Grado (Principado de Asturias) (0)

¿Sabías que... Grado

Es una villa perteneciente a la parroquia de su mismo nombre y capital del concejo homónimo, se sitúa sobre una llanura y está rodeada de las fértiles huertas que riegan las aguas de los ríos Cubia y Nalón. El Cubia atraviesa la villa brindándole un bonito paseo fluvial antes de verter su caudal en el Nalón. Aunque las antiguas referencias históricas de la villa de Grado se pierden en el tiempo de la época romana de la que hablan numerosos restos arqueológicos, su fundación se debe a Alfonso X en el siglo XIII. Nació a la vera del Camino Primitivo hacia Santiago y donde se cruza éste con el Camino Real de la Mesa que llegaba desde Castilla. Esta importante ubicación unida a la fértil vega de la zona, hizo que la villa creciera entorno a un mercado y que se la dotara de murallas de las cuales hay escritos del año 1386.

Un poco más de historia

Durante este mismo siglo Grado fue participe en las luchas fratricidas entre Pedro I el Cruel y su hermano Enrique III. Los siglos XV y XVI trajeron a la localidad duros enfrentamientos entre los nobles y el pueblo. Fue villa señorial. Más cercano en el tiempo, en los siglos XIX y XX, los episodios bélicos también dejaron su impronta en Grado, la Guerra de la Independencia, los pronunciamientos del siglo XIX, así como la Guerra Civil. Hoy en día Grado sigue con su gran e histórica tradición mercantil celebrando concurridas ferias en el transcurso del año: la Feria de Muestras de Grado, el viernes, sábado y domingo más próximos a San José. La Flor primera, el domingo que sigue al de Pascua de Resurrección y la Flor Segunda, el domingo de Pentecostés, ambas dos con mercado de ganado y productos del cerdo, las ferias de los Praos y de la Caída, de ganado vacuno, en septiembre, la del Pilar y la de San Simón, en octubre y de ganado caballar...

¿Qué ver en Grado?

Recorrer la villa de Grado es distinguir dos zonas diferenciadas, la antigua de intramuros, donde se encuentra el Conjunto Histórico-Artístico muy cercano al Parque de San Antonio y que lo forman el Palacio de Miranda-Valdecarzana del siglo XV aunque muy reformado en el XVIII y que hoy en día es la casa de Cultura, la capilla de los Dolores, de estilo barroco del siglo XVIII, y los restos de la muralla medieval, siglo XIII. Muy cerca de aquí se encuentran, el Ayuntamiento, edifico del siglo XIX y casas como la de los Fernández de Miranda construida a finales del siglo XVIII, la Casa de los Arcos o el Palacio de la Marquesa de Fontela, construido en el siglo XVIII en estilo regionalista y que es conocido como Casa de Cienfuegos. Recorriendo sus calles se llega a la iglesia de San Pedro, del siglo XIX. El Palacio Velázquez, más conocido como El Capitolio.

Para descubrir

En el parque Manuel Pedregal merece la pena contemplar el quiosco de la música. Grado tuvo hospital de peregrinos que estuvo bajo la advocación de Nuestra Señora de las Candelas, pues bien, empotradas en la fachada de una vivienda se pueden ver unos pequeños restos que en su día formaron parte de la capilla de La Candelera de dicho hospital. Al pasear por las calles al visitante le llaman la atención los palacetes indianos como el de Villa Granda, de estilo modernista de finales del siglo XIX, el ecléctico palacete de la Familia Martínez o La Quintana y El Calabión. En el barrio de La Cruz se encuentra la cruz que señalaba el límite de la villa y si con lo que se encuentra el viajero es con una bonita fuente con forma de templete, está ante la Fuente de Arriba, construida por Carlos IV en el año 1796 en estilo neoclásico, la más apreciada entre el vecindario de Grado por la calidad de su manantial. Otra oferta turística tradicional y curiosa la ofrece Grado los miércoles, pero sobre todo los domingos cuando las plazas y calles de la localidad se convierten en un gran centro comercial, en el que además de abastecerse de cualquier género y producto, se puede degustar su rica gastronomía.

Fiestas

Grado celebra el 25 de julio a Santiago y el 26 también de julio, siempre que no sea ni miércoles ni domingo porque si no sería el 27, festeja a Santa Ana.

Tradiciones

Los habitantes de Grado llevan con verdadero orgullo y satisfacción el apelativo de Moscones. Aunque nadie sabe a ciencia cierta de donde les viene dado este nombre, puede ser que proceda del alboroto causado los días de mercado, días de ruido y voces altas, pero más poética es otra versión en la que dicha procedencia se atribuye a la artimaña que los habitantes del pueblo utilizaron para defenderse de los franceses cuando éstos fueron a pasar el río Nalón por el puente de Peñaflor y los vecinos de Grado, agazapados, hicieron tal ruido imitando a los moscardones que los caballos de la tropa francesa se encabritaron y desbandaron.

Curiosidades

Abierto en domingo. El mercado de Grado y sus negocios abren los domingos. Las gentes de la villa y de los pueblos de alrededor acuden en este día al mercado y las calles y plazas de Grado se convierten en un trasiego de personas con bolsas de la compra y de curiosos turistas y visitantes atraídos por la actividad de un mercado, históricamente famoso, del que Grado hace gala y donde los protagonistas son los productos de la tierra. Además no se puede dejar de probar sus quesos ni de saborear el dulce más típico de la localidad, los tocinillos de cielo.

Leyenda

El escudo que adorna la Casa de los Fernández Miranda tiene su origen, según cuenta la leyenda, en el hecho histórico protagonizado por un guerrero de la Edad Media llamado Alvar Fernández Miranda y que aconteció cuando este personaje legendario volviendo de uno de sus viajes a Galicia se topó con una caravana con destino Córdoba en la que cinco muchachas eran escoltadas por soldados moros para entregarlas como tributo al Emir. Alvar entabló batalla contra los moros liberando a las muchachas y desde entonces en su escudo figuran cinco doncellas que respectivamente sujetan con ambas manos cinco conchas.