El Burgo Ranero (León) (0)

¿Sabías que... El Burgo Ranero

Está situado al sureste de la provincia de León, en el Camino de Santiago, en la Tierra de Campos y pertenece al Partido Judicial de Sahagún. Hay varias teorías sobre de donde viene el nombre de El Burgo Ranero, una de ellas lo atribuye al nombre de su fundador un tal Ranarius, pero otras dicen que el término viene dado por la cantidad de ranas que habitaban en las lagunas que hay en el lugar. En el año 1126 ya aparecen documentos en el que es citado el pueblo como Burgo de Sahagún, debido al asentamiento de varios comerciantes procedentes de esa localidad que querían aprovechar el auge del Camino de Santiago. Es en el año 1962 cuando el pueblo fue declarado Conjunto Histórico.

Para descubrir ¿Que ver en El Burgo Ranero?

En El Burgo Ranero su caserío, con una arquitectura popular de barro, se adapta a la calle jacobea que lo atraviesa. Un poco más alejado está el Barrio de la Estación que es el enclave de la estación de tren que le da el nombre. Pero su principal construcción es la iglesia parroquial de San Pedro, un modesto templo donde destaca un retablo renacentista de la segunda mitad del siglo XVI. Una bella talla románica que había en la iglesia se conserva en la actualidad en el Museo de la Catedral de León.

Fiestas

El Burgo Ranero celebra sus fiestas patronales el 29 de Junio en honor a San Pedro Apóstol, también celebra, con una misa y una subasta de un ramo de roscas, al patrón de los labradores, San Isidro, el 15 de mayo. El lunes de Pascua el Barrio de la Estación celebra su propia fiesta, esta vez dedicada a la Sagrada Familia.

Tradiciones

La víspera del día de San Pedro los mozos del pueblo colocan un ramo debajo de las ventanas de las mozas casaderas, ese mismo día, por la noche, se enciende una gran hoguera, y al día siguiente festividad del santo patrón y durante la misa mayor se procesiona la imagen del santo.

Curiosidades

En El Burgo Ranero, su carácter marcadamente agrícola les lleva a celebrar cuatro rogativas al año para bendecir los campos, una la hacen el día de San Marcos, y las otras el lunes, martes y miércoles antes de la Ascensión de Nuestra Señora, en estas bendiciones y rogativas las letanías son cantadas en latín.

Leyenda

Cuenta la leyenda, que en la laguna de oscuras aguas que está a la vera del pueblo habitaban antaño toda clase de reptiles y anfibios, siendo tal el miedo y la repugnancia que esto ocasionaba a los habitantes que decidieron alejar un poco la ubicación de sus casas. Una tarde, por aquel entonces, un peregrino llegó al lugar y le preguntó a un niño por un sitio donde pasar la noche, el muchacho le ofreció su casa pero le advirtió de la inconveniencia de que estuviera próxima al lago, el peregrino no dio importancia al hecho y se alojó en casa del niño. Por las noches y aquella no iba a ser diferente, el sonido de las ranas y sapos era atronador, pero el peregrino después de cenar se retiró a descansar al aposento que se le había ofrecido. A la mañana siguiente antes de despedirse quiso obsequiar a su ocasional posadero con una manzana pero le comento que cuando terminara de comerla arrojase el corazón al lago y entonces todo lo vería más claro. El muchacho, aunque extrañado, siguió su consejo y cuando tiró el corazón de la manzana al lago sus aguas se volvieron limpias, y de los innumerables bichos que allí había solo quedaron algunas ranas. Aún hoy, una parte del lago permanece limpio, sin maleza alguna y el croar de las ranas es suave, tal que parece que el milagro se hubiera obrado en el día de ayer. Desde entonces se conoce a la laguna con el nombre de "La Laguna de la Manzana".