La Mesa, Principado de Asturias (1)
Un tobogán de imponentes dimensiones
La profunda brecha del valle del río Navia corta, como si de mantequilla se tratase, las montañas por las que discurre esta etapa que une La Mesa con Grandas de Salime. Un agreste desfiladero hoy anegado por las aguas del embalse que sin duda es uno de los protagonistas de la jornada. Un recorrido que nos llevará, siguiendo el trazado del Camino de Santiago, desde las montañas, a más de 1.100 m de altitud, a precipitarnos en un loco y enrevesado descenso que nos conducirá hasta lo más profundo del valle que se sitúa a escasos 200 m sobre el nivel del mar. Los espectaculares paisajes dejaran paso a frondosos bosques donde los castaños, las hayas y un gran número de especies autóctonas nos amenizaran un trayecto más exigente de lo esperado.
La etapa 6 La Mesa-Grandas de Salime del Camino Primitivo con 15,8 Km parte desde la pequeña aldea de La Mesa donde nos despediremos de su agradable ubicación para enfrentarnos, sin tiempo para prepararnos, a un duro ascenso que nos hará encaramarnos a la peña de los Coriscos o Buspol recorriendo su ladera, evitándonos así coronar su cumbre poblada de molinos eólicos. Ya más desahogados nos espera la pequeña Capilla de Santa Marian de Buspol desde donde emprendemos el vertiginosos descenso hacia la cuenca del río Navia. Un recorrido que nos permitirá disfrutar de las magníficas vistas que ofrece, donde podremos escudriñar el trazado de posteriores etapas a la par que nos imaginamos ya en Grandas de Salime, más lejano todavía de lo que nos quiere hacer creer. Un descenso, que a la par de hacernos perder altura nos va introduciendo en el interior de un espeso bosque donde dispondremos de los primeros momentos de sombra en el que poder refrescarnos los calurosos días de verano.
El embalse hacia el que nos dirigimos engulló bajo sus aguas un buen número de aldeas entre las que se encontraba Salime hacia donde desciende uno de los caminos que dejamos atrás y donde en contadas ocasiones podíamos encontrar una barca que nos cruzaba al otro lado del embalse. El engañoso trazado, como si de una verdadera montaña rusa se tratase, nos obliga a remontar por un ínstate la montaña para rápidamente tirarnos ladera abajo a través de una serpenteante senda que nos conduce directos al encuentro con la carretera. Una carretera que será la encargada de guiarnos casi en su totalidad y no sin esfuerzo hasta Grandas de Salime. La imponente presa que llego a ser la segunda en capacidad de toda Europa nos espera más adelante, pero antes de cruzarla no podemos resistirnos a adentrarnos en el mirador que su propio arquitecto diseño para el deleite de propios y extraños. Dejamos atrás la destacable obra de ingeniería para emprender el largo ascenso que nos separa del final de la etapa. Vistalegre, o mejor dicho los edificios que la componían nos hablan de los operarios que aquí vivieron mientras se llevaron a cabo las faraónicas obras.
Por delante el largo tramo de carretera continua obligándonos a esforzarnos para avanzar mientras vamos dejando con cada paso cada vez más abajo el embalse que se extiende hasta donde abarca nuestra mirada. A sabiendas de que la carretera, de seguirla nos llevaría hasta el mismísimo Grandas de Salime, nos entran las dudas de hacerlo y seguir su arriesgado curso o tomar el empinado sendero por donde continua el recorrido despidiéndonos por el momento del asfalto. Este sendero se resiste a dejar de seguir poniéndonos unas duras rampas al inicio, por suerte pronto cede a nuestro empeño y nos regala como recompensa al esfuerzo realizado un bonito recorrido hasta las mismas puertas de la localidad donde finaliza nuestra etapa. Cruzamos el arroyo de Grandas y nos adentramos en Grandas de Salime donde nos espera su importante museo etnográfico o la iglesia del Salvador cuyos orígenes se remontan al siglo XII, donde damos por concluida esta trabajada etapa.
