Un paseo por la historia de Burgos

Qué ver en Burgos

Pasear por las calles de Burgos es hacerlo por su historia reflejada en cada rincón que vamos visitando. Una historia que se remonta miles de años atrás como así lo atestiguan los diferentes asentamientos arqueológicos que yacen entorno al cerro del castillo. Rincones que nos hablan de las nobles gentes que por aquí pasaron o habitaron, de la importancia historia que ostentó esta noble ciudad y que hoy en día podemos rememorar gracias a su rico patrimonio histórico artístico. Regios edificios que componen el bello conjunto monumental de Burgos y que nos invitan a sumergirnos en un viaje a través del tiempo y de la historia.

Propuesta de itinerario para visitar Burgos

Un paseo por la historia de Burgos nos muestra qué ver en Burgos conduciéndonos a través de las diferentes épocas que ha conocido esta ciudad y que han dejado su huella indeleble en forma de monumentales edificaciones que aún hoy conservan el esplendor de antaño. Sus palacios, sus calles, sus monumentos de incalculable valor o sus ilustres personajes, son sin lugar a dudas lugares y referencias imprescindibles en cualquier guía para visitar Burgos. Una ciudad de marcado y arraigado carácter que ha vivido el paso de regios personajes, que ha sido cabeza visible de poderosos reinos y que fue y es paso obligado para los peregrinos que, haciendo el Camino de Santiago, se dirigen, siguiendo el Camino Francés, hacia la tumba del Apóstol. En definitiva una rica e importante historia que ha quedado fielmente reflejada en sus monumentos y rincones, lugares que hoy podemos ver en Burgos y que nos permiten disfrutar de ellos al tiempo que nos dan testimonio mudo de sus memorias.

Conjunto de San Juan

Preguntarse qué ver en Burgos es obtener un buen número de imprescindibles lugares que visitar haciendo complicado decidir por cual empezar. En este caso tomaremos como punto de partida el Camino de Santiago justo antes de que éste se adentre en el casco histórico de Burgos atravesando el Arco de San Juan. Aquí nos aguarda un conjunto monumental de gran belleza que engloba, además del mencionado arco, al Monasterio de San Juan del siglo XVI, hoy Museo Marceliano Santa María, y del que hoy solo se conserva el claustro, la sala capitular y apenas unas ruinas de lo que en su día fue su iglesia. También nos ha de sorprender la Parroquia de San Lesmes Abad que, junto al monasterio dan forma a esta primera parada de nuestra ruta por Burgos. Su ubicación prácticamente en el centro de la ciudad hace de este lugar un buen punto de partida desde donde visitar Burgos. Una vez disfrutado de este conjunto monumental de San Juan podemos acercarnos a conocer las simbólicas estatuas de los Gigantillos que nos esperan sobre uno de los puentes que cruzan el Río Vena, junto a la parroquia.

Casa del Cordón

Continuamos nuestra ruta por Burgos, dejando a nuestra izquierda la calle que de seguirla nos llevaría hasta el Museo de la Evolución Humana, para atravesando el Arco de San Juan adentrarnos en el casco histórico de la ciudad de Burgos siguiendo los pasos del Camino de Santiago, al menos por un instante. Nada más hacerlo nos despedimos del trazado que sigue el Camino Francés para seguir por nuestra izquierda la calle de la Puebla que nos ha de llevar sin más desvíos hasta la Plaza de la Libertad donde nos aguarda otra de las paradas imprescindibles que hemos de hacer. La Casa del Cordón, construida allí por el siglo XV, además de ser residencia real ha sido el inmejorable decorado de notables hechos históricos. Este edificio debe su nombre al cordón franciscano que jalona la fachada principal. Edificación que preside la plaza a la que llegamos, plaza que desde la Edad Media fue el Mercado Mayor de la ciudad. Ciudad en la que poco a poco nos vamos adentrando, aunque antes de hacerlo definitivamente hemos de acercarnos hasta el cercano río Arlanzón para conocer otro de los rincones de Burgos.

