Villoslada de Cameros, La Rioja (1)
A caballo entre dos provincias
El Parque Natural Sierra Cebollera, entre Villoslada de Cameros y Lumbreras, es un espacio protegido, que marca la frontera entre La Rioja y Soria, cargado de tradiciones e historia que se suman a su especial importancia medioambiental. Estas tierras, que durante años fueron campos de pastos para el ganado, acogen ahora uno de los pulmones de La Rioja en el que encontramos diferentes especies de vegetales que han crecido buscando, según sus características, los mejores lugares para ellas. Enebros, brezos y pinos aguantan los rigores de las cumbres y zonas altas de las montañas que forman el parque, mientras que las hayas y los robles encuentran la frescura y humedad que necesitan proliferando próximos a los cursos bajos de los arroyos. Un entorno natural que nos ofrece una perfecta mezcla entre cultura, historia y naturaleza con la que disfrutar de cada rincón.
La subida al Cebollera desde Lomos de Orio con 19 km nos lleva desde la emblemática ermita de Lomos de Orio, donde todos los años cientos de romeros se dan cita para vivir la Caridad Chica y la Caridad Grande, muestra del arraigo en las tradiciones que se conserva en estas tierras. Desde aquí siguiendo en parte uno de los muchos senderos que recorren este parque natural, nos encaminamos hacia una dura ascensión que, a través de uno de los cortafuegos que protegen este lugar, nos llevará hasta las altas cumbres que forman el parque desde donde podremos contemplar una impresionante panorámica de él. Pero antes nos veremos recuperando el aliento perdido en el esfuerzo de la subida a la par que echamos la vista a tras quedándonos sorprendidos del bonito paisaje que estamos dejando a nuestros pies. La primera cima se resistirá a ser conquistada poniéndonos un verdadero caos de bloques de piedras por el que deberemos avanzar buscando el mejor camino posible para superar los entretenidos escollos que Cueva Grande nos pone a nuestro paso. La recompensa que nos espera en su cumbre mitiga el esfuerzo necesario para llegar hasta ella, dejándonos contemplar una visión extensa del parque y del entorno que lo rodea. Una vez superada esta dura ascensión hasta aquí, nos aguarda un más cómodo trazado por una falsa altiplanicie que nos lleva a pasar por otra cima del parque, el Alto de la Gamella para dirigirnos hacia la cima de mayor altura de todas las que en esta ruta pisaremos y que ya se extiende frente a nosotros.
Otro muro de piedras se interpone en nuestros camino separándonos de La Mesa Cebollera, que como su propio nombre indica asemeja a la forma de una mesa con una amplia y casi plana cumbre que se alarga hasta finalizar en las laderas que le hacen las veces de patas. Esta cima aporta una visión diferente y extensa que nos permite, en días claros, observar perfectamente otras cimas míticas del Sistema Ibérico como son el Moncayo, el Urbión o el San Lorenzo. El recorrido nos conduce atravesando de lado a lado La Mesa, poniendo rumbo hacia la siguiente cima que nos hemos fijado como objetivo, ya en territorio de Soria. Pero antes son varias las cumbres que sin darnos cuenta iremos pasando, La Mesa Sur o el Alto de la Chopera pasan desapercibidos entre la silueta hacia la que nos dirigimos. El pico Cebollera nos aporta una panorámica en la que se entremezclan Soria y La Rioja, añadiendo las formaciones que antiguos glaciares dejaron en sus faldas. Una vez disfrutado y recuperados del esfuerzo que sin duda conlleva llegar hasta aquí, nos dirigimos en busca de la parte baja del circo del Cebollera donde se forman las Lagunas que nutren al arroyo de Puente Ra y que con suerte en periodos húmedos podremos ver repletas de agua junto a los farallones que las envuelven. De nuevo en la pista principal de Lomos de Orio ya solo nos queda recorrer la no poca distancia que nos separa de la ermita, pero antes nos encontraremos con el desvío que conduce hacia la Majada de las Desecadas y de allí a las Cascadas de Puente Ra, otro de los tesoros culturales y naturales que este parque esconde en su interior.
