Como se conoce al Monasterio de San Juan de Duero, se encuentra a las afueras de Soria, a orillas del Duero y protegido por el Cerro de El Mirón y el Monte de las Ánimas. En este bello enclave los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, aprovechando la acción repobladora de Alfonso I, decidieron instalarse para llevar a cabo su labor de protección y acogimiento de caminantes, peregrinos y desvalidos, y aprovechando la sencilla iglesia que aquí había la reformaron y levantaron un monasterio que disponía también de hospital. Este cenobio construido entre los siglos XII-XIII y dedicado a San Juan Bautista, patrón de la orden de los caballeros sanjuanistas, se mantuvo habitado hasta el siglo XVIII. Después de años de abandono fue declarado Monumento Nacional en 1.882 y años después se le anexionó al departamento medieval del Museo Numantino.
Del primitivo conjunto monástico sólo queda la iglesia y el claustro del monasterio que, contiguo a ella, es un impresionante ejemplar de la arquitectura cristiana medieval, siendo considerado como una de las Maravillas del Románico Español, está situado al sur de la iglesia y tiene forma de cuadrilátero irregular con esquinas en chaflán, servía para comunicar las distintas zonas del monasterio y en él hubo enterramientos entre los siglos XIII y XV. Su arquería es una verdadera sinfonía de arquitectura y estilos, con cuatro tramos bien diferenciados que no rompen la armonía y que van del románico puro, con dobles columnas, a los arcos de herradura ligeramente apuntados, almorávides y nazaritas, otros que se entrelazan... La iglesia, hoy sin culto, es muy sencilla, llamando la atención los templetes que tiene a ambos lados del presbiterio y cuya construcción, posterior a la de la iglesia, se cree motivada por el rito primitivo cristiano con influencias griegas en las que el sacerdote se ocultaba, en el momento de la consagración, detrás de una gran tela que estos sujetarían a modo de iconostasio. Cada uno de ellos alberga un altar y cada uno de ellos tiene la cúpula diferente, semi-esférica el uno y el otro cónica.
Era tradición que los Jurados, una pareja por cada barrio o cuadrilla que se convierten en solemne ceremonia y con entrega de bastones de mando en "Alcaldes de Barrio”, utilizaran el conjunto monacal, ya abandonado, para su celebración anual de las fiestas de San Juan.
En el concurso que realizó el Centro de Estudios del Románico (CER) para saber cuáles eran los siete edificios de estilo románico más admirados San Juan de Duero quedó en cuarto puesto, tras San Isidoro de León, la catedral de Santiago de Compostela y la catedral Vieja de Salamanca.
Cuenta la leyenda que en tiempos de la invasión árabe un grupo de cristianos fue hecho prisionero y encerrado en una cilla o granero y que estos dibujaron en la pared una imagen del Cristo crucificado. Esa noche todos soñaron lo mismo, que el Cristo se les aparecía y les conminaba a tener paciencia pues al final serían liberados. Cuando al despertar se contaron el sueño pensaron que era una funesta ilusión y que una cosa era predicar y la otra dar trigo. Cuando pasado el tiempo los cristianos fueron liberados el lugar se usó como lo que era un granero pero cual no fue la sorpresa que por muchos sacos de grano que se sacasen la cilla siempre estaba llena. Un día decidieron bajar hasta el fondo del silo y entonces descubrieron una imagen de un Cristo crucificado idéntico al dibujado en la pared y como aumentaría su asombro al oírle decir ¡Cuán olvidado me tenéis, aunque además de predicar os doy trigo! La talla fue entonces trasladada a San Polo pero, a lo mejor y antes de su actual ubicación, ¿quién sabe? también pudo estar en el altar de San Juan de Duero este Cristo del Olvido o Cristo Cillero.
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Por Soria pasan la N-111 que por un lado la comunica con Logroño y por el otro, convertida ya en A-15, la une con Medinaceli y la A-2. También atraviesan Soria las nacionales N-234 y N-122 que la comunican con Burgos y Calatayud, la primera, y con Valladolid, Aranda del Duero y Tarazona la segunda. A la estación de autobuses de Soria, situada en la avenida de Valladolid, 40, llegan autobuses de transporte público regular desde las principales ciudades y capitales. Soria cuenta con una estación de tren, El Cañuelo, cuyo servicio cubre línea Torralba-Soria y que comunica la ciudad de Soria con la línea Madrid-Barcelona.
Salimos de Soria ciudad por la calle de San Agustín, pasaremos junto a la Concatedral y después de cruzar el Puente del Duero, a nuestra izquierda encontraremos el corto paseo que conduce hasta las puertas de Arcos de San Juan de Duero. Si nos movemos en coche tendremos que avanzar unos pocos metros hasta toparnos con la carretera de Almajano donde giraremos a la izquierda, según llegamos desde Soria capital, para empezar a buscar aparcamiento en alguna de las zonas habilitadas para ello y desde allí acercarnos hasta el monasterio.
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