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Etapa 22 Villafranca del Bierzo-O Cebreiro
Villafranca del Bierzo, León
(2)
Una de las etapas reinas del Camino de Santiago
Dificultad-Alta
8:05 h.
28 km.
Villafranca del Bierzo, León (2)
Una de las etapas reinas del Camino de Santiago
Dificultad-Alta
8:05 h.
28 km.
A las puertas del Os Ancares, Villafranca del Bierzo sirve como paso fronterizo del Camino Francés entre el amplio valle del río Sil y las imponentes montañas que nos veremos obligados a ascender siguiendo los últimos pasos por tierras de León en su incansable discurrir hacia Galicia, donde O Cebreiro nos recibirá con toda su belleza y su mágica unión al Camino de Santiago. El río Valcarce primero y las redondeadas montañas después, nos irán brindando sus magníficos paisajes que hacen de ésta una de las etapas míticas e imborrables en la mente de todo peregrino.
La etapa 22 Villafranca del Bierzo-O Cebreiro, con 28 km, parte de Villafranca del Bierzo permitiéndonos recorrer parte de sus históricos palacios. El Camino Francés en plena unión de los ríos Burbia y Valcarce nos obsequia con una bella panorámica de la monumental localidad que dejamos atrás. De ahora en adelante el río Valcarce, con su serpenteante discurrir, nos guiará en el paulatino acercamiento hacia Galicia, siempre y cuando no elijamos descubrir la variante de Pradela, un recorrido de aproximadamente 12 Km que sale directamente a Trabadelo. Esta variante exclusiva para peregrinos bien preparados físicamente y totalmente desaconsejable con malas condiciones meteorológicas, nos brinda unas privilegiadas vistas sobre el Camino histórico, a cambio de un considerable sobre esfuerzo para ganar rápidamente la cima de las montañas que nos rodean. Pereje, cuna de antiguas disputas, nos da la bienvenida a la comarca de los Ancares cuyas costumbres gallegas marcan gran parte de sus localidades. El angosto valle nos transporta hasta Trabadelo, punto de unión con la variante de Pradela, que junto a su iglesia de San Nicolás se encuentra envuelto por impresionantes castaños, producto de parte de su industria.
Como si de una competición se tratara rápidamente La Portela de Valcarce nos muestra todos sus encantos, muestra de ello son sus cuidadas casas que junto a la iglesia de San Juan Bautista del siglo XVII forman una bonita localidad. El río Valcarce sigue siendo el principal protagonista de la etapa y en torno a él se extiende Ambasmestas y su iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Los imponentes viaductos de la autovía se unen al paisaje como si quisieran indicarnos la ubicación de la siguiente localidad, Vega de Valcarce nos recibe bajo la vigilante mirada de su castillo de Sarracín, del siglo XV, hoy en día en ruinas, la iglesia de la Magdalena inicialmente del siglo XVII o el Hórreo en la plaza de la localidad son alguno de los atractivos que ofrece esta población. Ruitelán es el siguiente alto en el Camino Francés y según se cuenta fue hogar de San Froilán, patrono de Lugo, erigiéndose una ermita en su honor allí donde se cree estuvo la cueva donde vivía el ermitaño. Las Herrerías bien podría decirse que es el punto de inicio de la verdadera ascensión a O Cebreiro, la iglesia de San Julián del siglo XVIII junto a una antigua fragua son los testigos perdurables de esta localidad que llegó a contar con 4 herrerías, de ahí su nombre, y un hospital de peregrinos donde ahora se encuentra el barrio de Hospital.
Las montañas ya hace tiempo que se han adueñado del entorno y ellas son las que nos conducen hasta La Faba donde podremos contemplar la iglesia de San Andrés. Metidos ya en plena ascensión nos veremos recorriendo los últimos pasos por tierras leonesas que muestran ya un marcado carácter gallego. Laguna de Castilla es la última localidad de Castilla y León por la que pasa el Camino Francés y que nos muestra su marcada arquitectura con sus hórreos de planta cuadrada. La entrada del Camino Francés en Galicia viene marcada por un gran mojón en el lugar donde se erigía una ermita, lugar conocido como Teso de los Santos. La panorámica hace tiempo ya que se ha tornado espectacular allí donde mires, ya que por un lado se precipita el valle y el camino andado y por el otro se acerca el tan ansiado O Cebreiro con su mágico ambiente, donde encontraremos el santuario de Santa María la Real de los siglos IX y X que junto a las pallozas, la niebla y el viento que suelen estar presentes en esta zona aportan a esta aldea prerromana una aureola de misticismo que ningún peregrino quiere perderse, marcándola como punto final indiscutible de etapa.
