Cueva de Tito Bustillo

¿Sabías que... Cueva de Tito Bustillo

En Ribadesella, en el Macizo de Ardines se abre la cueva de Tito Bustillo, integrada en un complejo kárstico junto a la desembocadura del Sella. En este macizo se encuentran también otras cavidades como La Lloseta o la cueva de Biesca además de la Cuevona de Ardines, situada sobre la de Tito Bustillo. La cueva de Tito Bustillo está catalogada como una de las Grandes dentro del arte rupestre además de ser uno de los yacimientos arqueológicos más completos de la costa cantábrica, dado que ha tenido una gran ocupación a lo largo del tiempo, ya que se han encontrado restos arqueológicos que van desde los 10.000 años hasta los 30.000 antes de Cristo.

Un poco más de historia

Fue descubierta en 1.968, cuando un grupo de montañeros junto con dos jóvenes riosellanos descendieron por una pequeña sima conocida como Pozu´l Ramu y explorando la cueva a la que les condujo esta sima, dieron con dos de los conjuntos más importantes, entre la gran cantidad de expresiones artísticas rupestres que posee, el Camerín de las Vulvas y el Panel Principal. A los pocos días del hallazgo, uno de sus protagonistas, Celestino Fernández Bustillo, falleció en un accidente de montaña, lo que motivó que a la cueva le pusieran su nombre, pasando a conocerse como de Tito Bustillo.

¿Qué ver en la Cueva de Tito Bustillo?

En la visita se recorre una galería de unos 700 metros de largo que lleva directamente hasta el Panel Principal, es la única zona visitable de la cueva y la que más destaca, tanto por su gran conjunto artístico como por su variedad de técnicas y estilismos. Mientras se llega a él se van dejando atrás, a ambos lados, lugares a los que para acceder, dado su situación, sería imprescindible hacer espeleología, entre ellos se distribuyen once conjuntos con representaciones grabadas y pintadas, como El Camerín de las Vulvas, que está considerado como uno de los más importantes y expresivos del mundo en representaciones vulvares, fue el primero en ser visto por los descubridores de la cueva, está en una pequeña cámara a unos metros de altura sobre el suelo, este conjunto pudo incluso ser anterior al año 25.000 a.C. El lugar en el que se encuentra, un poco apartado del resto de la galería le imprime un halo de misterio y un carácter fuertemente simbólico. Otro lugar con una representación interesantísima es la sala de los Antropomorfos, esta pequeña cámara de forma circular tiene en su centro, a unos tres metros de altura, una estalactita en forma de bandera que en sus caras se hayan dibujadas dos siluetas humanas, una femenina y otra masculina y en la época en que la estalactita era casi transparente se complementarían. Estas figuras superan en mucho los 30.000 años de antigüedad.

Sigue la visita

Continuando por la galería y después de observar en una pared muy plana un grabado de un tamaño considerable donde el perfil de un cetáceo sin cabeza, una ballena concretamente, permanece impasible en el transcurrir del tiempo, se llega a una sala en la que confluyen el camino a la Sala Principal con la galería de entrada original de la cueva, que ha estado taponada por un gran derrumbe durante miles de años preservando así el tesoro arqueológico que guarda, y la chimenea por donde descendieron los descubridores de la misma; es en esta galería original donde se están haciendo las excavaciones arqueológicas pues éstas se llevan a cabo siempre en las entradas de las cuevas, lugar donde nuestros antepasados prehistóricos hacían la vida, ya que entre otras cosas así aprovechaban la luz natural. El hecho de que las pinturas aparezcan muy adentradas en las cuevas no significa que el clan anduviese por ellas, los que si lo hacían eran los chamanes o brujos; no se puede explicar el motivo de ello pero si hay numerosas teorías interpretativas. Ya en la Sala Principal se puede apreciar una participación de muchas personas prolongada en el tiempo, ya que algunas de las figuras que aquí se aprecian se pueden llevar entre sí hasta 7.000 años, pero sí se intuye como un respeto a las expresiones artísticas anteriores y una continuidad o dibujo común y característico a las diversas etapas y zonas, en esta cueva de Tito Bustillo es el caballo pero también bóvidos y ciervos, todo ello en un color rojo predominante, aunque el negro y el violeta también tienen su protagonismo. En esta sala se para el tiempo intentando descubrir y admirar todas las figuras que guarda.

Para descubrir

En el mismo entorno la Cuevona de Ardines, a la que para llegar a ella es necesario subir 300 escalones, es una cueva que fue utilizada por los cazadores de la prehistoria, verdaderas neveras de la época donde preparaban los animales cazados para llevar, las partes de ellos que les interesaban, a sus clanes. Es una cueva que se conoce desde hace tiempo y forma parte de la historia de Ribadesella como así lo demuestran grafitis internos del siglo XIX, fue también refugio durante la Guerra Civil. Durante las excavaciones que tuvieron lugar en 1.913 se encontraron una cantidad importante de herramientas que utilizaban para descuartizar a los animales y para poder utilizar sus pieles. De ellos también obtenían colgantes, adornos y útiles ricamente decorados, hoy a todo esto se ha dado en llamar arte mueble. Su sala principal es de un más que considerable tamaño y el techo alcanza los 40 metros de altura estando coronado por un lucernario natural que permite el paso de los rayos de sol y la luz del día. Su planta circular y su gran bóveda con salida al exterior hacen que este lugar tenga una acústica única lo que ha permitido que desde hace unos años la Cuevona se haya convertido en un verdadero teatro natural en el que los conciertos de música clásica que se organizan en agosto son inolvidables.

Los visitantes pueden completar la fantástica experiencia de esta visita a las cuevas, recorriendo la Exposición Permanente de Arte Rupestre, ubicada en el Centro de Interpretación, que mediante paneles y audiovisuales nos transporta en el tiempo y nos hace participes de algún modo de los usos y costumbres de nuestros antecesores.

Curiosidades

Para facilitar el acceso a la cueva de Tito Bustillo se ha hecho un túnel artificial de unos 160 metros de longitud, porque la entrada original de la cueva se encuentra al otro lado del montaña, como a más o menos dos kilómetros monte a través; este túnel se hizo siguiendo el curso del río San Miguel que pasa subterráneo por toda la cueva y que la inunda en varias zonas casi todos los años sobre todo cuando las lluvias son más abundantes, contribuyendo de esta forma al clima de la propia cueva.

Leyenda

Se dice en libros y se ve en películas como los hombres entraban con antorchas en las cuevas y pintaban con sangre, nada más lejos de la realidad pues si hubieran entrado con antorchas se habrían asfixiado y además las paredes estarían negras, la antorcha podía usarse para recorrer una cueva y no para iluminar y mucho menos mientras pintaban y si las pinturas hubieran sido realizadas con sangre no habrían llegado a nuestros días. Lo que se usaba era óxido de hierro para el rojo; el negro se hacía con carbón vegetal, y el violeta, con óxido de hierro y óxido de manganeso.

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