Aldeadávila de la Ribera (Salamanca) (0)

¿Sabías que... Aldeadávila de la Ribera

Está situada en el noroeste de la provincia de Salamanca, dentro del Parque Natural de los Arribes del Duero y haciendo frontera con Portugal. Junto con Aldeadávila de la Ribera, Corporario y Salto de Aldeadávila forman el término municipal. Aunque la zona parece ser que estuvo habitada desde el Neolítico, las primeras referencias de la localidad son del siglo III y se la nombra como Aldea Dauila, así como Darios es el nombre que recibe el actual Corporario. De su época romana quedan restos de una calzada. Hasta aquí llegaron y se asentaron los árabes. Tras la reconquista del lugar por el Reino de León, se lleva a cabo la repoblación de la zona basando su desarrollo en la formación de muchas aldeas y muy juntas entre sí.

Un poco más de historia

El primer documento escrito en el que se nombra a Aldeadávila es del siglo XIII. Durante la segunda mitad del siglo XV la localidad conoce una gran prosperidad pero tendrá que esperar hasta el siglo XVIII, cuando Aldeadávila pertenecía a la Orden de Santiago, para recibir el título de villa. La Guerra de la Independencia también se dejó sentir, pues hubo importantes y numerosas revueltas contra el ejército francés desde Aldeadávila hasta Vitigudino. Cuando en el siglo XIX se crean las actuales provincias Aldeadávila queda dentro de la Región Leonesa.

¿Qué ver en Aldeadávila de la Ribera?

La visita a Aldeadávila de la Ribera hay que tomársela con calma, pausadamente. Recorrer sus antiquísimas calles de nombres tan medievales como la Cilla, Remoria, Atalaya, Peñas..., admirar la típica arquitectura de sus casas que arropan palacios como el del Marqués de Caballero, del siglo XVIII, o el de la familia del Pozo, de finales del XVIII, la iglesia de San Salvador que en sus orígenes fue el convento de la torre-fortaleza del siglo XIII a la cual se anexionó en el siglo XVI, o las ermitas, de la Santa, conocida como Nuestra Señora de las Huertas, la de San Sebastián o la del Santo Cristo del Humilladero, ésta última del siglo XVII.

Sigue la visita

En la ladera del cañón del río Duero, a escasa distancia de Aldeadávila nos espera el Poblado del Salto de Aldeadávila, conocido como el Poblado de La Verde o Santa Marina, donde podremos ver de cerca la presa de Aldeadávila, una de las que forman parte del sistema hidroeléctrico conocido como los Saltos del Duero y además de admirar el Convento de La Verde y una de las iglesias más antiguas del país. Por pequeñas rutas senderistas, o por carretera, llegaremos a unos preciosos rincones del entorno natural de Aldeadávila de la Ribera, lugares de imprescindible visita que nos harán guardar en la retina espectaculares panorámicas que el río Duero nos brinda en su discurrir por el cañón.

Para descubrir

Si tenemos suerte veremos sobrevolar por encima de nuestras cabezas la cigüeña negra, el águila azor perdicera, el buitre leonado, el alimoche, el águila real... El Picón de Felipe o el del Fraile son los dos más famosos miradores sobre el Duero de los que Aldeadávila de la Ribera hace una orgullosa gala, y no es para menos, pero también podemos acercarnos al de Rupitín y Lastrón. Y para el descanso y relax que mejor que el parque del Llano de la Bodega o la playa artificial del Rostro, o quizás un atrayente paseo fluvial.

Fiestas

Aldeadávila de la Ribera festeja a su patrón San Bartolomé el 24 de agosto. Corporario celebra la fiesta en honor de San Blas, el 3 de febrero.

Tradiciones

En Aldeadávila de la Ribera el domingo de Resurrección se celebra una fiesta campestre llamada Día de Rodar el huevo. A ella acuden los aldeavilucos llevando un huevo cocido que hacen rodar por el suelo hasta conseguir que se rompa la cascara. La fiesta continua por la tarde con una merienda en la que se degusta el típico hornazo dulce relleno de embutido y se acompaña con un buen vino de Denominación de Origen Arribes.

Curiosidades

El pequeño poblado de Salto de Aldeadávila, más conocido como Santa Marina o La Verde, existe desde el siglo XII cuando un grupo de eremitas llegaron al Convento de La Verde. Tras tiempo de abandono y con motivo de la construcción de la Presa de Aldeadávila, se aprovechó la ubicación del convento para, junto a la presa, construir un poblado donde dar cobijo a sus trabajadores. Esta impresionante obra de ingeniería y la belleza natural de su entorno han sido el escenario elegido para rodar escenas de películas tan famosas como Doctor Zhivago, con la impresionante imagen de la presa cuando está desembalsando, o La Cabina, en la que aparece la central hidroeléctrica así como las galerías, la carretera y la explanada de la Gran Bóveda.

Leyenda

Cuenta la leyenda que la torre fortaleza de Aldeadávila de la Ribera fue construida por los moros y que una vez terminada, el caudillo árabe que la mandó construir quiso comprobar si desde ella se dominaba todo el entorno y después de subir por la interminable escalera de caracol que daba acceso a lo más alto de la torre, se asomó y fue tal el vértigo que le dio que desvaneciéndose cayó al vacío y se fue a estrellar a los pies de la torre haciendo un fuerte hendidura en una lastra lisa del suelo; esa misma losa se convirtió en su sepultura. Historia o leyenda, pero lo cierto es que en el pavimento de la plaza de la villa, donde se ubica la sepultura del moro, como así la conocen las gentes del lugar, se han encontrado restos humanos, y se cuenta que cuando quisieron retirar aquellas calaveras y dientes, estaban tan fijas a la tierra que no se consiguió desenterrarlas y que a día de hoy aún siguen en el lugar.

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