La relativa escasez de plazas para dormir que encontraremos en O Cebreiro en comparación con la cantidad de peregrinos que marcan este lugar como punto final para una de las etapas míticas del Camino, no tiene que ser un impedimento que nos obligue a cambiar de idea. Hoy en día son muchos los servicios que nos ofrecen transporte para recogernos al final del día en O Cebreiro y devolvernos bien de mañana al mismo punto para continuar desde allí con la siguiente jornada, permitiéndonos disfrutar de las sensaciones que se tienen al finalizar e iniciar etapa en O Cebreiro.
Etapa muy dura para nuestro compañero, ya no por la distancia sino por la cantidad de kilómetros sobre el asfalto a los que tenemos que sumar el ascenso final. Tendremos que estar atentos al estado de sus patas colocándole si es necesario los protectores, además a todo ello se suma el peligro de transitar en gran parte por carretera y los cruces de nacional que tenemos que realizar.
Aunque casi en su totalidad estaremos cerca del río no tendremos un fácil acceso y mucho menos es aconsejable dejar que se entre a beber, por lo que como no puede ser de otra manera deberemos reponer las reservas de agua al paso por las localidades para evitar sustos, sobre todo en verano.
Entramos en Galicia y al ganado, que sin duda nos hemos de encontrar, tenemos que añadir los perros que o lo protegen o habitan por los pueblos y aldeas que atravesamos y que en muchos casos es probable encontrárnoslos sueltos campando a sus anchas, aunque los que peor humor tienen por suerte suelen estar atados.
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| Villafranca del Bierzo |  |
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| Pereje | |
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| Trabadelo | |
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| La Portela de Valcarce | |
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| Ambasmestas | |
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| Vega de Valcarce | |
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| Ruitelán | |
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| Las Herrerías | |
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| Hospital | |
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| La Faba | |
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| Laguna de Castilla | |
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| O Cebreiro | |
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Variante: Etapa 22b Variante de Pradela
La calle del Agua de Villafranca del Bierzo (0h 00min), más concretamente la Plaza de Fernández Marva nos sirve de punto de partida de esta etapa.
Esta larga calle nos guiará por la localidad haciéndonos pasar por algunos de sus ilustres palacios. Avanzamos sin más desvío que el que dibuja la misma calle hasta que los edificios le dan un poco más de anchura.
Justo en ese momento a nuestra izquierda veremos un estrecho callejón que nos llevará directamente hacia el puente sobre el río Burbia.
El recorrido atraviesa el puente, dejando tras nosotros el río que unos pocos metros más adelante desemboca en el río Valcarce, futuro compañero inseparable durante unos cuantos kilómetros.
Nada más cruzar nos encontramos con una empinada calle que de seguirla nos llevaría a recorrer la exigente variante de Pradela. Antiguamente eran muchas las señales que nos animaban a recorrer esta variante, hoy en día son casi inexistentes para evitar dada la dureza y soledad del recorrido, que muchos peregrinos, bien por desconocimiento o bien por error de cálculo, tomen esta ruta de difícil acceso en caso de problemas.
El Camino Francés prosigue recto dejando de lado la variante y siguiendo el curso de la carretera hasta el siguiente cruce. Al llegar hasta él nos desviamos hacia la derecha evitando así cruzar el río y abandonando la carretera que nos llevaría directamente hacia la nacional. Pronto el río Valcarce nos saluda invitándonos a seguir remontando su curso que paso a paso nos va alejando de Villafranca del Bierzo.
Ahora nos toca un tramo por la antigua carretera que da acceso a la localidad, esta vía sin arcenes recorre el meandro que el río dibuja obligado por las montañas que nos rodean.
Tras un buen rato recorriendo la estrecha senda que bordea la carretera llegamos al cruce con la nacional que será nuestro particular guía en esta primera parte de la etapa. Cruzando al otro lado nos encontramos con el comienzo del incansable andadero que nos transportará hacia las próximas localidades.
El andadero discurre en todo momento junto a la nacional, protegido de esta por una barrera de cemento. Transitamos encajados entre el muro y la ribera del río, por un firme de asfalto que a más de un peregrino le incomoda, por lo que nos encontraremos con alguna senda que busca evitarnos este abrasivo firme, pero que en ocasiones nos entorpece más el paso.
