Bello jardín de piedra, una de las principales fundaciones del Cister en España
Está cercano a Vera de Moncayo, en las puertas del Parque Natural de la Dehesa del Moncayo y bajo la atenta mirada de esta bonita y emblemática montaña de la Ibérica aragonesa. En un tranquilo y apacible lugar al que el Moncayo y el río Huecha le dan carácter y singularidad. El Real Monasterio de Santa María de Veruela se fundó en el siglo XII, fue la primera fundación de la Orden cisterciense en el Reino de Aragón. La vida austera y sin ornatos de estas comunidades que construían sus monasterios en lugares apartados, rodeados de silencio y soledad pero de tierras fértiles, no era ningún impedimento para que estos monasterios medievales fueran verdaderos poderes feudales y el de Veruela no se queda a la zaga, llegando a poseer numerosas poblaciones en los alrededores de Tarazona y Borja, por lo que Veruela y sus abades tuvieron una importante notoriedad política en el Reino de Aragón.
Cuando la guerra, conocida por la de los dos Pedros, entre Castilla y Aragón, los castellanos ocuparon el monasterio y se ocasionaron grandes desperfectos en él, se destruyó del claustro románico que fue reconstruido a finales del siglo XIV gracias a la familia Luna. En la primera mitad del siglo XVI, el monasterio tiene un periodo de esplendor y experimenta una profunda reconstrucción y renovación, como la del recinto amurallado aunque se mantuvo la torre del homenaje medieval. En definitiva el Monasterio de Veruela vio cómo, en el transcurso de los siglos, se le reformaba y añadían estancias acondicionándolo a la forma de vida y necesidades del momento hasta que tras la desamortización, en el año 1.835 fue abandonado. Una junta de conservación, formada por vecinos de Tarazona y Borja crearon en él una hospedería, logrando así que no cayera en el deterioro total, a esta hospedería acudían para su solaz y reposo gentes de la alta sociedad y de un cierto renombre como es el caso de los hermanos Bécquer, Gustavo Adolfo y Valeriano, admirado poeta del romanticismo el uno y afamado pintor el otro, quienes junto con sus familias se hospedaron aquí varios meses entre 1.863 y 1.864. Desde 1.877 hasta 1.975 fueron los jesuitas los que se establecieron en el monasterio y se encargaron de su cuidado. Hoy en día es propiedad de la Diputación de Zaragoza.
La Cruz Negra, crucero situado frente a la entrada al monasterio, esculpida en el siglo XVI y conocida también por la "Cruz de Bécquer" pues en ella pasaba largas horas leyendo y disfrutando de la paz del lugar, es un buen lugar para comenzar la visita al monasterio. Siguiendo la alameda, pasando por una puerta inicial que da paso a la medieval torre del homenaje y a las murallas, un bonito paseo, cuya sombra la prodigan unos plataneros, está flanqueado por el Museo del Vino dedicado a la denominación de origen Campo de Borja, y al lado de él se encuentra el aljibe medieval; un poco más adelante el antiguo palacio abacial, del siglo XVI y al fondo la portada de la iglesia abacial de Santa María de Veruela que, de los siglos XII y XIII, se puede considerar de las más románicas del Císter en España.
Luego a través de la portería se llega al claustro, gótico del siglo XIV, en torno al cual se distribuyen las demás dependencias, la cilla, almacén de grano y bodega, la cocina, del siglo XIII, el refectorio, el monumental lavatorio en el que los monjes se lavaban las manos antes de entrar a comer, la biblioteca y scriptorium, donde se copiaban los códices, la sala capitular, junto a ella se puede ver la llamada piedra de mesura donde están grabados unas medidas a partir de las cuales se calculaban las proporciones que tenía que tener cada construcción del monasterio...En el segundo piso se ubicaban los dormitorios, tanto de monjes como de conversos, aunque radicalmente separados. Pero en el claustro algo rompe con el espíritu austero constructivo del Cister y son unos bellos capiteles tallados y las gárgolas de desagüe de las lluvias con formas fantásticas. El entorno del Real Monasterio de Santa María de Veruela y su cercanía al Parque Natural de la Dehesa del Moncayo brinda la oportunidad, al amante de la naturaleza, de poder disfrutar de gratas excursiones y caminatas senderistas que le acercaran a lugares de inigualable belleza paisajística.
Cuando el Monasterio de Veruela estaba atendido por los jesuitas éstos fomentaron la tradición de que los pueblos vecinos se reunieran en el monasterio. En la actualidad, desde el año 1.980 y recuperando dicha tradición, se hace una romería a finales de junio a la que asisten los vecinos de los pueblos de la zona y se realiza una ofrenda que posteriormente se reparte entre los asistentes.
En el Real Monasterio de Santa María de Veruela, además de ser uno de los monumentos más visitados de Aragón, se puede disfrutar de una amplia programación cultural propia, conciertos, recitales poéticos, exposiciones, teatro… arte actual que se integra y pone en valor el arte que siglos atrás realizaron los monjes de la austeridad.
Cuenta la leyenda que estando don Pedro Atares, señor de Borja, cazando por esta zona del Moncayo sobrevino una fuerte tormenta y cual no sería su intensidad que el noble señor temió por su vida. Fervoroso devoto de la Virgen le imploró su protección y la Madre atendiendo a sus plegarias le cubrió protegiéndole y le llevó hasta una encina donde había una pequeña imagen mariana, encomendándole que en ese mismo lugar mandará construir un monasterio dedicado a Ella. Esto acaeció un día del año de 1.141.
Desde Vera de Moncayo parte la carretera Z-373 que, en poca distancia, nos acercará hasta el Real Monasterio de Santa María de Veruela. También existen diversas carreteras locales que surcan el Parque Natural del Moncayo conectando con las diversas localidades de la zona y a su vez con el monasterio. El acceso principal a Vera del Moncayo lo encontramos en la carretera N-122 en el tramo comprendido entre Tarazona y Borja. Vera de Moncayo cuenta con servicio de autobús que, de lunes a viernes laborables y en diferentes horarios, la unen con Zaragoza, Añón, Tarazona y los diferentes pueblos de la ruta.
Dispondremos de una amplia zona de aparcamientos junto al acceso principal del monasterio donde podremos estacionar nuestro vehículo.
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