Purujosa (Zaragoza) (0)

¿Sabías qué... Purujosa

En la provincia de Zaragoza, Purujosa se encuentra en la estribación sur del Moncayo, lindando con la provincia de Soria. Gran parte de su término municipal está dentro del espacio protegido del Parque Natural del Moncayo. El caserío de esta pequeña población, enclavada en un espolón rocoso entre los cauces del río Isuela y del barranco de la Virgen, se mimetiza con su paisaje. Aunque los primeros testimonios que hablan de asentamientos poblacionales en el entorno de Purujosa se remontan a la prehistoria, la localidad fue fundada en el siglo VIII por una tribu de beréberes, el urbanismo primitivo típicamente musulmán que conservan sus empinadas y estrechas calles así lo atestiguan. Purujosa fue donada por Alfonso II al monasterio de Veruela en el año 1.177 y perteneció a él hasta mediados del siglo XIII. En el siglo XIV formaba parte del patrimonio de los Martínez de Luna, futuros condes de Morata, a los que perteneció hasta el siglo XIX. En la actualidad el esfuerzo de los purjosanos por mantener viva su historia, cultura y tradiciones se ve recompensado, pues el visitante que llega a Purujosa ve acrecentadas sus expectativas del lugar.

¿Qué ver en Purujosa?

La distribución del caserío del bonito pueblito de Purujosa recuerda a los castros celtiberos que hubo por la zona, aldeas fortificadas por la propia naturaleza que, adaptándose al terreno donde se ubicaban, se enclavaban en cerros de altura pero protegidas por otras elevaciones de mayor altura. Al pasear por sus calles de típicos nombres, Mayor, Tarazona, La Virgen, La Corte, El Castillo, Colladito, La Amargura o Los Presos, vamos descubriendo bonitos rincones e increíbles miradores donde pararnos para, cámara en ristre, plasmarlos y disfrutarlos. En la parte más alta del pueblo, donde confluyen las calles Mayor y Castillo, como escondida entre las casas, encontramos la iglesia parroquial de El Salvador, que fue remodelada en el siglo XVI pero que en un principio fue románica de transición al gótico, finales del siglo XIII o principios del XIV. Desde "La puerta el Lugar" en la calle Mayor, parte la calle que nos acerca hasta la ermita de la Virgen de Constantín o de la Virgen de la Cueva. La pequeña ermita, embutida en la roca, custodia una talla de madera de una virgen sedente, de estilo románico del siglo XIII.

Para descubrir

Purujosa, inmersa en la cara oculta del Moncayo, en la zona menos conocida del Parque Natural de la Dehesa del Moncayo, guarda preciados tesoros geológicos y paisajísticos en el que conviven una rica variedad de flora y fauna. Desde su ubicación, Purujosa es guardiana de increíbles barrancos, como el de Valcongosto, el de La Virgen o el de Cuartún, surcados de rutas senderistas para poder disfrutar de sus impresionantes paredes calizas. Si eres un avezado espeleólogo las cuevas que puedes visitar, entre otras, son Cueva de los Rincones, Cueva de Cuartún y Cueva Liendres. A pocos kilómetros, por carretera, de Purujosa se encuentra el desfiladero de las Peñas del Cabo, donde se encuentra la mayor escuela de escalada del Parque Natural del Moncayo, parque natural que está surcado por senderos balizados del GR 90 Tierras del Moncayo y Sistema Ibérico Zaragozano. Rutas en BTT, coto de caza... completan un gran abanico de actividades que hacen las delicias de cualquier visitante a este increíble lugar.

Fiestas

Purujosa celebra sus fiestas patronales en honor de la Virgen de Constantín en mayo, pero el fin de semana exacto varía de un año a otro. A San Ramón lo festeja del 8 al 10 de septiembre aunque su festividad es el 31 de agosto. Y la fiesta de Santa Lucía, 13 de diciembre, se suele trasladar al puente de la Constitución, 6 de diciembre.

Tradiciones

Situado en el barranco de la Virgen, el Peirón de la Virgen de la Leche, único superviviente de los dos peirones que tenía el pueblo, es un interesante resto etnológico. Los peirones en Aragón, cruces de camino, se remontan hasta la antigüedad. A su función de orientación en cruces y bifurcaciones hay que añadir su valor derivado de la religiosidad popular. Hitos en el camino de romerías, marco de rogativas y ceremonias, carácter conmemorativo, los peirones son símbolo de la fe cristiana de la población a la que se llega, y bendicen a los que la abandonan protegiéndolos en su camino o en sus faenas. En Purujosa era tradición que cuando los mozos se marchaban a la mili, pusieran una vela en el Peirón de la Virgen de la Leche, como despedida del pueblo y petición de suerte a la Virgen durante el servicio militar.

Curiosidades

Un curioso y llamativo habitante de los barrancos de Purujosa es el lagarto ocelado, el mayor lagarto de la Península Ibérica, conocido en Aragón como "fardacho". Es fácil verlo, con la llegada del calor, sobre las rocas, o dándose un paseíto por las calles del pueblo dejándonos admirar su bella figura y colorido de bravo reptil moncaino.

Leyenda

A través de un acceso, que en parte está tallado en la roca de las paredes del barranco de la Virgen, se llega a la ermita de la Virgen de la Cueva, o como se la llama actualmente de Constantí. Está ubicada en el interior de la cueva donde dice la leyenda que se encontró la imagen de la Virgen allá por la Reconquista. Cueva que continua por detrás del altar mayor, y donde la historia oral sitúa al emperador Constantino el Grande en uno de sus viajes por la Hispania del siglo IV, haciéndole incluso pernoctar en ella. Y que llevado por una gran devoción hacia está Virgen costeó la construcción de la ermita en el lugar. Hay una creencia popular que afirma que «la Señora», quizás antigua diosa de la naturaleza, luego cristianizada, castiga a la comarca con catastróficas granizadas los años en que no se le organiza la correspondiente romería el día de su fiesta.