La Cueva del Santo

La Cueva del Santo, un privilegiado lugar para el retiro espiritual

En los montes Distercios o Idubedas, más tarde conocidos por Sierra de La Demanda, en el curso alto del río Cárdenas perteneciente al término municipal de San Millán de la Cogolla, encontramos la Cueva del Santo. El recorrido discurre por uno de los más espectaculares, frondosos y umbríos hayedos de la región a los que se le unen acebos, arces, avellanos y fresnos, que encierran algunos de los más singulares árboles de La Rioja.

Sin olvidar los privilegiados palcos que nos brindan unas bellas panorámicas que nos invitan a conocer este oculto lugar. El recorrido con 1,8 Km comienza en los Corrales de Urre, donde encontramos una zona recreativa y un amplio aparcamiento una vez cruzado el río Cárdenas. A ambos lados del edificio comienzan unos caminos, nuestro recorrido emprende un suave ascenso por el camino de la derecha, que gana altura dejando a nuestros pies el aparcamiento del área recreativa.

Poco después de comenzar a caminar llegamos a un puentecillo que cruza un caprichoso arroyo y que da paso a otra zona recreativa que se distribuye por una escondida explanada. El camino convertido ahora en amplia senda comienza un nuevo ascenso que ya no abandona hasta el final. Dejando atrás esta zona recreativa y tras una dura rampa llegamos a un espectacular mirador que nos permite contemplar la parte alta del valle junto a las montañas que lo flanquean.

Después de recuperar el aliento en este descansillo, la senda gira a la izquierda para proseguir con el ascenso algo menos exigente gracias a las típicas zetas que zigzaguean por la ladera, hasta salir de la protección del bosque y encontrarnos con un farallón de piedra, donde finaliza el ascenso. La senda como si de una "mini faja" de las típicas del pirineo se tratase, bordea la pared de roca vertical protegida por una balaustrada que nos separa del vacío. Unos pocos pasos más adelante encontramos las escaleras que nos llevan hasta le ermita que se adoso a la Cueva del Santo, a la que se puede acceder abriendo el pasador que cierra la puerta siempre que al marchar la dejemos cerrada.

Una vez aquí, no solo podemos conocer el lugar, donde San Millán, tras recibir las enseñanzas de su maestro San Felices en los Riscos de Bilibio, decidió retirarse para dedicarse a la vida ascética como ermitaño, sino que además disfrutaremos de un privilegiado balcón con vistas a un verdadero paraíso natural. El regreso lo realizamos siguiendo nuestros pasos hasta el área recreativa.

Cómo llegar a la Cueva del Santo

A San Millán de la Cogolla se llega por la LR-331 desde Bobadilla o siguiendo la LR-205 desde la cercana localidad de Berceo, lugar en el que confluyen las diferentes vías de acceso que parten de la A-12 autovía del Camino y de la N-120 entre Logroño y Burgos, bien señalizadas como "Ruta de los Monasterios". Podemos llegar por la LR-206 desde Azofra o Santo Domingo de la Calzada y desde Nájera por la LR-113, que une ésta con Salas de los Infantes, tomando el desvío de la LR-205 que nos llevara hasta Berceo y seguidamente a San Millán de la Cogolla, que también cuenta con servicio de autobús interurbano todos los días. Una vez allí seguiremos hacia el Monasterio de Yuso que se sitúa al otro lado de los accesos a la localidad de San Millán de la Cogolla, por lo que deberemos cruzarla de lado a lado por su calle principal o bien por la carretera que la circunvala y que encontraremos, según venimos desde Berceo, un poco antes de llegar a la población. Esta carretera nos conducirá directos a la entrada del Monasterio de Yuso, lugar donde encontraremos la pista asfaltada que nos llevara pasando por Lugar del Río hasta la entrada a los corrales de Urre, donde se inicia el recorrido propuesto.