La Cruz de Ferro, puerta de entrada al Bierzo
A las puertas de los Montes de León, en Rabanal del Camino, continúa el ascenso al monte Irago, ahora puerto de Foncebadón, que nos lleva hasta uno de los hitos del Camino Francés, la Cruz de Ferro, ante sala de la tierra del Bierzo, al que llegaremos tras un incansable descenso que nos llevará hasta Ponferrada en el Valle del Sil, pasando antes por Molinaseca. Una espectacular etapa del Camino de Santiago que nos brindará inmejorables miradores desde donde disfrutar del espectáculo que el paso del Camino Francés por estas tierras ofrece, que sumado a tradiciones ancestrales y a la historia de estas tierras y sus gentes, dotan a esta etapa de un atractivo especial que la hace una de las que todo peregrino tiene marcada en su cabeza.
La etapa 20 Rabanal del Camino-Ponferrada con 32,3 Km parte de Rabanal del Camino y prosigue con el largo ascenso del puerto de Foncebadón, en busca de uno de los puntos clave de todo el Camino de Santiago. Una alberguería, hospital de peregrinos, construida por el ermitaño Gaucelmo en el siglo XII, dio vida a Foncebadón, localidad que ha vivido un nuevo resurgir, después de su casi total abandono, gracias al Camino Francés entorno al que se creó. La Cruz de Ferro, uno de los puntos destacados del Camino de Santiago es la antesala de la entrada de este en el Bierzo. Lugar de cargado simbolismo, que nos sirve de preparación para otro de los rincones del Camino, Manjarín, cuya campana replica como si de un faro se tratara para guiar a los peregrinos hacia su refugio. Una travesía a lo largo del hombro cimero de la montaña nos arrastra hasta un empinado descenso que finaliza en El Acebo de San Miguel, él cual nos recibe con sus características casas de empizarrados tejados y su iglesia de San Miguel.
Esta localidad se emplaza en un privilegiado balcón desde donde se puede contemplar el valle que alberga la Fragua de Compludo o las montañas que esconden Peña Alba de Santiago. El Camino Francés prosigue el descanso por las tierras del Bierzo hasta llevarnos a Riego de Ambrós y la ermita de San Sebastián, otro claro ejemplo de arquitectura típica de la zona, con casas de pizarrosos tejados y balconadas de madera. El descenso continua para conducirnos hasta la encantadora Molinaseca, cuyo Santuario de la Virgen de las Angustias del siglo XVIII, precede al cuidado puente románico o Puente de los Peregrinos que sirve de acceso al interior de la villa, donde podremos contemplar sus nobles y casas blasonadas además de la imponente iglesia de San Nicolás de Bari de estilo neoclásico.
Campo es el siguiente núcleo urbano que atraviesa el Camino, de casas solariegas y de origen medieval, destacan su iglesia de Nuestra Señora de La Encina de Campo del siglo XVII y la fuente romana a la entrada a la localidad. Ponferrada, levantada en la ubicación de un antiguo castro, con testigos de excepción de su dilatada historia, como son el Castillo de los Templarios o la Basílica de Nuestra Señora de la Encina, patrona del Bierzo, junto a la característica calle del Reloj que da acceso a la plaza del ayuntamiento, y que son alguna de las maravillas que guarda la última gran ciudad por la que pasaremos antes de llegar a Santiago y que es el punto final de esta etapa.
Molinaseca se antoja un atractivo e interesante punto final alternativo de etapa, donde recuperarnos del complicado descenso y disfrutar de los atractivos que nos ofrece una de las localidades más bellas del Camino.
Etapa para que disfruten en gran parte del recorrido, por terrenos de montaña, con variedad de firmes. El kilometraje es alto y aunque llevadero es exigente, pero son los tramos de asfalto sobre todo al final y el mal estado de parte del descenso lo que nos obligará a estar atentos y tomar las medidas necesarias para evitar lesiones, heridas o disgustos. Sin apenas sombra, en verano el esfuerzo se multiplica y el calor puede aumentar al introducirnos en las trincheras y las vaguadas por donde discurre el recorrido.