Sin abandonar el andadero y poco después de cruzar bajo uno de los viaductos por donde discurre la autovía, nos encontramos con el final del muro de cemento, momento de cruzar la nacional para proseguir por la carretera que vemos al otro lado.
Nos espera un relativo corto tramo de suave ascenso por una carretera local que sirve de acceso a la siguiente localidad y que nos evita seguir sin ningún tipo de protección por la concurrida nacional.
Al llegar a las puertas del municipio debemos seguir la calle de la derecha que nos introduce finalmente en Pereje (1h 10min) y que nos marca el rumbo a nuestro paso por esta localidad.
El recorrido prosigue su curso siguiendo la calle principal por la que entramos en Pereje, dejando atrás cuantos caminos o calles nos encontramos,
El ascenso pronto llega a su fin para comenzar con el imperceptible descenso que nos conduce nuevamente hasta la nacional.
Al llegar a su altura tenemos que volver a cruzarla para retomar el andadero junto a ella a la vera del río. Esta parte del recorrido prosigue con el largo ascenso a O Cebreiro, que sin darnos cuenta hemos comenzado en Villafranca del Bierzo, en parte por el escaso desnivel que poco a poco vamos ganado.
La serpenteante nacional nos vuelve a guiar siguiendo el dibujo que marca el río Valcarce hasta un nuevo paso bajo uno de los imponentes viaductos de la autovía.
Nuevamente debemos cruzar la nacional ya que el muro protector finaliza y nuestra andanza prosigue al otro lado de la carretera que nos llevará hasta la próxima población. Rápidamente el desnivel que tenemos que afrontar nos exige un poco más de esfuerzo, los continuos sube y bajas marcan la mayor parte del recorrido.
Esta carretera por la que vamos, transcurre al amparo de frondosos árboles que nos aportan su buena sombra. Los edificios van sustituyendo a los árboles indicándonos que nos acercamos al núcleo urbano, al que entramos tras dejar a nuestra izquierda un acceso que llega cruzando el río desde la cercana nacional.
El itinerario continúa recto haciendo caso omiso de cuantas calles salen a su paso, para introducirnos en Trabadelo (2h 05min), donde al llegar a la altura de la iglesia se nos unirán los intrépidos peregrinos que decidieron afrontar la variante de Pradela.
El recorrido sigue sin desviarse, siguiendo la calle Camino de Santiago y obligándonos a uno de los primeros esfuerzos que nos esperan en esta etapa.
Seguimos ganado altura hasta que casi al mismo tiempo que finalizan las casas de la localidad la pendiente se suaviza.
Ahora nos toca un nuevo tramo de carretera que nos hará perder parte de la altura ganada, dejando a nuestra derecha la carretera que conduce hacia Pradela.
Este antiguo tramo de carretera nos marca el rumbo por ahora, haciéndonos dejar atrás algún que otro cruce. Nuevamente nos debemos enfrentar a los sube y baja que incomodan nuestro avance pero que todavía no suponen grandes esfuerzos.
Al llegar a un nuevo viaducto nos encontramos con un camino de tierra por el que seguiremos y que a la izquierda desciende hacia la nacional y un buen número de señales que nos animan a seguir recto. De hacerlo nos veremos recorriendo un serpenteante camino que nos sacará a la nacional algo más adelante, el inconveniente de seguir este tramo, a parte de su mayor distancia, es que en el punto donde nos devuelve a la nacional no resulta sencillo ni seguro cruzarla para retomar el andadero, al tener que saltar el muro de cemento o caminar por el casi inexistente arcén hasta encontrar una abertura en plena curva.
Aunque volvamos antes de lo apetecible a la compañía de la nacional es más aconsejable descender por el camino de tierra que además nos da la opción de salir directamente a la carretera o acercarnos a la orilla del río y retomar por ella el andadero evitándonos así tener que cruzar la nacional.
Por delante nos espera uno de los tramos más largos de monótono andadero que vuelve a picar hacia arriba haciéndonos ir ganando altura.
Poco después de atravesar el cruce con la carretera de San Fiz do Seo nos encontramos con los peregrinos que decidieron seguir rectos.
