Colonia Clunia Sulpicia
Se encuentra en lo alto del cerro llamado Alto de Castro, en Peñalba de Castro, provincia de Burgos, y que las aguas del río Arandilla, en su búsqueda de unión con el río Duero, discurren a los pies de este cerro. Se sabe que antes de que llegaran los romanos a la Península Ibérica, esta zona estaba habitada por arévacos, como así lo corroboran los restos encontrados en el Alto del Cuerno, muy cercanos al emplazamiento de la Clunia romana. Este asentamiento celtibérico se llamaba Cluniaco o Kolounioukou, que posteriormente derivará en Clunia. En el Alto de Castro solo se han encontrado los restos de la que fue una de las principales ciudades romanas en el norte de España que fue fundada a principios del siglo I después de Cristo, siendo emperador de Roma Tiberio el cual le concedió la categoría de municipio romano y el poder de acuñar monedas. A mediados de ese siglo se convierte en capital de convento jurídico y como tal pasa a ser el centro jurídico y religioso de un amplio territorio. La importancia y esplendor de Clunia fue creciendo entre los siglos I y II después de Cristo. A ella llegaban algunas de las principales vías y calzadas romanas.
Ptolomeo, en el siglo II de nuestra era, cita a Clunia como colonia por primera vez con su nombre completo Colonia Clunia Sulpicia; nombre que se le dio cuando al conocerse la muerte de Nerón, en el año 68 después de Cristo, el general Sulpicio Galba se proclamó emperador, aunque finalmente fuera Vespasiano quien tomara el mando del imperio. No obstante en los días de Servio Sulpicio Galba, Clunia fue la capital del Imperio. Esta prosperidad fue mantenida hasta que a finales del siglo III inició una leve decadencia que paulatinamente fue en aumento para terminar casi en el anonimato bajo el dominio de los visigodos en los siglos V y VI. A pesar de todo ello Clunia siguió persistiendo. Fue cristianizada muy pronto, muestra de ello es la necrópolis que hay alrededor de la Ermita de Castro. Los musulmanes tomaron la ciudad y sus alrededores sobre el año 713, luego el lugar fue reconquistado y repoblado por cristianos en el año 912. Más tarde el Alto de Castro pasó a ser propiedad de la Iglesia hasta que con las desamortizaciones, el lugar quedó en manos de particulares hasta que se construyó la población de Peñalba de Castro y se hizo cargo del enclave de Clunia y de los pocos restos, aún no enterrados, que quedaban de la abandonada ciudad romana.
Las labores arqueológicas llevadas a cabo en Clunia han dejado al descubierto restos que nos enseñan cómo fue su estructura urbanística, la importancia y evolución a lo largo de los siglos de su historia además de mostrar la forma de vida de sus habitantes, costumbres, economía, cultura... Paso a paso el visitante va a descubrir el foro, plaza pública, todo él porticado, era el centro neurálgico, en él se desarrollaban juicios, se cerraban transacciones comerciales, y en el templo de Júpiter que presidia la cabecera del lugar, la religiosidad tenía su sitio. Las termas, lugar social y de recreo en las que además de cuidar la higiene y el culto al cuerpo era el lugar de reunión donde conversar.
En Clunia había tres complejos termales, los de los Arcos I y II, que aunque independientes están construidos en la misma zona con el fin de aprovechar mejor el agua del subsuelo, y las pequeñas Termas del Foro. La ermita de la Virgen de Castro se ubica en el emplazamiento que en su día tuvo el monumental edificio Flavio. Casas, calles en las que, con imaginación, todavía se cree poder escuchar el bullicio de la ciudad. Y como no, en una ciudad de la importancia de Clunia, se construyó en el siglo I el teatro, semiexcavado en la ladera del cerro y con capacidad para más o menos 10.000 personas, en un principio con el fin de ser el lugar de interpretación de obras teatrales del periodo clásico y después de las remodelaciones del siglo II se convierte en un lugar donde los espectáculos de fieras y luchas estaban garantizados, o sea un anfiteatro o circo.
En la ermita de la Virgen de Castro, ubicada dentro del Yacimiento Arqueológico de Clunia se realizan, en diferentes fechas del año, romerías y celebraciones. La festividad de la Virgen de Castro es el día 8 de septiembre pero en la actualidad se festeja el último fin de semana de agosto.
Como manda la tradición el tercer domingo de abril llegan en romería a la ermita de la Virgen de Castro los vecinos de los pueblos de la zona que partiendo de Caleruega y llevando a hombros la imagen de Santo Domingo de Guzmán, recorren el camino de Caleruega a Peñalba de Castro pasando por Arauzo de Torre. Una vez dentro de lo que es el recinto del Yacimiento Arqueológico de Clunia son las mujeres de Peñalba de Castro las que reciben al “Santito” y lo llevan hasta la ermita de la Virgen de Castro. Después de la misa suena la música; charangas, bailes y un buen ágape completan este festivo día.
Desde el año 1.999 viene celebrándose en el teatro romano de Clunia un Festival Juvenil de Teatro Grecolatino de Clunia. Este festival, además de dar a conocer el rico patrimonio histórico y arquitectónico que atesora la ciudad romana de Clunia, se esfuerza en fomentar la cultura y literatura que los clásicos nos han legado.
La Clunia romana se encuentra situada encima de un gran acuífero conocido como la Cueva de San Román, conjunto cárstico formado por galerías y lagunas subterráneas que los romanos supieron aprovechar construyendo, dentro de las galerías, varios aljibes con sus correspondientes canalizaciones de toma de agua. Pero la Cueva de San Román atesora en su interior un lugar mágico, un lugar sagrado, una pequeña cavidad, que es conocida como el Santuario Priápico, y donde se han hallado un conjunto de figuras itifálicas y máscaras, hechas del barro tierno de las mismas galerías, algunas de ellas con inscripciones realizadas con los dedos o algún objeto punzante.
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A Peñalba de Castro se llega por la carretera BU-925 que la une con Coruña del Conde y Aranda de Duero por un lado y por el otro lo hace con Huerta de Rey y Salas de los Infantes. Hasta la localidad también podemos llegar procedentes de Arauzo de Torre. Peñalba de Castro cuenta con parada del servicio de autobús que de lunes a viernes cubre el trayecto Aranda de Duero-Salas Infantes.
Tan solo tendremos que seguir los indicadores que nos conducen hasta la puerta de entrada al yacimiento donde se sitúan las taquillas y el punto de información. Dispondremos de un primer aparcamiento junto a las taquillas, y un segundo aparcamiento ya en el interior del recinto, junto al yacimiento principal.
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