Javier, Navarra (0)
Destino de peregrinación en honor al santo copatrón de Navarra San Francisco Javier
Está situado en una loma de la localidad de Javier, dominando un impresionante valle y casi en la muga con Aragón. El Castillo de Javier data de los siglos X-XI, Esabierre, palabra del euskera, Etxeberri que significa "casa nueva" y que es de donde procede el nombre de Javier, era una torre defensiva aislada, situada estratégicamente entre los reinos de Navarra y de Aragón. La fortaleza y la villa que se creó en torno a ella pasaron a incorporase definitivamente al reino de Navarra cuando el infante Fernando de Aragón se la entregó, en 1.223, al rey de Navarra Sancho VII el Fuerte como garantía de un préstamo que no devolvió. En el año 1.236 el castillo fue donado por el rey Teobaldo I a Adán de Sada y posteriormente fueron los Azpilicueta y los Jasso sus Señores.
Pero si por algo se conoce al Castillo de Javier es por haber sido cuna y morada de San Francisco Javier, nacido en él en 1.506. Los Señores de Javier, María de Azpilicueta y su esposo Juan Jaso defendían a ultranza la independencia del reino navarro y éste fue el motivo por el cual en 1.516 el Cardenal Cisneros ordenara la demolición del castillo pero por fortuna solo se desmocho alguna torre. Herencia tras herencia la propiedad de la fortaleza pasó a manos de la Casa de Villahermosa. A finales del siglo XIX el edificio estaba ruinoso pero a principios del XX y por iniciativa de sus propietarios los duques Villahermosa-Goyeneche comenzó su restauración dándole el aspecto que luce en la actualidad, también se levantó el edificio de la basílica y más tarde la duquesa de Villahermosa con la condición de que los conservaran, los donó a la Compañía de Jesús.
El conjunto arquitectónico que forman el castillo y la basílica da sensación de robustez, quizá debido a que están construidos con piedra perfectamente labrada y encajada. Un puente levadizo transporta al visitante y le convierte en viajero en el tiempo sumergiéndole en un mundo de torreones, patio de armas, donde parece escucharse el sonido de entrecruce de espadas o relincho de caballos, mazmorras...
Tres torres se elevan queriendo competir en altura, pero la que domina es la torre del Homenaje, llamada de San Miguel, es donde el castillo tuvo su origen y una de las construcciones de este tipo más antiguas de Navarra. La torre de Undués albergó en otros tiempos una pequeña bodega y la torre del Cristo que acoge una capilla con el Cristo de la sonrisa, bonita talla gótica, en madera de nogal, del siglo XIV. El museo, la Sala de Escudos, la Sala Principal o Grande, donde se recibía a las nobles visitas o se realizaban reuniones familiares, los aposentos del santo...Volviendo a nuestro tiempo y ya fuera del castillo se puede ver la basílica a la que se accede por una escalinata y que en el tímpano de su portada están escritos los nombres de los distintos lugares recorridos por Francisco Javier y en la cripta se encuentran las tumbas de los Señores que reconstruyeron el castillo. En el entorno, un poco más alejada y protegida por una arboleda, la iglesia parroquial, abdicada a la Anunciación de Nuestra Señora y una pila bautismal situada debajo del coro y construida en el siglo XV, guardan el recuerdo del bautizo del santo. Esta abadía fue construida por los padres de San Francisco Javier para alojar a los clérigos encargados de la vida espiritual de la familia y de la gente de la villa.
La Javierada es una tradición Navarra que se institucionalizó desde el año 1.940. Normalmente el primer fin de semana de marzo se hace una marcha en dirección al Castillo de Javier, se trata de ir caminando sobre todo los últimos ocho kilómetros. Pero los orígenes de esta tradición se remontan al año 1.886 cuando miles de navarros peregrinaron a Javier como rogativa por la última epidemia de cólera ocurrida en el siglo XIX.
El pueblo de Javier se originó en torno al castillo y sus habitantes trabajaban las tierras y el ganado de los Señores de Javier y no fue hasta los años 60 del pasado siglo cuando se ubicó en el lugar que ocupa actualmente. El escudo de los Señores de Javier hondea en la actualidad como escudo de la villa de Javier.
El castillo y el museo se pueden visitar de:
Para ampliar información el número de teléfono es el 948 884 024
Se dice que el Santo Cristo, del siglo XIV, que está en la capilla de la torre del Cristo en el castillo, sudaba sangre cuando San Francisco Javier pasaba por algún momento difícil y que la última vez que lo hizo fue el día en que murió.
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A la localidad de Javier podemos llegar bien desde Yesa, en plena autovía A-21 entre Pamplona y Jaca, o bien desde Sangüesa siguiendo la carretera NA-510 que une ambas localidades. Siendo en esta carretera poco después de haber salido de Yesa sentido Sangüesa donde encontraremos el desvío que conduce hasta Javier. También llega hasta Javier la carretera CV-684 que la comunica con la localidad de Undués de Lerda, ya en la provincia de Zaragoza.
Si llegamos hasta Javier desde Yesa o desde Sangüesa el Castillo de Javier lo encontraremos prácticamente en el mismo cruce con la carretera que conduce hacia la localidad, mientras que si lo hacemos desde Undués de Lerda tendremos que continuar más adelante dejando atrás la entrada a la localidad. En el entorno del castillo dispondremos de amplias zonas de aparcamiento donde poder dejar nuestro vehículo.
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