El río y su curso serpenteante obligan a la carretera a dibujar continuas eses que nos hacen pasar por debajo de la autovía del noroeste A-6. El andadero finaliza tras pasar bajo uno de estos viaductos al encontrase con una de las carreteras que le dan acceso.
Debemos cruzar esta carretera para seguir por el arcén los pocos metros que nos separan de la zona de aparcamiento de un área de servicio.
El recorrido atraviesa este área siguiendo el rumbo que marca la nacional y dejando atrás esta, normalmente, concurrida zona.
Rápidamente nos encontramos con un nuevo cruce donde dejamos una vez más la nacional para dirigirnos hacia la siguiente localidad del día.
El paso del Camino de Santiago por La Portela de Valcarce (3h 05min) recorre de lado a lado la población sin desviarse en las pocas opciones que se encuentra.
De nuevo a nuestra salida de la población nos vemos obligados a transitar junto a la nacional, esta vez sin muros protectores.
Por suerte pronto llegamos a otro cruce más, donde volvemos a dejar la compañía de la nacional para dirigirnos hacia la carretera que nos lleva hacia el siguiente objetivo de la jornada.
Este tramo de asfalto nos vuelve a hacer perder altura dejando sobre nuestras cabezas la N-VI que, aunque de lejos, seguirá nuestros pasos.
Sin abandonar esta carretera local llegamos a Ambasmestas (3h 20min), puerta de entrada a los Ancares.
Nuevamente atravesamos la localidad sin desviarnos, siguiendo la línea que nos marca la carretera que recorre Ambasmestas.
Otra vez debemos afrontar un nuevo tramo de suave pero incansable ascenso con la imponente silueta de un elevado viaducto, hacia el que nos dirigimos.
Casi sin darnos cuenta llegamos al cartel que anuncia el comienzo de la siguiente población, aunque para llegar hasta ella aún nos queda un buen trecho.
Como no podía ser de otra forma la carretera nos conduce sin posibilidad a error hasta introducimos finalmente en Vega de Valcarce (3h 45min).
El Camino Francés prosigue con su avance por la localidad, dejando tras nosotros las calles que se adentran en el núcleo urbano.
Poco a poco el largo recorrido por Vega de Valcarce va llegando a su fin vigilados por las ruinas del castillo que antaño dominaba la comarca.
Una vez más nos vemos ascendiendo por la carretera rodeados de vegetación y con la inconfundible silueta de los viaductos de la autovía en el horizonte.
El río Valcarce sigue siendo el inseparable compañero que nos marca el camino a seguir, llevándonos otra vez al encuentro de la nacional para volver a seguir su curso.
Ya sin arcenes nuestro caminar nos lleva rápidamente al amparo de Ruitelán (4h 20min), al que llegamos sin más desvíos.
Seguimos la carretera que nos saca velozmente de Ruitelán para encaminarnos hacia una exigente rampa que se alarga llevándonos sin lugar a dudas hasta el cartel indicador de la próxima localidad por la que pasaremos.
Nuevamente este indicador nos engaña en parte ya que para llegar al núcleo urbano todavía nos queda un empinado trecho.
La nacional avanza entre solitarios edificios hasta llegar al momento de abandonarla definitivamente al encontrarnos con una carretera local que desciende a nuestra izquierda mientras por la que llegamos hasta aquí continua con su ascenso.
Una vez más volvemos a perder parte de la altura dirigiéndonos al encuentro del río que cruzaremos gracias al puente romano que sigue haciendo su función hoy en día. La carretera nos encamina directamente hasta Las Herrerías (4h 40min), a la que llegamos sin desviarnos de ella.
Todavía nos queda un corto recorrido siguiendo el asfalto que continuará guiándonos en el trayecto por el que transitamos.
La localidad se extiende a lo largo de la carretera, pero pronto las casas vuelven a dejar paso a los campos de pastos.
El cruce con la carretera que conduce hacia San Xulian, el cual dejaremos a nuestra izquierda para seguir recto, es la antesala a nuestra llegada a la localidad de Hospital (4h 50min), vecina de la que acabamos de dejar atrás.
El recorrido atraviesa esta pequeña población sin darnos muchas opciones de equivocarnos de camino.
Justo al final de la localidad volvemos a dejar a nuestra izquierda una carretera que esta vez lleva hacia Lindoso, para seguir el rumbo que nos lleva hacia el cercano río.