Cuenta la leyenda que hace ya muchos años, cuando el río Navia recorría impetuoso el escarpado desfiladero que había formado entre las montañas que lo encerraban y las gentes hablaban de lo agrestes y bellos que eran estos paisajes, el mismísimo diablo no pudo por más que acercarse a visitarlos. Sorprendidos por su belleza no dudó en menospreciar este singular paraje, no ocurriéndose mejor idea que saltar de risco en risco por encima del río burlándose de cuantos allí se encontraban, con tan mala suerte que resbaló al pisar una roca mojada y se precipitó al río donde se lo llevó la fuerza de la corriente. A duras penas el diablo logró aferrarse a unos arbustos y trepar hasta la orilla donde los que allí se encontraban cuentan que apenas se le alcanzaba a oír balbucear insistente la frase... ¡Eh logrado salime! ¡Eh logrado salime! ¡Eh logrado salime! y de ahí que a esta comarca se la conoce con el nombre de Salime.
Complicado recorrido que puede causar a nuestro compañero más problemas de los esperados, a modo de lesiones generadas por el cumulo de kilómetros soportados hasta la fecha sumados al largo y exigente descenso que tiene que afrontar. Además no podremos evitar los largos tramos de carretera ni los empedrados senderos que esta etapa nos obliga a recorrer. Por lo demás, si nos ceñimos a la distancia a salvar, estamos ante una etapa relativamente cómoda donde tan solo su perfil debiera poner en apuros a nuestro amigo.
Sin puntos de agua o lugares donde poder reponer provisiones estamos frente a una etapa que nos obliga si o si a llevarle agua y comida suficientes para afrontar con solvencia el recorrido incluso aunque las temperaturas no sean tan altas como en verano.
Salvo en la primera parte del recorrido donde coincidiremos con el ganado y los perros que viven en las localidades de la etapa no nos debiéramos cruzar con más animales. Ojo no tenemos que olvidar que estamos en plena naturaleza y que esta zona es famosa por la fauna que en ella habita, aunque lo normal es que se guarden mucho de dejarse ver.
La misma carretera por donde llegamos ayer, junto a la iglesia de La Mesa (0h 00min) dan el pistoletazo de salida a esta etapa 6 La Mesa-Grandas de Salime.
Como ya nos había quedado claro el día anterior nos enfrentamos nada más empezar a una importante subida que mejor será tomársela con calma. Las marcas del GR unidas a las del camino nos sirven de referencia para saber cuál de las carreteras debemos tomar.
El duro ascenso, bastante exigente y largo, sigue en todo momento la línea que marca la carretera haciéndonos ganar altura con cada paso a la par que nos acerca a los enormes molinos que anteriormente veíamos tan lejanos. Ascendemos cortando la ladera de la montaña buscando la manera de salvarla sin tener que coronar su cima.
El duro ascenso llega a su final dejándonos en una amplia planicie en la que podemos contemplar lo que nos rodea con toda claridad, montañas y prados verdes solo alterados por los molinos y las enormes torres eléctricas.
El recorrido nos permite ahora recuperar el aliento con toda tranquilidad, mientras que seguimos avanzando sobre el abrasivo asfalto ya sin ningún tipo de desnivel e incluso comenzando a perder algo de altura aunque por ahora muy suavemente.
Seguimos por el momento la carretera sin desviarnos en los caminos que nos encontramos.
Tras comenzar ya un descenso más evidente, en plena curva, nos encontramos ante nosotros con el camino que debemos seguir dejando ya la carretera.
La vegetación envuelve la entrada del camino convirtiéndolo rápidamente en una estrecha senda. El sendero recorre el cercado de la granja que junto a la capilla de Santa Marina forman Buspol (0h 50min).
Desde aquí ya poco nos queda para meternos de lleno en lo que será el intenso descenso que nos llevará hasta el embalse de Salime.
Avanzamos por una maltrecha senda encajada entre un muro de pizarra que a cambio nos ofrece unas magníficas vistas del entorno que nos rodea. El sendero se encuentra con una portilla la cual tenemos que cruzar, para nada más cruzarla seguir por la izquierda prácticamente bordando el cercado que jalonaba nuestro camino hasta aquí.
A los pocos metros nos encontraremos con una amplia senda que sale por nuestra izquierda. El Camino Primitivo emprende entonces el descenso por ella y continúa haciéndonos bordear el murete que nos acompaña desde Buspol.
Desde aquí ya podemos observar la población de Grandas de Salime hacia la que nos dirigimos y parte del trazado que recorreremos junto al pantano.