Puente de San Pablo y Estatua del Cid Campeador

La trabajada fachada de la Casa del Cordón nos conduce directos hasta la calle por la que debemos seguir, dejando al momento a nuestra espalda el edificio y una de las esbeltas torres que se alzan a sus extremos, para casi sin darnos cuenta toparnos frente a nosotros con la siguiente parada de nuestra ruta. La Estatua del Cid Campeador nos recibe junto al Puente de San Pablo como si estuviera esperando nuestra visita antes de partir hacia el destierro. La persona de D. Rodrigo Díaz de Vivar forma parte no solo de la historia de Burgos, también de la de muchos otros lugares por donde este ilustre personaje pasó, hoy surcados por una interesante y bonita ruta conocida como El Camino del Cid y que viene a rememorar parte de la vida del Cid Campeador. El río Arlanzón sin duda es otro de los indiscutibles protagonistas de la vida e historia de Burgos, su ribera es ahora un agradable paseo que discurre a lo largo de la localidad, paseo que más adelante tendremos oportunidad de disfrutar.

Plaza Mayor

Finalizada ya nuestra visita a este ilustre personaje retomamos nuestra ruta regresando unos cuantos metros sobre nuestros pasos hasta toparnos con la calle que da acceso al siguiente rincón de Burgos que vamos a descubrir. Ante nuestra mirada se extiende majestuosa la bella Plaza Mayor de Burgos. Conocida antaño como la Plaza del Mercado Menor, entre otros muchos nombres que ha ostentado, estamos ante lo que en su día fue un bullicioso mercado nutrido por los comerciantes que a través de la Puerta de Carretas accedían a ella para vender sus productos. Posteriormente y tras varias reformas se convirtió en el centro administrativo de la ciudad, luciendo en la actualidad los diferentes estilos arquitectónicos que caracterizan a esta Plaza Mayor de Burgos. La Casa Consistorial, situada en el antiguo emplazamiento de la Puerta de Carretas, junto a los diferentes edificios que componen la plaza invitan a disfrutar con calma de ella rememorando su pasado y viviendo su presente.

Castillo de Burgos

Proseguimos nuestra visita abandonando la plaza por la calle del Cardenal Segura que nos acerca con rapidez la Plaza Huerto del Rey, la cual cruzaremos de un extremo al otro para ya al otro lado de la plaza, y tras seguir unos metros por la calle de nuestra izquierda, reencontrarnos por un instante con el trazado del Camino de Santiago. Camino Francés que al momento se adentra en la famosa Calle de Fernán González mientras nosotros emprendemos el largo ascenso hacia nuestro siguiente destino, no sin antes hacer una visita a la Iglesia de San Gil Abad, de estilo gótico, y posteriormente pasar bajo el Arco de San Gil, uno de los que aún se conservan. Nada más pasar bajo el arco retomaremos el duro ascenso con la vista puesta, a nuestra izquierda, en los primeros entramados defensivos con que contaba el Castillo de Burgos. El Arco de San Esteban da paso a un bien conservado tramo de muralla, de origen mudéjar, que podemos remontar para acercarnos hasta el castillo, o bien seguir la calle que asciende hasta el magnífico Mirador del Castillo, desde donde disfrutaremos de una privilegiada panorámica de Burgos. Los primeros indicios del Castillo de Burgos se remontan al siglo IX pero fue sobre los siglos XV y XVI cuando alcanzó su mayor desarrollo hasta que fue destruido por las tropas Napoleónicas.

Catedral de Santa María La Mayor de Burgos

Retomamos el recorrido descendiendo del Castillo de Burgos a través de alguno de los paseos que nos permiten acercarnos hasta la iglesia de San Esteban, hoy Museo del Retablo, para desde allí seguir descendiendo al encuentro de la Calle Fernán González, donde nos aguarda la iglesia de San Nicolás de Bari, que bien merece un alto en el camino. Frente a San Nicolás de Bari se alza la imponente figura de la facha principal de la Catedral de Santa María La Mayor de Burgos cuyas agujas se alzan al cielo de la ciudad. Su estilo gótico, de marcada influencia francesa, su curioso reloj conocido como el Papamoscas y la majestuosidad de sus formas, hacen de esta catedral una de las más visitadas por turistas y fieles. La Plaza de Santa María nos permite disfrutar con calma de los diferentes detalles de la fachada de la catedral, antes de bajar hasta la Plaza Rey San Fernando, otro de los rincones desde donde podremos contemplar con calma esta magnífica obra arquitectónica, la cual data de principios del siglo XIII.