El agua, tan disponible en los primeros kilómetros de la etapa, se reduce rápidamente al paso por las localidades y si bien casi al final atravesaremos algún arroyo que puede servir para que se refresque, no podemos dejar a la suerte el poder reponer las reservas de agua que debemos llevar.
Aunque algunos tramos del recorrido están casi cubiertos por los matorrales, la casi ausencia de ganado hace que no debieran ser un foco de parásitos. Estamos en plena montaña y aunque el continuo paso de personas los aleja, la fauna local puede venirnos a visitar en cualquier momento. A las mascotas habituales en las poblaciones debemos empezar a sumar las que de ahora en adelante empiezan a campar a sus anchas por los alrededores.
Rabanal del Camino | | | ||||||||
Foncebadón | ||||||||||
Manjarín | | |||||||||
El Acebo | ||||||||||
Riego de Ambrós | ||||||||||
Molinaseca | ||||||||||
Campo | | |||||||||
Ponferrada |
La calle Real, junto a la iglesia de la Asunción de Rabanal del Camino (0h 00min) es el punto inicial de esta larga etapa de montaña.
Esta calle continúa el ascenso que ayer dejamos a medias y nos conduce hacia las afueras de la localidad. Pronto la empedrada calle y las casas dejan paso a una pista de tierra encajonada entre muros de piedras que delimitan los campos.
La ancha pista, la cual no debemos abandonar, nos conduce en un continuado ascenso, perdiendo en parte su buen firme inicial.
Unos cuantos metros después de pasar junto a una edificación, que bien puede ser el depósito de agua de la localidad, llegamos al encuentro de la carretera, la cual es aconsejable que sigan los ciclistas a lo largo de esta etapa.
Frente a nosotros comienza, al otro lado de la carretera, la senda por la que tenemos que proseguir. Esta ancha senda continúa el ascenso, cortando la ladera de la montaña, recorriendo los campos repletos de matorrales.
El ruido de los coches nos recuerda la cercanía de la carretera que unos metros más arriba sigue nuestro mismo rumbo.
Tras un corto y suave descenso llegamos a una pequeña zona de descanso donde la senda parece perderse, obligándonos a buscar la referencia del pilón de agua que señala el inicio nuevamente de la senda.
El recorrido sigue el curso que marca la senda ahora mucho más estrecha, pero bien marcada, adentrándose entre la vegetación que en algunos momentos parece volver a hacerla desaparecer y dejando a nuestra espalda un camino que llega a esta zona de descanso desde la cercana carretera.
Este tramo en claro ascenso, nos muestra a las claras el terreno montañoso por el que transita la etapa de hoy.
Tras un exigente ascenso unas solitarias escaleras nos sirven para salvar el talud de tierra que nos separa de nuestra amiga la carretera.
Nuevamente nos vemos obligados a cruzarla, ya que el Camino sigue por una ancha senda de tierra que comienza al otro lado.
Esta senda rápidamente gira para recuperar el rumbo que marca la carretera, volviendo a recordarnos que estamos ascendiendo al Monte Irago. El itinerario, aunque con la suficiente distancia, sigue el serpenteante curso que marca la carretera.
El pedregoso camino suaviza en parte su desnivel poco antes de llegar a una nueva zona de descanso, que atravesaremos dejando a nuestra derecha una gran fuente y a nuestra izquierda una pequeña pista que sale directa a la carretera. El ascenso hace que continuemos ganando altura permitiéndonos observar la pared de montes que a nuestra izquierda marcan el comienzo de los Montes de León con el Teleno como representante.
El camino sigue siendo pedregoso y discurre sin separarse demasiado de la compañía de la carretera.
Sin desviarnos en ningún momento del rumbo que nos marca el camino bien definido por el que vamos y que nos brinda pequeños descansillos en su continuado ascenso llegamos a otra zona de descanso desde donde ya podemos observar el primer objetivo del día, Foncebadón.
El recorrido prosigue sin desvíos hacia esta localidad, dejando atrás cuantos caminos nos encontramos, estos sirven de acceso a las antenas y las torres de alta tensión que rodean la zona.
