Está situado en La Rioja Alta, protegido por los Montes Obarenes y circunvalado por el río Ea. Parece ser que Sajazarra fue mencionado por primera vez, con el nombre de Saggazahar, en un escrito del rey navarro Sancho el de Peñalén con motivo de una donación al Monasterio de San Millán de la Cogolla, aunque pocos años después, en el 1099, se le cita como Saja en el Fuero de Miranda. Por aquel entonces era un poblado situado en lo alto de los montes Zaharra y Hornazas. Su nombre actual es incluido en el fuero de Cerezo concedido por Alfonso VII en 1146. Alfonso VIII dona la villa al monasterio de Valdefuentes y más tarde fue entregada al de Bugedo. Entre los siglos XII y XIII Sajazarra fue amurallada y fortificada y se construyó el castillo a finales del siglo XIII, castillo y villa pertenecieron a los Condes de Nieva, pero su mayor esplendor le llegó en la segunda mitad del siglo XV, cuando la villa pasó a ser señorío de los Velasco. Por esta época la villa participó, junto con Vitoria, Miranda de Ebro, Pancorbo y Salvatierra, en la fundación de la Hermandad de Álava. Los tiempos van corriendo y hoy Sajazarra es un pequeño pueblo orgulloso de su historia y monumentos, y cuidado con gran esmero.
Sajazarra es una bonita población cuyo urbanismo corresponde al de una villa fortificada, con un entramado de calles en las que se pueden ver casonas y palacios con escudos, mezclados con unas estupendas casas de piedra, entre ellas destaca la casa de los Loma Osorio, barroca del siglo XVII. La casa de los Ruiz Loizaga también barroca, pero ésta más tardía, de la segunda mitad del siglo XVIII y que luce en su fachada, además del escudo de la familia, un curioso reloj de sol, está situada en la plaza Mayor. La iglesia parroquial de Santa María de la Asunción se encuentra muy cerca del castillo, su origen es tardorrománico, posiblemente del siglo XIII, aunque luego ha soportado varias reformas y construcciones añadidas de diferentes épocas. Una de las naves pudo ser una pequeña capilla que se unió a la primitiva iglesia. El templo actual está adosado a la muralla por uno de sus muros y en el interior guarda una imagen de la Virgen de la Antigua. Del trazado de la muralla, que es de la época de Alfonso X el Sabio, siglo XIII, solo quedan restos y forman parte de las traseras de las casas. Tenía cuatro puertas pero no queda en pie nada más que la conocida como puerta del Arco que está situada entre la iglesia y el ayuntamiento viejo. El actual edificio del ayuntamiento es de finales del siglo XIX y sus fachadas una asoma a la plaza Mayor y la principal hacia la calle de la Rosa. De su espectacular castillo, aunque con un origen anterior, la construcción actual es el resultado de la ampliación acometida por los Velasco que en el siglo XV lo convirtieron en palacio-fortaleza, sobresale en el centro su gran torre del homenaje que parece en sí mismo el propio castillo.
En la calle San Juan, junto al río Mardancho, salen al encuentro del visitante unas singulares construcciones, son las bodegas que en su interior alojan los calaos subterráneos donde el vino reposa tranquilo esperando el momento de llenar de placer el paladar de las gentes que lo degusten. Después de recorrer Sajazarra y de disfrutar de bonitos y acogedores rincones y placitas, se puede ver el santuario de donde procede la imagen de la patrona de la villa que se guarda en la parroquia, la ermita de Santa María de Cillas que, situada a poco más de un kilómetro del pueblo, es un sencillo edificio románico reformado entre los siglos XVI y XVIII.
Sajazarra honra a su patrón San Marcos el 25 de abril y a finales de agosto, el último fin de semana festeja a su patrona la Virgen de Cillas.
El río que circunvala casi todo el casco urbano es el río Mardancho, en su curso alto se le conoce como río Roganto, pero según la cartografía, desde el siglo XIX se llama río Ea. Unos dicen que este nombre se debe a Foncea, por donde discurre, Font-Ea, fuente del Ea, y otros para evitar el doble nombre, Mardancho o Roganto.
En Sajazarra se celebra el último domingo de julio una feria de enseres y objetos antiguos de todo tipo, piezas de coleccionista, obras de arte, muebles... y todo tipo de raros objetos difíciles de encontrar. En esta feria, que se ha dado en llamar Desembalaje de Antigüedades, los objetos expuestos se mezclan con la arquitectura y el paisaje del lugar, pues son las calles del pueblo las que se convierten por un día en un atractivo museo al aire libre.
Cuenta la leyenda que Juan Martínez, nacido en Alfaro y que en el año 1467 intervino en la defensa de Calahorra, que cuando fue apresado y recluido en el Castillo de Sajazarra, por la intercesión de la Virgen de Vico fue milagrosamente liberado.
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Para llegar hasta Sajazarra lo tenemos que hacer siguiendo la LR-209 que pasa por la localidad desde Tirgo, tras cruzarse con la N-232 en su tramo entre Casalarreina y Pancorbo y con la LR-202 procedente de Haro y de Anguciana. Esta misma carretera LR-209, pero en su vertiente burgalesa, la BU-733 llega hasta Sajazarra desde Miranda de Ebro.
Sajazarra tiene servicio de autobús que de lunes a viernes la conectan con los pueblos cercanos y que cubre el trayecto San Millán de Yécora-Haro.
Las estaciones de tren más cercanas a Sajazarra son la de Miranda de Ebro y la de Haro.
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