En el Parque Natural de Aralar, más concretamente en la vertiente guipuzcoana del mismo, nos espera uno de los montes vascos más emblemáticos, el Larrunarri, más conocido como el Txindoki. Esta escarpada montaña recibe también el calificativo del Cervino Vasco, dada su característica silueta, similar, salvando las diferencias claro está, a la del coloso alpino. La subida al Txindoki desde Larraitz es una de las rutas más utilizadas para coronar esta bonita cima.
El recorrido habitual de 9,6 Km nos lleva desde el área recreativa de la ermita de Larraitz hasta la cumbre del Txindoki a través de un empinado sendero que asciende hasta el collado de Egurral. Desde allí la ruta emprende el escarpado ascenso final a la cumbre de Larrunarri, desde donde se contempla una de las mejores panorámicas que podemos llegar a imaginar. El regreso, como norma general, se realiza por el mismo trazado que nos encaramó a la cima de la montaña.
En nuestro caso nos decidimos a regresar, una vez descendido al collado de Egurral, por la senda de Muitze para visitar la cascada que le da nombre. Este recorrido algo más corto que el normal y más abrupto si cabe, nos lleva a través de verticales cortados, casi ocultos por la vegetación que crece en sus laderas. La solitaria cascada de Muitze, por lo general seca casi todo el año, nos brida la excusa perfecta para escapar de la concurrida vía tradicional y descubrir la espectacularidad de los paisajes que rodean al Cervino Vasco. Un recorrido que nos acerca hasta las puertas del aparcamiento de Larraitz desde donde partimos y donde finalizaremos esta bonita ruta montañera.
Cuenta la leyenda que la diosa Mari tiene en la cima del Txindoki una de sus moradas preferidas. Y es que desde su cima se domina buena parte del territorio histórico vasco y desde allí, la Mari, puede ver también sus otras moradas, el Amboto, el Oiz, el Aketegi o el Murumendi entre otras. Propiciando así a su elección los cambios de tiempo en Euskadi, en función de donde esté habitando en ese momento la Mari.
Los accesos principales a la ermita de Larraitz los encontraremos en la A-1 a su paso por las localidades de Villafranca de Ordicia y Larraitz Auzoa. Desde allí parte la carretera que bien, pasando por Zaldivia o por Abalcisqueta respectivamente según sea nuestro punto de partida, llega al desvío que conduce al área recreativa de Larraitz. Una vez allí tendremos opción a una zona de aparcamientos, desde donde sale la ruta, y otra en plena carretera, muy útil los días de máxima afluencia.
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Ruta exigente en lo físico, con zonas en las que es probable que tengamos que echarle una mano para superarlas. Atentos a los alambres de espino que bordean parte del sendero. No es muy aconsejable dejarle ir de un lugar a otro, además de tener que llevarlo atado por reglamentación del parque, evitaremos que gaste energías que le pueden ser necesarias.
Aunque encontraremos varios puntos de agua donde podrá beber, es aconsejable llevar algo de agua, ya que el ascenso final a la cima es duro y ahí no hay agua. Por supuesto tenemos que llevarle también alimento que le permita reponer las energías gastadas.
Zona ganadera por excelencia, las vacas y las cabras no han de faltar a lo largo de la ruta. Es interesante echarle un ojo al final del recorrido para descartar garrapatas y otros parásitos.
Nuestro recorrido da comienzo en el aparcamiento del área recreativa de la ermita de Larraitz (0h 00min).
Atravesamos la puerta metálica que hay al final de este aparcamiento para, al momento, comenzar el ascenso que nos llevará a esta mítica montaña vasca.
Por ahora un amplio camino nos hace las veces de guía, mientras empezamos a notar el desnivel que tenemos por delante.
Poco después de atravesar otra puerta metálica nos encontramos con el inicio del sendero que debemos seguir.
En realidad este sendero es un atajo que nos evita dar la vuelta que dibuja el camino que estábamos siguiendo. Seguimos acortando, gracias a la senda, las curvas que describe el camino en su ascenso.