Desde la cercana cima del Telégrafo podemos, siguiendo el hombro de la montaña contrario al que llegamos, descender hasta la explanada de las Lagunas sin necesidad de regresar de nuevo al Cebollera y retomar el camino descrito al final del circo. El inconveniente de este descenso radica en localizar la senda que baja hasta el valle, un recorrido que hasta encontrarla nos hará pasar por zonas muy expuestas cuya dificultad y ausencia de marcas requiere tener experiencia en este tipo de terrenos para no meternos en más problemas.
El acceso a Villoslada de Cameros, a 50 Km de Logroño, se realiza siguiendo la LR-333 que la une con la N-111, entre Logroño y Soria, y con la localidad vecina de Montenegro de Cameros. Villoslada dispone de servicio de autobús de línea que, de lunes a sábado, la comunica con Logroño y las localidades próximas. Siguiendo la carretera N-111 de Logroño a Soria, llegaremos tras cruzar Villanueva de Cameros, al desvío de la LR-333 que nos conducirá hacia Villoslada de Cameros. Al llegar a Villoslada continuamos recto por la carretera, a la altura del edificio que aloja el Centro de Interpretación del Parque encontramos una pista asfaltada por donde debemos desviarnos, dejando la carretera LR-333 que une Villoslada con Montenegro y las dos Viniegras, para continuar en dirección al Achichuelo y a la ermita de Lomos de Orios. Esta pista recorre el valle del alto Iregua para tras pasar junto al área recreativa principal del Achichuelo, llegar a las inmediaciones del refugio del Achichuelo donde cruzaremos el río para comenzar el ascenso que nos llevará hasta las inmediaciones de la ermita de Lomos de Orio donde encontraremos el aparcamiento para poder dejar nuestro vehículo.
La gran distancia del recorrido sumado a las fuertes rampas que tendrá que afrontar hacen de esta una ruta exigente en la que además no tendrá zonas de sombra que lo protejan del sol, ampliando la dureza del recorrido los días de calor. Otro factor a sumar en lo físico es el paso por la zona de bloques que sin duda le exigirá un esfuerzo extra y donde lo más seguro tendremos que echar una mano a nuestro compañero para ayudarle a salvar alguno de los pasos, tanto por su seguridad como para que no se deje buena parte de sus energías en ello. Mucho cuidado con la alambrada de espino en el entorno del Cebollera, el alambre está tirado por los suelos y es fácil engancharse con él.
Sin sombra en buen parte del trazado y sin agua salvo en los abrevaderos que pasaremos por la pista de Lomos a nuestro regreso, estamos obligados a calcular con holgura el agua que le vamos a llevar, que junto a la comida que le ayude a recuperar las energías gastadas tienen que formar parte del material que porteemos.
Estamos en un Parque Natural con normativa propia por lo que debemos cumplir el reglamento estipulado. El ganado es un habitual de esta zona por lo que seguramente nos encontraremos con vacas y algún rebaño de cabras con sus pertinentes perros pastores de un tamaño considerable. Otros animales a los que debemos estar atentos son a las abejas y sobre todo a las avispas que abundan en temporada en algunos tramos del recorrido.
El aparcamiento de la ermita de Lomos de Orio (0h 00min) es el punto de partida, o de paso, de un buen número de rutas que surcan el Parque Natural de Sierra Cebollera y también en este caso de la nuestra.
Seguimos la pista de tierra que da continuidad a la carretera que nos trajo hasta aquí. Poco a poco vamos dejando tras nosotros la ermita comenzando un ascenso, por ahora suave, recorriendo un frondoso bosque de pinos, sin hacer caso a cuantos desvíos nos encontramos.
Al poco rato frente a nosotros, en plena curva de la pista, se abre un claro en el bosque desde donde podremos contemplar parte de este magnífico parque natural.
Es en ese mismo punto donde se encuentra el inicio del cortafuegos (0h 15min), que nos lleva a subir la montaña siguiendo su curso, que divide en dos el bosque.