El descenso, notablemente más acentuado, obliga a nuestra senda a serpentear por la ladera de la montaña buscando suavizarnos el desnivel que estamos afrontando.
El cercado que andábamos bordeando queda ya a nuestra espalda mientras proseguimos perdiendo altura siguiendo la empinada senda compuesta de piedra suelta, firme que nos hace bajar con la prudencia necesaria para evitar resbalones y caídas.
El sendero zigzaguea por la ladera de la montaña acercándonos y alejándonos del embalse, en contadas ocasiones nos encontramos con algún que otro camino, pero como viene siendo habitual la vegetación se encarga de mostrarnos claramente cuál es el recorrido a seguir.
Nuestra senda llega a su fin al toparse de repente con un amplio y algo maltrecho camino por el que debemos seguir descendiendo.
Este camino, que bien parece un cortafuegos, sigue haciéndonos perder altura con cada paso, no sin precaución sobre todo si el terreno esta mojado.
A la par que perdemos altura la arbolada va ganando protagonismo ofreciéndonos la apreciada sombra que en los días de verano a buen seguro estamos echando de menos.
El generoso descenso mantiene su incesante curso llevándonos de lado a lado de la ladera sin que todavía nos ofrezca un instante de reposo.
Tras un vertiginoso descenso llegamos al cruce donde antiguamente se nos ofrecía la opción de bajar directamente hasta la orilla del embalse para cruzarlo en barca, librándonos de parte del recorrido a cambio de un importante esfuerzo para descender y posteriormente recuperar la altura perdida.
La nada segura presencia de la barca y el abrupto perfil a salvar han dejado en desuso este atajo, desde el que nos sorprenderá un cambio de tendencia de nuestro camino.
Y es que por suerte o por desgracia nos toca una pequeña subida que precede a un ondulante tramo que nos lleva cortando la pared de la montaña.
Esta parte del recorrido nos llega a hacer dudar de lo correcto de nuestra marcha ya que parece empeñarse en alejarnos del pantano a la par que nos hace recuperar algo de altura.
Pero nada más lejos de la realidad ya que tras un buen rato cortando la pared de la montaña llegamos al momento de abandonar nuestro camino y girar radicalmente para seguir una estrecha senda que se precipita a través del frondoso bosque.
El estrecho sendero vuelve a plantearnos un fuerte y serpenteante descenso por el interior del bosque.
Giros y más giros que nos conducen irremediablemente al encuentro con la carretera tras salvar el talud que la bordea, donde se nos unirán los ciclistas que en Berducedo siguieron su curso.
Por delante nos espera un largo y peligroso tramo de carretera que en primera instancia nos acerca hasta la presa del embalse.
El Camino atraviesa la presa del embalse de Salime para emprender el ascenso hacia la localidad que le da nombre. Seguimos en todo momento el curso de la carretera que deja atrás la presa y comienza a ganar altura dejando nuevamente el embalse a nuestros pies.
La carretera nos lleva a cruzar lo que queda de la localidad de Vistalegre (3h 00min) mientras prosigue con su enrevesado trazado ganando metros a la ladera de la montaña.
En ocasiones un estrecho sendero nos permite poner entre el tráfico y nosotros el quitamiedos, pero en la mayoría de las ocasiones termina obligándonos a saltarlo al encontrarnos de golpe con el final del sendero.
El largo itinerario por carretera apenas nos da un pequeño respiro mientras nos hace ir dejando cada vez más abajo el embalse.
Los escasos senderos o caminos con los que nos encontramos no suponen duda alguna ya que la carretera será nuestra compañera casi hasta el final de la etapa.
Dejamos atrás un cruce con otra carretera para proseguir con el ascenso encajado entre paredes de piedra que aún nos dan menos margen de maniobra con los vehículos que por aquí pasan.
Por suerte nos encontramos con el desvío que nos arrancará del asfalto evitándonos el trozo de carretera que nos separa de Grandas de Salime y que los ciclistas deben de seguir. Una vez tomado el desvío comenzamos un corto pero muy empinado ascenso, motivo por el cual muchos peregrinos prefieren jugarse el tipo y seguir por la carretera.
