Y la aldea de Mallecín, o Maicín en asturiano, que es como el recibidor de la villa de Salas en la ruta jacobea primitiva, se ubican en el valle del río Nonaya. Este río atraviesa Salas, que se asienta en sus orillas a la vez que está protegida por la mirada atenta del monte sagrado de El Visu. Mallecín y Salas forman parte de la parroquia y del concejo de Salas, situado en el occidente-central de Asturias. Aunque se han encontrado vestigios, por todo el concejo de Salas, de asentamientos y culturas ancestrales, desde el Paleolítico hasta la ocupación romana pasando por los castros celtas, la primera referencia escrita de Salas es de la época medieval, año 896, cuando el príncipe Gonzalo hace una donación, en la que está incluida la iglesia de San Martín, al obispado ovetense. En los dos siglos siguientes se la vuelve a citar, refiriéndose a ella también en distintas donaciones.
En otros escritos la nombran como Salas de Nonaya, con lo que se ve que el río ha tenido su importancia en la historia del pueblo que creció al amparo del castillo, donado por doña Urraca al conde Suero en el siglo XII. Aunque no se conserva la carta fundacional de la villa de Salas se sabe que fue Alfonso X quien se la concedió, constituyéndola como villa. Señores feudales, luchas por el poder y los territorios, hermandades de concejos en busca de defender sus derechos adquiridos y sus libertades, corren parejos al paso de los siglos. El siglo XVI deja en Salas la huella del nacimiento de uno de sus más ilustres hijos y una de las figuras, en su tiempo, más influyentes de España, Don Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla, inquisidor general y presidente del Consejo de Castilla, fundador de la universidad de Oviedo y que en Salas mandó construir la Colegiata Santa María La Mayor, en el año 1549. En el siglo XIX la villa de Salas también sufre los avatares de las guerras, la napoleónica, las carlistas... Hoy en día es una localidad actual que ha sabido mantener su bella estampa medieval.
A la vera del Camino, Mallecín enseña sus casas y hórreos antes que el visitante se sumerja en la bonita villa medieval de Salas, donde todavía hoy la Torre del Castillo, que alberga el Museo prerrománico de San Martín, parece vigilar la vida diaria de su gente. Esta torre, conocida como Torre de la villa, aunque reconstruida en el año 1959 data del siglo XV y comunica mediante un arco con el aledaño palacio de los Valdés que es de la primera mitad del siglo XVI. En este palacio nació D. Fernando Valdés Salas, arzobispo, inquisidor y quien mandó construir la Colegiata de Santa María la Mayor cuyas obras finalizaron a mediados del siglo XVI. Este bello edificio gótico, que nació para ser panteón familiar y que guarda el mausoleo del arzobispo Valdés Salas, pasó en el siglo XIX a ser iglesia parroquial. En la plaza de San Roque se encuentra la capilla del mismo nombre que perteneció a un antiguo hospital de peregrinos, es del siglo XVII y también se encuentra lo que fue en su tiempo parada de postas y fonda, la casa de Malleza de la misma época.
En la fachada del palacio de la condesa de Casares, típicamente asturiano construido en el siglo XVII, destaca el escudo de los Malleza. Paseando por sus calles se puede ver también la casa Miranda y la del Regente ambas del siglo XVII. Estando en Salas no hay que perderse la visita a dos monumentos importantes que se ubican en el mismo lugar, el cementerio salense, uno es el Tejo de Salas que sus 16 metros de altura le hacen destacar en medio de todo el paraje y cuyo perímetro de tronco viene a ser de unos siete metros, y el otro es la iglesia de San Martin, su primera construcción fue prerrománica de entre los siglos VIII y IX, en el X fue reconstruida por Alfonsus Confesus y los siglos XV, XVII y XVIII vieron como fue rehecha y reformada. Dominando el entorno, en lo alto del monte El Visu se encuentra la capilla de Nuestra Señora de El Visu, patrona del concejo. En el interior de la capilla hay una cruz en la que están inscritos los nombres de todas las parroquias del concejo.
Salas, el 15 de agosto hace una tradicional romería, la Romería del Viso. Las fiestas patronales son del 22 al 25 de agosto en las que se celebra la fiesta del Bollo y de Santa Ana. En abril son fiestas el último domingo y martes del mes, con feria incluida.
En Salas es tradicional celebrar el Mercaú Vaqueiro a finales del mes de junio, este mercado está ambientado como si fuera una feria de la Edad Media. También son tradicionales y famosos los Carajitos del Profesor, que son unas dulces pastas de avellanas que acompañaban antaño los cafés de las tardes. Su nombre se debe a las gentes del pueblo que volvieron de las Américas y cuando se acercaban hasta el café-bar que regentaba un profesor de música y que hacia estas delicias, no sabiendo cómo llamarlas se las pedían diciendo: Dame un carajo de esos.
Los tejos son una especie de árbol que en Asturias, están rodeados de misterio y magia. Relacionados con la mitología asturiana, la mayoría de estos árboles se encuentran junto a pequeñas iglesias o ermitas. Los celtas comían sus frutos venenosos para acabar con sus vidas cuando en las batallas eran derrotados y no querían ser cautivos.
Cuenta la leyenda que Fernando de Valdés y Salas siendo ya obispo de Oviedo y a petición de sus paisanos, la gente de Salas, que ya no sabían que hacer contra una plaga de ratones que devoraban sus cosechas, éste inició un pleito contra los ratones. En el juicio los roedores contaron con la ayuda de un abogado defensor y un procurador, pero perdieron el caso y los ratones acatando la sentencia abandonaron el concejo.
A Salas se llega desde Oviedo siguiendo la A-63 y la N-634 sentido A Coruña, también llegan hasta Salas la AS-226 desde Soto de los Infantes y la AS-225 desde Pravia. Mallecín se sitúa muy próximo a Salas disfrutando de las mismas vías de acceso.
Salas cuenta con servicio de autobús diario que con diferentes trayectos la conectan con Oviedo y con otras capitales de concejos próximos.
La estación de RENFE más próxima a Salas se encuentra en el concejo de Grado. Y la de FEVE más próxima se encuentra en el concejo de Pravia.
Salas
Mallecín
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