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Santa María de Eunate
Templo singular y misterioso rodeado de una serena belleza
Templo singular y misterioso rodeado de una serena belleza
Está en medio de un llano y abierto paisaje, en el valle de Valdizarbe casi en el mismo centro geográfico de Navarra, en la ruta que los peregrinos que entran por Somport traen en su caminar hacia Santiago y poco antes de que ésta confluya en Puente la Reina con la procedente de Orreaga - Roncesvalles, se alza solitaria. El edificio octogonal dedicado a Santa María de Eunate fue construido durante el fructífero reinado de Sancho el Sabio de Navarra, en la segunda mitad del siglo XII, hacia 1.170, y según documentos la promotora de esta singular iglesia fue una reina que se la da en llamar Doña Sancha. A esta fantástica obra de estilo románico aunque bien diferenciada por su planta octogonal y el claustro que la rodea, se la relaciona con la orden del Temple por su semejanza estructural con el Templo del Santo Sepulcro de Jerusalén, sus muchas marcas de canteros que se encuentran en las piedras de la iglesia y su también semejanza en la forma con la Cúpula de la Roca de Jerusalén, en el antiguo templo de Salomón donde los templarios tuvieron su sede.
Pero también se baraja la hipótesis de que podría ser obra de los Caballeros Hospitalarios de San Juan, cuya presencia, en las rutas jacobeas, con edificaciones para socorrer y albergar al peregrino, está más que probada, por lo que podría ser que la iglesia de Santa María fuera un templo, posiblemente funerario, relacionado con uno de estos complejos hospitalarios. Se sabe de un documento del Priorato de Navarra fechado hacia 1.251, en el que se cita un pacto de los caballeros de San Juan de Jerusalén con cofrades de Obanos para que puedan reunirse en el hospital que la orden tenía en el Camino e incluso pudieran ser enterrados en él. En otro documento de la Catedral de Pamplona de 1.520 se habla de las numerosas sepulturas que aquí se hallan. Los enterramientos se realizaban alrededor de la arquería exterior y se han encontrado varios con la vieira del peregrino.
Antes de adentrarse en la iglesia el visitante pasea admirado por el singular claustro también octogonal, que rodea a la Iglesia, cuya arquería forma con los muros del templo, un pasillo en el que a derecha e izquierda no se puede perder detalle de sus capiteles, canecillos que representan figuras humanas, arcos y ventanas caladas y ciegas. Del claustro solo tres de sus ocho tramos son de la época de construcción de la iglesia, los otros cinco han sido restaurados siglos más tarde; en uno de los capiteles de la arquería de origen aparece un crucificado sin cruz flanqueado por catorce personajes. Dos puertas dan acceso al interior del templo en el que su silenciosa belleza lo inunda todo.
Colocarse bajo la grandiosa bóveda octogonal apoyada en unos fuertes nervios y entre cada uno de ellos un paño a su vez con pequeñas lucernarios también octogonales, aumentan si cabe la sensación de que algo espiritual o telúrico envuelve el conjunto e invita a sentarse y recrearse en la tenue luz y el tangible silencio, todo ello bajo la atenta mirada de una preciosa imagen que reproduce las formas de la talla románica original de la Virgen de Eunate con el Niño, tristemente desaparecida.
A veces lo que nos cuenta la tradición es en sí la historia oral, que viva y mantenida desde siglos acaba corroborándose por documentos escritos, es lo que parece ser que ha pasado con la promotora de esta iglesia emblemática. Lo que por años se ha contado es que una reina que podría llamarse Sancha, inspirada por el Espíritu Santo mandó construir la iglesia de santa María de Eunate, la casa u hospital aledaño y ademas fundó una cofradía para contrarrestar lo que por aquel entonces merodeaba por el lugar, y es que solía haber asentamientos de pandillas de ladrones que provocaban mucha inquietud debido a las agresiones y homicidios que pertrechaban. A su muerte la enterraron en el claustro de la iglesia y durante años, según las antiguas ordenanzas de la Cofradía de Santa María de Onat, en su tumba se hacia una liturgia funeraria.
El nombre de Eunate, con el que hoy en día se conoce a la iglesia y su entorno, podríamos decir que es reciente y su significado vendría a ser "cien puertas". Pero desde principios del siglo XIII hasta hoy se la ha conocido por Onat, Onate que en euskera significa "la buena puerta". Curiosamente en latín "eunato" significa "bien nacido".
La iglesia se puede visitar por la mañana todos los días desde el dos de febrero. Por las tardes abre todos los días a partir del quince de marzo. Los lunes el templo permanecerá cerrado. El horario orientativo es: por las mañanas de 10,30 a 13,30 h. y por las tardes de 16 a 18,30h. También ofrece visitas guiadas a grupos grandes mediante reserva. Para ampliar la información el número de teléfono es el 628 872 835
Una de las leyendas o tradiciones relaciona a los templarios con Santa María de Eunate. Su típica construcción templaria de planta octogonal, con la que esta orden marcaba todas sus encomiendas intentando reflejar en ellas la Cúpula de la Roca de Jerusalén del antiguo Templo de Salomón, sede templaria, junto con las marcas que los canteros dejaron en las piedras del templo, han dado lugar a ello. Una de las leyendas que se cuentan dice que el mismísimo rey Salomón a la muerte de la reina de Saba confió a los templarios los restos fúnebres de ésta para que se encargasen de enterrarlos en el Camino de Santiago y para mantener oculto el lugar del enterramiento les dio también un código secreto y que son el pórtico de Santa María de Eunate junto su gemelo el de San Miguel Arcángel de Olcoz los que lo esconden.
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La autovía del Camino A-12 que une Logroño con Pamplona/Iruña sirve de vía de acceso a las localidades de Obanos y Muruzábal, para desde estas siguiendo la NA-601 llegar hasta Santa María de Eunate. También por esta misma carretera, pero por el sentido contrario, podremos llegar hasta ella desde la N-121 y la AP-15 entre Pamplona/Iruña y Tafalla. Muruzábal dispone de servicio de línea que la comunica con Pamplona/Iruña y las localidades cercanas, además en Obanos hay parada del autobús que cubre la línea Logroño-Pamplona.
Tanto desde Muruzábal como desde Obanos llegaremos hasta Santa María de Eunate siguiendo la NA-601 en dirección hacia Enériz, hasta encontrarnos a mano derecha según nos dirigimos en esta dirección con el desvío que nos lleva hasta las mismas puertas de la iglesia donde encontraremos un amplio aparcamiento para poder dejar nuestro vehículo y desde allí recorrer a pie la corta distancia que lo separa del emplazamiento de la iglesia.
SENDITUR no se responsabiliza de cualquier variación en la información descrita así como del mal uso de sus guías y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad. Igualmente, te invitamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. Desde el compromiso de SENDITUR con la Naturaleza y el respeto al equilibrio del medioambiente, SENDITUR te insta a viajar de una forma responsable, con bajo impacto ambiental y respetando en todo momento el entorno Natural, Cultural y Social de allí por donde pases. Para cualquier sugerencia, SENDITUR te invita a enviar un correo a .
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