Ruta por los pueblos con encanto de Navarra

Pueblos con encanto de Navarra

Recorrer las calles de los pueblos y ciudades de Navarra es una auténtica experiencia que nos sumergirá en su historia y su cultura, nos acunará con los maravillosos paisajes que los rodea y nos permitirá conocer cada bello rincón de esta histórica tierra. Cuidadas villas medievales que aun hoy conservan el señorío de tiempos pasados, típicos pueblos pirenaicos cuya bella estampa parece sacada de una postal, localidades que en cualquier caso nos invitan a conocerlas y recorrerlas con calma, a dejarnos sorprender por sus encantos y a disfrutar y descubrir sus tradiciones y las costumbres de sus gentes.

Propuesta de itinerario por los pueblos más bonitos de Navarra

Sin lugar a dudas no nos cansaríamos de incluir localidades navarras a esta Ruta por los pueblos con encanto de Navarra, hecho que hace aún más difícil elegir cual ha de formar parte ineludible del itinerario que cualquier persona ha de tener en cuenta a la hora de planear su viaje o escapada a esta tierra. Castillos y fortalezas, santuarios e imponentes templos, regias montañas pobladas de espesos bosques que bien parecen auténticas selvas, en definitiva un sinfín de atractivos y tentadores motivos nos acompañaran a lo largo de nuestra ruta por Navarra. Un itinerario que es todo un viaje en el tiempo que, por ejemplo, nos pondrá por un instante en la piel de los esforzados peregrinos al visitar algunos de los pueblos por los que pasa el Camino de Santiago en las tres vías que atraviesan Navarra, el Camino Francés, el Camino del Baztán y la vertiente aragonesa del Camino Francés por Aragón, el Camino Aragonés. Todos ellos lugares increíbles que pasarán a formar parte de nuestros más preciados recuerdos.

Tudela

La Ribera Navarra, al sur, ha visto como celtas, romanos, visigodos o musulmanes han dejado su impronta en ella, sin olvidarnos claro está de la interesante historia que la acompaña tras su reconquista. Tudela, punto de partida para esta ruta por los pueblos con encanto de Navarra, no podía ser una excepción. La Torre Monreal, la Casa del Almirante o la Catedral de Santa María de Tudela son solo algunos de los ejemplos del rico patrimonio histórico artístico que esperan al visitante en Tudela. Toda una experiencia que vendrá acompañada de la espectacular gastronomía que caracteriza y es seña de identidad de esta comarca Navarra. Productos de la Ribera Navarra, como sus verduras, cuya calidad es internacionalmente reconocida y valorada rivalizando con los monumentos que ofrece la ciudad al visitante, a modo de sabrosos y típicos platos o pinchos que en Tudela podremos degustar. Pero si aun disponemos de algo de tiempo el sur de Navarra nos tienta con otros pueblos como por ejemplo Cortes y su bien cuidado castillo, o con Fitero y su Monasterio de Santa María.

Olite

Proseguimos nuestras ruta por Navarra poniendo rumbo hacia nuestra siguiente parada, siguiendo la carretera que une Tudela con la capital, Pamplona, no sin vernos tentados a desviarnos por un instante para visitar el restaurado castillo de Marcilla, antes de sumergirnos en la monumental Olite. No son pocos los célebres personajes que han formado y forman parte de su historia, aunque sin duda son sus monumentos los que más nos llaman la atención a medida que nos adentramos por sus calles. El Palacio Viejo o de los Teobaldos, la Iglesia de Santa María La Real junto con el impresionante Palacio de los Reyes de Navarra acaparan las miradas de quienes visitan esta localidad de Navarra. Un patrimonio monumental que es un verdadero libro abierto donde sumergirnos en la apasionante historia de Olite mientras paseamos, por ejemplo por el Palacio de los Reyes de Navarra, por sus estancias, sus torres o sus jardines, envueltos por la espectacularidad del que llegó a ser considerado uno de los palacios más bellos de Europa.

