Es una localidad burgalesa perteneciente al municipio de Condado de Treviño. Forma parte de la provincia de Burgos pero está enclavado en la provincia de Álava. Laño está situada en el pequeño valle del mismo nombre, en las estribaciones de la sierra de Izki, rodeada de tierras de cultivo y poblados bosques de hayas y robles melojos. Sus tierras están atravesadas por el río Barrunta, afluente del río Ayuda por su margen izquierda. Son numerosos los yacimientos prehistóricos hallados en el Condado de Treviño en las cuencas de los ríos Ayuda y Rojo. Hay teorías que dicen que el nombre de Treviño deriva de Trifinium, límites o fronteras de entre los tres pueblos celtas, Autrigones, Caristios y Várdulos, que confluían en el lugar. Luego la zona fue romanizada; la llegada del pueblo bárbaro y más tarde la invasión árabe trajeron inestabilidad social, económica y cultural, lo que sembró el germen para que afloraran los ermitorios.
Se cree que el origen y apogeo de las cuevas ascéticas fue durante los siglos V y VI. En Laño continuaron activas entre los siglos VII al IX, pues fueron ocupadas por familias que configuraron un verdadero poblado. En Laño existe un conjunto de 13 cuevas artificiales conocidas como Las Gobas y frente a ellas, separadas por la carretera y el río, en Santorkaria, otras 18 cuevas. Los pobladores de las Gobas en el siglo IX las fueron abandonando para asentarse en la actual Laño. Por aquel entonces la comarca era conocida por el nombre exclusivo de Uda. Laño aparece citada con diferentes nombres a lo largo de los siglos, en el XI es Langu, luego será Laino, Lannu, Lañu. En la actualidad Laño es un tranquilo pueblo con una calidad de vida incomparable para los que huyen del bullicio de las urbes.
En el centro de Laño, cuyas casas tienen la característica construcción de las viviendas populares, se puede ver la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que luce dos portadas, una de la primera mitad del siglo XVI y la otra del siglo XIII, y su torre de mediados del siglo XVIII guarda una campana que la llaman la campana de Granado. A las afueras del pueblo, en el término conocido por la Risca, se encuentra la ermita de Santa Marina que conserva interesantes restos románicos. A su paso por Laño el sendero de gran recorrido GR 38 Ruta del Vino y del Pescado acercará al caminante al mayor tesoro que la localidad guarda, la Capadocia treviñesa, los conjuntos eremíticos que datan del siglo IV, el yacimiento arqueológico de Las Gobas y Santorkaria, donde además de grabados e inscripciones se pueden ver cuevas excavadas en la roca que conservan restos de templos y viviendas. Uno de los gravados es un pato que se ha convertido en el emblema del escudo de la localidad.
Laño celebra sus fiestas patronales el 15 y 16 de agosto en honor a la Virgen de la Asunción y San Roque, el 18 de julio la gente de Laño va en romería a la ermita de Santa Marina.
Durante los festejos en honor a San Roque y la Virgen de la Asunción en Laño tradicionalmente construyen un castillo humano de tres pisos, al llegar a lo más alto la persona que corona la torre lanza vivas a San Roque y Santa Marina y acto seguido se lanza un cohete.
Aunque a mediados del siglo XX se hicieron prospecciones petrolíferas en las localidades de Laño y Dórdoniz, del preciado oro líquido apenas brotaron mil litros del pozo experimental de Laño. No obstante la localidad tiene una gran riqueza natural, el agua que, en cascadas, discurre por las cercanas laderas.
Cuenta la leyenda que en las cercanías de la ermita de Santa Marina, en una pequeña sima, hay un cencerro de oro que en las oscuras noches de tormenta o en los días en los que el camino se pierde borrado por la densa niebla, deja oír su sonido constante ayudando a los caminantes a seguir el trayecto correcto en dirección a Laño.
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La carretera que da acceso a la localidad de Laño la encontraremos en el trazado de la CL-127, carretera que une La Puebla de Arganzón con Bernedo.
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