Paso a paso vamos alejándonos, junto al Camino de Santiago, de la costa cantábrica surcando desde Salas hasta Tineo las tierras de la Asturias occidental, siguiendo el antiguo mandato de Alfonso IX que allí por el año 1222 dictó la real orden de que quien acudiera en peregrinación desde San Salvador de Oviedo hasta Santiago de Compostela tenía que pasar por la población de Tineo y de Obona, sin que nadie se atreviese a desviarlos de ese camino. Un recorrido que nos va acercando a la montaña asturiana, rodeados de extensos y verdes prados siendo acompañados durante gran parte del recorrido por los majestuosos robles y castaños que adornan estas tierras.
La Etapa 3 Salas-Tineo del Camino Primitivo con 19,8 Km parte del mismo corazón de Salas donde se despide de nosotros su imponente Palacio de Valdés Salas del siglo XVI, mientras cruzamos bajo el arco que lo une con la Torre medieval que lo protege. El Camino comienza a mostrarnos más a las bravas lo que nos tiene preparado para próximas jornadas, haciéndonos remontar un importante alto que nos separa de la ondulada meseta asturiana por donde discurre gran parte del recorrido. Este madrugador esfuerzo nos lo compensa dejándonos recorrer con calma el espectacular bosque por donde tiene lugar el ascenso que guarda en sus entrañas pequeños rincones como el de las Cascadas de Nonaya. Un largo y cansino ascenso que llega a su final tras pasar cerca de la aldea de Porciles, con nuestra entrada en Bodenaya donde la iglesia de Santa María nos da la bienvenida a la localidad. Nos espera un ondulante recorrido que nos conduce por la ladera de las redondeadas montañas que nos escoltan en el Camino mientras subimos y bajamos para acto seguido volver a subir.
La Espina es la siguiente localidad que nos saca del ambiente rural que nos envuelve, poco queda ya que nos hable de su importante historia peregrina la cual intentamos adivinar mientras pasamos junto a su iglesia de San Vicente o recorremos sus calles. De aquí en adelante nos enfrentamos a un tortuoso recorrido por caminos en los que el barro y el agua reclaman su protagonismo, aunque peregrinos y lugareños se afanan en intentar combatirlos. No hay que olvidar que los modernos andaderos y los acondicionados caminos son comodidades a las que el peregrino se acostumbra rápido pero que no siempre vamos a encontrarnos con ellos. Casi sin darnos tiempo para despedirnos de esta localidad surge ante nosotros la siguiente población que vamos a visitar, aunque en esta ocasión lo hagamos de pasada, no sin dejarnos sorprender por la coqueta capilla del Cristo de los Afligidos, La Pereda es el primero de los muchos municipios que atravesaremos pertenecientes al concejo de Tineo. El recorrido nos brinda un bonito tramo que nos conduce sin demora en busca de las dos pequeñas aldeas que nos esperan más adelante. El Espín y Bedures se suceden sin que apenas notemos el cambio entre ellas. Un estoico molino que se resiste a ser invadido por la vegetación nos recuerda la actividad que antaño se desarrollaba en él.
El Pedregal se muestra ante nosotros con calma permitiéndonos observarle con detalle mientras avanzamos hacia él, no sin antes dejar atrás el desvío que de seguirlo nos llevaría hasta la cercana localidad de La Millariega. La carretera es la encargada de adentrarnos en la El Pedregal que nos hace pasar junto a su iglesia de San Justo y San Pastor de los siglos XVI-XVII, para rápidamente devolvernos a los campos y los embarrados caminos por los que discurre esta etapa. No son pocos los kilómetros que recorreremos entresurcando los verdes prados rodeados de frondosas arboladas o colosales taludes de tierra que franquean nuestro ruta. En este tramo del recorrido son varias las localidades que parecen querer asomarse al Camino que les es esquivo, Santa Eulalia de Tineo o Zarracín ven como el itinerario cambia de rumbo bruscamente cuando parece llegar a sus puertas. Envueltos por el paisaje, cuyas montañas parecen hacerse más altas y agrestes con cada paso, llegamos hasta la ermita de San Roque desde donde seguimos el Paseo de los Frailes, un acondicionado recorrido llamado así por ser frecuentado por éstos cuando el tiempo acompañaba para a la par de visitar al santo deleitarse con las vistas que este paseo ofrece. El barrio de Cimadevilla nos da la bienvenida a Tineo mientras descendemos calle abajo al encuentro de la iglesia de San Pedro, cuyas primeras piedras datan del siglo XIII, acompañada por el Museo de Arte Sacro que se sitúa frente a ella, éste es el lugar elegido para dar por finaliza esta etapa.