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Ujué

Con la mágica e inconfundible silueta del Palacio de los Reyes de Navarra a nuestra espalda, nos encaminamos hacia nuestro siguiente destino, otro de los pueblos con marcado carácter medieval con que cuenta Navarra. Un itinerario que, justo antes de llegar, nos brinda la oportunidad de conocer San Martín de Unx. La imponente figura de la Iglesia fortaleza de Santa María de Ujué, en lo alto del promontorio sobre el que se asienta la localidad de Ujué nos recibe a nuestra llegada a esta población. Ejerciendo de frontera entre la Ribera Navarra que acabamos de abandonar y los Pirineos Navarros los cuales nos aguardan, Ujué ha constituido un importante enclave defensivo a lo largo de su historia. Este hecho forjó su rico patrimonio monumental que, junto a sus empedradas calles y regios edificios constituidos entorno a la fortaleza, han llegado hasta nuestros días en un perfecto estado de conservación, manteniendo casi intacto su marcado carácter medieval y otorgándole la distinción de formar parte de la asociación de Los pueblos más bonitos de España.

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Sangüesa

De nuevo en marcha nuestro próximo destino también atesora una importante historia como así lo atestiguan sus monumentos, además de ser paso obligado del Camino de Santiago, más concretamente de la rama del Camino Francés por Aragón una vez ya éste pisa tierras navarras para unirse con su otra vertiente. No son pocos los palacios que atesora Sangüesa y que irán sorprendiéndonos a medida que paseamos por sus calles tras atravesar el río Aragón y adentrarnos en ella. Algunos de ellos regios edificios como por ejemplo el Palacio de los reyes de Navarra, también conocido como del Príncipe de Viana, el Palacio de los marqueses de Valle-Santoro o la Casa de los Sebastianes. Pero sin lugar a dudas es la iglesia románica de Santa María la Real y más concretamente su impresionante pórtico, con las 84 figuras que integran las arquivoltas escalonadas que los componen, junto al resto de arquerías y columnas ricamente ornamentadas, el monumento que más fotos y tiempo se lleva de quien visita Sangüesa.

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Valle del Roncal

Nos despedimos de Sangüesa para poner rumbo a la cercana autovía del Pirineo, que une Pamplona con Jaca, y siguiendo su trazado acercarnos hasta el valle más oriental del Pirineo Navarro, el Valle del Roncal, donde nos esperan unos paisajes increíbles y los pueblos que forman este valle. Burgui y su Museo de la Almadía, nos dan la bienvenida a este paraíso de la naturaleza de cuidados pueblos como el mismo Burgui o por ejemplo Roncal o Isaba. Localidades cuidadas al detalle que conservan con fidelidad todo su carácter, sus tradiciones y costumbres. Pueblos que no por no tener grandes castillos o palacios carecen de una gran historia a sus espaldas que combinan a la perfección con el maravilloso entorno natural que los rodea, todo un templo para los amantes de la naturaleza y las rutas de senderismo o montaña. Una historia que se remonta más allá de los propios restos arqueológicos que como el Dolmen de Lubrakieta podemos encontrarnos y que junto a las típicas casas señoriales, monumentos, iglesias y ermitas son testigos del devenir de esta tierra y sus gentes. Gentes que vivieron hechos históricos como la Batalla de Olast, siguieron rutas ancestrales como la Cañada Real de los Roncaleses y mantienen vivos ritos y pactos tan antiguos como el Tributo de las tres vacas.

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Ochagavía

Desde Isaba nos despedimos del Valle del Roncal para saltar las montañas que lo separan del Valle de Salazar surcando para ello las estribaciones de la vigorosa Selva de Irati, la cual nos invita a visitarla para descubrir sus escondidos y bonitos rincones mientras recorremos alguno de sus senderos. Ochagavía además de sorprendernos con sus típicas casas de empinados tejados, sus palacios medievales como el de Donamaría o su Iglesia de San Juan Evangelista, sin olvidarnos por supuesto del Santuario de Nuestra Señora de Muskilda, nos envuelve con su folklore, con sus tradiciones y costumbres. Los Danzantes de Otsagabia, los mitos y leyendas sobre las brujas y los brujos que por aquí vivieron, sus históricos procesos contra estas personas acusadas de formular conjuros y realizar aquelarres, forman parte de este bonito pueblo de los Pirineos de Navarra. Un valle, el Valle de Salazar, cuyo río ve cómo se van asentando en sus orillas las diferentes localidades que lo componen.