Nada más cruzar el puente sobre el río la carretera gira a la izquierda para recuperar el curso ascendente de éste, comenzando un ascenso más pronunciado. Este largo tramo de estrecha carretera sin arcén comienza a mostrarnos a las claras el duro ascenso que nos espera de aquí hasta el final de la etapa.
El itinerario sigue la carretera en todo momento dejando a izquierda y derecha los caminos y sendas con los que se encuentra.
Casi escondido por la vegetación, pero bien señalizado por los característicos mojones de piedra que de ahora en adelante nos hemos de encontrar, veremos el comienzo de la senda por la que afrontaremos, ahora sí, el verdadero ascenso a O Cebreiro. Los ciclistas, dado el estado de parte del recorrido y el desnivel que en algunos tramos se salva, es mejor que prosigan por la carretera, evitándose así en la mayoría de los casos tener que echar pie a tierra cargando la bicicleta.
Esta primera parte de la amplia senda nos da un pequeño respiro haciéndonos descender por un instante, para en seguida volver a pedirnos continuidad con el esfuerzo que traíamos. Por ahora el trazado no muestra toda su exigencia y mal estado, permitiéndonos avanzar con relativa comodidad junto al pequeño arroyo que corre valle abajo.
Enseguida de cruzar el arroyo la senda gira bruscamente para dibujar las típicas zetas que nos ayudan a salvar el desnivel que tenemos por delante. El firme, bastante empedrado y en no muy buen estado, serpentea por el bosque cuya sombra nos protege en el recorrido.
La senda por la que transitamos, aun estando bastante cubierta en ciertas ocasiones por las hojas que caen de los árboles, está bien definida y no deja lugar a dudas de cuál es el camino a seguir en los pocos cruces con los que nos encontramos.
Seguimos encajados por un talud de tierra y el pequeño muro de piedras que marca los límites del camino, el cual sigue exigiéndonos un fuerte esfuerzo que se suma a su no muy buen estado.
A nuestra izquierda los campos de cultivo comienzan a ganar protagonismo al frondoso bosque, momento en el que el camino por el que vamos gira radicalmente a la derecha encaminándose hacia las primeras edificaciones de la siguiente localidad que ya se dejan intuir entre la vegetación y dejando atrás el camino que sigue recto continuamos el rumbo que traíamos hasta el momento.
El cemento sustituye a la pista de tierra, barro y piedras que nos trajo hasta aquí marcándonos ahora el rumbo que continúa el ascenso encajado entre los muros de las primeras casas de esta población.
El recorrido nos lleva directos al muro de una casa donde continúa girando a la izquierda para llevarnos definitivamente hasta el interior de La Faba (5h 55min), donde nos encontramos con la carretera de entrada a la localidad.
Los ciclistas, en su ascenso por la carretera se encontrarán con el desvío que siguiendo esta carretera les traerá, de así necesitarlo, hasta La Faba, de no ser así es mejor que sigan el ascenso por la carretera ya que el camino hasta Laguna de Castilla sigue no estando en buen estado en alguno de sus tramos. Al encontrarnos con el asfalto de la carretera volveremos a tener que seguir por la izquierda el curso que marca el asfalto.
Rápidamente nos encontramos en un nuevo cruce donde debemos seguir recto abandonando una vez más el asfalto y volviendo a blanquecino cemento.
Continuamos todavía entre las casas dejando a ambos lados los accesos a caminos y callejones, para encontrarnos en las afueras de la localidad con un nuevo cruce de caminos.
El cemento deja paso al camino de tierra que nos llevará hacia la siguiente localidad. Los árboles que nos aportaron la agradable sombra al inicio del ascenso van dejando paso paulatinamente a cada metro que subimos a los campos y a los arbustos, permitiéndonos contemplar unas magníficas panorámicas tanto de lo que tenemos por delante como de lo andando hasta ahora.
La pendiente y el mal estado de parte del camino nos hacen avanzar con lentitud dejando a izquierda y derecha los caminos y sendas que se adentran en los campos.
La pendiente parece darnos un respiro permitiéndonos intuir la penúltima localidad del día, pronto llegamos a un nuevo cruce donde seguimos recto dejando a nuestra espalda los caminos que se unen al nuestro.
Casi sin tiempo para recuperarnos el recorrido vuelve a ganar altura, llevándonos a pasar junto a una pista que dejaremos a la izquierda para seguir recto hacia la cada vez más cercana población.
La pista que discurre encajada entre los muros de los campos que nos rodean, se encamina hacia la población, para proseguir su discurrir entre las primeras casas que nos reciben.
