Se encuentra situado en un promontorio elevado sobre el río Cabalos, cercano al pueblecito de Castro, en el concejo de Grandas de Salime. La historia cronológica habla de que el origen del poblado fortificado se remonta a finales de la Edad de Bronce, siglo IX-VIII antes de Cristo. De esa época son las primeras defensas, un foso y una gran cabaña comunal construida junto a una gran roca y custodiada por ella, bien pudiera haber sido un recinto sagrado al que la empalizada que le rodeaba, junto con el foso, separaba esta acrópolis del resto del poblado. Esta gran roca, ennegrecida por la utilización del fuego de carácter ritual y el depósito funerario encontrado, una pequeña caja de piedra con parte de un cráneo humano, posiblemente de una mujer de unos 15 años de edad, así lo refrendan. Durante la Edad de Hierro la población del Castro de Chao Samartín crece de forma considerable y se duplican las defensas con murallas de módulos que protegen cabañas de grandes dimensiones para servicio comunitario, talleres metalúrgicos e incluso una sauna. A partir del siglo IV antes de Cristo el asentamiento adquiere las características propias de los castros, con viviendas de planta circular y rectangular con esquinas redondeadas, tejados hechos con ramaje y todo ello rodeado de un muro con varios fosos.
Fotografía cortesía de Museo y Castro de Chao Samartín © Sergio Ríos
El Castro de Chao Samartín es el más antiguo del Principado de Asturias y en él se dieron dos culturas, la castreña y después la romana, con la que se convierte en una prospera población, con calles enlosadas, casas ya divididas en habitáculos con tejados de pizarra, y su típica domus. Este poblado, la antigua Ocela, verá acabada su historia con un final repentino, cuando un terremoto en el siglo II de nuestra era le ocasiona un total y masivo abandono por las gentes del lugar, permaneciendo totalmente despoblada hasta que en la alta Edad Media, en tiempos de la monarquía asturiana, entre los siglos VII al X, en las ruinas del antiguo castro se ubicó una necrópolis, prolongando así el uso funerario del Chao Samartín hasta el fin de la Edad Media. En los siglos XVIII y XIX, ya se conocía su existencia como antigua fortificación pero no fue sino hasta el año 1.967 cuando se le reconoció como castro y en mayo del 2.014 fue declarado por el Gobierno Regional Bien de Interés Cultural.
En la actualidad es un yacimiento visitable y musealizado. La visita al castro se inicia en el museo, ya que en sus salas se exhiben un gran número de objetos originales, que ayudaran al visitante a conocer y entender la forma de vida de los moradores de la antigua Ocela y la evolución del castro. En la visita al propio yacimiento se puede ver los fosos exteriores excavados en la roca; un lienzo de "murallas de módulos"; y en el poblado en sí se pueden observar sus tres episodios más relevantes, la acrópolis, la domus romana y la necrópolis medieval. Todo ello lleva al que lo visita a descubrir y conocer la historia de uno de los castros más importantes del noroeste peninsular.
Fotografía cortesía de Museo y Castro de Chao Samartín © Sergio Ríos
El Chao Samartín, quizás en un principio conocido por "Saltum Martem", junto con el poblado y la aldea, están en una zona en que las tormentas iluminan el cielo con sus rayos y la fuerte voz de los truenos reverbera por el valle. A todo esto la tradición ancestral lo relaciona con el dios Marte, dios de la guerra que hace valer su poder con estos efectos en el cielo. La cristianización de estos lugares, tan sagrados para el pueblo, cambió el nombre pagano por el de santos cristianos. Martín es muy apropiado al lugar por su origen etimológico, del latín "guerrero" lo que apoya su relación con el dios Marte, y para reforzar el hecho, Santa Bárbara, abogada y protectora en las tormentas. San Martín y Santa Bárbara son los santos patrones del pueblecito Castro.
Los propietarios de las casas de la época romana del castro hicieron uso de las primeras cerraduras y llaves conocidas en la historia de Asturias.
Fotografía cortesía de Museo y Castro de Chao Samartín © Sergio Ríos
Fotografía cortesía de Museo y Castro de Chao Samartín © Sergio Ríos
El rápido y total abandono del castro de Chao Samartín se atribuye a un fuerte terremoto acontecido en el lugar pues hay indicios de corrimientos de tierra, muros derribados e incluso se aprecia que la pavimentación de la calle principal, que en aquel entonces se estaba realizando, se quedó sin terminar. Y se cuenta que los pobladores, reacios a abandonar su hogar pero con demasiado miedo para volver a él, se asentaron en un lugar cercano originando un nuevo núcleo poblacional, el pueblo de Castro.
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A Castro se llega desde Fonsagrada por la carretera LU-701 y desde Grandas de Salime por la AS-28. También cuenta con parada de autobús que hace el trayecto Bustelo-Grandas de Salime. El número de teléfono para ampliar información es el 985 969 600
Tras pasar el cruce de Castro, según llegamos desde Grandas de Salime, nos encontraremos con el cruce de Llandepereira y Trabada carretera por la que debemos desviarnos para enseguida girar a la izquierda y ascender hacia el aparcamiento del museo, desde donde se realizan las visitas.
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