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Orreaga-Roncesvalles

Nos despedimos del Valle de Salazar, a nuestro paso por Ezcároz, para seguir surcando esta zona de los Pirineos Navarros en busca de nuestra próxima parada, mientras, recorremos los diferentes pueblos que salen al paso de la carretera de montaña que nos guía en esta parte de la Ruta por los pueblos con encanto de Navarra. El Camino de Santiago nos espera y Roncesvalles, punto de partida para muchos peregrinos que recorren el Camino Francés, es uno de sus símbolos. Pueblos como Burguete con su típica arquitectura nos obligan a detenernos en ellos con gusto de hacerlo. Mundialmente conocida, entre otras cuestiones, por las andanzas y desventuras de Carlomagno y su preciado Roldán en la famosa Batalla de Roncesvalles. Aquí nos espera ya no solo una parte muy importante de la historia de Navarra junto a monumentos de la talla de la Iglesia de la Real Colegiata de Santa María o la Capilla de Sancti Spiritus, también lo hace un entorno natural de gran belleza e incalculable valor en el cual se integra esta pequeña localidad navarra.

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Amaiur-Maya

Retomamos nuestra ruta y siguiendo de cerca el trazado del Camino Francés en su discurrir hacia Pamplona nos veremos recorriendo pueblos como Aurizberri-Espinal, Biskarreta-Gerendiain, Lintzoain o Zubiri, donde deberemos decidir el camino que seguiremos para llegar hasta el próximo destino del viaje. Y es que lo podemos hacer desde el mismo Pamplona, opción con más distancia pero mucho mejor carretera o bien sin alejarnos de las sinuosas carreteras de montaña que surcan esta zona de los Pirineos, dirigirnos en ese caso hacia Eugi y el Bosque de Quinto Real, para luego encaminarnos hasta Irurita donde nos uniremos con la otra opción, para juntos llegar hasta Maya encontrándonos ahora con el trazado del Camino del Baztán, otro Camino de Santiago de cuantos recorren Navarra. Esta villa combina casi como pocas la naturaleza que la rodea con la historia y los monumentos que la caracterizan. Los restos de su insigne y heroico castillo junto a la marcada fisonomía de su calle principal son todo un placer para el visitante.

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Urdazubi-Urdax

De nuevo en marcha remontamos el valle para dirigirnos, sin separarnos demasiado del trazado del Camino del Baztán, hacia la siguiente parada obligada de esta ruta por Navarra. Nos volvemos a introducir, si es que habíamos salido de ella, en tierra de misterios, leyendas y oscuros aquelarres. Pero también en tierras de hermosos paisajes y bellos pueblos acrecentados por el enigmático misticismo que los envuelve. Cuidados y mimados caseríos comparten protagonismo con el monasterio de San Salvador y las Cuevas de Ikaburu o de Urdax, auténticas joyas de valor incalculable que nos aguardan en esta villa del norte de Navarra. Interesantes rutas de senderismo, antiguos caminos, unen escondidos rincones y los diferentes barrios y pueblos de la zona como con el cercano Zugarramurdi y su conocida Cueva de Zugarramurdi.

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Bera

Una vez disfrutado y recorrido esta zona de Navarra nos dispondremos a saltar a un nuevo valle, el que recorre el río Bidasoa. A través de Dantxarinea nos adentramos por unos kilómetros en Francia, acercándonos hasta la turística Sare y desde allí pondremos rumbo de nuevo a Navarra donde nos espera Bera. A su intensa vida cultural Bera suma su renombrada gastronomía y monumentos de la talla de la Parroquia de San Esteban Protomártir, cuyo órgano románico es considerado uno de los mejores de toda Europa. Desde Bera, remontando el curso del río Bidasoa, nos encaminaremos a través de pueblos y montañas hacia la capital, hacia Pamplona, para desde allí volver a retomar los pasos del Camino Francés y juntos acercarnos hasta la siguiente parada de esta ruta por los pueblos con encanto de Navarra.

