Cáceres, Cáceres (1)
De cuidada esencia, importante historia y afamadas tradiciones
Viajar a Extremadura para visitar sus recomendables rincones siempre es un placer, y si nuestra escapada es para conocer sus cuidados pueblos a buen seguro se convertirá en una experiencia inolvidable. En esta ocasión nuestra ruta nos llevará a conocer alguno de los pueblos con encanto de la provincia de Cáceres, donde nos esperan joyas de otro tiempo que se funden con el entorno natural que, en muchos casos, rodea a estas nobles villas. De todos es sabido la notable historia que a lo largo de los años ha acontecido por estas tierras, una historia que sin lugar a dudas ha forjado el carácter de los pueblos que vamos a visitar.
Calles medievales, antiguos edificios que se remontan a cientos de años atrás, cuando los romanos habitaban estas tierras, castillos que antaño fueron la cabeza de lanza de nobles guerreros y que hoy en día son el inmejorable escenario de ilustres series y conocidas películas. Pasear por las calles de estos pueblos de la provincia de Cáceres es una experiencia que debemos vivir con calma, disfrutando cada rincón. Seguramente nos han de sorprender gran parte de los monumentos arquitectónicos que visitaremos y que representan a la perfección a cada una de las civilizaciones que habitaron estas tierras. Pero no todo ha de ser monumentos e historia, también la naturaleza quiere contribuir a la singularidad de alguna de estas villas. Paisajes de gran belleza y reconocida fama que simplemente por ellos mismos ya merece la pena acercarse a visitarlos. Atributos que se vienen a sumar a los ya mencionados, haciéndonos aún más complicada la relación de municipios que componen esta ruta por los pueblos con encanto de Cáceres. Un recorrido que nos ha de tentar con reclamos de la talla del Parque Nacional de Monfragüe, el insigne Monasterio de Yuste o los vetustos restos arqueológicos de la Ciudad Romana de Cáparra entre otros encantos.
Que mejor enclave para comenzar nuestro itinerario que uno de los más notables centros de peregrinación de la Península Ibérica. Y es que allá por el siglo XIV, entorno a una pequeña ermita, hoy el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, fue creciendo la villa de Guadalupe. La notoriedad que a lo largo de los años ha ostentado esta localidad de la provincia de Cáceres se ve reflejada ya no solo en su señorial monasterio, también en su interesante conjunto histórico artístico. Pasear por sus calles nos permite hacernos una pequeña idea de la notable historia que atesora esta villa y prepararnos para realizar la inexcusable visita al Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. Un centro religioso al cual no pocos peregrinos acudieron y aun hoy siguen acudiendo en peregrinación siguiendo alguno de los diferentes caminos que, como a Santiago, conducen al peregrino hasta Guadalupe. Meritorios son estos atributos que junto al entorno natural que rodea a este pueblo de Cáceres han servido para sumar algún que otro reconocimiento que avala su singularidad y belleza.
Dejamos atrás Guadalupe y ponemos rumbo hacia otra de las villas históricas de cuantas nos esperan en esta ruta por los pueblos con encanto de Cáceres, la regia localidad de Trujillo. Nobles e importantes personajes históricos surcaron las calles de esta longeva villa, una localidad que nada más acercarnos a ella nos muestra parte de los encantos que esconde, coronados por el imponente Castillo de Trujillo. Pasear por esta localidad es como leer el libro de su dilatada historia, un libro que nos lleva de una época a otra mientras recorremos su espectacular Plaza Mayor, o nos paramos a contemplar los incontables palacios que salen a nuestro encuentro, Sus empedradas calles nos encaraman a lo alto del cerro donde se asienta la inexpugnable fortaleza que domina Trujillo, no sin antes hacer una parada para visitar los conventos e iglesias que como la de Santa María la Mayor nos vamos encontrando a medida que recorremos esta singular localidad. Paseo que, al igual que a nosotros, seguramente os abrirá el apetito, escusa más que suficiente como para detenerse a degustar alguno de los platos típicos de la cocina de Trujillo.
