayor complicación que lo empedrado del sendero. A cambio nos permite visitar a los señores del bosque, unos enormes tilos y el singular tejo.
Tras hacerlo comienza un nuevo tramo de vertiginoso descenso en el que se echa en falta la compañía de la cuerda, más incluso que en el tramo anterior.
Una vez salvado este escalonado y descarnado tramo del descenso, tanto el desnivel como la dificultad se suavizan considerablemente. Seguimos guiándonos por los puntos amarillos que señalizan nuestro sendero.
Al rato la senda llega a su final al toparse con un camino que remonta la montaña. Camino por el que seguiremos descendiendo ya sin complicaciones.
Este tramo de la ruta nos permite disfrutar de la frescura del hayedo que estamos recorriendo.
Casi sin darnos cuenta llegamos al cruce con la Senda de Antoñana (1h 40min), aquí toca decidir si recorremos el escaso kilómetro y medio que nos separa de esta villa o nos encaminamos hacia Korres.
En este caso comenzaremos un nuevo tramo de ascenso que se hace más duro de lo esperado a estas alturas de la ruta. Aquí también iremos dejando atrás los caminos que nos salen al paso.
Caminos como el que comunica nuestra senda, la de Antoñana, con la Senda de Bujanda (1h 55min) y que nos permite regresar a Korres por ella surcando el desfiladero que recorre.
En nuestro caso seguimos ascendiendo sin abandonar la senda de Antoñana que nos llevará hasta Korres. Este tramo de la ruta también cuenta con la frescura de la espesa vegetación que cubre estas montañas, pero que en este caso no complica nuestro avance.
Las peñas que caracterizan a Izki se dejan ver sin complejos, aportando un toque especial a esta parte del recorrido.
Un recorrido que nos lleva hasta la cercanía de un magnífico mirador (2h 15min) al que sin dudar nos desviamos.
Tras tomarnos un merecido respiro en este singular rincón de Izki retomamos nuestro sendero para proseguir hacia Korres.
Después de pasar otra portilla comenzamos el descenso final que nos llevará hasta esta localidad alavesa. Aunque todavía nos queda un buen trecho de camino para alcanzarla.
Una vez más serán varios los senderos que nos han de salir al paso. Hasta llegar al final de la senda que estábamos siguiendo.
Aquí además de los carteles del recorrido, la lógica, nos marca el camino a seguir. Este camino poco a poco nos va acercando hasta nuestro destino final Korres.
Al que llegamos tras atravesar otro verjado que nos cortaba el paso. El recorrido nos lleva a bordear la iglesia de la villa para dejarnos frente a la calle por la que debemos continuar.
Esta calle nos lleva directo hasta la Casa del Parque Natural de Izki, en Korres (2h 50min), donde pondremos punto y final a esta entretenida ruta de senderismo.
Si nuestro punto de partida es el área recreativa deberemos sumar un algo más de 2 kilómetros a esta cifra.
Si decidimos acercarnos hasta Antoñana tendremos que incrementar esta cifra en casi 1h. También nos llevará más tiempo del indicado si regresamos por la Senda de Bujanda.
El otoño y la primavera son los periodos más recomendables por lo colorido del paisaje. Al transitar la mayor parte del tiempo bajo la sombra de los bosques que atraviesa, ésta es una ruta asumible en verano. El barro y las piedras húmedas no son lo más aconsejable para el tramo del descenso.
Al menos pantalón largo, es lo mínimo recomendable si no queremos estar expuestos a los arañazos con los arbustos y a los posibles parásitos, garrapatas, que seguramente nos estén esperando. Tampoco puede faltarnos algo de agua, no hay en toda la ruta, comida y los bastones. Unos guantes para protegernos las manos en los tramos en los que seguramente tendremos que usarlas tampoco es una mala idea. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer senderismo. Leer más
Física
Realizando la ruta en el sentido descrito no debiéramos tener problemas con en este apartado ya que el desnivel a superar se distribuyen a lo largo de más distancia. Mientras que si la realizaríamos al revés se concentraría en un espacio de terreno más corto. La distancia tampoco es tan destacable como para aumentar el grado de dificultad en este apartado.
Severidad del medio
Aquí es donde se concentra gran parte de la dificultad. Pasaremos tramos bastante expuestos donde hay que extremar las precauciones, ya no solo por la posibilidad de precipitarnos al vacío, también por las muchas posibilidades que tenemos que caigan piedras de las zonas que tenemos sobre nuestras cabezas. Mucha atención también ya no solo en el tramo de la cuerda, hay partes del descenso que sin estar equipadas con una cuerda que nos de seguridad son bastante más complicadas o propensas a complicaciones que el destrepe del farallón.
Orientación
La vegetación y los diferentes senderos y caminos con los que nos cruzaremos serán los que nos generen las mayores complicaciones en este apartado. Si bien el recorrido está bien señalizado, pasaremos por zonas en las que las marcas no se ven tan a simple vista. El desvío hasta la cima del Soila no está señalizado y al recorrerlo nos toparemos con varios senderos que descienden hacia la zona de Korres y que por supuesto no hay que seguir.
1-Korres | 0:00h | 715m | 0Km | 30T 546376 4727569 |
2-Soila | 1:00h | 989m | 2,6Km | 30T 547681 4726685 |
3-Senda Antoñana | 1:40h | 695m | 4,4Km | 30T 548347 4726926 |
4-Senda Bujanda | 1:55h | 753m | 4,8Km | 30T 548068 4726638 |
5-Mirador | 2:15h | 800m | 5,5Km | 30T 547543 4726414 |
6-Korres | 2:50h | 715m | 7,4Km | 30T 546376 4727569 |
Coordenadas UTM Datum WGS84
Desnivel: 876m
Desnivel +: 438m
Desnivel -: 438m
Altitud máxima: 989m
Altitud mínima: 695m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrante 139-3, 25.000"
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso los tracks son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
Descubre qué ver en...
¿Sabías que…
Korres es el único núcleo urbano habitado que está ubicado dentro del Parque Natural de Izki. Esta villa medieval contaba con un antiguo castillo, conocido como Portiella de Corres y emplazado en lo alto de una de las peñas que rodean a la villa.
No te pierdas…
La villa de Antoñana, se trata, según cuentan, de la localidad más antigua de todo Álava de la que se tiene constancia. Además de su bonito casco histórico también se ubica en ella el Museo del Ferrocarril Vasco Navarro.
Desde el compromiso de SENDITUR con la Naturaleza, el respeto y el equilibrio del medioambiente, SENDITUR te insta a viajar de una forma responsable, con bajo impacto ambiental y respetando en todo momento el entorno Natural, Cultural y Social de allí por donde pases.
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Esta ruta ha sido realizada sobre el terreno por SENDITUR el 22-06-2019. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
Todos los tiempos son aproximados y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Toda la información relacionada con la ruta, textos, imágenes, vídeos, mapas, esquemas, tracks, poblaciones, y lugares de interés turístico están publicadas a título orientativo, pudiendo no coincidir con el estado actual de cada lugar. Antes de realizar cualquier actividad, valora tus conocimientos técnicos, tú forma física, infórmate sobre la meteorología y las variaciones que hubiera podido sufrir la ruta, equípate correctamente, sé prudente y responsable en todo momento, no sobrepasando tus capacidades. Igualmente, te animamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. SENDITUR no se responsabiliza de cualquier mal uso o uso inadecuado de las guías comprensivas de sus rutas y/o publicaciones así como del de sus guías electrónicas, ni de las variaciones por los motivos antes referidos que pudiera haber de sus descripciones y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad.
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