Puente la Reina

La figura del puente románico por el que atraviesan los peregrinos el río Arga a su paso por Puente la Reina es probablemente uno de los símbolos de esta localidad Navarra, cuya historia ha dejado huella indeleble en sus calles y monumentos, en sus plazas y edificios, ya sin el exuberante entorno que nos había acompañado hasta el momento. Edificios históricos religiosos y civiles que como la Iglesia del Crucifijo, el Convento de las comendadoras del Sancti Spiritus de Zubiurrutia o la Casa del Vínculo hacen patente esa huella histórica, siendo puntos de obligada visita en Puente la Reina-Gares, inmejorable punto de unión de las dos vertientes del Camino Francés, la Navarra y la Aragonesa más conocida como el Camino Aragonés o Camino Francés por Aragón. Hecho que también propicio el asentamiento aquí de diversas órdenes religiosas y hospitales para peregrinos ya que como reza el dicho… Y desde aquí todos los caminos a Santiago se hacen uno solo.

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Artajona

Nuestra siguiente parada volverá a ser otra cuidada villa medieval coronada por un verdadero monumento histórico artístico, El Cerco de Artajona, datado en el siglo XII y que era el encargado de la defensa a ultranza de esta noble villa cuyo casco histórico nos regala todo un viaje en el tiempo. Pero Artajona esconde también tesoros perdidos en el tiempo como sus dólmenes situados en los campos y cerros que rodean a la localidad, el dolmen de la Mina o el Portillo de Enériz son pequeñas joyas a descubrir por el visitante. Mientras que pasear por las calles de este pueblo medieval es descubrir rincones como el que rodea a la Iglesia de San Saturnino entre otros. Esta iglesia fortaleza está emplaza en el interior del recinto amurallado, una muralla que conserva nueve torres de las catorce con que constaba y a la que se accede mediante las puertas de San Miguel y de Remahua.

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Estella

Otra regia villa nos aguarda y de nuevo lo hace de la mano del Camino de Santiago, eje de esta zona de Navarra y uno de nuestros compañeros de ruta. La ciudad monumental de Estella-Lizarra, cuenta en su haber con una dilatada e importante historia como así lo atestiguan los diferentes monumentos que nos esperan en ella. La Iglesia de San Pedro de la Rúa, el Santo Sepulcro, el Palacio de los Reyes de Navarra o el Palacio de Justicia entre otros monumentos, son sin lugar a dudas paradas ineludibles en toda ruta por Estella. Joyas arquitectónicas que rivalizan en protagonismo y belleza con el esplendor del cercano Parque Natural Urbasa-Andía, un paraje natural de incalculable valor en el que disfrutar de las diferentes rutas de senderismo o BTT que lo recorren. Pero Estella-Lizarra también ofrece a quien lo visita su cuidada gastronomía y su activa vida cultural, como así lo atestiguan los diferentes eventos que a lo largo del año se realizan como son la Semana de Estudios Medievales o la Semana de Música Antigua.

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Viana

Desde Estella, siguiendo el curso del Camino Francés, ponemos rumbo a la última parada de esta ruta por Navarra no sin antes vernos tentados en hacer un alto en el camino en pueblos como Villamayor de Monjardín, Los Arcos o Torres del Río entre otros, y donde nos esperan joyas como la Iglesia del Santo Sepulcro. Viana es otra de las localidades navarras que sorprende a quien la visita, su interesante patrimonio cultural se mezcla con sus costumbres y tradiciones, con su afamada gastronomía y como no con el carácter jacobeo de esta villa. Su casco viejo, rodeado por parte de las antiguas murallas que la protegían, alberga monumentos como la Iglesia de Santa María, el Convento de San Francisco o las Ruinas de San Pedro, sin olvidarnos de su singular ayuntamiento cuya portada de estilo barroco es digna de admiración. Pero además podemos disfrutar de fiestas y eventos culturales como el día de San Felices, o de la fundación de Viana o de la Feria de Artesanía Ciudad de Viana, alicientes que se vienen a sumar a los que este pueblo con encanto de Navarra ya ofrece.

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Mapa de la ruta

Este mapa es un croquis hecho como ejemplo de la ruta, en ningún caso representa el mejor o el único itinerario a seguir. En su desarrollo no se han tenido en cuenta las normas vigentes de circulación o el estado de los lugares por donde pasa y que pudieran afectar a su trazado.