Seguimos recorriendo los pueblos de la provincia de Cáceres y nuestra ruta nos lleva hasta la sierra de Montánchez donde nos espera la villa que da nombre a este espacio natural en el que podremos encontrar el curioso yacimiento megalítico de El Cancho, una enorme piedra de algo más de 3,5 m de altura que se menea o mejor dicho que antes podíamos mover con una mano. Ya en Montánchez nos espera un bonito conjunto monumental, el cual se funde con el entorno natural que lo rodea, y en el que destaca su castillo. Una edificación de época romana que tras no pocas batallas pasó a ser propiedad de la Orden de Santiago y que aún hoy se resiste a sucumbir al paso del tiempo. Son varios también los monumentos religiosos que, como no podía ser de otra manera, podemos visitar en Montánchez, su iglesia parroquial de San Mateo o las diferentes ermitas y cruceros que abundan en la villa a buen seguro amenizaran nuestro paseo. Igualmente son conocidas las diferentes romerías y fiestas que a lo largo del año se celebran aquí y que también forman parte de los atractivos de este municipio de Cáceres.
Toda guía turística que nos hable de las bondades y atributos de los pueblos y ciudades de la provincia de Cáceres sin lugar a dudas nos ha de recomendar visitar su capital. Y es que la ciudad de Cáceres conserva un envidiable casco histórico que nada más poner pie en él nos transporta a la época medieval en el que los caballeros defendían sus murallas. La Concatedral de Santa María, los Palacios de los Golfines y el Palacio de las Veletas, la Torre de Bujaco junto al Arco de la Estrella y la Casa del Sol son tan solo una pequeña muestra de cuanto nos aguarda en Cáceres capital. La nutrida historia que atesora esta villa nos aborda a cada paso que damos por ella, las diferentes culturas que por aquí pasaron dejaron su huella indeleble a modo de grandes joyas monumentales que nos describen a la perfección sus costumbres y sus rasgos característicos. Son tantos los atributos que no caben en un solo artículo por lo que os recomendamos echar un vistazo a nuestra reseña Paseo por el Cáceres Medieval, donde os proponemos un completo recorrido para visitar esta ciudad.
Nuestra siguiente parada en esta ruta por los pueblos con encanto de Cáceres nos propone unos atractivos, a priori, radicalmente diferentes. No muy lejos de la capital nos espera la localidad de Malpartida de Cáceres y junto a ella el singular Monumento Natural de los Barruecos. Esta villa ha sido declarada Pueblo Europeo de las Cigüeñas y además también podremos encontrar en el magnífico entorno natural que la rodea algunos restos arqueológicos de bastante importancia. Si tenemos la suerte de visitarla al mismo tiempo que la numerosa población de cigüeñas la eligen como hogar el espectáculo se amplía considerablemente. Sin duda merece la pena una vez que demos por finalizado nuestro paseo por Malpartida de Cáceres, acercarnos hasta Los Barruecos y realizar alguna de las rutas de senderismo que lo recorren, y que nos muestran un paisaje como de otro mundo, tanto es así que ha sido escenario de una cruenta batalla con dragones y todo. Pero más allá de la ficción nos espera un paraje natural que aglutina alguna que otra curiosa sorpresa.
Continuamos con el itinerario remontando la provincia de Cáceres hacia el norte al mismo tiempo que nos vamos acercando a su frontera con Portugal. Allí no muy lejos del último embalse que controla el caudal del río Tajo antes de que éste siga su curso hacia el país vecino nos espera la localidad de Alcántara. Conocida por el vetusto Puente Romano de Alcántara, o por el Convento de San Benito .Sin olvidarnos por supuesto de la Orden de Alcántara cuyo cuartel general aquí se asentó, la nutrida historia de esta villa se remonta en el tiempo incluso hasta la Prehistoria como así lo atestiguan algunos restos encontrados. Restos tan notables como El Bronce de Alcántara, también llamada «Tabula Alcantarensis», que si bien es más actual nos habla de la capitulación ante los romanos del pueblo indígena que aquí habitaba. Sin lugar a dudas estamos ante un municipio que ostentó una notable importancia estratégica como así dan fe los diferentes monumentos y escritos que han llegado hasta nuestros días y que hoy podemos visitar en Alcántara.