Ya por última vez atravesamos el camino que sigue hacia unas antenas que hay en la ladera de la montaña, mientras nosotros seguimos el empinado sendero que nos sirve de guía.
El desnivel es bastante evidente y dada la distancia que nos separa todavía de nuestro objetivo es aconsejable tomárselo con calma.
No serán muchos los momentos de respiro que nos dé el desnivel a medida que vamos ganando altura. Poco a poco el bosque que nos rodeaba desaparece dejándonos contemplar el magnífico paisaje que nos rodea.
Al rato, frente a nosotros ya podemos contemplar el trazado que sigue nuestra ruta y la empinada senda que nos ofrece acortar el itinerario. Y es que ante nosotros se nos plantea la tentadora opción de emprender un radical ascenso reservado para valientes.
Nosotros dejamos este desvío, nada aconsejable con el terreno húmedo y sin una buena condición física, y seguimos el curso normal de la ruta.
Este trazado, no exento de desnivel, nos separa de la montaña que deseamos coronar, buscando suavizar algo la pendiente.
De nuevo nos volveremos a encontrar con más trochas que a cambio de un sobre esfuerzo nos acortan en parte las curvas que nuestra senda realiza.
Unos zigzags que nos hacen ganar altura con rapidez a medida que surcamos la ladera de la montaña.
Al rato en uno de estos cambios de dirección dejamos atrás un nuevo cruce para encarar el ascenso final al collado de Egurral.
Un collado que aún nos obligará a esforzarnos para llegar hasta él mientras disfrutamos, si la niebla lo permite, del paisaje que tenemos a nuestros pies.
Esta parte de la ruta, aunque menos exigente que los tramos anteriores, también cuenta con cierto desnivel.
Las marcas blancas y amarillas siguen guiándonos hasta llevarnos al collado donde comienza el duro ascenso final al Larrunarri.
A partir del collado de Egurral, donde nos despediremos por ahora de las marcas blancas y amarillas, nos veremos siguiendo una escarpada senda que sin más dilación se encarama hacia la cima.
Una senda con tramos bastante descarnados, cuya inclinación es notable. Serán muchas las trochas que se han ido formando buscando superar el desnivel y los obstáculos de la mejor manera posible.
Tantas posibilidades nos obligan a ir atentos, ya que confundirse nos puede llevar a pasos de mayor complejidad y exposición, sin que en realidad sea necesario.
Tras el esfuerzo la cima del Txindoki (2h 55min) nos recibe con todo su esplendor.
Después de disfrutar del merecido descanso y de las vistas que ofrece esta colosal montaña, emprendemos el descenso hasta el collado de Egurral.
Al igual que en el ascenso hay que estar atentos para no seguir la senda equivocada. Ya en el collado la gran mayoría regresa por el mismo trazado hasta Larraitz.
Nosotros lo dejamos a nuestra derecha ya que decidimos hacerlo por la senda de Muitze, menos transitada dada su mayor exposición.
Retomamos las marcas blancas y amarillas que nos acompañaron en el ascenso y comenzamos un agradable sendero.
Rápidamente empezamos a perder altura adentrándonos en una barranquera que se precipita ladera abajo. Como siempre hay que estar atentos ya que serán varias las sendas que se nos presentan.
Lo ideal es ceñirnos al cauce del barranco y seguir el sendero que discurre junto a él, esto nos evitará tener que descender campo a través.
Seguimos manteniendo como referencia a seguir en todo momento el cauce, por lo general seco, del barranco.
Pronto nos encontraremos con el arroyo que alimenta la cascada que vamos a visitar. Arroyo que tendremos que atravesar en varias ocasiones siguiendo las marcas del sendero.
Un sendero que nos lleva a cruzar una puerta metálica para el ganado, dejándonos cada vez más cerca de la salida del barranco. Esta zona, aunque sin mayores complicaciones, sí que comienza a tener cierta exposición.
Comenzamos a descender el salto que forma la cascada hacia la que nos dirigimos, momento en el que cambiamos radicalmente de rumbo, despidiéndonos de las marcas blancas y amarillas que nos acompañaron hasta aquí.