Aquí tenemos la oportunidad de decidir si tomar este desvío o seguir la pista dirigiéndonos directamente hacia el Cebollera, en función de nuestra experiencia y forma física.
El primer repecho ya nos expone bien a las claras el fuerte desnivel que vamos a salvar siguiendo el cortafuegos.
Tras esta primera rampa, ante nosotros se presenta el recorrido que nos espera por delante, un ascenso escalonado que alterna zonas de fuerte desnivel con otras algo más benévolas.
Son pocas las referencias de sendas o caminos que podamos seguir en busca de la mejor manera de ir ganando altura, la vegetación se ha encargado de ocultar casi cualquier atisbo de senda que nos indique el camino, por lo que tendremos que buscar por nosotros mismos el trazado más cómodo para progresar ladera arriba. Los límites del bosque son los encargados de guiarnos en todo momento, no debiendo salirnos de la franja que delimitan.
Poco a poco vamos ganando rápidamente altura, dejando a nuestra espalda un magnífico paisaje del que disfrutar en cada parada que realizamos para recuperar el aliento.
Más o menos a media subida nos encontraremos con un verdadero muro que nos exigirá un mayor esfuerzo si cabe para salvarlo, normalmente el recorrido es algo más fácil de seguir por el lado derecho del cortafuegos donde encontraremos un mejor trazado.
El final del cortafuegos, que no de la ascensión, viene marcada por la línea de pinos que unen ambos lados del bosque, siendo en ella donde hacia su parte derecha encontraremos el paso que sigue el recorrido. Este punto de entrada está marcado por unos hitos de piedras que señalan el punto exacto para introducirnos en el bosque.
Nos espera un trayecto entre los pinos siguiendo una, en ocasiones, difusa senda que serpentea entre los árboles prosiguiendo con el ascenso. Debemos estar atentos a los hitos de piedras que nos sirven de guías llevándonos por el camino correcto, haciéndonos dejar atrás un primer pedregal que se interpone en nuestro camino.
A cada paso la frondosidad del bosque va dejando paso a zonas más abiertas, gracias en parte a los canchales que cubren el terreno y que nos obligan a saltar de piedra en piedra para seguir la senda que continua al otro lado. Seguimos el itinerario de una marcada senda que intenta salvar los diferentes obstáculos que se encuentra en su camino.
De nuevo una pequeña lengua de bloques nos hace mantener el equilibrio de piedra en piedra mientras que buscamos con la mirada la continuación de la senda, marcada por un pequeño hito sobre una enorme roca. Nuestra primera cima se resiste a dejarnos llegar hasta ella, poniéndonos todos los escollos que puede para dificultarnos el ascenso.
Frente a nosotros ya podemos observar el farallón hacia el que nos dirigimos y que a modo de muralla protectora nos separa de la cima.
El recorrido busca bordear por su izquierda esta muralla de bloques, metiéndonos de lleno en el laberinto de piedras por el que avanzaremos en este tramo de la subida.
Aquí la senda deja paso a nuestra intuición para encontrar el camino idóneo entre los bloques siguiendo los hitos que nos marcan el rumbo a seguir y los lugares por los que debemos pasar.
Este divertido tramo sin grandes dificultades, no nos exime de estar atentos para evitar accidentes que sin duda podrían llegar a ser de consideración ya que no dejamos de estar transitando por un terreno abrupto donde pueden caer piedras o podemos pisar donde no debamos y hacer mucho daño.
El itinerario nos hace bordear el farallón a la par que ganamos altura rodeados de bloques y piedras sueltas mientras que seguimos los hitos que nos llevan hacia nuestro objetivo.
La presencia sobre nuestra cabezas de varios pinos nos indican la cercanía del final de esta muralla que se interpone en nuestros camino.
Una vez arriba la maltrecha senda vuelve hacer acto de presencia para guiarnos hacia la verdadera cumbre de la que ya poco nos separa.
Pero antes tendremos que volver a saltar de piedra en piedra para salvar el corto desnivel que nos separa de la cima del Alto de Cueva Grande (2h 00min).
