Aunque está catalogada dentro de la ribera del Órbigo, Villavante se ubica entre la ribera del Órbigo y el páramo leones. Por el pueblo discurre la Presa Cerrajera que nace como afluente del Órbigo y tiene un recorrido de 40 kilómetros, tras los cuales vuelve a verter sus aguas al río del que las toma. Villavante puede ser que fuera el resurgir de un asentamiento, como muchos pueblos de la zona, en el siglo X y muy probablemente en el lugar donde antaño estuviera algún poblado de los que nacian dado la proximidad de la vía romana que unía las Medulas con Tarragona. El actual nombre del pueblo podría ser una derivación mozárabe en alusión al nombre de su posible repoblador. En un documento del año 1442 aparece citada con el nombre de Villabantez. En la Edad Media, en el inicio de las peregrinaciones a Santiago, la ruta jacobea aprovechó la calzada romana que por aquí pasaba.
Parece ser y algún testimonio así lo dice, existieron en la zona algunos monasterios y una ermita cuya advocación era de La Cruz, según se refleja en un escrito del año 1616. A finales del siglo XIX Villavante ve con verdadero jubilo como una línea de ferrocarril pasa por el pueblo con el consiguiente beneficio para el transporte de sus cosechas y productos, aunque tuvo que esperar hasta el año 1981 para que el tren parase por primera vez para recoger viajeros. Villavante en la actualidad cuenta con junta vecinal y forma parte del ayuntamiento de Santa Marina del Rey.
Villavante, gracias al canal de La Cerrajera, tuvo tres molinos harineros de los cuales se conservan dos en buen estado. Entre sus casas destaca la iglesia de la Virgen de las Candelas que es de finales del siglo XVII.
Villavante festeja a su patrona la Virgen de las Candelas el 2 de febrero, y la Santísima Trinidad es después de Pentecostés, aunque la celebración en ambas ocasiones se pasan al fin de semana más próximo.
En Villavante el carnaval cuenta con dos tradicionales protagonistas, son el toro y el guirrio. Los mozos que iban a entrar en quintas eran los encargados de sacarlos. Las vestimentas son iguales en la base. Ambos llevan calzoncillos y camiseta de felpa, enaguas blancas y bordadas, el pañuelo del traje regional, zurungallo, a modo de fajín, un pañuelo blanco alrededor de la frente, botas negras y unos cencerros atados en la cintura para avisar de su presencia. Lo que les diferencia es el armazón, en el toro es de madera y está cubierto por una sábana blanca con dos cuernos de vaca en el frontal y el guirrio cubre su cara con una careta cómica y en cada mano lleva una vara de mimbre para abrir paso.
En Villavante el primer domingo de agosto se celebra el ya famoso Encuentro de Campaneros que reúne a un nutrido grupo de maestros campaneros llegados de toda la península y aquí hacen gala de su arte y maestría con repiques de campanas que suenan a alborada, oración, rogativas, muerte...
Según dice la leyenda el origen de la Presa Cerrajera puede ser de principios del siglo XI y se debería a los amores de dos jóvenes moros Aliatar y Zaida. Estos llegaron con sus familias a tierras leonesas procedentes de Andalucía y se instalaron, la de él en la ribera del Órbigo y la de ella en el páramo. Un día estando Aliatar paseando con su caballo llegó hasta el pueblo de Zaida, cuando la vio quedó prendado de ella y volvió día tras día hasta que logró enamorarla. Cuando se presentó ante el padre de la muchacha solicitándola en matrimonio, éste un poco reticente ante el hecho, le dijo que consentiría en él cuando viera pasar por debajo de su casa las aguas del río Órbigo. Aliatar lejos de desanimarse se puso manos a la obra y con ayuda de vecinos y parientes comenzó las obras de la nueva presa. A Zaida los días se le hacían eternos esperando que su amado pudiera cumplir con la condición impuesta. Un día, cuando ya estaba perdiendo las esperanzas, al asomarse a su ventana vio como el agua corría por al lado de su casa. Poco más tarde llegó su amado acompañado de un gran cortejo y la boda de Aliatar y Zaida se celebró entre grandes festejos y con la consiguiente alegría de los pueblos de la zona que por fin podían regar sus campos.
A Villavante se accede desde la cercana N-120, más concretamente encontraremos el desvío para la localidad en el tramo que va desde Hospital de Órbigo hasta San Martín del Camino. También es posible llegar desde Acebes del Páramo en la CL-621, carretera que une Santa María del Páramo con Puente de Órbigo en la N-120.
Villavante tiene servicio de autobús diario que lo conecta con León.
Villavante tiene una estación, apeadero ferroviario, que le aporta servicio procedente de León con parada los viernes por la tarde.
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