El descenso nos lleva sin más dilación a la base de la cascada de Muitze (3h 10min), por donde la atravesaremos.
Toda esta zona de la ruta transita con un cortado bastante notable a nuestra derecha, que la vegetación que puebla la ladera se encarga de disimular.
Seguimos descendiendo, atravesando tramos del sendero algo descompuestos y zonas en mejor estado. El bosque nos vuelve a envolver, mientras nuestra senda sigue dibujando algún que otro zigzag, para continuar descendiendo.
Al rato la senda llega a su final al toparse con el camino que conduce hacia la caseta de las antenas que sin darnos cuenta hemos dejado tras nosotros. Seguimos descendiendo cómodamente por el camino, hasta atravesar una nueva puerta metálica.
Aquí el trazado oficioso de esta ruta de Muitze continúa por el camino hasta encontrarse con la subida tradicional al Txindoki y regresar por ella a Larraitz. Pero dada la considerable vuelta que esta opción obliga a realizar, la inmensa mayoría de las personas que la siguen nada más cruzar la puerta abandona el camino y comienza un rápido descenso por un casi oculto sendero que se adentra en los pastizales.
Este sendero nos hace perder altura con rapidez. Tenemos que estar atentos ya que deberemos abandonarlo en cuento lleguemos a la altura del aparcamiento de Larraitz que veremos a nuestra derecha. Esta zona ya es un auténtico campo a través que desciende en busca del paso que nos permitirá salvar el vallado de los campos que estamos atravesando.
De confundirnos y seguir el sendero pronto nos veremos obligados a descender en busca del camino y del lugar por donde podamos cruzar la alambrada que nos separa de él. Una vez cruzada la alambrada tan solo nos resta recorrer la distancia que nos separe del aparcamiento de Larraitz (4h 10min) desde donde partimos.
Si volvemos por el mismo itinerario que usamos para ascender recorreremos algo más de distancia.
El desnivel a superar condiciona notablemente el tiempo necesario para realizar el recorrido. Regresar por una u otra vertiente de la montaña no debiera suponer una gran diferencia.
Las nieblas son casi unas compañeras inseparables de esta montaña vasca, aportando un ambiente especial a la ascensión. La cima en los días despejados ofrece una de las mejores panorámicas de toda Euskadi que merece la pena disfrutar con calma.
La relativa sencillez del ascenso hasta su cima y su fama entre los amantes de la montaña y los senderistas, hacen que sea una de las montañas más visitadas de la zona. Es habitual ver a personas sin el material mínimo imprescindible siempre que emprendes una actividad de este tipo, y más hablando de una montaña como el Txindoki. La diferencia de altitud entre el aparcamiento y la cima, sumado a los bruscos cambios de tiempo que suelen ocurrir, pueden ponernos en más dificultades de las esperadas de no equiparnos correctamente. Consulta nuestra lista de material y equipamiento para hacer senderismo. Leer Más.
Física
El desnivel a superar es considerable y más en la distancia en la que se hace, por lo que es necesario tener una buen condición física. Tampoco es muy recomendable afrontar desde el inicio la subida con demasiado ímpetu ya que puede pasarnos factura más adelante. Ojo con la senda que sube directa a la parte final del ascenso, es bastante exigente y amplía la dificultad de este apartado.
Severidad del medio
Salvo en los tramos de senda algo descompuestos, en apariencia puede parecer una ruta sin mayores riesgos, nada más lejos de la realidad. Hay carteles que nos avisan del riesgo de desprendimientos y si además nos confundimos en algunas de las diferentes trochas que ascienden a la cima podemos meternos en problemas serios. Mucha atención también si el terreno está húmedo, en ese caso el desvío directo hacia la cumbre está totalmente desaconsejado. Mención aparte merece el regreso si lo hacemos por la senda de la cascada de Muitze, una ruta solo aconsejable para gente con la suficiente experiencia en montaña. Ya no por el recorrido en sí, sino por lo expuesto de su trazado, con cortados verticales, y el riesgo mayor de desprendimientos de la zona por donde discurre.
