Ruta de los Monasterios de La Rioja Alta

Ruta de los Monasterios de La Rioja Alta

La Rioja, rica en turismo enológico, también nos brinda otros significativos encantos que forman parte de la gran variedad de alternativas que esta tierra nos ofrece. A caballo entre el amplio valle y las altas montañas de la sierra encontramos la Ruta de los Monasterios de La Rioja Alta que nos llevará a conocer estos históricos lugares cargados de cultura y tradiciones, cuyos estratégicos emplazamientos sin duda no nos dejaran indiferentes.

Propuesta de itinerario para visitar los monasterios de La Rioja

Todo un paseo por parte de la historia de esta región donde descubriremos desde las primeras palabras escritas en lengua castellana a panteones de antaño de los poderosos reyes que habitaron en estas tierras.

Santa María la Real de Nájera

El punto de partida de esta ruta en coche lo encontramos en la localidad de Nájera, cuna de ilustres reyes y sede durante años de la corte del reino de Navarra. Paso obligado del Camino de Santiago Francés, su regia historia y su vínculo a la ruta Jacobea han marcado claramente su carácter, dando como resultado un nutrido conjunto histórico donde cabe destacar el Monasterio de Santa María la Real. La visita nos transportará a tiempos pasados mientras paseamos por el claustro tras atravesar la puerta de Los Reyes o nos perdemos en su iglesia descubriendo los monarcas que hallaron sepultura en el Panteón de los Reyes.

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Monasterio de Valvanera

Después de disfrutar de cuanto Nájera nos brinda, el recorrido nos conduce de esta histórica localidad hacia Anguiano, siguiendo la carretera que une ambos municipios y que también nos serviría para poder llegar a San Millán de la Cogolla, al cual no iremos por ahora. Baños de Río Tobía, conocido por su industria cárnica y maderera, es la antesala de nuestra llegada hasta Bobadilla. Desde aquí el río Najerilla será ahora nuestro compañero de viaje acompañándonos hasta Anguiano y sus tres barrios, encajados entre montañas de verticales paredes. Localidad ésta de arraigadas tradiciones como la de los Danzadores de Anguiano o el festival de la alubia de Anguiano, donde podremos disfrutar de uno de los magníficos productos que aquí se dan. El Najerilla, tras atravesar Anguiano, sigue guiándonos en nuestro camino hacia Valvanera, aunque nos veremos obligados a despedirnos de él para ascender hasta el Monasterio de Valvanera, patrona de La Rioja. El monasterio, destino de numerosas rutas de peregrinación seguidas durante años por los devotos de la Virgen, se sitúa en un paraje espectacular que le aporta una especial belleza y sosegada calma. Hasta aquí llegan andando todos los años, desde Logroño, un buen número de personas en lo que se conoce como la Valvanerada, una marcha que, normalmente en abril, recorre a pie los 64 kilómetros que separa Logroño de Valvanera.

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Monasterio de Yuso

Tras disfrutar del monasterio y del espectacular entorno que lo rodea debemos retomar el camino y volviendo sobre nuestros pasos, regresar hasta Bobadilla. Justo antes de llegar a esta localidad nos desviaremos para seguir la carretera que recorre los lindes de la Sierra de la Demanda y nos hará pasar junto a localidades como Villaverde de Rioja o Estollo para dejarnos a las afueras de San Millán de la Cogolla. El recorrido nos hace atravesar el pueblo de lado a lado, siguiendo su calle Mayor que nos lleva directamente hasta el Monasterio de Yuso, que junto al de Suso, forman el Monasterio de San Millán. La imponente Sierra de La Demanda, con el inconfundible San Lorenzo a la cabeza, sigue siendo por ahora el entorno natural que envuelve nuestro recorrido, aportando una especial belleza al ya de por si elevado valor paisajístico de esta ruta. El Monasterio de Yuso, también conocido con el sobrenombre del Escorial de La Rioja, y que se alza sobre los restos del antiguo monasterio románico, nos ofrece importantes tesoros ya no solo arquitectónicos si no también culturales. En él no solo reposan las reliquias de San Millán y San Felices, además podemos encontrar la Biblioteca de Códices y Cantorales que incluyen un excepcional Patrimonio Lingüístico, como las Glosas Emilianenses. Los meses de agosto se realizan visitas nocturnas al monasterio donde nos veremos envueltos por la especial atmosfera que la noche crea entorno a nosotros.