La carretera una vez más se antepone en nuestro camino obligándonos a cruzarla para poder continuar por el camino que nos llevará hasta el interior de Foncebadón (1h 30min).
La pista por la que llegamos a esta población nos hace las veces de guía por ella conduciéndonos hasta las afueras de la misma.
Al salir definitivamente de la localidad el recorrido deja a la derecha una pista para seguir recto, dejándonos intuir la parte final del ascenso. La pista con bastante buen firme sigue en suave ascenso por el momento, dirigiéndose al encuentro de las ruinas de una antigua edificación.
La pista principal va dejando atrás los caminos que descienden hacia el valle para proseguir a media ladera en busca de mayor altitud.
La carretera vuelve a cortarnos el paso haciendo que debamos cruzarla una vez más para continuar el recorrido, ahora junto a ella.
Nuestro siguiente objetivo del día ya se puede ver señalándonos el paso de montaña por el que salvarnos esta primera traba que el Camino Francés nos plantea en muchos kilómetros.
La Cruz de Ferro (2h 15min) se alza en el montón de piedras que le sirven de base, marcando el falso final del ascenso al que nos tenemos que enfrentar.
Dejamos atrás este icono del Camino y continuamos por el adecentado andadero que emprende un primer descenso siguiendo, como no podía ser de otro modo, la línea que le marca la carretera.
Nos espera un largo tramo en compañía de la carretera, con el andadero delimitado por unos troncos de madera que nos servirán de guía.
Este bien definido camino ya sin troncos en sus laterales y que va perdiendo su buen firme poco a poco debido al trabajo incansable del agua, deja atrás algún que otro cruce sin abandonar por ahora la compañía de la carretera.
El recorrido alterna los suaves descensos con cortas rampas que nos hacen ganar nuevamente altura, haciéndonos avanzar por este terreno montañoso, alejándose de la carretera para acortar las curvas que ésta dibuja.
Una vez más nos encontramos con la carretera, de la cual nos habíamos separado unos cuantos metros, para ahora vernos obligados a proseguir por ella.
Este tramo de asfalto nos sirve para recorrer los escasos metros que nos separan de Manjarín (2h 50min), al que llegamos seguidamente.
La carretera nos conduce a través de este peculiar lugar permitiéndonos contemplar sus curiosos y llamativos rincones.
Siguiendo el curso que nos marca el asfalto llegamos a la altura de un nuevo desvío, a nuestra izquierda comienza una pista por donde continúa el recorrido.
Poco después de iniciarse la pista llegamos a un nuevo cruce donde nos volveremos a desviar esta vez a la derecha dejando el camino que desciende hacia el valle. Este desvío nos hace recuperar la línea de orientación que marca la carretera para seguir cortando la ladera de la montaña.
Un largo abrevadero y unos bancos de madera nos sirven de referencia para saber que vamos en el rumbo correcto, desde aquí la pista se convierte en una amplia senda que encamina nuestros pasos hacia la imponente antena que corona la cima de la montaña situada frente a nosotros.
Nos volvemos a encontrar con la carretera para cruzarla una vez más, dejándola así ahora al lado contrario.
Nada más cruzar volvemos a girar a la izquierda retomando el curso que marca la cercana carretera.
El recorrido sigue bordeando la cima coronada por la gran antena que nos sirvió de faro hasta aquí, este tramo se cruza con varios caminos que ascienden hacia ella.
El itinerario parece volver a salir a la carretera pero en realidad cruza la pista asfaltada que sube hacia la antena para dirigirse en busca de una estrecha senda que avanza unos metros ascendiendo junto a ella y luego separarse paulatinamente siguiendo la curva que dibuja bajo nosotros la carretera.
El recorrido transita ahora por una trocha de montaña bastante empedrada que nos muestra a las claras lo que nos espera en el descenso que tenemos por delante.
El descenso se hace más evidente y va dejando atrás las sendas que se va encontrando, el firme, repleto de lascas y piedra suelta, aumenta la posibilidad de resbalones. A lo lejos en el fondo del valle ya se puede intuir el final de la etapa y los paisajes por los que caminaremos en próximos días.
El fuerte descenso continúa, dándonos algún corto respiro, para llegar a un nuevo cruce con una pista que corta la nuestra sin contemplaciones.