Si bien es cierto que la rampa se las trae y que de estar con barro es aún más exigente, con la suficiente paciencia salvaremos el corto tramo con mayor desnivel y nos evitaremos la peligrosa carretera. La senda sube muy rápidamente, volviendo a serpentear y metiéndonos directamente en el bosque.
Por suerte al cabo de poco tiempo la senda pierde su gran intensidad y nos permite subir algo más cómodos.
La senda discurre a media ladera y con un firme no en muy buen estado, sobre todo si ha llovido, por lo que tendremos que andar con cuidado para evitar tropezarnos con las raíces que pueblan el camino o patinarnos con las lascas que sobresalen del suelo.
La senda nos lleva a través de un espeso bosque acercándonos hacia la localidad donde finaliza la etapa cuyas primeras edificaciones ya se pueden observar entre los árboles. Comenzamos el pequeño descenso que nos llevará al encuentro de la carretera que antes habíamos dejado.
El sendero, convertido ya en un cuidado paseo, nos lleva directos a la carretera en las mismas puertas de la localidad.
Unos metros más adelante tenemos la calle que cruzando el río nos introduce en la localidad.
Cruzamos el río para proseguir el recorrido que nos adentra en la población y que nos hace pasar junto al museo etnográfico.
La calle por la que entramos nos conduce directamente al ayuntamiento de Grandas de Salime (4h 40min) y unos metros más adelante la iglesia de San Salvador de Grandas donde finaliza esta etapa.
Si hacemos el último tramo por carretera esta cifra apenas aumentará.
Aunque pudiera parecer que al ser gran parte de la etapa en descenso debiera de llevarnos mucho menos tiempo, al menos como norma general estamos frente a un recorrido incomodo que no nos dejara avanzar con rapidez dado su desnivel y que además nos brindara duras rampas que ralentizarán nuestro avance.
Esta etapa combina pastizales de altura desde los que podremos deleitarnos con las magníficas panorámicas que ofrecen, con frondosos bosques que nos envolverán con sus árboles y arbustos. Sin duda uno de los atractivos de la etapa es el embalse de Salime, su estado puede ofrecernos espectaculares estampas como la que se da al desaguar los sobrantes de agua embalsada en él. El invierno también puede ofrecernos unas bellas panorámicas, pero su dureza por estas tierras casi hacen de sus postales unas exclusivas imágenes reservadas para los habitantes de esta zona.
Si bien en el descenso, empedrado y resbaladizo, se agradecen unas buenas botas que nos ofrezcan agarre y estabilidad, en los largos tramos por carretera nos serán más confortables unas zapatillas que nos descarguen el pie y nos ayuden a conservar la bota para terrenos más propicios. Los bastones sin lugar a dudas serán unos buenos aliados tanto en los descensos como en las duras rampas que afrontaremos, tampoco es mala idea equiparnos, para los trayectos por el asfalto, de prendas u objetos reflectantes que nos ayuden a ser vistos. Las diferencias térmicas en esta etapa son todavía más patentes si cabe pudiéndonos encontrar unos cuantos grados de variación entre el valle y la montaña, ojo incluso al revés de lo esperado. Por todo ello debemos ser previsores y conocer las previsiones del tiempo para adecuar nuestra ropa y equipamiento no solo a las condiciones climatológicas de cada época del año sino también a las especiales circunstancias que aquí nos podemos encontrar. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer el Camino. Leer más
Física
Viniendo de las etapas que venimos ésta nos podría parecer poca cosa dado su kilometraje, pero nada más lejos de la realidad, estamos frente una etapa exigente ya no solo en los físico sino también muscularmente, en la que es relativamente fácil lesionarnos debido a la carga de kilómetros y esfuerzos que llevamos. Nos esperan fuertes desniveles, tanto negativos como positivos, que no nos darán un momento de respiro. Bien es cierto que la relativa corta distancia contribuye a poder tomarnos esta etapa con cierta calma, si así lo necesitamos, rebajando el nivel que de lo contrario tendría.
