Tiene el casco urbano principal rodeado por tres cerros, el de la Mota, más conocido como el Castillo o Atalaya, el de Santa Lucía, en este cerro se situaban las eras, lugar donde se trillaba y aventaba el cereal, y el cerro de Santo Domingo. Haro está bañada por el Tirón que cede sus aguas al Ebro a su paso por la ciudad en la llamada boca del Ebro y flanqueada por los Montes Obarenes que terminan en los Riscos de Bilibio, zona en la que el Ebro entra en La Rioja a través de las Conchas de Haro. Antes de mostrarte los rincones con encanto que tienes que ver en Haro vamos a conocer un poco la historia de esta noble ciudad.
Sobre el nombre de Haro hay teorías que argumentan que en el cerro de la Mota había un faro que alumbraba la desembocadura del río Oja-Tirón en el Ebro, ya que esta zona era navegable, y un asentamiento que recibiría el nombre de Faro, para después evolucionar y transformarse en Haro. En los albores de la historia estuvo poblada por berones, hay referencias escritas de la existencia de un castro-castillo en las Conchas de Haro que en la época de la romanización de la península servía de defensa y era llamado Castrum Bilibium, pero la fundación de la villa se sitúa en el siglo X. Desde que Haro fuera donada en 1017 por Alfonso VI de Castilla al Señor de Vizcaya Don Diego López, por la ayuda prestada en las contiendas contra el de Aragón, éste añadió a su apellido el apelativo de Haro. Alfonso X el Sabio en 1254 confirmó el fuero otorgado en 1187 por Alfonso VIII de Castilla que contenía el régimen político, administrativo, penal y económico de la villa.
Durante la Edad Media Haro absorbió la población de las cercanas villas de Bilibio y de Tondón. En los siglos XIV y XV, la villa pasó a poder de los Trastamara y posteriormente a Navarra, hasta que en 1430, Juan II de Castilla la donó a Don Pedro Fernández de Velasco, a quien le dio el título de Conde de Haro, por la ayuda recibida en su lucha contra Juan II de Aragón. En 1520 el pueblo se levanta por primera vez contra los privilegios del conde de Haro. En 1.710, la villa se declaró leal a Felipe V de España, primer rey español de la casa Borbón, y en plena Guerra de Sucesión entre Austrias y Borbones, asiló a la futura reina doña María Luisa Gabriela de Saboya, junto a su hijo de tres años Luis, príncipe de Asturias. Por ello el rey Felipe V la dio el título de MUY NOBLE Y MUY LEAL. Fue escenario, como tantas otras poblaciones, de las luchas napoleónicas primero, y carlistas después. En 1891 la Reina Regente María Cristina otorga a la villa la categoría de ciudad en reconocimiento por el aumento de su población, desarrollo de su agricultura, industria y comercio, y su constante adhesión a la Monarquía Constitucional.
Para visitar Haro con calma es impresicindible pasear por su casco histórico, de origen medieval, entrando en él por el arco de Santa Bárbara, callejear por la Herradura, disfrutando de sus típicos edificios, palacios señoriales que encontramos, la mayoría construidos entre los siglos XVI y XVIII con mezcla de estilos en sus fachadas, renacentistas, barrocas, neoclásicas... nos transportan a una época más o menos lejana cargada de vida e historia, de costumbres y cultura que imprimen carácter a la ciudad. En la Plaza de la Paz se aglutinan varios edificios nobles e importantes, el Ayuntamiento, que es del siglo XVIII, en su fachada reza Reinando Carlos III / Año de 1769, y el reloj que lo corona que fue colocado en 1857. El Palacio de Bendaña, en la antigua muralla medieval, de estilo plateresco, con dos fachadas de diferentes siglos una del XVI y la otra del XVIII y una galería mudéjar del siglo XV con estrellas y flores entrelazadas, única en La Rioja. El único resto existente de las murallas, que desde el siglo XII defendían la ciudad de Haro, es el denominado Torre de los presos, edificio que fue abandonado en el siglo XV, pasando a manos privadas durante varios siglos y que actualmente acoge el Museo de Arte Contemporáneo, El Torreón, junto a él otra de las puertas de entrada al antiguo recinto amurallado, el arco de San Bernardo del siglo XV-XVI. El Palacio de las Sevillanas, barroco del siglo XVIII cercano a la Plaza de la Paz y al Torreón.
