Es una localidad de apenas medio centenar de habitantes que forma parte de la parroquia de Junco y pertenece al concejo de Ribadesella distando de esta villa unos cinco kilómetros. El pueblo de Cuevas del Agua goza de una situación privilegiada que unido a su peculiar acceso, la convierten de alguna manera en una auténtica aldea pérdida donde se conservan como en pocos lugares las señas de identidad de la vida rural. En este paraje se construyó en 1.905 una central eléctrica para suministro de la villa de Ribadesella.
La aldea de Cuevas del Agua es una de las más coquetas del concejo. Disfruta de la ribera del río Sella a la sombra y protección de los montes que la rodean, Las Torres, La Pandiella, El Colláu, La Cuesta y Les Roces. Entre sus dos barrios, el de Cuevas y el de Santiago, nos encontramos con bonitas casas de construcción típicamente asturiana y con un buen número de hórreos tradicionales. Se dice que es el pueblo del concejo que más hórreos tiene. Su ermita está dedicada a Santiago, pero hay signos de que probablemente hubiera otra anterior con la advocación de San Román. En el pueblo hay un aula-albergue de la naturaleza donde podemos informarnos de los ecosistemas más característicos de Ribadesella. Desde Cuevas del Agua también podemos emprender la bella Ruta de los molinos y descubrir in situ cómo funcionaban estos ingenios hidráulicos de otras épocas.
Cuevas o Cueves, como se llama en asturiano, celebra el 25 de julio sus fiestas patronales en honor a Santiago
El nombre de Cuevas del Agua es un topónimo que hace referencia a la acción que el preciado líquido realiza en el entorno calizo en el que se halla. Su única comunicación por carretera es a través de una cueva natural, La Cuevona de Cuevas.
La Edad Media, cuando se sustituyó la fuerza humana por la hidráulica, los molinos de agua aprovechando la energía de los ríos, abastecían comarcas enteras de harina de distintos cereales. Su verdadero auge fue a partir del siglo XVII gracias a la extensión del cultivo de maíz, procedente de América. El hecho de situarse siempre entre las orillas de los ríos y como si fueran un refugio casi siempre escondido unido a ser un referente para la economía de la comunidad, les llevo a que en torno a ellos surgieran numerosas leyendas sobre amoríos y tejemanejes pecaminosos que tenían lugar en su interior.
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Para llegar hasta Ribadesella lo podemos hacer siguiendo la A-8 Autovía del Cantábrico que une Gijón y Torrelavega, llegando hasta la localidad por la antigua nacional N-632. Una vez allí nos dirigiremos hacia las Cuevas de Tito Bustillo, remontando el río Sella por la carretera que conduce a ellas y dejándolas atrás, continuaremos pasando por los pueblos de La Huertona y Sardalla, siguiendo por un tramo ascendente hasta encontrar la señalización hacia Cuevas del Agua que nos obligará a desviarnos para descender al encuentro de la autovía, al poco de atravesarla la carretera, nos adentra en La Cuevona y finaliza en nuestro destino Cuevas de Agua.
Hay acceso, a través de la pasarela peatonal sobre el río Sella que les une con la carretera N-634, así como el también peatonal camino de San Román, a las paradas de autobús de Omedina o Santianes-La Ribera.
Cuevas del Agua cuenta con apeadero de tren de vía estrecha FEVE, que cubre la línea Oviedo-Santander.
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