Hollada ya esta cumbre nos toca agudizar los sentidos para volver a encontrar la senda que nos llevará hasta la siguiente cima de la jornada.
Como referencia a seguir, siempre que tengamos buena visibilidad, es la propia silueta de La Mesa hacia la que debemos dirigir nuestros pasos en busca de los pequeños hitos que señalan la senda.
Otra opción que podemos usar para encontrar la senda es seguir, de no muy cerca, los límites del farallón, que siguiendo rumbo SE se alarga hacia La Mesa. La, en ocasiones, dificultad para encontrar la senda e incluso su ausencia en algunos tramos, hace que podamos despistarnos e incluso con niebla o poca visibilidad nos sea relativamente fácil perdernos.
Localizada ya la senda nos aguarda un cómodo tramo casi llano, en el que avanzaremos con relativa rapidez siempre con La Mesa frente a nosotros.
A nuestra izquierda podemos contemplar la silueta de Pico Verde otra mole de bloques a la que, si lo deseamos, podemos dirigirnos desde el entorno de la cima del Alto de la Gamella (2h 15min) a la que llegamos casi sin darnos cuenta tras un nuevo y corto paso entre piedras.
Desde aquí retomamos el falso llaneo que nos acerca a cada paso a la pared que debemos subir para llegar hasta la siguiente cima del día. En la falda de la montaña podemos distinguir el recorrido que sigue la senda para salvar este aparente muro que se sitúa frente a nosotros, dejando de lado otro caos de piedras que delimita uno de sus laterales.
Los más aventureros pueden dirigirse hacia él para ascender entre los bloques y luego reencontrase con el rumbo correcto. Los demás seguimos la marcada senda que nos lleva sin lugar a dudas hacia el tramo de ascenso que nos espera algo más adelante.
Lo que se antojaba una dura ascensión en realidad no era tan exigente como a primera vista parecía, permitiéndonos ganar altura con relativa comodidad.
Al terminar el ascenso, ante nosotros se extiende una inmensa altiplanicie que se alarga hasta donde nos alcanza la vista, aquí tenemos dos opciones, la primera es seguir los escasos hitos que nos llevan casi en línea recta hasta la cima de La Mesa, la segunda nos transporta hacia la izquierda para seguir los límites del farallón para luego encaminarnos hacia la cima, salvado un corto tramo de bloques.
Cualquiera de las dos opciones nos obligan a buscar el mejor trazado a seguir ya que nuestra senda vuelve a abandonarnos a nuestra suerte dejándonos a merced de nuestra capacidad de orientación a la hora de seguir el rumbo correcto. En cualquier caso La Mesa Cebollera (2h 40min) nos brinda unas vistas espectaculares, dejándonos contemplar el entorno que nos rodea.
Desde esta peculiar cumbre nos toca dirigirnos hacia el siguiente objetivo, el Cebollera, para ello nos situamos entre el vértice geodésico que marca la cima y el buzón con forma de mesa y dejando, lógicamente, a nuestra espalda la ladera que se precipita hacia el fondo del valle nos encaminamos casi en línea recta con rumbo SO.
Caminamos sin casi referencias que nos guíen tan solo algún solitario hito que a lo lejos nos hace pensar que vamos en la dirección correcta. La Mesa, haciendo honor a su nombre nos ofrece un amplio terreno prácticamente plano dejando a ambos lados y a bastante distancia los límites de la llanura que estamos recorriendo.
No son muchos ni están tan seguidos como sería de agradecer en caso de niebla los hitos que nos trazan el recorrido, haciéndonos pasar sin darnos cuenta por la cima sur de La Mesa desde donde variaremos un poco la orientación que trajimos hasta aquí para continuar por el medio del ancho cordal cimero por el que vamos.
La siguiente cima a la que podemos ascender es el Alto de la Chopera, aunque en esta ocasión son los hitos y un puntual tramo de difusa senda los que nos evitan de no saberlo apuntarnos esta cumbre.