Los peregrinos que se deciden por realizar la Ruta de los Hospitales, suelen aventurarse en alargar esta etapa hasta las localidades de Campiello o Borres, más próximas al inicio de la ruta, garantizándose así un kilometraje razonable para ese duro recorrido. Pero los atractivos de Tineo, la exigencia de los kilómetros que los separan de estas localidades y el conocimiento de la implacable etapa de montaña que quieren afrontar suele hacerles recapacitar, dejando, si su disponibilidad de tiempo se lo permite, los aproximadamente 15 Km que les separan de estas localidades para el siguiente día, aprovechando así para poder visitar el monasterio de Obona cuyo desvío supone unos 2 Km adicionales.
Etapa más exigente de lo que en un principio podría parecer que a nuestro compañero le podría costar más esfuerzo del esperado. Atención a los cruces y los tramos por carretera que aun no contando con el tráfico que antes tenían no dejan de ser peligrosos. El barro es otro de los protagonistas que se lo ha de poner difícil, en muchos casos ocultas bajo él están piedras y losetas que le pueden causar una lesión.
El agua no debería ser un problema en esta etapa ya que pasamos por varios puntos donde nuestro amigo podrá beber sin problemas, pero no debemos confiarnos y su ración de agua no puede faltarnos en la mochila al igual que su comida ya que no encontraremos muchos servicios donde poder disponer de alimentos para él.
Aunque no en tanta cantidad como en etapas anteriores, las avispas siguen siendo un riesgo al que hay que sumar los perros sueltos que nos encontraremos en las granjas por las que hemos de pasar, aunque los más agresivos suelen estar atados. Por lo demás lo normal es encontrarnos con el ganado pastando en los prados a los que no tenemos ni debemos acceder.
La etapa se inicia en la plaza de la colegiata de Santa María la Mayor de Salas (0h 00min), desde donde nos encaminamos a pasar bajo el arco que une la torre y el castillo de la localidad.
La empedrada calle ya nos deja intuir el largo y cansino ascenso que tenemos por delante.
Pronto nos encontramos con la primera bifurcación donde la calle de la derecha será la encargada de sacarnos de Salas. Seguimos esta larga calle con la vista puesta en el espectacular viaducto que sobresale de entre los árboles de la montaña hacia la que nos dirigimos.
Esta larga calle nos lleva sin más desvíos hasta las afueras de la localidad donde, convertida ya en camino, nos introducirá en el frondoso bosque.
La cercanía del río y lo sombrío del recorrido contribuyen a encontrarnos un firme normalmente embarrado mientras avanzamos, por el momento, siguiendo una antigua línea telefónica.
Poco después de pasar junto a los restos de lo que parece una vieja trova nos encontraremos con una caudalosa torrentera que atraviesa el camino. Casi sin darnos cuenta nos veremos caminando bajo la imponente figura del viaducto oculta de nuestra mirada por los árboles que nos rodean.
El desnivel, sin ser demasiado exigente, no cesa en su empeño de hacernos ganar altura con cada paso, no dejándonos ni un momento de respiro. Progresamos salvando algún que otro arroyo que desciende hacia el valle, mientras que los pequeños claros nos permiten contemplar el paisaje que nos rodea.
En los pocos cruces con los que nos vamos encontrando nuestro recorrido prosigue sin desvíos siguiendo siempre el camino que llevamos, más amplio y marcado que el resto.
El cruce con el camino que lleva hacia la cascada de Nonaya nos invita a tomar el pequeño desvío que nos permite visitar esta singlar cascada.
El itinerario continúa con su incansable ascenso a través del bosque llevándonos hasta una dura rampa que debemos afrontar.