El recorrido ahora con un buen firme de cemento se bifurca en dos, siendo la opción de la izquierda por la que debemos seguir.
Esta opción nos sacará directamente hasta la cercana carretera donde se nos unirán los ciclistas que no se aventuraron con este recorrido de ascenso hasta Laguna de Castilla (7h 00min).
Una vez más la carretera nos conduce por entre las casas del núcleo urbano sacándonos rápidamente él.
Nada más salir de la localidad dejamos a nuestra izquierda un primer camino que parece precipitarse hacia el fondo del valle, para seguir unos pocos metros más por la carretera. Al poco rato nos encontramos con el comienzo del camino por el que debemos continuar.
Los ciclistas ahora si pueden continuar por el mismo recorrido ya que aunque todavía queda ascenso y algunos tramos están algo descompuestos no tendrían que ser un problema para alguien que ha llegado hasta aquí desde tan lejos.
Dejamos la carretera para seguir el ascenso entre los matorrales que ya dominan todo el paisaje, con nuestro objetivo cada vez más cercano. Seguimos esta pista sin desviarnos en los caminos que nos vienen a saludar.
El inconfundible hito que nos marca la tan deseada entrada a Galicia, nos indica también la proximidad del punto final de la etapa. Proseguimos el ascenso sin desviarnos de la pista bien definida por la que vamos y que nos obsequia con alguna rampa de cierta entidad que nos recuerda que seguimos con la subida a O Cebreiro.
Un muro de piedras nos indica la relativa proximidad del final de la jornada conduciéndonos en los últimos pasos del ascenso.
El recorrido sale a la carretera que bordea la población, haciéndonos seguir unos pocos metros por ella recorriendo el empedrado andadero que nos servirá de guía.
Al poco de cruzar la carretera nos encontramos con unas escaleras que nos permiten salvar el muro de piedra que bordea la carretera.
También podemos continuar recto ya que a los pocos metros nos encontraremos con la calle de entrada que nos llevará hasta el interior de O Cebreiro (8h 05min), justo a las puertas de la iglesia de Santa María donde finaliza esta mítica etapa.
Distancia. 28KmSi por cualquier circunstancia debemos seguir el tramo de carretera para ascender a O Cebreiro, deberemos sumar la distancia adicional.
Tiempo. 8:05hSiempre que no tengamos que desviarnos por causa del estado de la ruta en el tramo final, en cuyo caso deberemos partir su distancia. La primera parte de la etapa permite avanzar con cierta rapidez para así afrontar el ascenso con la calma necesaria que exigen este tipo de recorridos.
Época del añoEn invierno es muy habitual encontrar nieve en el recorrido y esto dificulta la orientación, obligándonos en muchos casos a seguir el curso de la carretera para evitar problemas, por otro lado el paisaje se vuelve espectacular compensando el esfuerzo añadido. El resto del año nos ofrece una gran variedad de colores que nos harán de una etapa dura y exigente, una etapa entretenida y agradable de recorrer.
Material necesarioLas botas en la parte final del recorrido son muy necesarias dado el tipo de terreno y su estado, no tenemos que olvidar que volvemos a la montaña por lo que a la equipación apropiada para la época del año y las condiciones climatológicas debemos sumar por ejemplo ropa de abrigo y lluvia, ya que las condiciones meteorológicas pueden variar rápidamente. Tampoco está demás portar algún reflectante que nos ayudará a ser vistos en los tramos de carretera, además aunque no son pocas las localidades que atravesamos y tampoco tienen mucha distancia entre ellas la comida y el agua no puede faltarnos en la mochila. No está de más llevar un mapa con el recorrido y por supuesto la cámara de fotos, las gafas de sol y la crema de protección solar que junto a los bastones nos será de utilidad. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer el Camino. Leer más
Dificultad. AltaFísica
Etapa muy exigente en lo físico ya no tanto por la distancia sino por el desnivel a salvar, sobre todo en la parte final del recorrido. La aparente comodidad y falsa llanura de la primera parte de la etapa no debe hacernos caer en la trampa de gastar demasiadas energías manteniendo un ritmo alto para llegar cuanto antes al comienzo del ascenso a O Cebreiro. Con calma y siendo conscientes de que el ascenso comienza desde Villafranca del Bierzo podemos afrontar este recorrido con garantías y sin mayores dificultades para alguien preparado y que lleva ya tantas etapas en sus piernas. El tramo final, sin sombra en verano, se hace duro si llegamos bien entrado el día, por lo que hoy más que nunca es aconsejable madrugar un poquito para evitar las primeras horas de la tarde. Todo el planteamiento cambia si nos encontramos con nieve en el recorrido, la exigencia se multiplica mucho y deberemos plantearnos dividir la etapa dado el sobre esfuerzo de ir haciendo hulla en la nieve y los kilómetros de más que tendremos que hacer al deber seguir el trazado de la carretera que siguen los ciclistas.
