Se encuentra a orillas del río Urola en el barrio de Loyola del municipio guipuzcoano de Azpeitia, entre esta localidad y Azcoitia. El Santuario de Loyola, verdadero relicario que guarda con celo la casa donde nació, en 1.491, creció y que vio su renacimiento espiritual en 1.521 Iñigo de Loyola, San Ignacio de Loyola años más tarde, y que en el año 1.540, fundó la Compañía de Jesús. San Ignacio de Loyola muere en Roma en 1.556 y fue canonizado por el Papa Gregorio XV en el 1.622. La Compañía de Jesús, con el ánimo de proteger y venerar la Casa Santa donde su fundador trocó la espada de caballero por el evangelio y la Cruz, en 1.681 adquiere la torre palacio, solar de los señores de Oñatz y Loyola y comienza la construcción del hoy conocido como Santuario de Loyola.
El conjunto del santuario se comenzó a construir en el siglo XVII, encargando el proyecto de la obra al arquitecto italiano Carlo Fontana que diseñó un conjunto monumental que acogiera y arropara a la casa torre de San Ignacio. Esta construcción se prolongó en el tiempo no terminándose hasta principios del siglo XX, aunque la casa torre ha sido objeto de varias reformas, en la última, inaugurada en 1.991, se ha intentado recobrar su estado original.
El monumental y emblemático Santuario de Loyola acoge en sus edificios un Museo Sacro que ubicado en el ala norte del santuario expone además de libros y objetos litúrgicos el altar de la capilla original de la casa del santo y las puertas que lo flanqueaban; la biblioteca, la hostelería y el albergue y en el centro de la fachada del edifico principal, concebido como Real Colegio de Loyola se encuentra la Basílica de Loyola, el templo jesuita más importante, junto con la iglesia de Gesú, en Roma. Esta iglesia de curiosa planta circular fue inaugurada en 1.738 y se consagró en 1.888 y 1.889. Si desde fuera llama la atención la grandiosa cúpula que la corona, desde dentro la admiración es mayor pues, rematada con una espectacular linterna de 15 m, está profusamente decorada.
El altar mayor acoge desde 1.758 una imagen plateada de San Ignacio. Pero el verdadero espíritu del santuario es la Casa Santa, torre palacio edificado en los siglos XIV y XV en el que sobre la puerta se ve el blasón de los antiguos Loyola. La ubicación del Santuario de Loyola, en el valle del Urola anima al senderista a recorrer la Vía verde del Urola y disfrutar del paisaje, túneles y viaductos con los que se adorna o a intentar hollar la cima del imponente monte Izarraitz o quizá después de haber visitado el Santuario de Loyola seguir la llamada Ruta de los tres templos para llegar a los cercanos santuarios de Arantzazu y La Antigua, éste último en Zumárraga.
La fiesta en honor a San Ignacio de Loyola es el 31 de julio.
El escudo de los Loyola luce esculpida una olla sobre un hogar y a ambos lados dos lobos, este emblema parece hacer referencia al origen del nombre Loyola, “lupus in olla”, lobos en olla.
El Santuario de Loyola, uno de los más importantes del País Vasco, es el punto de partida del Camino Ignaciano, sendero de gran recorrido, ruta de peregrinación, que en sus veintisiete etapas transcurre por el Camino Real que Ignacio, en su viaje a Jerusalén después de su conversión, realizó desde su casa natal en Azpeitia hasta la ciudad catalana de Manresa, concretamente el Camino Ignaciano termina en el santuario de la Cueva de San Ignacio en Manresa.
Cuenta la leyenda que la grieta que se ve en una de las paredes de la torre la causó el diablo en un ataque de ira al ver la conversión de Ignacio y su fuerte fe y devoción.
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A Azpeitia se llega desde Elgóibar en la AP-8, desde Vergara en la AP-1 y desde Zumárraga pasando antes por Azcoitia. También podemos llegar procedentes de Tolosa, o desde Beasain ambas en la A-1, otra opción es hacerlo desde la costa, más concretamente desde la localidad de Zumaia. Azpeitia cuenta con servicio de autobús que la conecta con Zumaia, Zestoa-Cestona, Azkoitia, Urretxu y Zumárraga, además la linea que cubre el servicio Azkoitia-Donostia también tiene parada en Azpeitia.
El Santuario de Loyola lo encontraremos en plena carretera que une Azcoitia y Azpeitia, siendo a en las proximidades de esta última donde se situan sus accesos. En el entorno del Santuario de Loyola existe una amplia zona de aparcamientos donde poder estacionar el vehículo.
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