Seguimos ascendiendo hacia el norte de la provincia de Cáceres poniendo rumbo a una de las ciudades más antiguas de esta zona conocida como Caura, antes que los romanos la renombraran como la conocemos hoy, Coria o mejor dicho Caurium en latín. De su notable importancia histórica han llegado hasta nuestros días números ejemplos, el Castillo de Coria, la Catedral de Santa María de la Asunción, el Palacio de los Duques de Alba, entre otros palacios, o la Cárcel Real, estos son solo algunos de los magníficos monumentos que nos esperan en Coria, haciendo de este municipio una parada ineludible en nuestra ruta turística. Conocidas son también las fiestas y tradiciones que se conservan aquí contribuyendo a ampliar su patrimonio cultural haciendo crecer más aun el interés que despierta esta villa de Coria. Otro lugar que también resulta interesante de visitar en Coria es su jardín botánico, situado a unos dos kilómetros de la ciudad y en el que podremos contemplar una bien cuidada representación del bosque Mediterráneo en Extremadura.
Ponemos rumbo hacia nuestro siguiente objetivo sin saber que el viaje será también un viaje en el tiempo, y es que si algo caracteriza a este pueblo que vamos a visitar es el haber sabido mantener vivo a lo largo del tiempo su carácter, su fisonomía, su estilo tradicional. Gracias al magnífico entorno natural que lo rodea y a sus típicas construcciones de arquitectura popular Robledillo de Gata nos envuelve con su tranquilidad, invitándonos a recorrerlo con calma, disfrutando de cada rincón, de cada edificio que se alza ante nosotros. Balconadas desde donde ver pasar el tiempo, calles estrechas que ponen a prueba nuestro estado físico, alargados pasajes que nos refrescan en verano o nos protegen de la lluvia y el viento en invierno, en definitiva un pueblo de marcada impronta medieval que en sí mismo es todo un conjunto histórico que casi no ha visto modificada su esencia original, el legado de las gentes que antaño poblaron esta pequeña villa de la provincia de Cáceres.
Proseguimos con nuestro viaje despidiéndonos de este pueblo suspendido en el tiempo para dirigirnos a otra localidad cuya singularidad nos sorprende considerablemente. Estamos acostumbrados a visitar localidades cuyo conjunto histórico destaca notablemente, rodeadas por un paraje natural de incalculable belleza y dotadas de una apasionante historia. Todas estas particularidades también se aglutinan en la localidad de Granadilla, un regio castillo, casas que son verdaderos palacios y por supuesto una esbelta iglesia unidos, todos estos monumentos, por empedradas y cuidadas calles se fusionan con el espectacular embalse junto al que se asienta Granadilla. Y aquí radica su singularidad, estamos ante un pueblo que allá por los años 60 fue desalojado, expropiado, ya que se le considero zona inundable por las aguas del embalse y desde entonces nadie lo habita quedando totalmente abandonado. Pero las aguas del embalse, ni estando éste a su máxima capacidad anegaron nunca Granadilla y en los años 80 fue incluido en un programa de rehabilitación de pueblos abandonados, hecho que ha contribuido a poder contemplarlo en su estado actual.
Nos despedimos de este bello pero inerte pueblo de Cáceres para dirigirnos de nuevo a una bulliciosa y turística ciudad, Plasencia, paso obligado de la inmaterial Vía de la Plata. Una vez más estamos ante un libro abierto a la historia de esta tierra, como así lo atestigua su extenso patrimonio histórico artístico con un más que destacado conjunto monumental. Desde un acueducto, en este caso de origen medieval, pasando por restos arqueológicos como la cueva de Boquique, o numerosos palacios como el del Marqués de Mirabel, el municipal hoy ayuntamiento de Plasencia o el episcopal son algunas de las joyas que nos aguardan en esta ciudad. Pasear por sus calles es saltar de una civilización a otra, de una cultura a otra a medida que cambiamos de calle, de barrio. Pero en Plasencia también son notables sus festivales y eventos culturales que podremos encontrar a lo largo del año y por supuesto su gastronomía. En definitiva numerosos atributos que justifican su visita, una cita que a buen seguro nos ha de llevar por lo menos un par de días satisfacer.
Nuestro siguiente destino no se sitúa muy lejos de Plasencia al ser ésta puerta de entra al Valle del Jerte, objetivo de la siguiente parada de esta ruta por los pueblos con encanto de Cáceres. Si bien en Jerte y en las villas de su entorno podremos encontrar notables monumentos y bellas obras arquitectónicas, esta tierra tiene fama mundial por la espectacularidad de su entorno natural, sobre todo en primavera. Las montañas que rodean el Valle del Jerte esconden, y forman parte junto con el propio valle, parajes naturales de gran valor ecológico e incalculable belleza paisajística. A estos valores se suman pueblos cuidados al detalle como por ejemplo el propio Jerte que atraen a miles de personas durante todo el año. El turismo activo y cultural se dan la mano en esta parte de la provincia de Cáceres para vivir juntos el maravilloso espectáculo del cerezo en flor, que todos los años tiñe de blanco los campos que envuelven al Valle del Jerte.
