Está situado en el extremo este de La Rioja, bañado por las aguas del Ebro y de su afluente el Alhama y a los pies de sus dos montes, el Yerga y el Tambarria. Alfaro está a 70 km de Logroño, 100 km de Zaragoza y equidistante en 90 km. de Soria y Pamplona.
Antes de que Tiberio Graco fundara Gracuris, ya existía un poblado ibero llamado Llurcis. Esta ciudad romana posiblemente desapareció, pues no hay referencia de ella en la carta del Papa Hilario en el siglo VII en la que hace una relación de las ciudades de la región. Más tarde se le llama tal como la conocemos hoy en día, Alfaro. En torno al nombre, la teoría más aceptada es que proviene de Faro, porque parece ser que desde el antiguo castillo, mediante fuegos y humaredas, se daba aviso de la proximidad del enemigo. No olvidemos que por su situación hacía casi de frontera natural con los reinos de Navarra, Aragón y Castilla. Junto con Cervera fue la población riojana que más tiempo estuvo sometida al dominio musulmán. En la historia del Cid, Alfaro es mencionada en dos ocasiones. Los sucesivos reyes castellanos la otorgaron privilegios y prebendas, el título de Leal y la categoría de ciudad.
Un paseo por las calles de la ciudad nos hará admirar la grandeza y el esplendor del lugar a través de los siglos de historia de sus palacios y templos. En la Plaza de España nos encontramos con la Colegiata de San Miguel, es el templo más grande de toda La Rioja, obra maestra de finales del siglo XVII del barroco aragonés, se tardó en construir 100 años. Sobre unas escalinatas en forma de concha se erige la fachada de ladrillo con tres portadas cobijadas por tres arcadas y a ambos lados dos torres de 50 m. de altura.
La iglesia de Nuestra Señora del Burgo, sita en la calle del mismo nombre, de estilo clasicista y barroco del siglo XVII y dedicada a la patrona de Alfaro. El convento de San Francisco, del siglo XVII y el de la Inmaculada Concepción, también del siglo XVII y ubicado como el anterior en la calle del mismo nombre respectivamente. La ermita del Pilar que está a 3 km. del casco urbano y a la que los alfareños acuden todos los 12 de octubre para adquirir los típicos cordones bendecidos. La antigua cárcel, construida en 1.867, conserva aún celdas y los sótanos con las cadenas y argollas usadas para los castigos. El edificio civil más importante por su tamaño es el Palacio Abacial. Otros palacios y casonas que podemos admirar son, el Palacio Sáenz de Heredia, el Remirez, la Casa Consistorial. Si nos adentramos en el tiempo, en la Azucarera, hay restos de una necrópolis romana.
En las Eras de San Martín podemos ver un yacimiento arqueológico. Desde el puente que atraviesa el río Alhama puede verse el Ninfeo Romano, del siglo I, la fuente es lo único que se conserva del conjunto hidráulico del que formaba parte. Curioso sin duda es el Museo de la Bicicleta en Miniatura, único en España y con unos 1.000 ejemplares. Desde el mirador de La Plana o del Castillo que está construido junto a los restos de una antigua torre-fortaleza y coronado por una Cruz, se puede observar Alfaro y todo su paisaje. Formando parte de ese paisaje está el monte Yerga desde cuya cima tenemos hermosas vistas de los pueblos y parajes de alrededor. Y como no, la Ribera el Ebro y Los Sotos que la bordean. A esta reserva se puede acceder por la Avenida del Ebro. Tomando la carretera de Castejón hay también varios accesos. Por sus extensos y hermosos paseos podemos disfrutar y gozar de sosiego y paz.
Las fiestas Mayores son en honor a sus patronos San Roque y San Ezequiel Moreno, el 16 de agosto y se prolongan durante varios días. El 8 de septiembre, en conmemoración de la Patrona de la ciudad, Nuestra Señora del Burgo, también hay celebraciones aunque suelen ser más pausadas que las anteriores. La fiesta de Primavera, 15 de mayo, normalmente coincidiendo con San Isidro.
La víspera de San Antón, el 16 de enero, se preparan grandes hogueras, con la colaboración de vecinos, cuadrillas y peñas, en las que se asan patatas, chistorra, chuletillas. En los días posteriores a la matanza y antes de la Cuaresma es típico acudir a La Plana, a comer la culeca, que es pan amasado y cocido relleno de chorizo y huevos. El Domingo de Resurrección, en las calles del pueblo, queman unos muñecos que representan a Judas y que los hacen a base de ropas viejas trapos y pajas, luego continua la fiesta con una comida en el campo, es el día de las tortillas, y se degustan rellenas de setas, de chorizo, de ajos tiernos, ósea al gusto.
Las protagonistas por excelencia de la ciudad de Alfaro, son sin lugar a dudas las cigüeñas. Alfaro alberga en la actualidad la mayor colonia urbana de Cigüeña Blanca del mundo, y lo más curioso de esta singular colonia es que la casi totalidad de las parejas de cigüeñas han elegido para hacer sus nidos la iglesia-colegiata de San Miguel.
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La N-232 une Alfaro por un lado con Calahorra, Logroño y por el otro con Tudela y Zaragoza entre otras poblaciones. Tomando la carretera LR-287 hacía Corella se accede además a la autopista AP-68. La LR-288 la comunica con la cercana localidad de Castejón de Ebro.
Alfaro dispone de estación de autobuses y servicios regulares de autobús que la comunican con Logroño y Calahorra, además de con las localidades cercanas.
C/ Ctra. de Zaragoza, nº 2.
Estación de ferrocarril en Avda. de la Vía, s/n.
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