Monasterio de Santo Toribio de Liébana

¿Sabías que... el Monasterio de Santo Toribio de Liébana

Es destino anhelado por el peregrino que emprende el Camino Lebaniego, se encuentra en las estribaciones de los Picos de Europa, en la ladera norte del monte de La Viorna, a unos dos kilómetros de Potes, en la comarca de Liébana. No está muy claro el origen del monasterio pero todo parce indicar que su fundador fue Santo Toribio, obispo de Palencia, en el siglo VI, que decidió retirarse a este lugar con un grupo de monjes para vivir de acuerdo a la regla benedictina. El Monasterio de Santo Toribio de Liébana en un principio estuvo bajo la advocación de San Martín de Turieno. En él, el monje Beato de Liébana en el siglo VIII escribió e ilustró sus libros. El monasterio fue donado por Alfonso VIII a los condes Don Gómez y Doña Emilia, quienes después lo cedieron al Monasterio de San Salvador de Oña, junto con otras posesiones.

Un poco más de historia

Se cree que a mediados del siglo VIII, y para protegerlos del ataque musulmán, se trajo aquí los restos mortales de Santo Toribio, obispo de Astorga, junto con alguna de las reliquias que éste santo había traído de Tierra Santa, entre ellas el Lignum Crucis que en este santo lugar se venera. La primera referencia del Monasterio de Turieno, con el nombre de Santo Toribio de Liébana data del año 1.125. El monasterio, que pronto se convirtió en centro religioso y cultural, lugar de peregrinación con reconocido Año Santo Jubilar, estuvo habitado por monjes benedictinos hasta el año 1.837 cuando, por la desamortización de Mendizábal, tuvieron que abandonarlo. En la actualidad y desde el año 1.961 es una comunidad de monjes franciscanos los que viven y cuidan del Monasterio de Santo Toribio de Liébana.

¿Qué ver en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana?

El edificio más importante y única construcción que queda, con varias reformas y remodelaciones, del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, uno de los más antiguos de la región, es la iglesia, construida en el siglo XIII sobre un templo prerrománico y románico, siguiendo las normas de un gótico cisterciense. En la fachada sur se abren sus dos puertas, de marcado estilo románico la puerta principal, y la más famosa e importante, la Puerta del Perdón que pudo construirse más tarde, en el siglo XV o principios del XVI, y que solo se abre para acceso de fieles y peregrinos durante el Año Santo Jubilar, esto es, cuando la festividad de Santo Toribio, 16 de abril, cae en domingo. Dentro de la iglesia, una capilla lateral, barroca del siglo XVIII, acoge y custodia el Lignum Crucis, reliquia que está colocada en un bello templete de madera dorada. También se puede visitar el claustro del monasterio que se terminó de construir en el siglo XVII y que acoge en la actualidad diversas exposiciones, sobre los Comentarios del Apocalipsis, sobre los antecedentes del Año Jubilar Lebaniego... A la entrada del claustro hay un relieve moderno en el que está representada la figura del Beato de Liébana en su "scriptorium", dicho monje fue abad del monasterio y se dedicó en gran parte a luchar contra la herejía. Hacia el año 786 Beatus escribió sus Comentarios al Apocalipsis de San Juan, libro de tipo profético que es canónico de la Biblia y que explica los acontecimientos que sucederán en el fin del mundo.

Para descubrir

En el entorno del monasterio se encuentran un buen número de ermitas, la de San Miguel, la de Santa Catalina, ambas del siglo XIII, la Cueva Santa, prerrománica y semirrupestre, es la más antigua de todas y según la tradición fue el lugar de retiro de Santo Toribio, las ruinas de la de Nuestra Señora de los Ángeles o las de San Pedro. Siendo como es el Monasterio de Santo Toribio un importante y emblemático lugar de peregrinación, a él llegan varias rutas senderistas. Norte, sur, este y oeste confluyen en Santo Toribio, PRs que desde diferentes poblaciones discurren por entornos naturales de preciosos paisajes. Ahora bien el camino por excelencia que tiene su destino en el Monasterio de Santo Toribio es el que realizan los numerosos crucenos, así se llaman a los que peregrinan a Santo Toribio para venerar la Cruz. El Camino Lebaniego, con credencial propia y obteniendo, al finalizarlo, la Lebaniega, se inicia en la localidad de San Vicente de la Barquera y durante tres etapas, los crucenos, recorren este camino que desemboca en plenos Picos de Europa y que ha sido declarado por la Unesco en el año 2.015 Patrimonio de la Humanidad al haber sido incluido dentro de los itinerarios del Camino de Santiago junto al Camino Primitivo, al Camino Norte y al Camino Vasco del Interior. Desde Potes y a través del Camino Vadiniense, que de aquí parte, el Camino Lebaniego se puede unir, en Mansilla de las Mulas, con el Camino de Santiago Francés.

Tradiciones

El Papa Julio II concedió al Monasterio de Santo Toribio de Liébana el privilegio de celebrar el Año Jubilar, tradicionalmente se festejaba cada 100 años, en épocas posteriores y hasta la actualidad se celebra siempre que la festividad de Santo Toribio, 16 de abril, caiga en domingo. El Año Santo Lebaniego comienza pues el domingo 16 de abril y durante todo el año se mantiene abierta la Puerta del Perdón. Ya en el siglo XII se creó la primera cofradía de toda la cristiandad, la Cofradía de la Santísima Cruz de Santo Toribio de Liébana y ha sido siempre tal la importancia de este monasterio, centro de peregrinación, que los reyes de Castilla y Aragón concedieron permiso a sus monjes para que recorrieran España pidiendo limosna para el sostenimiento del monasterio y su hospital de peregrinos.

Curiosidades

El Monasterio de Santo Toribio de Liébana tiene, junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, el privilegio de celebrar el Año Santo. Privilegio que le fue concedido en el año 1.512 por medio de una bula del Papa Julio II. El Sagrado Leño que se custodia en el monasterio parece ser un trozo del brazo izquierdo de la Cruz de Cristo y podría corresponder al que dejó en Jerusalén allá por el siglo IV, Elena, la madre del emperador Constantino. Esta reliquia, serrada y puesta en modo de cruz pero manteniendo entero el agujero donde clavaron la mano de Jesús, con unas medidas de 635 mm el palo vertical y 393 mm el travesaño y con un grosor de 38 mm y protegida por una cruz de plata dorada, es la más grande conservada de la cruz de Cristo.

Leyenda

Son varias las leyendas que se oyen sobre la fundación del monasterio, una de ellas, cuyos protagonistas se encuentran representados en el ábside central de la iglesia, oso y buey, cuenta que cuando Santo Toribio de Palencia llegó a estos lares con la idea de levantar un cenobio y trabajar en la cristianización de los habitantes del lugar, andaba por el bosque buscando el mejor sitio para su ubicación cuando vio como un oso y un buey estaban enzarzados en una feroz lucha, entonces el santo se les acercó y con sus palabras logró ya no solo separarlas sino además que juntos y al unísono le ayudaran en la construcción del monasterio. Resuelto esto quedaba encontrar el lugar idóneo y entonces Santo Toribio lanzando su bastón dijo: Donde caiga mi cayada construiré mi morada.

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