Ucero, Soria (1)
Rocas pulidas por elementos naturales que guardan memoria de millones de años
Está situado bajo la Galiana, separando la alta meseta del Duero de las estribaciones de la Cordillera Ibérica, es un singular espacio cuya superficie se extiende por la provincia de Burgos y la de Soria, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León. El espectacular y profundo cañón calizo que las aguas del río Lobos, tras una larga historia geológica, se han encargado de excavar, es la puerta natural de entrada al Parque Natural del Cañón del Río Lobos. El propio cañón es todo un espectáculo, altos farallones con vistosas oquedades teñidas del color rojizo del óxido y de los minerales que contiene la roca y el agua al deslizarse por ella, protegen en su discurrir al río Lobos, verdadero y único artesano del desfiladero, que aunque en determinadas épocas del año baja seco en muchos tramos, ha formado también un oculto paisaje subterráneo de cuevas, simas, sumideros y surgencias no siempre accesibles pero de una increíble belleza.
Este espacio natural fue declarado Parque Natural en el año 1.985 en atención a sus singulares características naturales, dos años más tarde, en 1.987, se le declaró Zona de Especial Protección para la Aves (ZEPA), dado que sus farallones son el hábitat del buitre leonado que los comparte con el águila real, la pescadora y también la culebrera, con el halcón peregrino, el azor, milano...el búho real, la lechuza, mochuelo, entre otros. Todo el parque, su flora, su fauna, cuevas y el rio Lobos con sus aguas, que aparecen y desaparecen, tapizadas de bellos nenúfares flotantes, se puede recorrer y disfrutar por las innumerables rutas de senderismo que lo surcan. La Senda del Río que como su nombre indica sigue el cauce del río Lobos de extremo a extremo del parque, más o menos 25 kilómetros.
La Senda del Castillo y la Senda de las Gullurías, dos rutas circulares que permiten tener otra perspectiva del entorno, la de Gullurías, concretamente, de la zona más conocida del Parque Natural pero vista desde lo alto, son solo algunos de los recorridos que este bello paraje ofrece, aunque lo más típico es recorrer el tranquilo y agradable paseo accesible para todos los públicos que, desde los aparcamientos que hay dentro del propio cañón en su entrada de acceso por Ucero, lleva a la ermita de San Bartolomé, cisterciense del siglo XIII, declarada Bien de Interés Cultural, una bonita ruta apta para hacer senderismo con niños en el Cañón del Río Lobos.
La ermita está situada en un paraje mágico, en un meandro del río Lobos y rodeada de una majestuosa belleza natural, donde ya en la Edad de Bronce hubo asentamientos poblacionales como así lo atestiguan las pinturas rupestres y grabados encontrados en el interior de las cuevas Mayor y Menor, también conocidas como Cuevas de San Bartolomé, que se hallan en el mismo paraje al lado de la ermita. La cueva Mayor o Grande es inmensa y permite el adentrarse en ella sin demasiados problemas, además desde su boca de entrada se puede admirar una bella imagen de la ermita, para llegar a la Menor, que está en lo más profundo, se necesita linterna. Desde la ermita sale un caminito que acerca a una ventana natural, conocida como la ventana del Diablo y desde la que se puede disfrutar de una bella panorámica de esta zona del cañón que se encuentra en uno de los Centros Mágicos de la Península Ibérica.
La ermita de San Bartolomé puede ser el último reducto del monasterio de San Juan de Otero, quizá donde los templarios tendrían su centro y escuela de iniciación esotérica y alquimista, construida en estilo románico llama la atención su bella portada y los adornos de canecillos y rosetones de sus fachadas. Dentro de la gran cantidad de marcas de canteros que tiene hay una que despierta más curiosidad, es el báculo del mago, que aparece también en las piedras de la iglesia de Santa María de Eunate. La ermita se puede visitar, en un horario limitado. En el centro de visitantes de la Casa del Parque en Ucero se puede ampliar toda información relativa a este místico y mágico lugar donde, ¿quién sabe?, el visitante puede llenarse de las energías que este lugar telúricamente muy potente, posee.
El día 24 de agosto se celebra una tradicional romería a la ermita de San Bartolomé, en honor a este santo y a la Virgen de la Salud, a la que acuden los vecinos de los pueblos cercanos recorriendo la distancia a pie cual peregrino y después de los oficios religiosos pertinentes pasan un agradable día campestre.
El Cañón del Río Lobos ha sido utilizado por los peregrinos como una de las variantes del Camino de Santiago. Se dice que desde la ermita de San Bartolomé, en la noche de San Juan, se puede ver la constelación de Sagitario, flecha que señala al Norte el Camino de Santiago. También se habla de que la ermita se encuentra equidistante de Finisterre y del cabo de Creus, del Oeste y del Este de la península, situándose en el centro como si formara una Tau que sobre un mapa señala lugares mágicos y sagrados como Ponferrada, Eunate, Toledo o Caravaca.
Cuenta la leyenda que en la ermita guardaron los templarios el Arca de la Alianza y que en ciertas ocasiones un espectro de un caballero templario, con barba y desprendiendo un gran resplandor, pasea por el lugar e incluso se acerca a la gente para hablar con ellos.
Al cañón se puede acceder principalmente por tres puntos diferentes, por Hontoria del Pinar, Burgos; por el llamado Puente de los Siete Ojos, entre San Leonardo de Yagüe y Santa María de las Hoyas; y el más frecuente el de Ucero donde está el Centro de Interpretación del espacio natural.
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Para poder acceder a cualquiera de los diferentes puntos que nos permiten adentrarnos en el Cañón del Río Lobos lo podremos hacer siguiendo la N-234 que une Soria con Burgos. Es en esta nacional donde encontraremos Hontoria del Pinar y San Leonardo de Yagüe, siendo este último desde donde parten las carreteras que conducen hasta el conocido Puente de los Siete Ojos y hacia Ucero. También desde el sur podremos acercarnos hasta Ucero o al Puente de los Siete Ojos desde El Burgo de Osma, en plena N-122, que comunica Soria y Valladolid. Otra opción es seguir la carretera que une Aranda del Duero, en la A-1, y San Leonardo de Yagüe, atravesando el Parque Natural por el famoso puente.
La zona que por lo general recibe a más visitantes es la de Ucero, donde también encontramos la Casa del Parque. Allí dispondremos de tres zonas de aparcamientos dentro del propio Cañón, Fuente Engómez, gratuita, Cueva Fría y Valdecea de pago. En cualquier caso tendremos que acceder a pie desde el aparcamiento que elijamos, para ello disponemos de la amplia pista que une estas zonas de estacionamiento y del sendero que recorre el cañón siguiendo el curso del río Lobos, esta última condicionada por el caudal que lleve el río. Además con la cuota del aparcamiento llevamos incluida la visita a la Casa del Parque.
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