Nos dirigimos hacia el encuentro con un alargado murete de piedras que delimita la frontera entre La Rioja y Soria, con la mente y la vista puesta en nuestra siguiente cima de la jornada que ya se muestra claramente frente a nosotros.
Nos vamos acercando hacia el muro que algo más adelante deja paso a un cercado de alambre, para, al llegar a su altura, decidir si lo atravesamos o seguimos sus límites que algo más adelante giran orientándose directamente hacia el Cebollera. Las dos opciones vuelven a encontrarse rápidamente habiendo acortado algo de camino los que eligieron cruzar el maltrecho verjado para acortar la curva que éste realiza.
El verjado nos marca el recto rumbo a seguir utilizando para ellos un maltrecho camino que discurre paralelo a él y que parece alargarse hasta la misma cima.
Poco antes de emprender el ascenso final a la montaña, unos hitos marcan el punto exacto donde por nuestra derecha llega la oculta senda por la que ascenderán hasta aquí los que al inicio del cortafuegos decidieron seguir por la pista y no por nuestra ruta, senda que utilizaremos para regresar hasta Lomos de Orio.
Nuevamente juntas las dos vías nos encaminamos hacia la cima, no sin antes vernos obligados a cruzar el caído verjado entrando en la provincia titular de esta cumbre.
El tramo final de ascenso no requiere demasiado esfuerzo para salvarlo dejándonos llegar con bastante rapidez hasta la cima del pico Cebollera (3h 40min).
Una vez disfrutado de las privilegiadas vistas que esta montaña nos brinda, nos disponemos a comenzar el camino de vuelta, para ello debemos desandar en parte lo andado siguiendo la senda que nos trajo hasta aquí.
Con la mirada intentamos descubrir el trazado que seguiremos para descender hasta el fondo del valle que tenemos a nuestra izquierda.
Cuando finaliza esta parte de descenso un poco antes de llegar a los hitos que antes dejamos tras nosotros, una estrecha senda nos evita unos pocos metros de camino acortando en diagonal el recorrido.
En un principio nos veremos nuevamente buscando los hitos que nos aseguren la dirección a seguir, ya que la senda aunque pisada no esta tan definida como para dejarnos ir menos atentos. Poco a poco a medida que descendemos el trazado se va marcando más a la par que va ganando en anchura.
Nos espera un empinado descenso siguiendo un en ocasiones descarnado camino que zigzaguea de lado a lado de la ladera buscando salvar el desnivel más fácilmente.
Los pinos vuelven a hacer acto de presencia, hasta el punto de obstaculizar el camino con sus ramas. El empedrado recorrido pierde altura con rapidez recordándonos el desnivel superado siguiendo el cortafuegos.
En ningún caso debemos abandonar el camino en alguno de los senderos con los que nos cruzaremos. La planicie de las lagunas se extiende a nuestra izquierda formando parte del circo glaciar del Cebollera, con sus farallones y sus lagunas intermitentes cuyos desagües se precipitan hacia el fondo del valle.
El marcado camino que seguíamos da paso a una verde pradera en la que una vez más debemos estar atentos para, entre los hitos y el desdibujado trazado, seguir el rumbo correcto que nos aleja del Cebollera.
Seguimos el serpenteante curso del recorrido que alterna zonas bien definidas con otras no tanto. Nuevamente nos toca salvar una pequeña rampa desde donde ya podemos ver la todavía lejana pista que en breve seguiremos.
De nuevo otro verde prado oculta practicante el trazado que debemos seguir haciéndonos dudar por un instante debido a la ausencia de hitos que parecen haber sido sustituidos por cintas colgadas de las ramas de los pinos.
En cualquier caso el tenue camino nos dirige en el rumbo adecuado para, entre los pinos recobrar su marcada forma y conducirnos en fuerte descenso al encuentro de la pista de Lomos de Orio.
Nuestro camino nos conduce directos hasta el enlace con la pista de Lomos de Orio (4h 20min), por la que recorreremos los kilómetros que todavía nos separan del final de la ruta.
