Precedida por viñas y tierras de cultivo y emplazada sobre un altozano, Cirauqui-Zirauki está arropada por la cornisa de la Sierra de Lóquiz. Las tierras de Cirauqui-Zirauki fueron intensamente romanizadas, como demuestra la cerámica encontrada, el tramo de calzada romana, por donde discurre, en la salida del pueblo, el Camino de Santiago, y el puente caído como se conoce entre los del pueblo, al puente medieval. En la Edad Media vivió intensamente la vida del peregrino y tuvo un hospedaje-hospital donde poder atenderles.
Se sabe que en 1.045 la villa fue donada por García El de Nájera al monasterio de San Millán. En 1.425 forma parte del Condado de Lerín, pues Carlos III el Noble, regala Cirauqui-Zirauki y otras villas navarras a su hija Juana, con motivo de su boda con Don Luis de Beaumont, Conde de Lerín y Condestable de Navarra. Cirauqui-Zirauki fue escenario de las guerras napoleónicas y sobre todo de las carlistas. Así ha seguido la vida de Cirauqui-Zirauki con sus luces y sombras a lo largo de su historia.
Las calles de Cirauqui-Zirauki están dispuestas siguiendo el trazado medieval que se encerraba en el interior de sus murallas, del que se conserva alguna parte de su estructura. Las construcciones más antiguas datan del siglo XVI. La plaza del Ayuntamiento se convierte en otra importante zona que alberga interesantes edificios. Se trata de un conjunto de viviendas barrocas correspondientes a los siglos XVII y XVIII.
De los monumentos que conserva Cirauqui-Zirauki hay que destacar, la iglesia fortaleza de San Román, principal templo de la localidad, de origen medieval y que data del 1.200, ampliada y remodelada en los siglos XVI y XVII. También de origen medieval es la iglesia de Santa Catalina de Alejandría. La ermita del despoblado Aniz ofrece un agradable entorno para el paseo y el descanso así como la medieval ermita de San Cristóbal, situada en el monte Eskinza. Los paseos e incursiones a sus cercanos montes, el Eskinza o el Axixuri, altos de Guirguillano, éste al norte del municipio, constituyen en sí mismos un interesante atractivo.
Las fiestas principales se celebran el 14 de septiembre en honor a la Exaltación de la Santa Cruz. A primeros de mayo se celebran las fiestas pequeñas, se hace romería a la ermita de San Cristóbal, situada en el monte Eskinza, donde alrededor de un buen fuego se preparan sabrosas calderetas.
Es tradición que las vísperas de San Román y de Santa Catalina, que son respectivamente el 17 y el 24 de noviembre, después de cantar la Salve en la iglesia, reunidos en la calle en torno a una gran hoguera, y con la algarabía de una charanga, al grito de ¡castañas, castañas!, desde los balcones y ventanas de la casa parroquial comienzan a arrojarlas y la gente desde abajo intenta recoger alguna sin recibir ningún castañazo.
Uno de los personajes más famosos y peculiares de Cirauqui-Zirauki fue Tirso Lacalle, “el cojo de Cirauqui”. Guerrillero liberal que luchó contra los carlistas en la tercera Guerra Carlista entre 1.872 y 1.876. Sus aventuras fueron conocidas en toda Navarra. Al producirse los primeros levantamientos carlistas en 1.872, para defender Cirauqui se destacó una pequeña guarnición de carabineros entre los que se encontraba Tirso Lacalle. Fortificaron la iglesia y según cuentan el agua que necesitaban para la obra se la hacían cargar a las mujeres del pueblo mofándose de ellas. Cuando los carlistas tomaron el municipio las mujeres arengaron al pueblo que asesinó a 38 prisioneros.
Según cuenta la leyenda narrada por el monje cluniacense Aymeric Picaud, primer peregrino que describió esta ruta, y que avisaba respecto al río Salado: “¡Cuidado con beber en él, ni tú ni tu caballo, pues es un río mortífero!”. Añade que preguntaron si podían abrevar los animales y les dijeron que sí “por lo que les dimos a beber a nuestros caballos, que al punto murieron dos, que los navarros desollaron allí mismo”. Al parecer los navarros, en el puente del Molino en Cirauqui-Zirauki, instaban a que los caballos bebieran de esta agua.
La A-12, autovía del Camino, llega hasta Cirauqui-Zirauki en su tramo Logroño-Pamplona/Iruña. También todavía podemos seguir el trazado de la antigua nacional, ahora NA-1110 que desde Mañeru por un lado o desde Lorca por el otro llega hasta la localidad.
Hay servicio de autobuses de línea regular, todos los días, que cubren el trayecto Logroño-Pamplona/Iruña y con parada en el apeadero de Cirauqui-Zirauki.
SENDITUR no se responsabiliza de cualquier variación en la información descrita, así como del mal uso de sus guías y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad. Igualmente, te invitamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. Desde el compromiso de SENDITUR con la Naturaleza y el respeto al equilibrio del medioambiente, SENDITUR te insta a viajar de una forma responsable, con bajo impacto ambiental y respetando en todo momento el entorno Natural, Cultural y Social de allí por donde pases. Para cualquier sugerencia, SENDITUR te invita a enviar un correo a .
Continuar viendo ...