Peñaseita (Principado de Asturias) (0)

¿Sabías que... Peñaseita

El Teixu y La Reigada se encuentran en las laderas del congosto valle que forma el río Nisón entre las sierras de Fonfaraón, La Marta y Pachón, en el occidente astur, y forman parte de la parroquia de Pola de Allande en el concejo de Allande por donde pasa el Camino Primitivo. Los romanos dejaron su huella en estas tierras todavía hoy marcadas por las heridas de sus explotaciones auríferas. En estos lugares, y aprovechando la corriente del río, se construyeron molinos, fraguas, batanes y se puso en práctica algún que otro ingenio hidráulico, siendo todo ello propiedad del conde de Peñalba. Éste lo arrendaba a ferreiros quienes surtían al pueblo con sus sartenes, calderos o aperos para los campos.

Para descubrir ¿Qué ver en Peñaseita, El Teixu y La Reigada?

A los pies de las casas de El Teixu, en el fondo del valle, se puede disfrutar de un precioso bosque y unos refrescantes saltos de agua formados por el Nisón. Un agradable paseo entre campos, arboledas y bucólicos lugares, acompañado del melodioso susurrar del agua y salpicado de vez en cuando con alguna que otra casa de labor, une El Teixu, Peñaseita y La Reigada. Entre Peñaseita y La Reigada, en esta misma senda, hay un acogedor y tranquilo lugar donde el Regueiru de Fonfaraón, que baja de la sierra de su mismo nombre, cede sus aguas al río Nisón. Árboles, agua y un idílico puente de madera, llamado del Xestu Molín, decoran el entorno.

Fiestas

Peñaseita, El Teixu y La Reigada, al igual que el resto del concejo de Allande, celebran fiestas el 8 de septiembre en honor a Nuestra Señora del Avellano.

Curiosidades

En todo este municipio abundan los hórreos y paneras estilo allandes que comenzaron a construirse en el siglo XVIII. Este estilo se caracteriza por su decoración con tallados en las fachadas laterales y en la puerta. Un motivo decorativo muy característico es el de relojes. También es frecuente que luzcan la fecha y el artesano que lo hizo.

Leyenda

En los senderos y caminos vecinales a veces se ve, por las laderas que bajan hacia ellos, piedra suelta, hecho este que se le relaciona con las milenarias explotaciones auríferas romanas y el procedimiento de arrugia o ruina montium que consistía en derruir el terreno desde el interior de la montaña por medio de canalizaciones de grandes cantidades de agua que hacían pasar a través de túneles con el fin de extraer las vetas de oro.