Esta exigente cuesta nos aleja del río haciéndonos ganar altura con rapidez y con no poco esfuerzo mientras que nos va acercando al encuentro con la carretera.
Al llegar a la altura de la nacional comenzaremos un tortuoso tramo siguiendo su curso ascendente. Un peligroso tramo sin arcén que por suerte no soporta tanto tráfico como antaño pero en el que no podemos bajar la guardia.
La carretera nos lleva a cruzar bajo la autovía en un par de ocasiones mientras seguimos ganando altura en busca del momento de abandonar la compañía de la nacional.
Tras pasar junto a una ruinosa casa llegamos al desvío donde dejaremos el asfalto para continuar el ascenso siguiendo una pista de tierra que parte a nuestra izquierda.
Nuestro camino pierde su amplitud obligado por la vegetación que lo convierte en una estrecha senda mientras seguimos ascendiendo, por ahora sin tanta exigencia como en tramos anteriores.
Casi al mismo tiempo que entramos en otra zona boscosa, al par que la senda gana en anchura también gana en inclinación volviéndonos a pedir un mayor esfuerzo para avanzar mientras vamos dejando tras nosotros los diferentes caminos que llevan a los prados cercanos.
La cercanía de la autovía y las obras acometidas para su construcción han contribuido ya no solo a modificar el antiguo trazado del Camino Primitivo sino también a convertirlo en una amplia pista en bastante buen estado que discurre junto a ella.
El ascenso se resiste a darnos un respiro mientras seguimos la línea que marca el vallado de la autovía dejando a nuestra izquierda uno de los puentes que lo cruzan.
Por fin llegamos al momento de despedirnos, por ahora, de la compañía de la autovía siguiendo una pista asfaltada que nos aleja del bullicioso tráfico.
Al poco rato nos encontramos con el desvío que de tomarlo nos llevaría hasta la cercana aldea de Porciles, aquellos que se desvíen hasta ella pueden retomar el Camino Primitivo algo más adelante sin necesidad de volver sobre sus pasos. Nosotros seguimos recto, entre los verdes campos que nos rodean, encajados entre los muros de piedras que los delimitan.
En el siguiente cruce que nos encontramos el itinerario deja la pista asfaltada para ascender por la ladera que estábamos cortando. Al momento nos encontraremos con un pequeño atajo que nos evita recorrer el tramo de pista que nos lleva hasta la carretera a la que estamos a punto de llegar, carretera por donde se nos unirán aquellos peregrinos que se desviaron hasta Porciles.
Independientemente la opción elegida en este cruce, nos vemos siguiendo el trazado que nos marca el asfalto. Ya con un perfil mucho más tranquilo progresamos dejando tras nosotros cuantos caminos nos vamos encontrando acercándonos una vez más hacia la vereda de la autovía.
Llegamos a un nuevo cruce donde debemos seguir recto despidiéndonos por el momento del asfalto.
El recorrido nos vuelve a obligar a seguir junto a la autovía que será la encargada de marcarnos el rumbo sin dejarnos margen de error. El camino discurre encajado entre la autovía y la nacional, llevándonos directamente a pasar bajo una de las carreteras que unen ambas vías de comunicación.
Al otro lado dejaremos a nuestra derecha una explotación agrícola para poner rumbo hacia la primera localidad por la que pasaremos hoy.
La iglesia de Santa María de Bodenaya nos da la bienvenida a la localidad a la que estamos a punto de entrar.
Seguimos el recorrido que nos hace pasar junto a la iglesia dejándola a nuestra espalda para atravesar Bodenaya (2h 20min) sin más desvíos.
La nacional vuelve a interponerse en nuestro camino obligándonos a cruzarla para poder proseguir con el trayecto que llevamos.
El recorrido parece llevarnos hacia una nueva fuerte rampa, por suerte al llegar a su altura comprobamos que el itinerario sigue recto dejando esta rampa atrás.
Caminamos a través de un bonito paisaje salpicado de granjas y casas que junto a la suavidad del perfil del trazado nos permite ir disfrutando del recorrido mientras nos vamos acercando a la siguiente población por la que pasaremos.