Siguiendo la lista de lugares que ver en Haro y casi colindantes con el Ayuntamiento, pero en diferente calle encontramos el Palacio de los Salazar y la Casa Pisón, en los escudos de esta última podemos leer los nombre de dos familias importantes de la ciudad, los Martínez de Medinilla y los Martínez de Pisón, de ahí el nombre de Casa Pisón. El también conocido como el Palacio de las Cigüeñas ya que la linterna de su bóveda alberga un gran nido de estas aves tan presentes en nuestra región, Palacio de las Bezaras, barroco del siglo XVIII, en sus bajos alberga una bodega medieval, está ubicado en la calle de la Vega. El Palacio de los Condes de Haro, en la Plaza de la Iglesia, del siglo XVII; el de Tejada del XVIII; el de los Condestables. La Iglesia Parroquial de Santo Tomás, de estilo gótico florido, es monumento nacional y fue construida entre los siglos XVI y XVII. La Basílica de Santa María de la Vega, la actual construcción, de estilo barroco siglo XVIII, es el resultado de la evolución de su historia unida a la de Haro, desde la primitiva ermita del siglo X hasta hoy; el convento de los Agustinos del siglo XVI...
Todo ello rodeado de un esmerado entorno paisajístico que da la oportunidad de disfrutar y relajarse, en plena naturaleza, gracias a sus muchos parques y jardines, junto a las diferentes rutas de senderismo que hay en la zona. No podemos dejar de ir a los cercanos Riscos de Bilibio donde en lo alto del monte está la ermita y, como buen vigía, una estatua del santo patrón San Felices, además desde el mirador, poder contemplar todos los pueblos cercanos y la entrada del Ebro en La Rioja a su paso por Las Conchas.
Haro se engalana dos veces al año y por todo lo alto, una para homenajear a su Patrón San Felices, del 24 al 29 de junio, Fiestas de San Juan, San Felices y San Pedro, con su tradicional Batalla del Vino y la otra para festejar a su Patrona la Virgen de La Vega, el 8 de septiembre, con la nombrada Procesión de Los Faroles también conocida por los jarreros como Rosario y varios días de actos culturales y festivos.
El jarro de Haro, de cerámica vidriada fechado en 1776, con la inscripción: SOI DLA BILLA De ARO, en el siglo XVIII se usaba como urna en las votaciones de los alcaldes de barrio que existían en la villa para la elección de los mismos. Se metían en el jarro unas bolas de barro cocido perforadas y dentro de éstas la papeleta con el voto. Este jarro estuvo olvidado durante años hasta que en 1914, revisando los archivos municipales se encontró por casualidad y desde entonces se acordó que se instalase en el despacho del alcalde donde sigue exhibiéndose. A día de hoy se entrega, una réplica, como galardón en reconocimiento a personas o entidades que han sido relevantes por algún motivo para la ciudad. De aquí lo de jarreros aunque otros lo achacan a la costumbre, antaño, de estas gentes de ir por la calle con un jarro en la mano para comprar el vino en las numerosas bodegas.
Haro se puede decir que fue la primera población española que dispuso de alumbrado público por electricidad, la obra constó de la iluminación de todas sus calles en un total de 62, con 260 puntos de luz y se inauguró el 17 de septiembre de 1890. Jerez de la Frontera también contó con electricidad ese mismo año pero en 1895 todavía tenía únicamente 36 farolas colocadas en cinco calles y tres plazas, utilizando en el resto de las calles, gas. Y hay que destacar, como no, su tradicional Batalla del Vino, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y la Procesión de los Faroles, que se realiza en honor a su patrona la Virgen de la Vega, y es la tercera más antigua de España.
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La autopista AP-68 conecta Haro con Bilbao, Burgos-Madrid, Logroño y Zaragoza-Barcelona, además de la carretera N-124 y la proximidad de la N-232 que la unen con las localidades próximas de Briñas, Briones, enlazando aquí con la regional 210 hacia la Sonsierra, y San Asensio. La LR-111 que enlaza con la vecina Casalarreina y Santo Domingo de la Calzada y la N-120 que discurre paralela al Camino de Santiago, la LR- 203 hacia Zarratón, la LR- 202 hacia Anguciana y Cihuri, la LR- 401 a Villalba de Rioja.
Hay varias compañías de autobuses con parada en Haro y que cubren las rutas de Bilbao, Vitoria, Logroño, Santander y Burgos.
Estación de Autobuses
Plaza Castañares de Rioja, 4
La línea ferroviaria Bilbao-Zaragoza-Barcelona tiene parada en la estación de tren situada en el Barrio de la Estación, 1
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