Poco después de atravesar esta pista nos volvemos a encontrar con la obligación de cruzar la carretera para proseguir el descenso hacia la siguiente localidad de la jornada que ya se ve a nuestros pies.
Nuevamente esta parte del recorrido aumenta su inclinación que sumada al pedregal por el que discurre hacen de este tramo un engorroso descenso.
Tras cruzarnos con más sendas que no tienen porqué confundirnos, el recorrido dibuja las típicas zetas que suavizan en parte su desnivel encaminándonos una vez más hacia la carretera.
El camino por el que ahora vamos desemboca sin más complicaciones a las puertas de la localidad, a la que nos adentramos siguiendo a la inseparable carretera en su ininterrumpido descenso que nos llevará hasta el interior de El Acebo de San Miguel (4h 25min).
De nuevo la carretera, convertida en una bonita calle, nos hará las veces de improvisado guía llevándonos a recorrer toda la localidad.
Sin desviarnos en ningún momento del Camino Real, nombre que recibe esta calle, llegamos a las afueras de la localidad, momento en el que el asfalto vuelve a hacer acto de presencia.
Unos cuantos metros más adelante dejamos a nuestra izquierda la carretera que desciende hacia Compludo y su famosa Herrería, para seguir recto. Este tramo de carretera nos ofrece una estrecha senda en su borde y unas magníficas vistas del valle y las montañas que nos rodean.
Tras un relativo largo tramo de descenso, después de unas curvas, llegamos a una explanada donde varias sendas nos ofrecen la posibilidad de abandonar la carretera por un tiempo. De ser esta nuestra elección, a nuestra derecha, escondida entre los matorrales, encontraremos el comienzo de la más aconsejable y transitada de todas.
Esta senda bien marcada nos llevará, sin desvíos y con la carretera a nuestra izquierda, campo a través hasta volver a encontrarnos con ella frente a nosotros, evitándonos una amplia curva que ésta dibuja.
Es en este lugar donde comienza una nueva senda que nos evitará otro largo tramo de carretera.
Esta senda, más ancha que la anterior, nos lleva directamente en un continuado descenso hacia la siguiente localidad del día a la que desde hace ya bastante tiempo podemos observar perfectamente.
El Camino Francés sin permitirnos desvío alguno nos lleva rápidamente al interior de Riego de Ambrós (5h 00min), haciéndonos recorrer la larga calle que atraviesa esta localidad.
Nuestro caminar por las calles de Riego de Ambrós nos lleva hasta una bifurcación donde una casa divide en dos la calle por la que vamos.
El recorrido prosigue entonces girando a la izquierda por la calle que nos llevara hacia los límites de la población dejando la que frente a nosotros nos llevaría hacia la carretera.
Poco después de pasar por la plaza del municipio, justo donde la calle comienza a ganar altura, tenemos que desviarnos siguiendo por la de nuestra derecha que rápidamente nos termina de sacar de la localidad, convirtiéndose en un camino de tierra que más bien parece una torrentera de agua.
Este camino en bastante mal estado desciende hasta un arroyo que tendremos que cruzar para llegar hasta una zona algo más despejada de vegetación. Unos impresionantes castaños son la antesala de nuestro paulatino regreso hacia la carretera.
Tras recuperar algo de la altura perdida el recorrido gira hacia la derecha, dejando un camino que sigue recto, para salir a la cercana carretera.
Este pequeño tramo de asfalto en el que seguimos con el descenso finaliza justo antes de que la carretera describa una curva, lugar donde comienza un nuevo camino a la derecha por donde tenemos que continuar. Este camino emprende un suave ascenso despidiéndose de la carretera que se aleja, en busca del mejor lugar para salvar la loma que se presenta frete a nosotros.
Poco después de comenzar el recorrido por esta pista, unos metros antes de llegar a la altura de una torre de alta tensión, el itinerario abandona la amplia pista que prosigue con su ascenso hacia la torre para continuar por el camino de la izquierda que nos llevará hacia el descenso final hasta Molinaseca.