El camino de tierra por el que vamos finaliza al encontrarse con la carretera que une los diferentes núcleos urbanos que nos rodean con la cercana nacional hacia la que parece volvemos a dirigirnos.
Continuamos, con la nacional a nuestra izquierda, adentrándonos en la localidad siguiendo la calle de las escuelas.
Al final de esta calle el recorrido gira para dirigirse al encuentro de la nacional por la que deberemos continuar.
La Espina (2h 35min) se alarga entorno a esta carretera por la que seguimos atravesando la localidad.
Unos carteles nos indican la próxima bifurcación de la nacional donde nosotros tenemos que seguir recto por la carretera que lleva hacia Tineo.
Nuestro paso por La Espina es mejor realizarlo por la acera de la izquierda según avanzamos. Esta larga calle nos lleva sin mayores problemas hasta las afueras de la localidad.
Tras dejar atrás el cruce con la carretera que conduce a Brañalonga por un lado y a Idarga o Buspol por el otro, debemos si no lo hemos hecho ya cruzar al lado derecho de la carretera.
Una vez en él y poco antes de llegar a la rotonda que se sitúa frente a nosotros, encontraremos el inicio del camino que la bordea por su derecha según llegamos a ella.
Aunque a estas alturas de la etapa ya hemos superado gran parte del desnivel que nos tenía preparado, los subes y bajas no cesan casi en ningún momento haciéndonos remontar redondeados cerros y lomas para luego lanzarnos de nuevo hacia los valles que los separan.
Por delante nos espera un largo y cansino ascenso una vez dejemos la rotonda a nuestra espalda, siguiendo este nuevo camino envuelto por la espesa vegetación y encajado entre los taludes que nos separan de los campos que tenemos a cada lado.
Esta zona del itinerario que más bien discurre siguiendo una amplia senda que un bien llamado camino, suele estar bastante embarrada gran parte del año y aunque los lugareños y los peregrinos se han ocupado de salpicar con piedras y losetas el terreno en un intento de embaldosar las zonas más resbaladizas, a buen seguro no nos libraremos de embarrarnos botas y pantalones.
Seguimos con el ascenso, no muy alejados de la carretera que antes hemos abandonado, hasta encontrarnos con una explotación agrícola que nos indica la cercanía de la siguiente localidad del día.
El itinerario continua sin dejarnos lugar a confusiones acercándonos hasta una cuidada ermita, momento en el que nos debemos desviar volviendo a emprender un nuevo ascenso.
Seguimos la encementada pista cruzando una estrecha carretera que comunican las casas y granjas que rodean la localidad.
Un nuevo cruce nos brinda la oportunidad de adentrarnos en La Pereda (2h 50min), de seguir la calle de nuestra izquierda, ya que el Camino apenas pasa de soslayo por ella, al encontrarse el núcleo urbano más próximo a la carretera que nuestro itinerario.
Nosotros seguimos con el continuo ascenso que nos conduce atravesando esta zona de La Pereda, dejando tras nosotros algún que otro camino que se acerca a las diferentes casas que se extienden alrededor nuestro.
Nuevamente un pabellón agrícola nos marca el punto final de esta localidad, frente a nosotros una dura rampa nos hace temer por un nuevo esfuerzo, aunque por suerte el recorrido toma el camino menos exigente de los que nos encontramos en este cruce. Pronto nos vemos en medio de un continuo y esforzado ascenso que nos lleva hasta una bifurcación.
Aquí debemos dejar la entrada al prado a nuestra izquierda y proseguir con el incansable ascenso.
Al momento nos volvemos a encontrar con otro camino de entrada a otro campo en el que, como el caso anterior, debemos dejarlo a nuestra izquierda y continuar con el ascenso.
El camino atrincherado y algo empedrado nos hace ir ganando altura mientras nos seguimos encontrando con caminos que se adentran en los prados contiguos, sin que éstos nos hagan dudar del rumbo correcto a seguir. El perfil mucho más benévolo e incluso en descenso nos va aproximando sin mayores complicaciones a nuestro siguiente objetivo.
