Se encuentra situada sobre un pequeño cerro, en la zona media de Navarra, a orillas del río Cidacos, en una zona donde la montaña cede protagonismo a la ribera. Se sabe que Olite-Erriberri estuvo poblada por los romanos en el siglo I después de Cristo y protegida por murallas, aunque el lugar ya estuvo habitado en la Prehistoria. En el año 621 el rey godo Suintila la convirtió en su plaza fuerte y la llamó Oligicus u Ologite. Pero no fue hasta siglos más tarde cuando Olite comenzó a tener realmente importancia, en el siglo XII el rey de Navarra García IV Ramírez, el Restaurador, le otorgó su primer fuero, el Fuero de los francos de Estella, lo que produjo la expansión de la localidad, dándole la concesión de tierras de cultivo, jurisdicción privativa y notables ventajas fiscales.
Un siglo más tarde Teobaldo II concede a Olite quince días de feria anual. Además la villa se convierte en la sede de celebración de las Cortes. Después de un tiempo de claroscuros Olite comienza una etapa de esplendor al convertirse en uno de los lugares favoritos para los reyes de Navarra donde fijar su residencia. En el siglo XV el rey Carlos III el Noble y su esposa Leonor de Trastámara construyen el Palacio Real de Navarra en Olite, que desde 1407 y hasta la primera Guerra Carlista fue la capital de la merindad de su nombre. Felipe IV le concede el título de ciudad en el año 1630. El comienzo del siglo XIX viene marcado por graves problemas de los comunales y el fenómeno cooperativista agrario. Como dato curioso decir que en Olite se fundó la primera cooperativa de Navarra y tercera de España.
El adentrarse en las rúas y calles de Olite es impregnarse de un sabor medieval e ir admirando, paso a paso, sus casas palaciegas blasonadas construidas en los siglos XIV y XV por las familias nobles navarras, como la del Marques de Rada, presididas y protegidas por las torres del fabuloso castillo-palacio de los Reyes de Navarra, del siglo XV, que junto con el ayuntamiento, del año 1950, la Torre del Chapitel o torre del Reloj y la torre de la iglesia de Santa María la Real, dan a la plaza de Carlos III una majestuosa fisonomía. Junto a la iglesia de Santa María, gótica del siglo XIII, que luce una impresionante portada del siglo XIV y un bonito claustro del XV, en la plaza de los Teobaldos se encuentra el palacio Viejo cuyo origen se remonta a época romana. De estilo románico aunque restaurada y ampliada durante el barroco es la iglesia de San Pedro, situada en la rúa Mayor, es la iglesia más antigua de Olite.
Los recintos amurallados, romano y medieval, las galerías medievales, los conventos de San Francisco y Santa Engracia, el Monasterio de Santa Clara, que fue convento de los hospitalarios de San Antón... hicieron que Olite-Erriberrri fuera declarado Conjunto Histórico y Artístico. Olite es además la "Capital del Vino de Navarra" por lo que degustar sus ricos caldos y maridarlos con su buena gastronomía, para terminar disfrutando de sus mantecadas y ensaimadas, no le puede faltar al visitante de este bonita ciudad que ofrece también un cuidado entorno natural, pues en sus inmediaciones se encuentra la laguna de Pitillas, con observatorio de aves y, al otro lado del río Aragón, el Monasterio de la Oliva, y en el monte Encinar, donde se alza la ermita de Santa Brígida con pinturas murales góticas, se puede disfrutar de un apacible bosque de encinos y unas preciosas panorámicas.
Olite celebra sus fiestas patronales en honor de la Exaltación de la Santa Cruz a mediados de septiembre. El sábado más próximo al 22 de mayo se realiza en Olite una romería a la ermita de Santa Brígida, en el monte Encinar. A la Virgen del Cólera la festeja el 26 de agosto. La Fiesta de la Vendimia se celebra en la localidad el primer fin de semana de septiembre.
Olite regresa de pleno al medievo en sus ya tradicionales Fiestas Medievales que se celebran en agosto y en las que sus gentes vuelven a ser reyes y princesas, juglares, bufones y artesanos. En las que el Mercado de Antaño ofrece sus productos artesanos, y las rúas y callejas visten sus mejores galas de antaño y se llenan del bullicio de las tabernas, los pasacalles, farsas y coplas medievales.
Olite vivió su esplendor con Carlos III el Noble, quien engalanó sus jardines y huertos con jazmines de Alejandría, pomelos, cidras y otras plantas nunca antes vistas en Europa. El término municipal de Olite es atravesado por el GR I que es un histórico sendero de gran recorrido que une Ampurias en Gerona con Finisterre en La Coruña.
La patrona de Olite es la Virgen del Cólera. El origen de esta fiesta hay que buscarlo en el año 1885 cuando según la leyenda los vecinos de Olite sacaron en procesión la imagen de la Virgen para que les protegiese ante la epidemia de cólera que estaba asolando el territorio y la Virgen atendió sus plegarias librándoles de tan grave enfermedad.
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Olite-Erriberri se comunica con Pamplona y San Sebastián en un sentido por la carretera nacional N-121 y en la otra dirección lo hace con Tudela y el sur de Navarra. Este recorrido también se puede efectuar en ambas direcciones por la Autopista de Navarra, AP-15, de la cual existe un enlace en la N-121 próximo a la localidad. Otras carreteras locales comunican a Olite con Peralta, San Martín de Unx y Beire.
Olite-Erriberri cuenta con parada de autobús cuyo servicio realiza el trayecto Pamplona-Zaragoza comunicándola con las localidades de Pamplona, Noáin, Tiebas, Muruarte de Reta, Barasoain, Pueyo, Tafalla, Caparroso, Valtierra, Arguedas, Tudela, Ribaforada, Buñuel, Cortes, Mallén y Zaragoza. Además otro servicio diario, en diferentes horarios la une también con Lodosa.
Por Olite-Erriberri pasa la línea de ferrocarril que une las localidades de Castejón y Alsasua. La estación de Olite, situada en la calle Estación y con el número de teléfono para ampliar 948 130 202, tiene servicios que unen la localidad con Zaragoza, Pamplona, Vitoria o Tudela, entre otras.
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