Pronto comenzamos el descenso siguiendo la senda que nos lleva, por un terreno bastante empedrado, a cruzar un pequeño arroyo, aunque el mal estado de esta parte del recorrido ha propiciado que con el paso continuo de peregrinos se cree una pequeña senda junto a la descarnada trinchera, evitándonos así el paso por ella.
Tras volver a unirse ambos trazados, el terreno nos da una pequeña tregua hasta que nos volvemos a tener que enfrentar al incomodo descenso, encajados como si de una trinchera se tratase caminando sobre resbaladizas lascas de piedra, por un terreno bastante descarnado que no facilita nuestro avance.
Casi sin darnos cuenta Molinaseca se muestra ante nosotros más cercana de lo que en realidad está por ahora. El terreno se vuelve más amable permitiéndonos progresar con más comodidad.
El serpenteante recorrido vuelve a arrimarse a la inseparable carretera, que nos tienta a continuar por ella ofreciéndonos una pista que lleva hasta ella, pista que dejamos a nuestra izquierda para seguir recto afrontando un corto pero intenso ascenso.
Sin desviarnos de la senda por la que caminamos, que rápidamente comienza de nuevo el descenso, nos volvemos a encontrar con otro camino que nos lleva hacia la carretera, opción que ahora sí seguiremos para salir a ella.
El recorrido continúa entonces el descenso por la carretera encaminándonos hacia la próxima localidad que nos ofrece ya la seguridad de sus aceras.
Siguiendo el curso de la carretera que nos adentra en el núcleo urbano, podemos ir contemplando la cuidada arquitectura que caracteriza a esta localidad hasta encontrarnos con el puente románico por el que continuaremos cruzando el río Meruelo.
Este puente nos alinea con la calle Real que nos acompañará en nuestro paso por Molinaseca (6h 10min).
Siguiendo el recto discurrir que marca la calle Real pronto nos encontramos con un crucero que nos indica la cercanía de la inseparable carretera.
Sin más dilación el recorrido nos devuelve a la carretera que volverá a ser nuestra compañera un buen rato, aunque por suerte este tramo cuenta con una acera que nos evita caminar por la calzada.
Esta travesía discurre entre casas de campo y adosados que casi nos hacen echar en falta el tortuoso descenso que nos trajo hasta aquí.
Sin lugar para errores, el recto curso de la carretera pronto nos lleva hasta una exigente subida que a estas alturas se antoja más larga y pesada de lo que en realidad es. Dejamos tras nosotros algún que otro solitario camino que sale a nuestro paso para tras coronar este mini puerto encontrarnos con el punto final de la acera.
Por suerte unos cuantos metros más adelante llegamos a un cruce donde dejamos la compañía de la carretera que lleva hacia Ponferrada para seguir, de las dos posibilidades más que se nos plantean, por la pista de la izquierda que continua con el descenso iniciado poco antes.
Esta pista de tierra marca los límites de la urbanización por la que estamos pasando y va dejando atrás los acceso que se introducen en ella.
El ondulante terreno nos obliga a una nueva subida recorriendo ahora los primeros viñedos de los muchos que nos encontraremos en esta parte del Camino. Sin desviarnos de la pista principal en los cruces que nos encontramos, comenzamos un nuevo descenso con la silueta de Ponferrada observándonos.
La siguiente población del día nos recibe obligándonos a decidir entre dos de sus calles, siendo la calle de la derecha que prosigue con el descenso la que nos lleva hasta el interior de Campo (7h 05min), dejando tras nosotros el camino que nos llevaría hasta la fuente romana de la localidad.
La Plazolica se presenta ante nosotros haciéndonos atravesarla para seguir recorrido por la calle de la izquierda de las dos que comienzan frente a nosotros.
Casi sin darnos cuenta salimos de la población y nos vemos caminando por una carretera jalonada de las casas de lo que parece una urbanización.
Esta carretera, que no debemos abandonar en ningún momento, nos va guiando hacia el punto final de la etapa dejándonos ver de un lado la ribera del río Boeza y tras él Ponferrada y del otro la imponente figura del Pico Pajariel.
Tras un largo tramo a campo abierto, la carretera finaliza al cruzarse con otra que la sustituirá como guía de nuestros pasos.