Nos espera un cansino recorrido siguiendo esta pista en perfecto estado que serpentea a media ladera de la montaña, salvando los barrancos y las lomas que descienden hacia el valle.
Este tramo no deja lugar a pérdidas al hacernos seguir constantemente el curso de la pista que se cruza con la senda que desciende hacia la Majada y Puente Ra.
El desvío por el cortafuegos que seguimos al inicio de la ruta nos advierte de la cercanía del final del que ya poco nos separa. Nuevamente desandamos lo andado al inicio del día sin desviarnos en los pocos cruces que salen a nuestro paso.
El aparcamiento de la ermita de Lomos de Orio (5h 50min) nos espera para dar por concluida esta bonita ruta.
Regresar por el mismo itinerario desde el Cebollera apenas resta distancia a la ruta.
Como realicemos el ascenso hasta Cueva Grande marcará el tiempo que necesitaremos para realizar el recorrido, ya no por lo rápido que lo subamos sino por las energías que empleemos en ello y que nos puedan pasar factura el resto del recorrido. Si nos animamos a visitar la cima de Pico Verde tendremos que sumar unos 20min más y si lo hacemos con la del Telégrafo nos llevará sobre 35min aproximadamente.
En ambos periodos el entorno de la ruta nos ofrecerá un verdadero espectáculo de colores garantizándonos días más o menos estables y no muy calurosos que nos permitan disfrutar al máximo de la perspectiva que se tiene desde las cumbres del parque natural del Cebollera. El invierno o periodos con nieve, requieren de una condición física y técnica diferente sumada al material necesario que nos permitan afrontar una travesía que suele acumular mucha nieve y hielo. En verano el calor y la ausencia de sombra son los principales enemigos con los que nos encontraremos.
Por las características del recorrido no puede faltarnos en la mochila el mapa de la zona y la brújula, junto al GPS con los tracks, tampoco se nos puede olvidar el agua suficiente para afrontar un trazado tan largo además de algo de comida para reponer las energías gastadas. Unos prismáticos nos permitirán contemplar con más detenimiento las otras cimas míticas del Sistema Ibérico que rodean la ruta. Bota de trekking o zapatilla técnica nos ayudará a progresar con seguridad por los bloques de piedras, pero sin olvidarnos que son 19 los kilómetros que tenemos que andar. Crema de protección solar, gafas de sol y gorro o sombrero no pueden quedarse en casa en una ruta sin apenas sombra, a todo esto tenemos que añadir lo habitual de la mochila, ropa acorde a la época del año, sin olvidarnos que esta sierra hace de barrera entre la meseta y el norte de la península por lo que el tiempo puede ser algo diferente en un lado que en el otro, también el botiquín y el móvil con la batería a tope deben formar parte del grupo. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer senderismo. Leer Más.
Física
La distancia marca la exigencia y la dificultad física de esta ruta, si bien es cierto que el ascenso por el cortafuegos o por el camino para los que se decidan por ir directamente por la pista hasta el Cebollera, nos condicionara el resto del itinerario dado el fuerte desnivel que en tan corta distancia salvamos. Estas duras rampas requieren de una buena preparación física, aunque tomadas con la debida calma nos harán mella pero sin que debiéramos desfondarnos en el intento, la distancia y el calor que podemos llegar a encontrar en determinadas épocas pueden jugarnos una mala pasada si nos empeñamos en subir con demasiada alegría estos tramos.
Severidad del medio
Prácticamente todo el recorrido transita por lugares que no debieran causarnos demasiadas complicaciones, más allá de las de caminar por monte bajo, ahora bien el recorrido que sigue el cortafuegos nos exigirá para llegar a la primera cima de la jornada avanzar entre bloques de piedra ayudándonos en contadas ocasiones de nuestras manos para pasar entre ellos. Si bien este tramo de bloques no representa mayor dificultad para una persona acostumbrada a las rutas de montaña por terrenos algo abruptos, siendo incluso una parte del recorrido divertida y entretenida, para alguien que no ha desarrollado por este tipo de terrenos puede hacérselo pasar mal, ya no solo por su dificultad sino por la necesidad de reconocer el camino correcto a seguir para no meternos en mayores complicaciones. Aquí debemos estar atentos para evitar caídas o meter la pierna donde no debamos, además si alguien avanza delante de nosotros es posible que nos tire alguna piedra. Por lo demás otro factor a tener en cuenta son los huecos que están ocultos entre los arbustos que cubre parte del recorrido para no meter el pie en ellos y hacernos daño. El camino de descenso está, en zonas, bastante descompuesto incomodándonos el avance.