La altura ganada nos permite disfrutar de una bonita panorámica de los campos y las montañas por las que estamos caminando.
El Espín (3h 15min) surge ante nosotros iniciando una sucesión de localidades que se preceden unas a otras en esta parte del recorrido.
Continuamos con el discurrir de la pista que atraviesa la localidad y que nos conduce casi sin tiempo a darnos cuenta del cambio hasta la cercana Bedures (3h 20min). La estrecha carretera que llega hasta estas localidades es la encargada de guiarnos mientras las vamos dejando poco a poco atrás.
Poco antes de llegar a La Millariega, en un cruce, abandonamos la carretera que de seguirla nos conduciría hasta ella, para tomar un sendero que comienza en este lugar. La senda se convierte rápidamente en un amplio camino que nos permite contemplar la siguiente localidad a la que estamos a punto de llegar.
Las primeras edificaciones de la población salen a nuestro encuentro mientras nos vamos acercando al núcleo urbano.
El itinerario sigue haciéndonos perder altura paulatinamente mientras nos encamina al encuentro con la carretera que hemos estado llevando siempre a mano izquierda.
La carretera es ahora la encargada de introducirnos en El Pedregal (3h 30min) siguiendo su ascendente curso hacia el centro de la localidad.
Como en anteriores ocasiones atravesamos la localidad dejando a ambos lados las calles y cruces que nos vamos encontrando a nuestro paso.
Poco a poco vamos atravesando El Pedregal en busca del momento en el que deberemos dejar la carretera.
Ya bien a las afueras de El Pedregal, nos encontramos a nuestra derecha con la pequeña pista asfaltada por la que debemos continuar, en el punto inicial de este tramo un vetusto crucero nos sirve de referencia en caso de duda.
Comenzamos a ganar altura con cada paso mientras recuperamos la orientación perdida que nos vuelve a posicionar en paralelo con la carretera que antes habíamos dejado.
Casi al momento dejamos el asfalto para seguir con el recto discurrir que nos marca un embarrado camino que corta la ladera de la montaña. Esta zona bastante embarrada nos dificulta sin lugar a dudas el avance más de lo que el perfil del camino lo hace.
Alternamos sombríos tramos encajados entre altos taludes de tierra con otros más despejados que nos permiten disfrutar del entorno que nos rodea.
No son muchos los cruces y caminos con los que nos vamos encontrando, además la mayoría de ellos tan solo conducen al prado cercano. El barro sigue siendo el protagonista casi principal, dificultando todo lo que puede nuestro avance con la colaboración indispensable del terreno que nos sigue haciendo enfrentarnos a duras rampas con sus pertinentes descensos.
Tras una de estas subidas llegamos a una bifurcación donde el camino a elegir es el de nuestra izquierda. Nada más tomar este camino nos encontramos con una nueva opción de retomar el camino que hemos abandonado, la cual dejamos a nuestra derecha para comenzar un nuevo descenso.
Este descenso nos lleva directos al encuentro de otro camino por donde debemos seguir, finalizando en parte esta zona de fuerte descenso. Ya por un terreno más cómodo progresamos protegidos por los árboles que jalonan el camino y que nos separan de los verdes prados que nos rodean.
Volvemos a encontrarnos otra bifurcación del camino en la que seguimos por el camino de la derecha. Unos pocos metros más adelante dejamos a nuestra espalda otra unión con el camino que acabamos de abandonar para seguir con nuestro rumbo.
El paisaje continua oculto por la vegetación que se alterna con las altas trincheras en su tarea de conducirnos hacia nuestro destino. Como viene siendo habitual los constantes sube y bajas no cesan, como si quisieran prepararnos o más bien madurarnos para futuras etapas.
Avanzamos dejando a izquierda y derecha los caminos con los que nos vamos encontrando, acercándonos paso a paso al cada vez más cercano final de la etapa.
De nuevo la proximidad de pequeños núcleos urbanos y sus cercanas granjas nos hace ir encontrándonos con los caminos que los unen.
Es en uno de estos cruces donde de seguir recto nos acercaríamos a Santa Eulalia de Tineo, por contra el Camino Primitivo gira radicalmente alejándonos de ella. Este camino nos conduce sin mayores complicaciones recorriendo los verdes prados que junto a las montañas y los pueblos conforman el paisaje que nos rodea.