Precaución
Las empedradas y resbaladizas rampas junto a los trayectos por carretera son los mayores peligros que nos vamos a encontrar, siempre, eso sí, que no nos salgamos del trazado marcado y las condiciones del terreno y la meteorología sean las adecuadas. La nieve y sobre todo el barro y el hielo, que sin lugar a dudas nos podemos llegar a encontrar en determinadas épocas del año, amplían considerablemente la dificultad del trazado obligándonos a equiparnos con el material apropiado que nos ayude a progresar con seguridad en estas circunstancias. Ojo con la hojarasca seca, las raíces de los árboles húmedas y la gravilla de ciertas zonas, es mejor emplear unos minutos más que lamentar caídas o resbalones. Por supuesto ni que decir tiene que a nuestro paso por la presa debemos respetar las indicaciones de seguridad y el sentido común. No te fíes de la aparente calma en la carretera, las constantes curvas no permiten mucha visibilidad a conductores y peregrinos, llegándonos a encontrar de repente sin habernos percatado de su llegada.
Orientación
Seguimos coincidiendo con la señalización del GR que complementa a la del Camino, aun así al inicio del descenso si nos topamos con la niebla podemos llegar a tener problemas para seguir el curso del itinerario. Los caminos que recorremos, bien marcados en comparación con los que salen a su paso, y la carretera, hacen que seguir el Camino Primitivo en esta zona sea por lo general más sencillo. La entrada a Grandas de Salime es la que más problemas nos puede dar ya que las marcas no son tan fáciles de ver o incluso llegan a desaparecer debiendo seguir en todo caso el sentido común que nos lleva hacia el centro de la población.
1-La Mesa | 0:00h | 869m | 0Km | 29T 678392 4787387 |
2-Buspol | 0:50h | 980m | 2,3Km | 29T 676899 4788086 |
3-Vistalegre | 3:00h | 260m | 10,4Km | 29T 674402 4789087 |
4-Grandas de Salime | 4:40h | 560m | 15,8Km | 29T 672505 4787177 |
Coordenadas UTM Datum WGS84
Desnivel: 1815m
Desnivel +: 753m
Desnivel -: 1062m
Altitud máxima: 1040m
Altitud mínima: 240m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrante 050, 049, 1:50.000"
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
Descubre qué ver en...
¿Sabías que…
La presa del embalse de Salime llega a alcanzar algo más de los 125 m de altitud, el embalse se concluyó allí por el año 1954 y sus aguas anegaron un gran número de pueblos que se asentaban entorno al desfiladero por donde corría el río Navia. Las obras de la presa han dejado las huellas de los trabajos realizados en la zona, como por ejemplo los edificios que acogían a los operarios que en ella trabajaron y que formaban parte de lo que hoy se conoce como el antiguo poblado de Vistalegre.
No te pierdas…
Los miradores de la presa y del embalse de Salime que encontrarás a lo largo del recorrido por la carretera. El primero, antes de llegar a la presa, te hará adentrarte en una especie de refugio antiaéreo desde el que podrás contemplar la presa y el discurrir del río tras su paso por el embalse. El segundo más evidente, te dará una perspectiva del embalse y de las montañas que acabas de recorrer.
Desde el compromiso de SENDITUR con la Naturaleza, el respeto y el equilibrio del medioambiente, SENDITUR te insta a viajar de una forma responsable, con bajo impacto ambiental y respetando en todo momento el entorno Natural, Cultural y Social de allí por donde pases.
Además de compartir con todos nosotros tu experiencia en la ruta te agradeceríamos que nos escribieras para informarnos de cualquier dato erróneo o no actualizado que hayas encontrado, o simplemente para hacernos llegar tu opinión a Muchas Gracias.
Esta ruta ha sido realizada sobre el terreno por SENDITUR el 17-11-2018. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
Todos los tiempos son aproximados y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Toda la información relacionada con la ruta, textos, imágenes, vídeos, mapas, esquemas, tracks, poblaciones, y lugares de interés turístico están publicadas a título orientativo, pudiendo no coincidir con el estado actual de cada lugar. Antes de realizar cualquier actividad, valora tus conocimientos técnicos, tú forma física, infórmate sobre la meteorología y las variaciones que hubiera podido sufrir la ruta, equípate correctamente, sé prudente y responsable en todo momento, no sobrepasando tus capacidades. Igualmente, te animamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. SENDITUR no se responsabiliza de cualquier mal uso o uso inadecuado de las guías comprensivas de sus rutas y/o publicaciones así como del de sus guías electrónicas, ni de las variaciones por los motivos antes referidos que pudiera haber de sus descripciones y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad.
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