Ortigosa de Cameros, La Rioja (0)
Un museo donde la naturaleza exhibe su poder y arte
Desde el macizo del Encinedo podemos observar el enclave tan difícil y por ello tan espectacular que tiene la villa de Ortigosa, pero este monte, poblado de encinas y de 1.073 m de altitud, guarda en sus entrañas un espectáculo maravilloso que solo la madre naturaleza nos sabe ofrecer. En él existe una cantera, que dejo de explotarse en el año 1.968, y en el frente de la misma se encuentran las bocas naturales de entrada a las dos Cuevas de Ortigosa, la de La Paz y la de La Viña. Este monte, de composición calcárea, se formó hace unos 160 millones de años, allá por el Jurásico, siendo dicha composición y el efecto que el agua, ríos internos, nieve y lluvia filtrada, produce en las calizas, todo ello unido a las diferentes condiciones climáticas, los artífices de estas verdaderas obras de arte a las que dan forma.
La cueva de La Paz fue descubierta mientras se extraía material de la cantera durante la construcción del pantano González Lacasa en el año 1.964. Tiene dos bocas, una de entrada y otra de salida, situadas a diferente altura, unos cinco metros de desnivel, y a una distancia visitable de unos 236 m.
En su interior podemos admirar muy diferentes formas de sedimentación, pues está recorrida por una gran veta estructural por la que se va filtrando el agua y formando las columnas, estalactitas, estalagmitas, banderas, callos o escamas... un sin fin de bellas estructuras. Dándoles además un toque multicolor dependiendo del mineral con el que se mezcle, marrones si es más arcilloso, anaranjados y amarillos si predomina el óxido de hierro y el blanco más o menos intenso que le da la pureza del carbonato cálcico.
Todos sabemos que a estas formaciones les cuesta miles de años realizarse, como curiosidad decir que las estalactitas en su primera fase crecen más o menos un centímetro en unos treinta años. En esta cueva veremos también los depósitos calcáreos que el agua subterránea estancada ha ido dejando en los diferentes niveles en los que la cubría.
En la cueva de La Viña se han encontrado restos arqueológicos de la Edad de Bronce, por lo que se supone que estuvo habitada. En 1.862 ya se hablaba de una cueva llamada La Viña y fue cartografiada por primera vez en el 1.912. Su visita es de recorrido más corto que la anterior, 114 m. y solo tiene un acceso.
Su amplitud, la blancura de sus estalactitas, formando muchas de ellas con las estalagmitas verdaderas columnas que parecen estar sujetando la bóveda de un gran salón, hacen sentir que entras en un mundo mágico en el que la vida exterior no va contigo. Las dos cuevas están conectadas en un tramo inaccesible para el visitante, solo los espeleólogos han llegado unos treinta metros más allá del final guiado en la cueva de La Viña y comentan que hay otra pequeña sala con una estalactita blanquísima.
La visita a las dos cuevas es guiada, pero el macizo donde están situadas, es un laberinto de galerías, aunque solamente 13 de ellas están cartografiadas. Busca en el recorrido las diferentes figuras que se nos brindan: el perrito, la botella, la tortuga, las palomitas de maíz, y sobretodo el caballito de mar ¿o tú que ves...? Se supone que el río que recorría estas galerías era el mismo que hoy atraviesa el pueblo y que pasa por debajo del puente.
Horario de visitas guiadas a las cuevas
Teléfonos de contacto- Información y reservas:
(Teléfonos disponibles todos los días, excepto lunes no festivos)
Consejos para la visita
Las cuevas conservan en gran medida su superficie natural, por ello se recomienda realizar la visita con un calzado cómodo y con buena adherencia.
La temperatura media de las cuevas está sobre los 14º durante todo el año, es aconsejable llevar ropa de abrigo.
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Para llegar hasta Ortigosa de Cameros lo haremos siguiendo la LR-232 que comunica la población por un lado con Brieva de Cameros y con la LR-113, que une las localidades de Nájera y Salas de los Infantes o por el otro que lo hace con la N-111 entre Logroño y Soria, desde donde podremos acceder bien pasando por El Rasillo o desde la cercana Villanueva de Cameros. Ortigosa cuenta con servicio de autobús de lunes a sábado que realiza la ruta de Logroño-Montenegro.
Siguiendo la carretera que llega desde el pantano de González Lacasa, justo a la entrada a la localidad se encuentra la ermita de Santa Lucia, donde se sitúa el puente de hierro que cruza el escarpado barranco y da acceso al centro de información y a las grutas. Cercanos a la ermita, tanto antes de llegar como pasada ésta, encontraremos los aparcamientos habilitados para el visitante, donde podremos estacionar nuestro vehículo.
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