Se ubica a orillas del río Arlanza, en la sierra de Las Mamblas, en el municipio de Hortigüela, en un enclave misterioso y romántico protegido por la espesura del bosque de sabinas que lo envuelve. En el Monasterio de San Pedro de Arlanza se han encontrado restos romanos y visigóticos en la zona donde se levanta el monasterio que se construyó, según datos escritos, en el año 912 por mandato de Gonzalo Fernández, padre de Fernán González. Durante siglos tuvo una gran importancia cultural, económica y religiosa, no exenta de litigios y disputas, con las consiguientes transformaciones y reformas del monasterio para acomodarlo a las necesidades de cada época. Fue morada de monjes benedictinos hasta que lo abandonaron en el año 1.841 como consecuencia de la desamortización de Mendizábal. El recinto sufrió entonces graves expolios, que unido al gran incendio que se produjo en él en el año 1.890 lo abocaron a una drástica ruina.
En la actualidad se trabaja por un mantenimiento de los muros y las zonas que el tiempo ha dejado en pie a la vez que se estudia su recuperación para poderle dar algún uso histórico-cultural. Se pasa por un arco para acceder al patio de entrada al monasterio, en él, un portón con remates neoclásicos del año 1.643 invita a adentrase en el edificio. El claustro menor o claustro de los legos, de estilo herreriano y en el que transcurría la vida de los monjes dedicados a los diferentes trabajos que el monasterio requería, aparece ante los ojos del visitante, luego el claustro mayor, también de estilo herreriano de principios del siglo XVII y que se levantó sobre otro románico ya existente. En esta parte del monasterio eran los monjes intelectuales los que vivían. En torno a este claustro se abría el refectorio, la sala capitular, así como otras dependencias y se accedía a la iglesia cuyos restos son los más antiguos de todo el conjunto monacal pues datan de 1.080, con planta basilical conserva la cabecera de tres ábsides y las gigantescas bases de las columnas que sostuvieron sus bóvedas, en el suelo todavía se pueden ver lápidas de enterramientos.
El torreón es de planta cuadrada y se accede a lo alto de su estancia por una escalera de caracol adosada a él por un gran cubo, su construcción es de principios del siglo XIII y tiene toda la apariencia de haber tenido carácter defensivo, por fuera está adornado en sus esquinas por los escudos de la casa. Una vez recorrido el monasterio y para que no quede ninguna laguna en la experiencia vivida, nada mejor que acercarse a las ruinas de la ermita de San Pelayo que parecen esperar su momento de gloria allí en lo alto.
La historia del Monasterio de San Pedro de Arlanza está llena de tradiciones y leyendas, una de ellas dice que el gran pinsapo, impresionante árbol que ronda los doscientos años de existencia y que se encuentra en el claustro menor fue traído de la sierra de Cádiz, o como la que cuenta que cerca del monasterio hay una cueva, la cueva del gato que se supone comunica con el monasterio.
El río Arlanza pasa por debajo del monasterio y cuando en invierno los monjes se quedaban aislados por las inclemencias del tiempo, pescaban desde sus celdas y así se procuraban el alimento. El precioso bosque de sabinas que envuelve el paso del río Arlanza por la zona, tiene ejemplares de esta pequeña conífera que superan los dos mil años de antigüedad.
Cuenta la leyenda que un día el conde Fernán González estaba cazando por estos valles cuando observo un enorme jabalí y persiguiéndolo para darle caza llegó hasta una cueva donde moraba el santo ermitaño Pelayo, al verle, éste le profetizo que iba a tener grandes victorias que llevarían a Castilla a su grandeza e independencia. El Conde cuando vio cumplidos estos buenos presagios mando construir en el lugar donde se encontraba la cueva una ermita, la de San Pelayo, sus ruinas, sobre un promontorio encima del Monasterio de San Pedro de Arlanza, todavía parecen vigilar el angosto valle. Tiempos más tarde los restos mortales del Conde Fernán González descansaron en la iglesia del monasterio y se dice que cada vez que había una batalla contra los infieles éste se removía en su sepultura.
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Hortigüela se encuentra en plena N-234 que une Burgos y Soria, a escasos 45 Km de Burgos. También podemos acceder desde la A-1 llegando hasta la localidad de Covarrubias y desde allí a través de la BU-905 dirigirnos hacia Hortigüela.
Monasterio de San Pedro de Arlanza está sitúa al pie de la carretera BU-905, que une Hortigüela con Covarrubias. En los alrededores dispondremos de una zona para poder dejar nuestro vehículo.
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