Continuamos por ella recorriendo las casas que la bordean, cada vez más abundantes, sin hacer caso de los cruces con los que nos encontramos.
Al poco rato esta calle por la que vamos se une con otra arbolada calle por la que sin romper el recto rumbo que seguimos tenemos que continuar.
Este corto tramo finaliza en una amplia plaza, a nuestra derecha podremos ver el puente peatonal que nos servirá para atravesar el río Boeza.
Nada más cruzar el río, el Camino Francés gira a la izquierda para seguir recorriendo las huertas que se extienden en la ribera del río.
La calle nos lleva, sin perdida, a cruzar bajo las vías del tren y a comenzar el ascenso que nos devolverá al amparo de los edificios.
Una vez más iremos dejando atrás los desvíos que nos encontramos hasta finalizar el ascenso, momento en el que girando a la derecha emprendemos el recto discurrir por la calle que nos lleva hasta el interior de la ciudad.
Esta calle finaliza frente a la iglesia de San Andrés, obligándonos a girar hacia la izquierda en busca del paso de peatones que nos servirá para cruzar al otro lado. El recorrido comienza entonces un nuevo ascenso bordeando el Castillo de Ponferrada.
Las murallas del Castillo nos guiaran hasta una plaza, donde los ciclistas que estén de paso en la ciudad deberán seguir la calle de la izquierda que bordea los límites del castillo, mientras que el resto de peregrinos es la calle de la derecha la que nos llevará hasta el corazón de Ponferrada (7h 40min).
La plaza de la Virgen de la Encina, con la inconfundible calle Reloj que nos transporta hasta la bonita plaza del ayuntamiento, hace las veces de punto final de esta etapa.
Nuestro recorrido por Ponferrada determinará la distancia final.
La pericia en el descenso puede variar en parte esta cifra, mientras que si por algún motivo nos viéramos obligados a seguir la carretera al no poder transitar por alguno de los tramos de sendas o caminos que acortan su trazado, tendremos que tener en cuenta la distancia que esto añade al total y el tiempo que nos lleva recorrerla.
En invierno es muy habitual encontrarse el trazado totalmente nevado quedando prácticamente intransitable, obligándonos a seguir la carretera. El paisaje es espectacular y nos ofrece diferentes combinaciones de colores en cada estación. Sin prácticamente zonas de sombra, en verano es aconsejable aprovechar la frescura del amanecer mientras que en invierno las primeras horas pueden jugarnos una mala pasada al toparnos con alguna placa de hielo.
Recomendable botas, la ropa de senderismo ha de ser acorde a la época del año y a las condiciones meteorológicas, además no está de más algo de ropa de abrigo y para lluvia aun siendo verano, mochila equipada, bastones, cantimplora y comida. Tampoco te puede faltar la cámara fotográfica, las gafas de sol y el protector solar, también es aconsejable un mapa de la zona con el recorrido y el teléfono con las baterías cargadas. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer el Camino. Leer más
Física
El perfil, casi plenamente en descenso, no debe llevarnos a infravalorar esta dura etapa. Es precisamente el largo y exigente descenso, que sumado al estado de ciertas partes del mismo contribuye a ampliar la exigencia que puede provocarnos problemas musculares y de articulaciones. La ausencia de sombra en verano es otro condicionante que junto a la morfología del terreno hacen que los días de calor sean más duros de lo que cabría esperar. Los tramos de ascenso los encontramos mayoritariamente al inicio, aunque no son pocas las rampas que se intercalan en el descenso obligándonos a un esfuerzo extra.
Precaución
Los tramos de carretera son algo engañosos al darnos la impresión de ser poco transitados, dado que no es así ya que la zona es muy turística y no son pocos los que se acercan a conocerla. Especial atención debemos prestar en el descenso para evitar caídas, resbalones u otros problemas físicos que estos pueden generarnos. Punto y aparte es en caso de lluvia, nieve o hielo, el terreno es propicio para ello y nos podemos encontrar zonas de barro o piedras muy resbaladizas y en invierno alguna placa de hielo nos puede jugar una mala pasada. Atención los días de niebla, en caso de duda es preferible seguir la carretera, aunque esto suponga unos cuantos kilómetros más, que no serán nada en comparación de si nos perdemos.