Arco de Santa María

Pero si hay algo que en la Plaza Rey San Fernando además de la catedral también llama la atención de quien pasea por ella, eso es el arco que se sitúa en uno de sus extremos y que comunica la plaza con el río Arlanzón. Se trata de una de las doce puertas de acceso que aún se conservan con que contaba Burgos en la Edad Media. Convertida en arco en honor de Carlos I, hoy en día es uno de los monumentos más visitados de Burgos y es que tras atravesarla nos encontramos con un cuidado retablo tallado en piedra ornamentado a modo de castillo en el que encontramos diversos ilustres personajes. El edificio se remonta a los siglos XIV y XV, llegando a albergar el ayuntamiento de la ciudad y hasta un museo. El Arco forma junto al Puente de Santa María un bello conjunto arquitectónico resaltado más si cabe por la blancura de su piedra, característica inconfundible de la piedra caliza con que se remodelo en el siglo XVI. Y a todo ello viene a sumarse el agradable Paseo del Espolón que recorre la ribera del río acrecentando la belleza de esta zona de Burgos.

Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas

Una vez llegados a este punto de la ruta deberemos elegir para llegar hasta nuestra siguiente parada entre hacerlo realizando un agradable paseo de apenas 2 Km o tomar un medio de transporte que nos acerque hasta él. En cualquier caso en la orilla contraria del río nos espera la calle que debemos seguir. Remontaremos el curso del río hasta toparnos con el desvío que nos acercará hasta el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas, donde reposan incontables personajes de la nobleza castellana. Fundado en el siglo XII ha visto como con el paso de los años ha ido creciendo en dependencias e importancia. Son muchos los encantos que ofrece a quien lo visita, gracias en parte a su rico patrimonio histórico artístico, sus claustros, la sala capitular, los sepulcros o su iglesia se une a los diferentes tesoros que alberga en su interior como por ejemplo el Códice de las Huelgas, una joya cultural e histórica. Sin duda una joya más de cuantas nos ofrece Burgos que nos permite sumergirnos en ella a través de los diferentes hechos históricos que aquí acontecieron.

Cartuja de Santa María de Miraflores

Una vez finalizada esta visita lo más aconsejable es tomar un medio de transporte que nos conduzca hasta nuestra siguiente parada, ya que ésta se sitúa fuera del núcleo urbano y aunque es posible llegar caminando la distancia desde el monasterio donde nos encontramos es considerable. Para ello podemos regresar sobre nuestros pasos hasta el corazón de la ciudad y una vez allí en la Plaza del Mío Cid, ya visitada anteriormente, encontraremos las indicaciones pertinentes que nos permitirán llegar con nuestro vehículo hasta la Cartuja de Santa María de Miraflores. Esta joya del arte gótico se remonta al siglo XV aunque la primera edificación fue pasto de las llamas obligando a la construcción del edificio actual. En él podemos contemplar diversas joyas arquitectónicas y culturales como su portada, el retablo mayor, sus ornamentados coros o los sepulcros de los reyes Juan II e Isabel de Portugal, entre otras maravillas. Sin duda un inmejorable broche final para este Paseo por la historia de Burgos en el que hemos podido conocer parte de cuanto esta ciudad atesora.

Mapa de la ruta

Este mapa es un croquis hecho como ejemplo de la ruta, en ningún caso representa el mejor o el único itinerario a seguir. En su desarrollo no se han tenido en cuenta las normas vigentes de circulación o el estado de los lugares por donde pasa y que pudieran afectar a su trazado.