Los cruces con los caminos que surcan estas tierras no dan lugar a demasiadas dudas, ya que nuestro camino habitualmente está más definido y en mejor estado, dejando claro cuál es la opción a seguir.
Una pequeña zona de descanso nos señala el cruce en el que debemos seguir recto dejando el camino de la izquierda que nos acercaría hasta Zarracín.
Este tramo bordea la localidad como si quisiera volver a llevarnos hasta sus puertas, pero antes de que esto pueda ocurrir el itinerario se desvía girando casi en redondo y volviendo a separarnos de ella. Un frondoso bosque vuelve a cubrirlo todo mientras lo atravesamos en busca del siguiente claro.
Nuestro caminar nos lleva directos al encuentro de una carretera por la que continuaremos hacia el cercano Tineo. Bordeamos el campo de fútbol para encontrarnos con una amplia zona donde están además de los aparcamientos una zona de recreo.
Dejamos a nuestra espalda este complejo y nos dirigimos al encuentro de la ermita de San Roque donde cruzaremos la carretera.
El Camino de Santiago sigue ahora el cuidado paseo de San Roque que nos acercará hasta el interior de la localidad que ya contemplamos con claridad. Este paseo no tenemos que dejarlo, ya que nos lleva hasta las mismas puertas de la población.
Comenzamos un recorrido urbano dejando a ambos lados las diferentes calles con las que nos vamos cruzando.
La iglesia de Tineo (5h 25min) es la encargada de dar por concluida esta etapa, frente a ella la calle que a nuestra derecha da continuidad al Camino Primitivo por la localidad, mientras la que nos trajo hasta aquí prosigue el descenso hacia el centro de la localidad.
Hay peregrinos que en algunos tramos prefieren seguir la carretera, se este es tu caso seguramente tendrás que sumar más distancia a la etapa.
El desnivel inicial y los continuados sube y bajas pueden condicionar en gran medida el tiempo que nos lleve recorrer esta etapa. Otro factor a tener en cuenta es el barro, que de ser abundante sin duda nos retrasará bastante en los tramos en los que nos tengamos que enfrentar a él.
Si bien inicialmente el recorrido, salvo días contados, se puede realizar durante todo el año siendo el otoño y la primavera los periodos de mayor esplendor y más coloridos, las lluvias sobre todo en la segunda mitad de la etapa a buen seguro no nos dejaran disfrutar de esa parte del itinerario.
Más que el tipo de terreno que nos vamos a encontrar es su estado lo que nos aconseja calzarnos las botas, además si sabemos con certeza que hemos de encontrarnos con barro unas polainas de las que hay para lluvia que son más bajas y fáciles de transportar nos pueden evitar llenarnos de barro botas y pantalones. Los bastones nos ayudaran no solo a recorrer los kilómetros sino también a ganar estabilidad si fuera necesario. El agua y la comida que habitualmente no puede faltarnos, en esta etapa se hacen más necesarias al no encontrarnos con muchas opciones a lo largo del recorrido. Además aunque estemos protegidos del sol en gran medida por la vegetación la gorra, las gafas de sol y la crema solar deben ser nuestras compañeras. En cuanto a la vestimenta como siempre adecuarla a las condiciones meteorológicas sin olvidarnos que empezamos a ganar altura por lo que las mañanas seguramente serán frescas y las nieblas pueden acompañarnos incluso en verano. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer el Camino. Leer más
Física
Sin una gran distancia kilométrica en comparación con otras etapas, ésta nos obligará a enfrentarnos en su primera mitad a salvar un desnivel ya considerable, mientras que en la segunda parte del día nos obsequiará con continuados sube y bajas. Es importante tomarnos esta etapa con la suficiente calma y no empecinarnos en mantener un ritmo elevado gastando energías que nos serán muy útiles en las etapas venideras. El calor, la humedad y el barro a buen seguro endurecerán este recorrido al que no debemos menospreciar por su aparentemente corto kilometraje.
