Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

¿Sabías qué… El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Patrimonio mundial por la Unesco desde 1997, se enclava en el Pirineo aragonés, al norte de la provincia de Huesca, dentro de la comarca de Sobrarbe. En él se encuentran los términos municipales de Bielsa, Broto, Fanlo, Puértolas, Tella-Sín y Torla-Ordesa. En agosto de 1918 fue declarado Parque Nacional bajo el nombre de «Valle de Ordesa».​ En julio de 1982 se amplió y se reclasificó bajo el actual nombre Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Los agentes erosivos como el agua y el hielo, aunque no hay que desestimar la acción del viento, han sido los encargados de moldear y cincelar el paisaje que en la actualidad podemos ver en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Estos bravos arquitectos del relieve del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido le han dado una compleja orografía, característica principal de su paisaje. Profundos valles y cañones, como el de Escuaín o de Añisclo, protegidos por una impresionante sucesión de crestas y agujas. Un complejo sistema de grutas, cavernas, simas y ríos subterráneos vigiladas por cimas como la de los Tres Sorores o Treserols, Monte Perdido, Cilindro y Pico de Añisclo "Soum de Ramond", son solo un pequeño ejemplo de las joyas que atesora este Parque Nacional.

Un poco más de historia

Un clima extremo, grandes desniveles y un prolongado aislamiento hasta hace relativamente poco tiempo, han sido determinantes en la evolución histórica del lugar y sus gentes. Hay vestigios de presencia humana en la zona del parque desde el Paleolítico Superior. Las gentes de los Pirineos sólo se sometían a sus propias normas, aquellas que permitían a cada uno subsistir. Lo primordial eran las rivalidades y los acuerdos de las gentes de un valle con otro, daba igual español o francés, era necesario que se entendiesen los pastores de Torla y de Gavarnie, las gentes de Barèges y de Broto, por lo que las guerras entre estos dos países eran motivos secundarios de preocupación y de trastorno en su devenir diario. Las gentes de estas montañas crearon mancomunidades, reglamentos, pactos y tratados para poder aprovechar lo que la naturaleza les brindaba guardando a la vez un equilibrio con el medio natural. Estos pactos constituyeron durante siglos la base y fundamento de la vida en estas montañas.

¿Qué ver en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido?

Antes de descubrir los encantos naturales que el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido ofrece que mejor que visitar sus pueblos que aparecen desafiando a las fuerzas de la naturaleza donde están inmersos a la vez que se mimetizan con ella. Pueblos como Bielsa, Fanlo, Puertólas, Tella-Sin, Torla y Broto, entre otros, cuyas casas hacen gala de una arquitectura típica del Alto Aragón, con tejado de losas de arenisca, paredes de piedra, chimeneas troncocónicas o simplemente chamineras en aragonés, coronadas por la piedra del “espantabrujas”. La sala en la que se ubican estas chimeneas sirve como cocina y como salón. El hogar se encuentra en el centro, sobre una ancha piedra plana o una placa, y alrededor del hogar un banco, la cadiera, donde entablar largas charlas en los días de invierno. En un Parque Nacional como es el de Ordesa y Monte Perdido, paraíso natural, verdadero jardín botánico de montaña, donde el paisaje nos muestra grandes contrastes, desde la aridez extrema de los suelos kársticos de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, a bellos y angostos valles donde fluye ese agua creando impresionantes cascadas y barrancos de exuberante vegetación. En donde en pocos metros de desnivel se pasa del verdor de su proliferante flora, desde grandes pinares y hayedos hasta prados alpinos, al blanco de la nieve de las cumbres. Y donde viven y conviven rebecos, ciervos, anfibios como el tritón pirenaico, además de numerosas aves y como buenos vigías el quebrantahuesos, de una gran envergadura, o el águila real, surcando el cielo. En un Parque Nacional así, no hay un rincón que no merezca la pena concer, pertrechados con cámara fotográfica y prismáticos en una tranquila visita.

¿Qué hacer en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido?

Atravesado por la ruta transpirenaica GR-11, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido podemos disfrutar recorriendo alguna de sus rutas de senderismo que en cualquiera de sus cuatro sectores nos llevarán a espectaculares lugares como la Garganta de Escuaín y sus magníficos miradores de Revilla, las cascadas del río Cinca que descienden por el valle de Pineta, el Cañón de Añisclo y su famoso mirador, sin olvidarnos del valle de Bujaruelo y su fotografiado puente. Pero sin lugar a dudas uno de los lugares que más visitantes recibe es el valle de Ordesa y su transitada ruta que va desde la Pradera de Ordesa a la cascada de la Cola de Caballo, pasando por la Cascada del Estrecho y las Gradas de Soaso. También podemos recorrerlo por su parte alta, siguiendo la famosa Senda de los Cazadores y disfrutar de los miradores de Ordesa. Para los más atrevidos montañeros hollar cumbres tan emblemáticas como la del Monte Perdido, Las Tres Sorores, Las Tres Marías, Castillo Mayor, Punta de las Olas, Ramond, Cilindro, Astazú, Pico de Pineta, Marboré, Torre, Casco, Taillón... serán sus soñadas actividades. Después de visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido siempre nos quedarán las ganas de hacer y ver más cosas y lugares, siempre quedará la sensación de haber dejado algo para la próxima visita.

Tradiciones

Las gentes que habitan el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido han sabido conservar, además de una arquitectura popular que ha dado a sus pueblos un tipismo montañés característico, muchas tradiciones de gran raigambre. Costumbres, festejos y romerías que se mantienen hoy en día y que les imprimen un tradicional carácter. Singulares romerías como la de San Úrbez, ferias de ganado, festivales culturales, o llamativos carnavales, con el de Bielsa reviven y alegran la vida en estos lares a la vez que atrae a turistas y visitantes.

Curiosidades

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es el mayor macizo montañoso calcáreo de Europa Occidental. Desde el macizo de Monte Perdido nacen los valles de Añisclo, Escuaín, Ordesa y Pineta, que son los cuatro principales sectores del parque.

Leyenda

Hacia finales del siglo XVIII la zona del que pronto seria declarado Parque Nacional del Valle de Ordesa suscitó el interés de exploradores y científicos, siendo los trabajos y publicaciones de Ramond de Carbonnières los que atrajeron hacia el Monte Perdido a viajeros y aventureros que, deseosos de disfrutar de una naturaleza salvaje y de rincones casi inexplorados, se convirtieron en los primeros en practicar el pirineísmo.

OTROS PLANES Y EXCURSIONES POR HUESCA

​

ALGUNAS RUTAS POR EL PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO Y ALREDEDORES

MÁS RUTAS DISPONIBLES, NO TE LO PIERDAS...

​

MÁS LUGARES QUE VISITAR EN HUESCA

MÁS LUGARES DISPONIBLES, NO TE LO PIERDAS...

​

PUEBLOS CON ENCANTO DE HUESCA