O Burgo (Lugo) (0)

¿Sabías que... O Burgo

Y Carrigueiros, que forman parte de la parroquia de San Vicente do Burgo, San Lázaro, arrabal de la ciudad de Lugo situado en las riberas del Miño, y Seoane de la parroquia de San Xoán Alto, pertenecen al concejo de Lugo ubicándose al oeste del mismo. Situadas en pleno Camino Primitivo son aldeas con una antiquísima historia ligada a la del concejo al que pertenecen. San Lázaro es un histórico arrabal de Lugo que guarda en su memoria que otrora tuvo un hospital de leprosos bajo la protección de su patrón quien da nombre al lugar. En la fachada de la casa habilitada para el párroco, lo que fue una de las antiguas dependencias de la leprosería, figura esta inscripción ESTE HOSPITAL SE HYZO REINANDO CARLOS III... AÑO DE 1779. Mº FVLGº DVRAN. La capilla de este hospital, según documentos, fue asumiendo funciones parroquiales en el siglo XVII pero tuvo que esperar hasta el XIX para ser parroquia de pleno derecho.

Un poco más de historia

En Seoane se sabe que su iglesia fue construida sobre otro templo existente ya en el año 747, cuando el obispo Odoario restauró la ciudad, y su campo adyacente, tras reconquistarla Alfonso I a los musulmanes. El templo fue donado en el 897 por Alfonso III El Magno a la Iglesia de Lugo. Años más tarde, en el mismo lugar, se fundó un monasterio de monjes y monjas que era gobernado conjuntamente por un abad y una abadesa y en el paraban los peregrinos. En Carrigueiros, en el lugar donde hoy está el pazo Casa Grande de Carrigueiro, hubo una torre defensiva guardando el paso por esta antigua calzada XIX de la ruta de Antonino sobre la cual Lugo se forjó el Camino Primitivo. De este pazo, cuya construcción más antigua parece ser del siglo XV, hay documentos que atestiguan que fue cárcel en el Partido de Mera. O Burgo ya aparece citado en la Edad Media con relación a un santuario, sobre el que se levantó después la iglesia de San Vicente do Burgo, y que se le nombra como Sancto Vicentio de Muros, iglesia matriz de Poutomillos y de San Xoán do Alto, se sabe también que O Burgo tuvo además un hospital de peregrinos.

Para descubrir ¿Que ver en O Burgo, San Lázaro, Seoane y Carrigueiros?

Al entrar por el Camino en el arrabal de San Lázaro se puede ver en la fachada de una casa una antigua imagen, esculpida en piedra, del santo patrón de los leprosos con su perro. Llama también la atención la iglesia de San Lázaro da Ponte, del siglo XVIII. En Seoane un cruceiro da la bienvenida al peregrino que, entre el caserío, descubre unos bonitos jardines y un hórreo y luego puede parar a descansar en el curioso pórtico separado de la iglesia parroquial de San Xoán Alto. Desde aquí, en el campo de la fiesta, a la sombra de un carballo centenario, se puede disfrutar de unas bellas vistas del valle del Mera. En Carrigueiros un muro externo con una portada con blasón heráldico guarda un histórico lugar en el que hoy se levanta el pazo Casa Grande de Carrigueiro. La aldea de O Burgo nos enseña su bonita iglesia parroquial de San Vicente do Burgo construida en el siglo XVIII en estilo barroco, en su torre campanario se alojan tres campanas cuyo repique es muy particular no dejando indiferente a quien lo escucha.

Fiestas

En San Lázaro se celebran fiestas la primera quincena de marzo. La parroquia de San Xoán Alto celebra sus fiestas patronales en la primera quincena de septiembre y uno de los actos se ha convertido ya en tradición, es el concurso de lanzamiento de boina. Y en San Vicente do Burgo es a finales de agosto cuando se honra a la Virgen del Carmen.

Tradiciones

Los nobles y las órdenes religiosas, tanto reyes como prelados, competían por amparar un mayor número de los hospitales y malaterías que poblaban el Camino así como de donarles propiedades y rentas, pues consideraban que eso era uno de los mayores actos de caridad cristiana. Como curiosa tradición la fiesta de San Lázaro va unida a la degustación de sabrosas rosquillas, las rosquillas de San Lázaro.

Curiosidades

En este bonito valle del Mera, en el que un número importante de arroyos surcan sus tierras, se pueden ver muchos y curiosos molinos, que en los regatos y escondidos entre la exuberante vegetación, resisten a la inactividad y el paso del tiempo.

Leyenda

Cuenta la leyenda que el mismo Apóstol tránsito por estos lugares cuando vino a Lugo, antigua capital de Gallaecia, para confirmar como obispo a uno de sus primeros seguidores, San Capitón.