Saltamos esas montañas que aprisionan al famoso Valle del Jerte para dirigirnos en busca de nuestro último destino, y que mejor final que el lugar elegido por el emperador Carlos V para su retiro, Cuacos de Yuste municipio que alberga el Monasterio de Yuste. Esta villa debe en parte su notoriedad a este ilustre e insigne personaje de la historia de España y muestra de ello son los diferentes monumentos que conforman su conjunto histórico artístico. Al nombrado Monasterio de Yuste, algo separado del pueblo, se le suman otros lugares de interés como por ejemplo la Plaza Mayor de la localidad, la Casa de Rafael Castaño o la Casa de Juan de Austria, sin olvidarnos por supuesto de los magníficos parajes naturales que rodean a esta villa. Otro lugar que merece una visita por su singularidad es el Cementerio Alemán, cercano al Monasterio de Yuste, donde se encuentran los restos de los combatientes alemanes de la Primera y la Segunda Guerra Mundial cuyos cuerpos se encontraron en territorio español, bien por naufragios, accidentes o al ser derribados sus aviones.
1-Ten en cuenta en verano las altas temperaturas que puedes llegar a encontrarte y que seguramente condicionaran tus horarios.
2-Si eres amante de la naturaleza y el senderismo en la gran mayoría de las localidades de esta ruta podrás encontrar lugares y rutas que bien merecen la pena aprovechar si dispones de tiempo.
3-En algunos casos los lugares que podremos visitar en cada localidad cuentan con su correspondiente horario de visitas, por este motivo es mejor informarnos antes para poder organizarnos y no perdernos detalle.
4-La gastronomía es otro de los puntos fuertes de la provincia de Cáceres, aprovecha para descubrir los platos de la cocina tradicional que acuña cada localidad.
5-No es una mala idea dividir el recorrido por zonas, norte y sur por ejemplo, ya que la cantidad de lugares y actividades por realizar y visitar junto a la distancia del itinerario van a requerir cierto margen de tiempo si queremos sacarle el máximo partido.
Mapa de la ruta
Este mapa es un croquis hecho como ejemplo de la ruta, en ningún caso representa el mejor o el único itinerario a seguir. En su desarrollo no se han tenido en cuenta las normas vigentes de circulación o el estado de los lugares por donde pasa y que pudieran afectar a su trazado.
¿Sabías que…
La provincia de Cáceres está compuesta por 223 municipios, sin contar los 10 que en su día desaparecieron por diversos motivos, y cuenta con una población total que se acerca a las 400000 personas de las cuales la gran mayoría viven en las 10 poblaciones más pobladas de la provincia.
No te pierdas…
La Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos en el Valle del Jerte, tiene como puntos más representativos la zona de Los Pilones, con sus marmitas de gigantes, y el Chorrero de la Virgen, una impresionante cascada que se puede ver desde el mirador del Chorrero.
Distancia de la ruta
565 Km. Esta cifra puede variar según el trazado que sigamos
Duración de la ruta
De 4 a 5 días
Época del año
Durante todo el año
Encantos
Histórico, cultural y paisajístico. Esta ruta nos da a conocer gran parte del territorio de Cáceres
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Información de la ruta actualizada a 18-02-2019. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
Todos los tiempos son aproximados y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Toda la información relacionada con la ruta, textos, imágenes, vídeos, mapas, esquemas, tracks, poblaciones, y lugares de interés turístico están publicadas a título orientativo, pudiendo no coincidir con el estado actual de cada lugar. Antes de realizar cualquier actividad, valora tus conocimientos técnicos, tú forma física, infórmate sobre la meteorología y las variaciones que hubiera podido sufrir la ruta, equípate correctamente, sé prudente y responsable en todo momento, no sobrepasando tus capacidades. Igualmente, te animamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. SENDITUR no se responsabiliza de cualquier mal uso o uso inadecuado de las guías comprensivas de sus rutas y/o publicaciones así como del de sus guías electrónicas, ni de las variaciones por los motivos antes referidos que pudiera haber de sus descripciones y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad.
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