Forma parte junto con el Monasterio de Suso, del conjunto monumental del Monasterio de San Millán. Situado en el mismo pueblo de San Millán de La Cogolla, en el Valle de Cárdenas a los pies de la Sierra de La Demanda.
El primitivo Monasterio de Yuso se terminaba de construir hacia el 1.067. Fue mandado construir por el rey García de Nájera. Hasta el año 1.100 coexiste con el de Suso, cada uno con sus respectivos monjes y ordenes, en el de abajo, el de Yuso son los de la orden de San Benito, a partir del siglo XII solo queda esta comunidad siendo esta su casa principal. Del antiguo edificio románico nada queda, el actual monasterio es renacentista con algún toque barroco y fue levantado entre los siglos XVI y XVII. Su clasicismo y monumentalidad le han dado el sobrenombre de "El Escorial de La Rioja".
Los Agustinos Recoletos son los que ahora lo habitan. Pero no debemos olvidar que, allá por el año 1.230, el primer poeta en lengua española, Gonzalo de Berceo, habitó en este monasterio, donde dada su condición de notario, tenía acceso a la documentación Emilianense. De la lectura de códices y glosas pudo surgir su vocación literaria. Lo primero que llama nuestra atención es el Salón de los Reyes, se llama así por las pinturas de los cuatro reyes benefactores relacionados con el comienzo de su historia. El Claustro Procesional, renacentista, tiene una portada, por la cual se accede a la iglesia, que es un ejemplo de la cantería riojana de la época. La Iglesia, cuya construcción comenzó en 1.504 y que por filtraciones de agua, en el siglo XVII se remodelo interiormente para fortalecer sus muros y apoyos.
La Sacristía, que antes era la Sala Capitular y que fue redecorada y acondicionada como tal en el siglo XVIII, los frescos del techo son una sinfonía de color que unido a la gran variedad de obras que se aglutinan en este recinto la convierten en sí misma en un bello museo. La Escalera real, las Puertas del Trascoro, el Claustro Superior, donde transcurría la vida de los monjes, en uno de los ángulos de este claustro hay una sala de exposiciones donde aparte de pinturas, esculturas, marfiles, están también las Arquetas que guardan las Reliquias de San Millán y de su maestro San Felices. Sin olvidarnos del Salón de la Lengua y la Biblioteca de Códices y Cantorales, donde reposa y se cobija su verdadero tesoro como lo es su Patrimonio Lingüístico.
La luz equinoccial, cada comienzo de primavera y de otoño. Cuando el día tienen la misma duración que la noche, cuando el sol se proyecta directamente sobre la línea del ecuador, cuando los polos de la tierra se hallan mejor orientados de norte a sur, y lo que llamamos línea ecuatorial, de este a oeste. Más o menos a las seis y cuarto de la tarde en el Monasterio de Yuso se puede ver sobre el cuerpo central del templo un círculo perfecto de luz solar que dura apenas unos minutos. El rayo de luz entra por el rosetón de la parte trasera de la iglesia, pasa por el círculo que corona el trascoro y da en el centro geométrico de la iglesia. Marca así el eje de la iglesia y, por tanto, la perfecta orientación de la cabecera hacia el este. Este fenómeno, además de su significado matemático, tiene otros a nivel mistérico.
Según la leyenda de Hacinas, en medio de la batalla en la que luchaban el rey de León, el de Navarra, y el conde castellano Fernán González, en la reconquista contra los moros, aparecieron para ayudarles Santiago y San Millán. Así, tras haber rezado de esta manera a Dios y a sus santos, el rey leonés entró primero en la batalla contra sus enemigos y, delante de sus ojos, aparecen, cabalgando en su blanco corcel, dos caballeros celestes divinamente armados, que entraban los primeros en la batalla.
La visita al Monasterio de Yuso siempre es guiada, tiene una duración aproximada de 50min y no hace falta reservar, aunque si existe la posibilidad de hacerlo y es aconsejable para grupos de más de 20 personas.
Horario de verano, desde Semana Santa a septiembre:
Horario de invierno
Oficina de información y reservas
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A San Millán de la Cogolla se llega por la LR-331 desde Bobadilla o siguiendo la LR-205 desde la cercana localidad de Berceo, lugar en el que confluyen las diferentes vías de acceso que parten de la A-12 autovía del Camino y de la N-120 entre Logroño y Burgos, bien señalizadas como "Ruta de los Monasterios". Podemos llegar por la LR-206 desde Azofra o Santo Domingo de la Calzada y desde Nájera por la LR-113, que une ésta con Salas de los Infantes, tomando el desvío de la LR-205 que nos llevara hasta Berceo y seguidamente a San Millán de la Cogolla, que también cuenta con servicio de autobús interurbano todos los días.
El recinto del monasterio se sitúa al otro lado de los accesos a la localidad de San Millán de la Cogolla, por lo que deberemos cruzarla de lado a lado por su calle principal o bien por la carretera que la circunvala y que encontraremos, según venimos desde Berceo, un poco antes de llegar a la población. Esta carretera nos conducirá directos a la entrada del Monasterio de Yuso, lugar donde encontraremos el centro de información y junto a éste un aparcamiento donde poder dejar nuestro vehículo.
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