Orientación
La ruta habitual está claramente definida, son las múltiples sendas y atajos que iremos encontrando a lo largo del recorrido lo que nos creará dificultades. El regreso por Muitze, salvo al tramo final sin un itinerario claro que nos guie, dejándonos a merced de nuestra capacidad de orientación, y una corta zona al inicio donde las diferentes sendas que hay nos pueden hacer que nos despistemos, no tiene mucha complicación al no toparse con cruces casi en ningún momento.
1-Larraitz | 0:00h | 411m | 0km | 30T 573599 4765115 |
2-Txindoki | 2:55h | 1346m | 4,8Km | 30T 574277 4763743 |
3-Cascada de Muitze | 3:10h | 910m | 6,5Km | 30T 574944 4763878 |
4-Larraitz | 4:10h | 411m | 8,9km | 30T 573599 4765115 |
Coordenadas UTM Datúm WGS84
Desnivel: 1896m
Desnivel +: 948m
Desnivel -: 948m
Altitud máxima: 1346m
Altitud mínima: 410m
Este esquema de la ruta no está hecho a escala ni contiene toda la información relativa a la zona, es meramente orientativo.
Este esquema con el trayecto es aproximado y ha sido creado a partir de la base cartográfica derivada © Instituto Geográfico Nacional "Cuadrante 89-3 1:25.000".
Senditur ha manipulado los tracks para corregir los puntos aberrantes que pudieran existir, ocasionados por problemas con la recepción de la señal GPS. En cualquier caso los tracks son siempre aproximados. SENDITUR te anima al uso de las nuevas tecnologías a tu alcance, utilizándolas a modo de apoyo y consulta en tu actividad, no basando la realización y la orientación de la misma única y exclusivamente en ellas, ya que éstas pueden ver alterado su funcionamiento por muy diversas causas, no funcionando correctamente y llegando a no ser precisas sus indicaciones.
¿Sabías que...
Cada año a finales de junio, concretamente el 24, se celebra una romería a la ermita de Larraitz. Ese día las campas de Larraitz se llenan de gente, almuerzos, música y buen ambiente, además de otras actividades.
No te pierdas...
La visita a la popular ermita de Nuestra Señora de los Remedios de Larraitz, situada en las mismas faldas del Txindoki, a escasa distancia del inicio de la ascensión a esta gran montaña vasca.
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Esta ruta ha sido realizada sobre el terreno por SENDITUR el 26-08-2020. La ruta puede variar mucho en función de la época del año, de las condiciones meteorológicas y del terreno, así como por las acciones de terceros y de la evolución sufrida por el medio natural donde se ubica. Todas las opiniones, consejos y/o valoraciones realizadas por SENDITUR en sus descripciones son a título orientativo y están sujetas y/o se refieren a las condiciones específicas del día concreto de la realización del recorrido, refiriéndose a ese día en concreto, tomando como referencia a personas entrenadas y con la debida experiencia, con un nivel alto de preparación tanto física como técnica, además de correctamente equipadas.
Todos los tiempos son aproximados y toman un carácter orientativo, no se han tenido en cuenta las paradas por pequeñas que sean. Toda la información relacionada con la ruta, textos, imágenes, vídeos, mapas, esquemas, tracks, poblaciones, y lugares de interés turístico están publicadas a título orientativo, pudiendo no coincidir con el estado actual de cada lugar. Antes de realizar cualquier actividad, valora tus conocimientos técnicos, tú forma física, infórmate sobre la meteorología y las variaciones que hubiera podido sufrir la ruta, equípate correctamente, sé prudente y responsable en todo momento, no sobrepasando tus capacidades. Igualmente, te animamos a documentarte con libros y guías especializadas para complementar la información descrita. SENDITUR no se responsabiliza de cualquier mal uso o uso inadecuado de las guías comprensivas de sus rutas y/o publicaciones así como del de sus guías electrónicas, ni de las variaciones por los motivos antes referidos que pudiera haber de sus descripciones y recomienda que cada uno sea responsable y prudente en la realización de la actividad.
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