Precaución
Los siempre peligrosos tramos de carretera se multiplican en esta etapa, añadiendo los continuos cruces de la nacional que tendremos que asumir en los primeros kilómetros. El tramo de carretera que va de Las Herrerías hasta el desvío hacia la senda de ascenso a O Cebreiro es utilizado por un gran número de vehículos que transitan por la aparente tranquila carretera. Al ser un recorrido en parte de montaña no debemos infravalorar la etapa ni en lo físico, tenemos que estar bien preparados y sin problemas físicos, ni en lo meteorológico el tiempo varia con rapidez y con nieve o niebla espesa es mejor seguir la carretera para no buscarnos problemas innecesarios.
Orientación
Por lo general bien señalizada, con la ventaja añadida de seguir en muchos kilómetros el itinerario que marca la carretera, no tendríamos que tener ningún problema. Bien es cierto que son muchas las localidades por las que pasamos pero por lo general el Camino las atraviesa sin desvíos. La senda, por su vegetación, es donde mayores complicaciones podemos encontrar ya que ésta puede tapar alguna señal, pero el, por otro lado, bien definido curso de la amplia senda no deja muchas posibilidades a confusiones, siempre que no tengamos nieve o niebla, en ese caso es más aconsejable seguir la carretera que lleva hasta el mismo O Cebreiro.
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| 1-Villafranca del Bierzo | 0:00h | 505m | 0Km | 29T 679573 4719378 |
| 2-Pereje | 1:10h | 545m | 5,2Km | 29T 676791 4721550 |
| 3-Trabadelo | 2:05h | 572m | 9,7Km | 29T 673641 4724059 |
| 4-La Portela de Valcarce | 3:05h | 603m | 13,8Km | 29T 670438 4725151 |
| 5-Ambasmestas | 3:20h | 612m | 14,9Km | 29T 669746 4725777 |
| 6-Vega de Valcarce | 3:45h | 633m | 16,5Km | 29T 668333 4725669 |
| 7-Ruitelán | 4:20h | 661m | 18,7Km | 29T 666547 4726492 |
| 8-Las Herrerías | 4:40h | 676m | 20,1Km | 29T 665376 4726208 |
| 9-Hospital | 4:50h | 687m | 20,9Km | 29T 664711 4726439 |
| 10-La Faba | 5:55h | 923m | 23,5Km | 29T 663054 4727754 |
| 11-Laguna de Castilla | 7:00h | 1167m | 25,8Km | 29T 662003 4729541 |
| 12-O Cebreiro | 8:05h | 1302m | 28Km | 29T 660213 4730238 |
Coordenadas UTM Datum WGS84
Desnivel: 1372m
Desnivel +: 1085m
Desnivel -: 287m
Altitud máxima: 1302m
Altitud mínima: 493m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrante158, 157, 125 y 126. 1:50.000".
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
Es cierto que esta etapa no es fácil, pero se puede hacer sin problemas, y llegar a O Cebreiro compensa con creces el cansancio y las horas de caminata. Es una etapa hermosa que te queda para siempre en el recuerdo.
Sin duda una de las etapas que más te marcan en el Camino., de las que sigues recordando tiempo después.
Monasterio benedictino y Palacio Real de la monarquía leonesa
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¿Sabías que…
Don Elías Valiña, párroco de O Cebreiro hasta su muerte en 1989, fue el precursor y creador de las típicas flechas amarillas que encontramos marcando el rumbo a lo largo de todo el Camino de Santiago, siendo uno de los partícipes del resurgir del recorrido en estos años.
No te pierdas…
El castillo de Sarracín, en vega de Valcarce, desde esta localidad parte un bonito recorrido, entre castaños, de escasos 20 min, que nos lleva en un suave ascenso hasta las ruinas del castillo que data según algunas fuentes del siglo X siendo atribuido a los caballeros Templarios.
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