Orientación
Aunque señalizada, no tenemos que olvidarnos que estamos recorriendo una zona de montaña y no son pocos los caminos y sendas que nos vamos a encontrar, que junto a las que los peregrinos han creado en su afán de acortar o evitar algunos tramos pueden hacernos dudar en más de una ocasión. No es nada aconsejable salirse del recorrido, que suele estar bien definido su trazado. Toda entrada a una ciudad supone ampliar la dificultad para seguir las marcas y Ponferrada no es una excepción con diferentes alternativas de paso y no muy buena señalización.
1-Rabanal del Camino | 0:00h | 1158m | 0Km | 29T 723151 4706908 |
2-Foncebadón | 1:30h | 1439m | 5,4Km | 29T 718369 4707761 |
3-Cruz de Ferro | 2:15h | 1497m | 7,4Km | 29T 716843 4707432 |
4-Manjarín | 2:50h | 1446m | 9,7Km | 29T 714758 4707527 |
5-El Acebo de San Miguel | 4:25h | 1152m | 16,7Km | 29T 708961 4708301 |
6-Riego de Ambrós | 5:00h | 931m | 20Km | 29T 707051 4710797 |
7-Molinaseca | 6:10h | 582m | 24,7Km | 29T 703601 4712503 |
8-Campo | 7:05h | 538m | 28,9Km | 29T 700040 4712452 |
9-Ponferrada | 7:40h | 545m | 32,3Km | 29T 697692 4713060 |
Coordenadas UTM Datum WGS84
Desnivel: 1897m
Desnivel +: 641m
Desnivel -: 1256m
Altitud máxima: 1510m
Altitud mínima: 504m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrantes 192,191,159 y 158 1:50.000".
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
Descubre qué ver en...
¿Sabías que…
Es de sobra conocido que al paso del peregrino por la Cruz de Ferro éste debe tirar un guijarro en su base para desprenderse de los pecados, este hecho ha dejado desierto de piedras los alrededores, ya que los peregrinos hacen acopio de ellas en vez de portar la suya desde su lugar de origen como realmente marca la tradición.
No te pierdas…
Si dispones del tiempo necesario y las energías suficientes, aproximadamente a 5 Km de El Acebo de San Miguel se encuentra la Herrería de Compludo donde nos muestran el trabajo diario que antiguamente se realizaba en este lugar, cuyo rítmico martillar, se dice, retumbaba en el valle y era escuchado por los peregrinos como si de los pasos de un temible gigante se tratase.
Desde el compromiso de SENDITUR con la Naturaleza, el respeto y el equilibrio del medioambiente, SENDITUR te insta a viajar de una forma responsable, con bajo impacto ambiental y respetando en todo momento el entorno Natural, Cultural y Social de allí por donde pases.
Además de compartir con todos nosotros tu experiencia en la ruta te agradeceríamos que nos escribieras para informarnos de cualquier dato erróneo o no actualizado que hayas encontrado, o simplemente para hacernos llegar tu opinión a Muchas Gracias.
Esta ruta ha sido realizada sobre el terreno por SENDITUR el 02-10-2018. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
Todos los tiempos son aproximados y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Toda la información relacionada con la ruta, textos, imágenes, vídeos, mapas, esquemas, tracks, poblaciones, y lugares de interés turístico están publicadas a título orientativo, pudiendo no coincidir con el estado actual de cada lugar. Antes de realizar cualquier actividad, valora tus conocimientos técnicos, tú forma física, infórmate sobre la meteorología y las variaciones que hubiera podido sufrir la ruta, equípate correctamente, sé prudente y responsable en todo momento, no sobrepasando tus capacidades. Igualmente, te animamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. SENDITUR no se responsabiliza de cualquier mal uso o uso inadecuado de las guías comprensivas de sus rutas y/o publicaciones así como del de sus guías electrónicas, ni de las variaciones por los motivos antes referidos que pudiera haber de sus descripciones y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad.
Continuar viendo ...