Precaución
Los tramos que transitamos por carretera y las posibles zonas embarradas que nos hemos de encontrar son las mayores complicaciones que nos debiéramos encontrar en condiciones normales. No debemos confiarnos del aparente poco tráfico que tienen las carreteras por las que andaremos, ni de las losetas y piedras que intentan evitarnos pisar el barro, de lo contrario es probable que nos llevemos algún susto que otro.
Orientación
Una vez más es la espesa vegetación la que tanto nos ayuda a reconocer el Camino como nos oculta algunas señales obligándonos a estar atentos. No son pocos los caminos y cruces que nos vamos a encontrar a lo largo del recorrido pero por lo general están señalizados lo suficiente como para no tener problemas. El paso por las localidades y la cercanía de otras al Camino influye en encontrarnos con alguna señal adicional que nos encamine hacia cortas variantes del recorrido que nos puedan llegar a confundir.
1-Salas | 0:00h | 240m | 0Km | 29T 721765 4809883 |
2-Bodenaya | 2:20h | 638m | 7.2Km | 29T 716763 4808742 |
3-La Espina | 2:35h | 656m | 8.4Km | 29T 715869 4808185 |
4-La Pereda | 2:50h | 701m | 9.6Km | 29T 715008 4807523 |
5-El Espín | 3:15h | 724m | 11.4Km | 29T 713974 4806412 |
6-Bedures | 3:20h | 723m | 11.6Km | 29T 713793 4806327 |
7-El Pedregal | 3:30h | 704m | 12.4Km | 29T 713391 4805593 |
8-Tineo | 5:25h | 673m | 19.8Km | 29T 709537 4801293 |
Coordenadas UTM Datum WGS84
Desnivel: 1200m
Desnivel +: 815m
Desnivel -: 385m
Altitud máxima: 750m
Altitud mínima: 240m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrante 027, 1:50.000"
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
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¿Sabías que…
El concejo de Tineo, emplazado en el corazón del occidente asturiano donde la historia y naturaleza se mezclan con sus pueblos, sus costumbres y sus gentes, no en vano es el segundo concejo en extensión de Asturias guardando verdaderos tesoros tanto naturales como artísticos. Espacios protegidos como las Hoces del río Esva o cuidados pueblos como el Tuña o el de Navelgas se suman por ejemplo al Monasterio Santa María La Real de Obona, una pequeña muestra de la historia y el arte que encontraremos en este concejo.
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El paseo por Tineo donde podrás conocer su rico patrimonio cultural e histórico, el ayuntamiento, el palacio de los García de Tineo o la iglesia de San Pedro son solo algunos de los atractivos que esta localidad ofrece a sus visitantes y relatan como nadie la importancia histórica que esta villa ha tenido tanto en el Camino de Santiago como en Asturias. Sus gentes y sus tradiciones nos permitirán descubrir un poco más sobre esta localidad declarada Conjunto Histórico por sus muestras de arquitectura rural asturiana y etnográfica.
Desde el compromiso de SENDITUR con la Naturaleza, el respeto y el equilibrio del medioambiente, SENDITUR te insta a viajar de una forma responsable, con bajo impacto ambiental y respetando en todo momento el entorno Natural, Cultural y Social de allí por donde pases.
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Esta ruta ha sido realizada sobre el terreno por SENDITUR el 13-11-2018. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
Todos los tiempos son aproximados y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Toda la información relacionada con la ruta, textos, imágenes, vídeos, mapas, esquemas, tracks, poblaciones, y lugares de interés turístico están publicadas a título orientativo, pudiendo no coincidir con el estado actual de cada lugar. Antes de realizar cualquier actividad, valora tus conocimientos técnicos, tú forma física, infórmate sobre la meteorología y las variaciones que hubiera podido sufrir la ruta, equípate correctamente, sé prudente y responsable en todo momento, no sobrepasando tus capacidades. Igualmente, te animamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. SENDITUR no se responsabiliza de cualquier mal uso o uso inadecuado de las guías comprensivas de sus rutas y/o publicaciones así como del de sus guías electrónicas, ni de las variaciones por los motivos antes referidos que pudiera haber de sus descripciones y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad.
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