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Monasterio de Suso

Desde el mismo monasterio de abajo, el de Yuso, parte el autobús que nos llevará a realizar la visita al Monasterio de Suso, el de arriba, el cual nos espera en la ladera de la montaña. Para llegar hasta él solo podemos hacerlo o mediante el autobús o recorriendo un corto sendero que asciende hasta su misma puerta. Las antiguas cuevas donde habitaban San Millán y sus discípulos fueron poco a poco dando lugar a este templo que en la actualidad alberga los sepulcros de los Siete Infantes de Lara. En él se llevaba a cabo el día a día de los monjes, monjes como Gonzalo de Berceo quien escribió los primeros versos en español. Una verdadera joya arquitectónica envuelta por un entorno único que acrecienta su especial belleza y que nos hace retroceder a siglos pasados para imaginar los, por entonces normales y diarios, hechos que aquí se vivieron y admirar después la impronta y huella que dejaron.

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Santa María del Salvador

Acabado nuestro periplo por los Monasterios de Suso y Yuso, retomamos la marcha que nos saca directamente al cruce con la carretera que llega hasta aquí desde Berceo, localidad natal de San Millán, y hacia donde nos dirigiremos para, tras atravesarla, seguir el trayecto que nos separa de Cañas, cuna de Santo Domingo de Silos. En Cañas encontramos el Monasterio de Santa María del Salvador, conocido también como el Monasterio de la Luz, debido a la especial luminosidad que su interior tiene y que debe en parte a su orientación y al alabastro de sus vidrieras. En este monasterio habitan las monjas cistercienses de la orden de San Bernardo, unas de las primeras comunidades femeninas del Cister que se crearon en la península. Es visitado junto con los de Yuso y Suso por un buen número de peregrinos que se desvían del cercano Camino Francés para contemplar estos lugares.

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Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción

Desde Cañas nos dirigimos hacia Santo Domingo de la Calzada siguiendo la carretera que nos lleva a pasar por Alesanco, el cual, según reza una de las dos partidas de nacimiento que existe, fue el lugar de nacimiento del Marques de la Ensenada. Atravesando esta localidad, siguiendo el curso de la carretera, llegaremos hasta Azofra, cuyo albergue parroquial cuenta con una piedra perteneciente a la Catedral de Colonia en Alemania, para desde allí unirnos con la autovía del Camino que nos conduce hasta la siguiente parada. Santo Domingo de la Calzada, crecida entono al antiguo emplazamiento que aquí creo el ilustre santo, alberga, como no podía ser menos dada su gran historia, un rico patrimonio histórico artístico, entre el que se encuentra el Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción, cuya relación especial con la ruta jacobea queda patente en su albergue de peregrinos. Abierto, bajo cita previa, a los visitantes, los meses de julio, agosto y septiembre.

Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad

Con la Sierra de la Demanda ya lejana a nuestra espalda, emprendemos el camino desde Santo Domingo de la Calzada hasta Casalarreina siguiendo el rumbo que nos marca el curso del río Oja en su discurrir hacia el amplio valle del Ebro. La dentada sierra del Toloño marca los límites de este fértil valle aportándole en parte el especial clima propicio para sus magníficos caldos. Casalarreina alberga el Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad, habitado por monjas Dominicas Contemplativas de Clausura y ostenta el importante privilegio de ser el primer lugar de la Península Ibérica en ser consagrado por un Papa, Adriano VI. El horario de las visitas varía según la época del año, los meses de verano las visitas son de lunes a domingo, a las 17:00, 18:00, 19:00 y 19:30 h.

Mapa de la ruta

Este mapa es un croquis hecho como ejemplo de la ruta, en ningún caso representa el mejor o el único itinerario a seguir. En su desarrollo no se han tenido en cuenta las normas vigentes de circulación o el estado de los lugares por donde pasa y que pudieran afectar a su trazado.