Está situada en la orilla izquierda del cauce del río Urederra, al que ve nacer, en el centro del municipio Améscoa Bajo, del que forma parte y a los pies de la Sierra de Urbasa. En la zona que rodea a Baquedano quedan vestigios prehistóricos así como de la época de romanización de los siglos II y III, aunque las primeras menciones documentadas sean de hace más o menos diez siglos. A Baquedano se le cita en el Fuero de Intzura de 1201. El linaje de los Baquedano, que tiene su origen en el pueblo, se extendió por Navarra entre los siglos XIII y XVII llegando a alcanzar cargos importantes, incluso marquesados. En el siglo XIII la Améscoa Baja, ayuntamiento al que pertenece Baquedano, quedo adscrita a la Diócesis de Pamplona.
Antaño los concejos del valle tenían su propia "junta y bazarre" en el paraje conocido todavía hoy por Batzarremendia, en el término de Zudaire y aunque formando un ayuntamiento único, elegían a su alcalde de entre los de condición de labradores, siendo cada año de un pueblo diferente. En el siglo XV a orillas del Urederra se instalaron ferrerías hidráulicas. El siglo XIX, en Baquedano, la guerra contra los franceses y posteriormente las carlistas también dejaron su huella, a la par que en estas últimas la fábrica de armas existente en las orillas del río jugó un papel importante. Hoy Baquedano tiene el encanto de un pueblo tranquilo que conjuga a la perfección, incluso hace de frontera entre, el ruidoso devenir de la vida actual con la paz y el sosiego que da la naturaleza y el entorno que le rodea.
Al recorrer las calles del pequeño Baquedano el visitante descubre casas que con más de cuatrocientos años lucen en sus fachadas los escudos y blasones de los nobles que las construyeron y habitaron como los Andueza, Azpilicueta, Baquedano y Urra. Entre el caserío asoma la iglesia parroquial de San Juan Bautista del siglo XVI de construcción gótica renacentistas y edificada sobre otra de época medieval de la que conserva algunos retazos. La ermita de la Santa Cruz, que es una construcción del siglo XVI aunque reformada en el XVIII guarda en su interior, en una hornacina del retablo, una imagen del siglo XVII del titular de la ermita El Crucificado. Baquedano cuenta con dos puertos de acceso a la Sierra de Urbasa y próximos a ellos se halla el dolmen del Puerto Viejo de Baquedano que fue excavado en 1921. Todo ello, además de curiosas fuentes y lavaderos públicos como el que da la bienvenida a la entrada del pueblo, el de Aialusa, una sugerente gastronomía y una extensa red de paseos y caminatas por el bonito parque natural donde está enclavado, hacen de la localidad un atractivo destino turístico.
Baquedano celebra sus fiestas patronales el segundo fin de semana de septiembre y son en honor a la Santa Cruz y las fiesta chiquitas son en honor de la Santa Cruz de mayo.
Baquedano celebra el tradicional Día del Valle en el que se recuerda el reconocimiento por parte de la corona de Navarra, de la propiedad, uso y disfrute de los amescoanos sobre la parte de la Sierra de Urbasa que se conoce con el nombre de Monte Limitaciones de las Améscoas.
Tasio, la película sobre un carbonero navarro, se rodó en el entorno de Baquedano y en uno de sus escenarios es protagonista un nogal del pueblo y delante de él uno de los lavaderos.
Cuenta la leyenda que para elegir al primer rey de Navarra se le exigió la condición de ser Señor de Abárzuza y Améscoa y que su coronación fue al pie de una peña entre Eulate, Améscoa y Valdelana.
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Para llegar hasta Baquenado tenemos que tomar la carretera NA-718 que une Estella, en plena autovía del Camino, con Olazagutía y Alsasua en la A-1, siendo en el municipio de Zudaire donde nos encontraremos con la carretera que nos acerca hasta Baquenado, entre otras localidades cercanas.
Baquedano cuenta con servicio de autobús con parada en el cruce con el municipio que cubre el trayecto Larraona – Estella y otro servicio Interno Améscoa entre los pueblos del valle. Para más información llamar al número de teléfono 948 539 008.
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