Santuario de Nuestra Señora del Fresno

¿Sabías que... el Santuario de Nuestra Señora del Fresno

Pertenece a la parroquia de El Fresno en el concejo de Grado. Está situado en el collado que separa las cuencas de los ríos Nalón y Narcea, en un lugar conocido por el nombre de Partido de los Montes. En la zona se cruzan dos rutas importantes, la calzada romana del Camino Real de La Mesa, que recorre la región de norte a sur, y el Camino de Santiago Primitivo que lo hace de este a oeste. Los orígenes del Santuario de Nuestra Señora del Fresno algunos historiadores lo sitúan en el siglo IX, pues se cree que donde hoy hay una gran cruz de piedra, al lado del cementerio, es donde estuvo erigida la primera iglesia. El santuario actual es de los siglos XV y XVI, aunque ha sufrido numerosas reformas durante los siglos XVII y XVIII. Por su situación privilegiada ha sido centro de disputa en diferentes guerras, lo que ha ocasionado que su estructura se haya visto dañada en su origen y reconstruida posteriormente, como pasó en la Guerra de la Independencia cuando los franceses fortificaron la iglesia e incendiaron la torre que fue rehecha hacia el año 1.870. El culto en el templo era oficiado por el capellán de la parroquia de Santa Eulalia de las Dorigas, a la cual perteneció El Fresno hasta finales del siglo XIX, pues fue en el año 1.876 cuando obtuvo su independencia como parroquia. En la Guerra Civil, año 1.936, fue saqueado el santuario y desapareció la primera imagen de la Virgen del Fresno.

Para descubrir ¿Qué ver en el Santuario de Nuestra Señora del Fresno?

La planta del edificio de la iglesia, en un principio barroca popular, es una de las más complejas de la zona. Desde fuera se puede ver la torre campanario a los pies del templo, y ejerciendo como su base un pórtico con tres arcos de medio punto, uno al frente y los otros dos uno a cada lado, son el acceso a la nave central del templo. En el interior un cruceiro da testimonio del paso por el lugar de la ruta jacobea, también llama la atención una imagen de Cristo crucificado, a la que el pueblo la tiene una gran devoción, un retablo de estilo barroco, y otro dedicado a San Antonio, del siglo XVII, el Altar Mayor también es de gran belleza. En el lado izquierdo de la iglesia se encuentra la capilla de la Virgen del Fresno que fue reedificada en el año 1.979, pero su espadaña es la original de la primitiva ermita, la que se ubicaba donde hoy está el cementerio; la talla de la virgen que alberga fue hecha en el año 1.975 para sustituir a la imagen original que desapareció durante un saqueo en la Guerra civil. Al otro lado, en el derecho, está la sacristía que parece otra pequeña ermita también con espadaña y campana. En la explanada y frente a la fachada principal, el crucero y el cementerio nos recuerdan que otrora, allá por el siglo IX ese lugar fue la ubicación de la primitiva ermita.

Fiestas

A la Virgen del Fresno se la festeja el 8 y el 28 de septiembre con actos litúrgicos, celebraciones y romerías que tienen lugar en el santuario.

Tradiciones

La festividad del 28 de septiembre va precedida de una novena, Novena de San Miguel, que según la tradición comienza el 21 de septiembre a las cuatro de la tarde y termina el 29 que es la fiesta de los tres arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael cuyas imágenes se veneran en la iglesia parroquial. Cuenta la tradición que, en otros tiempos, a los peregrinos que por aquí pasaban los llamaban "los novenarios" ya que pernoctaban en la Casa de las Novenas y si se quedaban varios días asistían a la novena. Al ser este oficio religioso de ferviente costumbre muy arraigada, había veces que los romeros eran tan numerosos que los vecinos les daban hospitalidad y cuando todo estaba ocupado incluso dormían en hórreos, paneras y tenadas, tiendas de campaña.

Curiosidades

Desde el santuario, en los días claros, se puede ver la torre de la catedral de Oviedo.

Leyenda

Hay una oración típica en la liturgia de la Novena de San Miguel que es muy antigua, se piensa que de finales del siglo XVII y que dice así: ¡Oh, Virgen Santísima del Fresno! Conocedores de vuestra misericordia y obligados por los males que a diario nos afligen en este valle de lágrimas, levantamos los ojos hacia Vos, esperando confiadamente en vuestro auxilio. Sed para nosotros, oh, Virgen del Fresno, faro luminoso que nos guíe, ángel tutelar que nos defienda, báculo firme que nos sostenga, abogada y protectora que interceda por nosotros ante el Dios de las misericordias. Por nuestra parte detestamos nuestras culpas y os pedimos nos alcancéis perdón de ellas y las gracias que esperamos alcanzar en esta novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y bien de nuestras almas. Cuenta la tradición oral que al famosísimo novenario de San Miguel venia muchísima gente y que subían de rodillas la empinada cuesta hasta el santuario guiados por su gran fervor.

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