Orientación
Toda la ruta está señalizada por hitos de piedras que son la única referencia a seguir en muchos tramos del camino en los que la senda desaparece por completo dejándonos sin su apreciada referencia. Por ello este es un recorrido que con niebla o mala visibilidad no es muy aconsejable ya que en muchos casos no veremos los hitos que marcan el camino y tendremos que tirar de mapa y brújula para poder seguir adelante con garantías. En todo caso y aun con buen tiempo, el GPS con los tracks es lo mínimo que debemos llevar para evitar problemas, sobre todo si no conocemos la zona. La opción más sencilla de seguir para aquellos que no tengan demasiada experiencia es la que continua por la pista hasta el desvío hacia la explanada de las lagunas ya que salvo cortos tramos se desarrolla por caminos y sendas bien marcados que nos llevan casi hasta la misma cumbre del Cebollera.
1-Ermita de Lomos de Orio | 0:00h | 1420m | 0Km | 30T 526669 4655083 |
2-Inicio del cortafuegos | 0:15h | 1495m | 1Km | 30T 526450 4654459 |
3-Alto de Cueva Grande | 2:00h | 2081m | 3,8Km | 30T 528269 4653255 |
4-Alto de la Gamella | 2:15h | 2102m | 4,8Km | 30T 528840 4652492 |
5-La Mesa Cebollera | 2:40h | 2163m | 5,9Km | 30T 529327 4651627 |
6-Cebollera | 3:40h | 2141m | 9,1Km | 30T 527036 4649599 |
7-Enlace con la pista de Lomos | 4:20h | 1660m | 12,5Km | 30T 526177 4651685 |
8-Ermita de Lomos de Orio | 5:50h | 1420m | 19Km | 30T 526669 4655083 |
Coordenadas UTM Datum WGS84
Desnivel: 1762m
Desnivel +: 881m
Desnivel -: 881m
Altitud máxima: 2163m
Altitud mínima: 1420m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrante 279-4, 279-3, 317-2 y 317-1 1:25.000"
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso los tracks son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
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No hace tanto tiempo lo que ahora está poblado por espesos bosques era en realidad un extenso campo de pastos donde miles de cabezas de ganado del sur de la península pasaban el verano en busca de un clima más benévolo que el verano manchego y extremeño.
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El centro de interpretación de la Trashumancia que podrás encontrar en la Venta Piqueras, junto a la otra ermita significativa del parque, la de la Virgen de La Luz. En el centro de interpretación podemos sumergirnos en la vida e historia que ha marcado estas tierras durante años.
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Esta ruta ha sido realizada sobre el terreno por SENDITUR el 30-08-2018. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
Todos los tiempos son aproximados y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Toda la información relacionada con la ruta, textos, imágenes, vídeos, mapas, esquemas, tracks, poblaciones, y lugares de interés turístico están publicadas a título orientativo, pudiendo no coincidir con el estado actual de cada lugar. Antes de realizar cualquier actividad, valora tus conocimientos técnicos, tú forma física, infórmate sobre la meteorología y las variaciones que hubiera podido sufrir la ruta, equípate correctamente, sé prudente y responsable en todo momento, no sobrepasando tus capacidades. Igualmente, te animamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. SENDITUR no se responsabiliza de cualquier mal uso o uso inadecuado de las guías comprensivas de sus rutas y/o publicaciones así como del de sus guías electrónicas, ni de las variaciones por los motivos antes referidos que pudiera haber de sus descripciones y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad.
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